Read El Hombre Multiorgásmico Online
Authors: Mantak Chia & Douglas Abrams Arava
¿CÓMO PUEDO EXPERIMENTAR ORGASMOS MÚLTIPLES?
Como en el caso de cualquier otro orgasmo que hayas tenido, empieza excitándote sexualmente a partir de un pensamiento, de ver a tu amante, escuchar su voz o sentir su contacto (en el caso de los adolescentes, una ráfaga de viento puede ser suficiente). Esta excitación suele llevar a la erección y a medida que aumenta la estimulación atravesarás otra fase posterior de excitación que te llevará a la fase contráctil. En este punto crucial los caminos se separan, uno lleva directamente a la eyaculación y el otro a los orgasmos múltiples (ver figura 4).
Durante la fase contráctil, sentirás una serie de contracciones en la próstata que pueden durar de tres a cinco segundos. Estos placenteros orgasmos pélvicos son lo que hemos llamado
orgasmos de la fase contráctil
. Aunque su intensidad varía y pueden llegar a ser tan intensos como los orgasmos eyaculatorios habituales, al principio pueden ser muy suaves. Es el momento de la verdad. En lugar de continuar hasta el punto de
No Retorno
, después del cual la eyaculación es inevitable, debes detenerte o disminuir momentáneamente la estimulación, lo suficiente como para recuperar el control de la excitación.
También puedes presionar el músculo PC que rodea a la pulsante próstata, lo que te ayudará a controlar sus espasmos. Retirar la energía de tus genitales y elevarla por la columna, tal como explicamos en el capítulo siguiente, te ayudará a aliviar la presión y a evitar el impulso eyaculatorio. Tu nivel de excitación descenderá un poco mientras te preparas para el siguiente orgasmo genital. En los orgasmo múltiples, la excitación es como una ola que sube hasta una cumbre y después, en lugar de precipitarse hacia el otro lado y estrellarse, es barrida por otra ola mayor que la arrastra hacia otra cumbre aún más elevada.
Un punto importante: si durante la fase contráctil del orgasmo mantienes una actitud de lucha, es muy probable que acabes eyaculando. La mayoría de los hombres expresan que deben detener la excitación justo antes de llegar a la fase contráctil y relajarse en ese punto. Muchos hombres multiorgásmicos describen que se dejan caer mentalmente
hacia atrás
en el orgasmo sin eyaculación en lugar de caer
hacia adelante
en la eyaculación. La idea es permanecer tan cerca como se pueda del punto de inevitabilidad eyaculatoria (que se revela en la fase contráctil del orgasmo) sin permitirse ir más allá ni precipitarse hacia la eyaculación. Sentirás el placer que produce la liberación de las contracciones de la próstata, del músculo PC y del esfínter anal.
La proximidad con que puedes experimentar los orgasmos múltiples durante la fase contráctil depende de ti. Experimentarás olas de satisfacción y placer que, si tu compañera también es multiorgásmica, os ayudarán a armonizar vuestro deseo sexual. No tendrás que preocuparte de dar a tu compañera «su(s) orgasmo(s)» y después conseguir «el tuyo». Por el contrario, ambos tendréis la posibilidad de alcanzar múltiples cumbres de placer orgásmico.
ENCONTRAR EL CAMINO
¡Uy!
Si te cuesta mucho diferenciar el orgasmo de la eyaculación, puedes hacer que tu energía sexual ascienda por la columna antes de llegar al orgasmo. Según el Tao, la verdadera clave del placer corporal y de la salud es la circulación de la energía sexual por la órbita microcósmica. Una vez que empiezas a impulsar la energía hacia arriba, tal vez descubras que tienes sensaciones orgásmicas en el cerebro, en otras partes de tu cuerpo o en todo él.
Presionar intencionalmente el músculo PC y los alrededores de la próstata puede ayudarte a desarrollar una mayor sensibilidad en la pelvis y a controlar la fase contráctil del orgasmo que produce placenteros espasmos involuntarios en la próstata.
Si te precipitas hacia la eyaculación, lo que puede ocurrirte muchas veces durante el aprendizaje (y también en alguna que otra ocasión posteriormente), no te frustres ni te sientas decepcionado. Disfruta de las placenteras contracciones que acompañan a la eyaculación y piensa que siempre habrá otra oportunidad para experimentar las cumbres del orgasmo más adelante. Recuerda que esta práctica requiere tiempo e intimidad, tanto si practicas contigo mismo como con tu pareja.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE ORGASMOS MÚLTIPLES Y ORGASMOS MÚLTIPLES EN TODO EL CUERPO?
Cada orgasmo genital ayuda a liberar la tensión producida por la acumulación de energía sexual y por el aumento del flujo sanguíneo en la pelvis. Los orgasmos pélvicos sin eyaculación pueden ser extremadamente satisfactorios (y energetizantes), pero a medida que vayas desarrollando tu capacidad orgásmica, sin duda querrás expandir estos orgasmos pélvicos al resto del cuerpo ya que éste es el verdadero secreto del Tao.
