Read Cómo conocer a las personas por su lenguaje corporal Online
Authors: Leonardo Ferrari
Tags: #Ensayo, #Referencia
Ejercer poderío por medio del lenguaje corporal en los negocios
Una persona que se quiera distinguir o mostrar su superioridad se vale de ciertos artificios para hacer saber a otros su superioridad, veamos algunos ejemplos:
El tiempo de espera: este representa status para la persona que hace esperar, mientras más espera un individuo por otro menos es su importancia ante los ojos de esa persona.
Por el contrario si el individuo es invitado a pasar inmediatamente por la persona con la cual se va entrevistar su posición de importancia aumenta considerablemente.
Otros factores a tomar en cuenta para definir jerarquía y poder en el mundo de los negocios:
¿Lo recibe sentado o se pone de pie? ¿Es él mismo quien le abre la puerta? ¿Se sienta frente a él… o al lado de él? ¿A que distancia se mantiene uno del otro?
El maletín es otro símbolo que proyecta el status del empleado y la imagen que proyecta: Esta establecido que en una empresa, solo los ejecutivos de mayor importancia lleven un maletín que se supone que contiene documentos importantes, material de trabajo constante esto sugiere autoridad, superioridad aunque en el solo haya papeles de menor importancia.
Si nuestra estatura no nos acompaña ¿qué podemos hacer?
Es evidente que en el lenguaje corporal, estatura equivale a autoridad y poder, pero como todos no podemos tener esto a nuestro favor, depende de nosotros hacer cierto tipo de ajuste para colocarlo en un plano superior al de nuestro interlocutor.
Si alguien entra en una habitación donde usted ya esta (sea hombre o mujer): póngase de pie inmediatamente de manera que en ese primer encuentro, usted este al menos en el mismo nivel de la persona que va a saludar, permita que ella o el se siente primero.
No permita Jamás que alguien que permanezca de pie le hable mientras usted esta sentado: de acuerdo con el lenguaje del cuerpo usted se encontraría en una posición totalmente adversa y de total desventaja.
De énfasis a su opinión, póngase de pie en el momento adecuado: Si se coloca deliberadamente en un nivel superior usted estará mirando hacia abajo al resto de las personas e imponiendo su superioridad.
Además de colocarse en un nivel superior invada con toda intención el espacio de su interlocutor: El efecto que esto provoca en la otra persona es de intimidación.
Colóquese de pie fuera del campo visual de su interlocutor: Inquiételo al tratar de que él adivine cuáles son sus intenciones, fuércelo a que él le preste una atención especial, quizás hasta se vuelva en su asiento para seguirlo con la mirada.
Otras señales del cuerpo y lo que significan
Arreglarse el pelo con la mano: Es un gesto muy femenino; sugiere provocación discreta, coqueteo.
Ajustarse el nudo de la corbata con la mano: Es un gesto equivalente al anterior. El mismo mensaje de me gustas puede manifestarse al arreglarse el pliegue del pantalón, las solapas de la chaqueta, el pañuelo en el bolsillo de al chaqueta, etc.
En las mujeres morderse los labios con la punta de la lengua: Es un mensaje abiertamente sexual, de provocación sutil.
Morder un labio con el otro: El mismo mensaje anterior, sugiere cierta timidez actitud nerviosa.
Acariciar un objeto determinado inconscientemente: Es un gesto que denota sensualidad, es un gesto típico de los individuos de sexualidad desarrollada.
Una sonrisa con una mirada directa y prolongada (10 segundos o más), sugiere provocación discreta y coqueteo.
La clásica mirada de arriba, abajo: Es característica de la persona que es muy sensual.
La palma de la mano abierta en todo momento: Es un gesto característico de las personas sinceras.
El puño cerrado: Revela tensión nerviosismo, se oculta la verdad.
Los hombros caídos: Sugiere depresión e incapacidad, para hacerle frente a ciertas situaciones en la vida.
Si la persona se sienta con las dos piernas unidas paralelamente: Denota una personalidad ordenada y cuidadosa.
Si el individuo cruza la pierna en un ángulo de 90.º al nivel de la rodilla: Es ambicioso y competitivo. Es una actitud poco común en las mujeres.
Si la persona se sienta sobre una pierna: Sugiere una personalidad muy conformista a quien no le es fácil tomar decisiones.
La mujer que se sienta con las piernas abiertas: Revela independencia, un concepto muy definido de su imagen.
El cigarrillo apretado entre el pulgar, el índice y el dedo del centro: Denota una personalidad intensa, intranquila y errática.
Pestañear constantemente: Denota atención total.
Mirar a una persona con frecuencia: Tiene implicaciones sexuales.