Los orgasmos múltiples en todo el cuerpo comienzan también con la liberación de los orgasmos pélvicos que tiene lugar durante la fase contráctil, pero en lugar de mantener la energía sexual (y el placer) en la pelvis, elevas la energía por la columna hasta el cerebro y la extiendes por todo el cuerpo, tal como te enseñaremos paso a paso en el siguiente capítulo.
La mayoría de los hombres ni siquiera se dan cuenta de que pueden alcanzar estas cumbres sexuales. No sólo se limitan a experimentar un orgasmo (que para ellos es lo mismo que eyacular), sino que experimentan este orgasmo en los genitales. En
Todo lo que siempre quisiste saber sobre el sexo (pero nunca te atreviste a preguntar)
, el Dr. David Reuben describe el orgasmo tal como lo entienden los sexólogos occidentales: «Para que tenga lugar el orgasmo, toda la fuerza de todo el sistema nervioso corporal debe estar concentrada en los órganos sexuales. Para que el orgasmo tenga éxito es necesario que cada microvoltio de energía eléctrica sea movilizado y dirigido hacia el pene o el clítoris-vagina». Pero Reuben no va más allá de lo que para los taoístas es sólo el primer nivel del orgasmo, el
orgasmo genital
.
Tal como viene representado en la ilustración de tu potencial orgásmico (figura 4), puedes aprender no sólo a experimentar orgasmos múltiples, sino también a extender tus orgasmos desde los genitales hasta el cerebro y después a todo el cuerpo. En palabras de un hombre multiorgásmico: «Un orgasmo en todo el cuerpo es increíble. Una vez experimentado nunca querrás volver al orgasmo genital».
¿CUÁL ES LA SENSACIÓN EXACTA QUE PRODUCEN LOS ORGASMOS EN TODO EL CUERPO?
Cada persona experimenta las alturas orgásmicas de una manera ligeramente diferente, por lo que es difícil describirlas en términos generales. La experiencia suele ser tan intensa que alguna gente recurre al lenguaje místico (usando frases como «unidad con el universo», que son difíciles de entender si no se ha experimentado lo que intentan describir). Sin embargo, la gente también suele describir sensaciones más concretas como calidez, cosquillas, hormigueos, vibraciones o pulsaciones que se extienden por todo el cuerpo. La mejor manera de saber lo que se puede sentir es recurrir a las descripciones que realizan los hombres que los han disfrutado.
Un hombre multiorgásmico describió así su primera experiencia de un orgasmo en todo el cuerpo: «Estábamos haciendo el amor y pensé que estaba a punto de irme, por lo que comencé a practicar los ejercicios de respiración profunda. Entretanto, tuve la sensación de que mi cabeza estaba electrificada, sentía un hormigueo; era como si hubiera chispitas dentro de mí, cositas hormigueantes que me subieran y bajaran por el cuello. Empezaron a dar vueltas a toda prisa dentro de mi cabeza. Pensé que me iba a marear: ¡me sentía tan bien! Y entonces pensé: “¡Si esto continúa, voy a despegar!”. Duró al menos un minuto, aunque es difícil saber cuánto duran las cosas en la cama. Fue un largo orgasmo. Sencillamente sentía sensaciones de hormigueo, hormigueo y más hormigueo. La sensación se iba y después regresaba. Mi cuerpo vibraba como si fuera una campana».
Otro hombre describió su primera experiencia de orgasmo múltiple así: «[La sensación] No estaba localizada en los genitales. Todo mi cuerpo empezó a vibrar. Y pensé: “Bueno, no sé qué está pasando aquí”. Por eso, al principio me sentí un poco alarmado, pero como la sensación era agradable, me relajé y permití que sucediera». Otro hombre multiorgásmico describe su experiencia en estos términos: «Mi excitación sexual es menos activa, menos caliente y menos salvaje que un orgasmo con eyaculación. Es más equilibrada y controlada. A medida que el placer y la presión van aumentando, pueden empezar a fluir por mi órbita microcósmica y por todo mi cuerpo. El fin no es expulsar el esperma sino sentir esta vibrante energía por todo el cuerpo, activar el amor y la ternura, y expandir el espíritu. Todo el cuerpo está mucho más relajado, especialmente en el momento del orgasmo».
Finalmente esta es la comparación que hace un hombre multiorgásmico entre su experiencia y el orgasmo con eyaculación: «La sensación del orgasmo en todo el cuerpo es más sutil, completa y satisfactoria. Este proceso no produce la sensación de una breve explosión sino de una larga y lenta implosión. Al terminar no me siento vacío, lo que se puede entender fácilmente porque una explosión implica que algo salga de tu cuerpo, pero en una implosión todo se queda en ti. La sensación resultante es una profunda satisfacción a nivel físico, emocional y espiritual, que a veces dura horas y a veces días enteros».