No mirar a una persona: Sugiere rechazo (no me interesas, no me simpatizas).
Una mirada prolongada con la cara seria: Revela curiosidad, posiblemente hasta desprecio.
Las mujeres que miran hacia los lados: Es un gesto femenino casi siempre se interpreta como una insinuación sexual.
Cuando un hombre mira hacia los lados con cierta frecuencia: Es una señal de hipocresía.
Tocar demasiado a una persona: Puede significar; un grado de alto egoísmo (nunca amor o deseo físico).
Los cónyuges que se tocan constantemente en público expresando amor: Es una manera de comunicar precisamente la inseguridad que amenaza esa relación.
Si los miembros de una pareja apenas se tocan o miran: La relación es bastante fría. Es posible que existan serias diferencias emocionales entre sí.
Si el hombre toca el área de los genitales: Es un gesto común en algunas culturas este denota una reafirmación masculina.
La persona camina muy a prisa: Sugiere una personalidad dinámica, inquieta, ansiosa por cumplir metas que se ha trazado en un tiempo determinado.
Si el individuo camina con pasos vacilantes, y no mantiene una relación recta al caminar: Denota una personalidad vacilante, errática, insegura, tímida y cansada por los embates recibidos en la vida.
¿Una sonrisa es una manifestación espontánea de satisfacción por algo? No siempre esto es así, la mayoría de las veces la sonrisa es forzada y se convierte en una especie de máscara para nuestros verdaderos sentimientos, es la llamada sonrisa profesional (sus mayores cultores son políticos, actores y hombres de negocios).
Cuando se llama la atención por la ropa y forma en que uno se viste: No sólo se proyecta una personalidad exhibicionista, sino se demuestra un carácter rebelde independiente.
Jugar con un lápiz o un objeto cualquiera: Es evidente que lo que esta persona nos provoca es nerviosismo, inquietud, ansiedad, en realidad estamos tratando de ganar tiempo y preparándonos para dar una respuesta adecuada.
Mirar el reloj mientras se habla: Denota prisa e intranquilidad.
Mirar el reloj mientras otra persona habla: Es un gesto rudo que revela impaciencia.
Los estudiantes que se sientan en los primeros asientos del aula: Revelan receptividad a lo que les enseña el maestro tienen, intenciones de aprender y participar.
Aquellos estudiantes que se esconden al final del aula: No tienen el mismo grado de interés por aprender.
Tamborilear los dedos sobre una superficie: Denota intranquilidad e impaciencia.
Silbar mientras se camina por un lugar solitario: No estamos llamando la atención; estamos haciendo simplemente un ajuste psicológico por el temor de recibir cualquier tipo de agresión inesperada.
Poner los pies sobre la mesa: Denota relajamiento total, control absoluto.
Echarse hacia atrás en una butaca: Sugiere confianza en uno mismo.
Un tono de voz demasiado alto: Sugiere una personalidad agresiva capaz de actuar con violencia en un momento determinado.
Pisadas repetidas en el suelo mientras se está estático: Sugiere nerviosismo, impaciencia, intranquilidad. Se está acumulando tensión y es posible que esta estalle en cualquier momento.
La posibilidad de fingir
Una pregunta que se escucha con frecuencia es: «¿Es posible fingir en el lenguaje del cuerpo?». La respuesta general es «no», porque la falta de congruencia se manifestaría entre los gestos principales, las microseñales del cuerpo y el lenguaje hablado. Por ejemplo: las palmas a la vista se asocian a la honestidad, pero cuando el farsante abre las palmas hacia afuera y sonríe mientras dice una mentira, los microgestos lo delatan.
Pueden contraerse las pupilas o levantarse una ceja, o una comisura puede temblar, y esas señales contradicen el gesto de exhibir las palmas de las manos y la sonrisa «sincera». El resultado es que el oyente tiende a no creer en lo que el farsante está diciendo.
La mente humana parece poseer un mecanismo infalible que registra la desviación cuando recibe una serie de mensajes no verbales incongruentes. Pero existen algunos casos en que se simula un lenguaje del cuerpo expresamente para ganar ciertas ventajas.
Pensemos en los concursos para elegir Miss Mundo o Miss Universo, en los que cada participante estudia cómo debe moverse para dar una impresión de calidez y sinceridad. En función del modo en que cada participante envíe esas señales, se obtendrán más o menos puntos de los jueces, pero como hasta los expertos sólo pueden fingir el lenguaje corporal durante un corto lapso, llegará el momento en que el cuerpo comience a emitir señales independientes de la acción consciente.
Análisis del lenguaje gestual
Hace más de un millón de años que el hombre empezó a comunicarse mediante el lenguaje del cuerpo, pero sólo se ha estudiado científicamente en los últimos veinte años. Su estudio se popularizó durante la década de los 70. Charles Chaplin y muchos actores del cine mudo fueron pioneros de las artes en la comunicación no verbal; era la única forma de comunicación disponible en la pantalla.
En su forma más pura, el mimo trata de comunicarse con una audiencia sin una ayuda de diálogos, canciones ni narrativa hablada. Los movimientos, gestos y expresiones de los actores conducen la acción y nos cuentan todo lo que debemos saber acerca de sus sentimientos y motivos. Entre los jóvenes existe hoy una tendencia a no confiar en las palabras. La vida es mucho más compleja de lo que era antes. Los jóvenes estamos cansados de oír a los políticos hablar de paz, igualdad y honestidad, y luego en los noticiarios vemos pobreza, furia desatada, fanatismo y guerra. De aquí nace una desconfianza hacia las palabras.
«Los jóvenes de ahora se expresan corporalmente en formas que más parecen para vistas en la televisión que para comentadas en una revista. Las manifestaciones caracterizadas por posiciones corporales extrañas y conspicuas (sentarse en la calle, acostarse, dormir, sangrar, simplemente estar o hacer el amor en un estanque helado al comienzo de la primavera), han reemplazado los carteles y panfletos. La vestimenta y el peinado se han transformado en indicaciones de vital importancia acerca de actitudes y políticas. Nos hemos desplazado hacia un período más visual, donde lo que se ve es más importante que lo que se lee y lo que se experimenta directamente tiene mucho más valor que lo que se aprende de segunda mano.» (Margaret Mead)
Si en un futuro, los estudios sobre la comunicación no verbal avanzaran considerablemente, podría darse el caso de que un político utilizara sus conocimientos sobre el tema para ganar votos. Si fuese capaz de proyectar literalmente cualquier imagen, cualquier emoción, sería una preocupación a tener en cuenta, una forma de engaño más (¡Lo que nos faltaba!).
En el transcurso de este estudio he llegado a la conclusión de que los gestos es una cuestión de cultura, es algo que aprendemos inconscientemente de nuestro alrededor. Un ejemplo es la frialdad de los ingleses en cuanto a las manifestaciones afectivas. En el otro extremo, encontramos los latinos, que manifestamos nuestra afectividad habitualmente por medio de besos, abrazos y otra clase de expresiones táctiles. Los rusos se nos parecen en estos hábitos.
Aunque no se considera a los norteamericanos tan fríos como los ingleses, un niño norteamericano de más de diez años no besa ni abraza a su padre. El objetivo de este capítulo era, además de hacerle a usted más consciente de sus propias señales, estudiar los gestos de la sociedad, es decir, estudiar la sociedad.
La comunicación es un proceso de participación, una actividad que contiene un proceso complejo y heterogéneo. Estudiar cómo se comunica una sociedad es estudiar el sistema de sus principios éticos y de cooperación, de representaciones globales, de mitos de gestos colectivos, de cuentos fantásticos, de relaciones de parentesco, de ritos religiosos, de estrategias de investigación, de mecanismos de represión, de manifestaciones artísticas, de especulaciones filosóficas, de la organización del poder, de las instituciones y constituciones, de las leyes por las cuales se rige una comunidad, un pueblo, una nación o un estado.
La naturalidad
¿Posturas aprendidas o naturalidad? El desenfado y la informalidad. ¿Cómo llegar a la corrección natural?
Conocer el significado de los gestos nunca nos hará daño. Existe un lenguaje natural de hondas raíces antropológicas, con el que hablamos constantemente, aunque no esté controlado en el plano consciente.
Si la vista ha robado agudeza a los demás sentidos, sólo desarrollados en los que carecen de visión, en el terreno de la comunicación la palabra acorta la plena consciencia de otros códigos. Pero, aun de forma menos consciente, seguimos influyendo y afectándonos por el lenguaje de los gestos.
Método para aprender naturalidad
La manera ideal de aprender naturalidad consistiría en vernos actuar. El espejo no es suficiente. La grabación en vídeo y el consejo amigo nos indicarán qué gesto sobra y qué actitud es correcta, ajustada o expresiva. Aplaudir lo bueno, criticar lo malo es la manera más normal de irse perfeccionando. Pero haber aprendido, una vez, lo que dicen los gestos nos servirá para ser más libres y para que nuestra naturalidad de segundo grado esté de acuerdo con el código universal, no aprendido, de las posturas más elementales.
Pillando al mentiroso
El lenguaje corporal está ligado a las emociones de todo individuo, se expresa de manera inconsciente y siempre es espontáneo. Las palabras pueden engañar pero nuestro cuerpo no.