En Occidente hemos limitado la definición de orgasmo a la pulsación que tiene lugar en la pelvis (próstata) y en los genitales (pene), pero los antiguos taoístas entendieron que un orgasmo es cualquier pulsación (contracción y expansión) y puede tener lugar en cualquier parte del cuerpo. Michael Winn explica: «Puedes sentir la pulsación del orgasmo en todo el cuerpo o en cualquier parte de él. Uno de tus órganos puede tener un orgasmo. Tu cerebro puede tener un orgasmo. No sabrías que estás teniendo un orgasmo en el pene o en la próstata si tu cerebro no lo estuviera teniendo también».
ORGASMOS MÚLTIPLES DISCONTINUOS Y CONTINUOS
Es importante señalar que los orgasmos en todo el cuerpo son tan intensos que a veces es difícil saber dónde acaba uno y dónde empieza el siguiente. Las olas de placer que se experimentan hacen que cualquier intento de «llevar la cuenta» resulte irrelevante. Las investigaciones llevadas a cabo por Hartman y Fithian (ver capítulo 1) sugieren que los hombres (y las mujeres) puede tener orgasmos múltiples
discontinuos
(separados) y orgasmos múltiples
continuos
.
En el caso de los orgasmos discontinuos se experimenta una cumbre orgásmica y, después, el orgasmo amaina para ser seguido posteriormente por otro orgasmo discontinuo. En el caso de los orgasmos múltiples continuos tienes una experiencia de cumbre orgásmica que puede ir cambiando, haciéndose más o menos intensa, pero nunca pierdes el estado orgásmico completamente.
Hartman y Fithian distinguieron entre estos dos tipos de orgasmos diferentes estudiando los ritmos cardíacos, que en los orgasmos discontinuos volvía a normalizarse (unas setenta pulsaciones por minuto) entre un orgasmo y otro. En los orgasmos múltiples continuos el ritmo cardíaco alcanzaba una serie de cumbres sin volver entre medias al punto de partida (ver figura 19, página 126). En último término, los orgasmos discontinuos y continuos pueden mezclarse para crear incontables combinaciones de cumbres placenteras. Las posibilidades son realmente ilimitadas, y media un abismo entre ellas y el orgasmo de seis segundos que la mayoría de los hombres acostumbran a tomar por norma.
SEXO Y ESPIRITUALIDAD
Si practicas el sexo a dúo (es decir, con una pareja), puedes llegar a sentir tu energía sexual circulando a través de ella y la suya a través de ti. También puedes llegar a sentir que las fronteras físicas entre vosotros se disuelven. Muchos hombres han experimentado este estado de unidad con su pareja durante las relaciones íntimas, e incluso un estado de unidad con el universo. Gracias al kung fu sexual, aprenderás a volver a este lugar de manera regular con tu pareja y también estando solo. Este tipo de unión sexual con otra persona, o entre tú y el universo, puede dar como resultado una transformación de la conciencia. Con razón, la sexualidad en Oriente ha sido contemplada como parte del camino espiritual y no como algo opuesto a él. (Seguiremos comentando la conexión entre sexualidad y espiritualidad en el capítulo 5, en la segunda sección llamada «Sexualizar el espíritu».)
Ahora que entiendes mejor tu sexualidad y su verdadero potencial, ha llegado el momento de hacerte multiorgásmico. Esta tarea exige que desarrolles tanto tu fuerza sexual como tu sensibilidad. Como mencioné en la introducción, la mayoría de los hombres que practiquen los ejercicios que explicamos comenzarán a experimentar orgasmos múltiples en una o dos semanas y dominarán la técnica en un período de tres a seis meses. Los que tengan más energía sexual y sensibilidad podrán experimentarlos la primera vez que lo intenten, mientras que otros con menos energía o sensibilidad pueden tardar más de seis meses en hacerlo con regularidad. Estos períodos también dependen de la dedicación a la práctica. Damos estas referencias temporales como una estimación aproximada, pero lo más importante es no desanimarse. Si perseveras, lo conseguirás.
Por extraño que parezca, para aprender a controlar la eyaculación y a hacernos multiorgásmicos comenzamos fortaleciendo y profundizando la respiración. Como se afirma en todas las artes marciales y en las prácticas meditativas, la respiración es la puerta que nos permite controlar el cuerpo. La respiración es al mismo tiempo voluntaria e involuntaria. En otras palabras, habitualmente respiramos sin pensar en ello, pero podemos elegir cambiar el ritmo o la profundidad de nuestra respiración. Esta utilización de la mente para cultivar el cuerpo es la base misma del kung fu sexual.
La respiración también está relacionada con el ritmo cardíaco. Si respiras rápida y superficialmente, como después del ejercicio físico intenso, el ritmo cardiaco aumenta. Si respiras lenta y profundamente el ritmo cardíaco disminuye. Como aprendimos anteriormente, el ritmo cardíaco elevado es una de las característica del orgasmo y la respiración rápida es un signo de que nos estamos acercando a él. Por tanto, el primer paso para controlar el ritmo de la excitación, y por tanto la eyaculación, es respirar lenta y profundamente.