C
AMPBELL
: Un corazón capaz de… bueno, la palabra clave para mí es compasión.
M
OYERS
: ¿Y compasión significa…?
C
AMPBELL
: Sufrir con. La palabra alemana lo expresa con la misma o mayor claridad:
mitleid
, «con»
(mit)
«dolor o sufrimiento»
(leid)
. La idea esencial era probar a este hombre para asegurarse de que sufriría las cosas por amor, y que no se trataba de mero deseo carnal.
M
OYERS
: Joe, eso quizá naciera en tiempo de los trovadores, pero seguía vivo a comienzos de los años cincuenta en el este de Texas.
C
AMPBELL
: Eso dice mucho de la fuerza de esa actitud. Se originó en la Provenza del siglo XII y lo tienes vivo en el Texas del siglo XX.
M
OYERS
: Últimamente ha sufrido graves sacudidas, tengo que decírtelo. Quiero decir que no estoy seguro de que la prueba funcione tan bien como antes. Yo agradezco haber pasado la prueba… creo. No estoy seguro…
C
AMPBELL
: Las pruebas que había que pasar en aquel entonces incluían, por ejemplo, enviar a un tipo a guardar un puente. El tránsito en la Edad Media se vio bastante perturbado por esos jovencitos que vigilaban puentes. Pero las pruebas también incluían ir a las batallas. Una mujer tan dura como para pedirle a su amante que arriesgara su vida antes de consentir en nada era considerada
sauvage
o «salvaje». Pero también la mujer que se entregaba sin prueba previa era «salvaje». Tenía lugar un sutilísimo juego de estimaciones psicológicas.
M
OYERS
: La intención de los trovadores no era disolver los matrimonios ni la sociedad, ni tenían por objetivo el contacto carnal, la lujuria, ni mucho menos la extinción del alma de Dios. Tú escribes: «Antes bien, celebraban la vida directamente en la experiencia del amor como una fuerza refinadora y sublimatoria, abriendo el corazón a la melancólica melodía agridulce de estar enamorado, a la angustia y la alegría». No se proponían destruir nada, ¿no?
C
AMPBELL
: No, el tema del poder no les interesaba. Su motivo era la experiencia personal y la sublimación. Es algo muy diferente. No hubo ataque directo a la Iglesia. La idea era sublimar la vida en un plano espiritual de experiencias.
M
OYERS
: El ser amado está frente a mí. El amor es el camino que va directo hacia él, los ojos…
C
AMPBELL
: …el encuentro de los ojos, ésa es la idea. «Por los ojos el amor llega al corazón / pues los ojos son la avanzada del corazón.»
M
OYERS
: ¿Qué descubrimiento psicológico hicieron los trovadores? Hemos oído hablar de la psique (Eros amaba a Psique), y se nos ha dicho más de una vez que debemos comprender nuestra psique. ¿Qué descubrieron los trovadores sobre la psique humana?
C
AMPBELL
: Lo que descubrieron fue un determinado aspecto individual de la psique del que no se puede hablar en términos puramente generales. La experiencia individual, el compromiso individual con la experiencia, el individuo que cree en su experiencia y la vive… eso es lo que importa aquí.
M
OYERS
: Entonces, ¿el amor no es el amor en general, es el amor por
esa
mujer?
C
AMPBELL
: Por esa mujer en especial. Así es.
M
OYERS
: ¿Por qué crees que nos enamoramos de una persona y no de otra?
C
AMPBELL
: Bueno, no sabría decirlo. Es algo muy misterioso, esa descarga eléctrica que se produce, y después la agonía que puede sobrevenir. Los trovadores exaltan la agonía del amor, la enfermedad que los médicos no pueden curar, las heridas que pueden curarse sólo con el arma que las produjo.
M
OYERS
: ¿Y eso significa…?
C
AMPBELL
: La herida es la herida de mi pasión y la agonía de mi amor por esta criatura. El único que puede curarme es el que asestó el golpe. Es un motivo que aparece en forma simbólica en muchas historias medievales de la lanza que produce la herida. Sólo cuando esa lanza vuelve a tocar otra vez la herida, ésta puede cerrarse.
M
OYERS
: ¿No había algo de esto en la leyenda del Santo Grial?
C
AMPBELL
: En la versión monástica de la historia, el Grial se asocia con la pasión de Cristo. El Grial es el cáliz de la Última Cena y el cáliz que recibió la sangre de Cristo cuando fue descendido de la cruz.
M
OYERS
: ¿Qué representa el Grial entonces?
C
AMPBELL
: Hay una teoría muy interesante sobre el origen del Grial. Un escritor medieval dice que el Grial fue traído del cielo por ángeles neutrales. Durante la guerra en el cielo entre Dios y Satán, entre el bien y el mal, algunos ángeles tomaron el partido de Satán, y algunos el de Dios. El Grial fue sacado de la contienda por ángeles neutrales. Representa ese camino espiritual que está entre los pares de opuestos, entre el temor y el deseo, entre el bien y el mal.
El tema del ciclo novelesco del Grial es que la tierra, el país, todo el territorio del que se habla ha quedado baldío. Es la tierra baldía. ¿Y qué significa esta tierra baldía? Es la tierra donde todos viven una vida sin autenticidad, hacen lo que hacen los demás, hacen lo que les dicen que hagan, sin valor para asumir su verdadera vida. Esto es la tierra baldía. Y es lo que quiso decir T. S. Eliot en su poema
The Waste Land
.
En una tierra baldía la superficie no representa la realidad de lo que se supone que está representando, y la gente está viviendo vidas falsas. «Nunca en toda mi vida he hecho una sola cosa porque quisiera hacerla.» ¿Recuerdas?
M
OYERS
: ¿Y entonces el Grial…?
C
AMPBELL
: El Grial entonces se transforma en… ¿cómo podríamos llamarlo?… aquello que se alcanza y consuma cuando la gente ha vivido su propia vida. El Grial representa la realización de las más altas potencialidades espirituales de la conciencia humana.
El rey del Grial, por ejemplo, era un joven encantador, pero no se había
ganado
la posición de rey del Grial. Salió de su castillo con el emblema guerrero «¡Amor!». Bueno, eso es propio de la juventud, pero no corresponde al guardián del Grial. Y cuando está en camino, un musulmán, un caballero pagano, aparece en el bosque. Ambos levantan las lanzas apuntándose. Y arremeten uno contra el otro. La lanza del rey del Grial mata al pagano, pero la lanza del pagano castra al rey.
Lo que esto significa es que la separación cristiana de la materia y el espíritu, del dinamismo de la vida y el campo del espíritu, de la gracia natural y la gracia sobrenatural, realmente ha castrado la naturaleza. Y la mente europea, la vida europea, ha quedado, podría decirse, mutilada por esta separación. La auténtica espiritualidad, que habría venido de la unión entre materia y espíritu, ha muerto. ¿Y qué representaba el pagano? Era la persona de los suburbios del Edén. Era considerado como un hombre natural, y en la punta de su lanza estaba escrita la palabra «Grial». Es decir, que la naturaleza busca el Grial. La vida espiritual es el ramillete, el perfume, la floración y consumación de una vida humana, no una virtud sobrenatural impuesta sobre ella.
Así es como los impulsos de la naturaleza son los que le dan autenticidad a la vida, no las reglas que provienen de una autoridad sobrenatural… Ese es el sentido del Grial.
M
OYERS
: ¿Es esto lo que quería decir Thomas Mann cuando habló de la humanidad como de la obra más noble, porque une la naturaleza con el espíritu?
C
AMPBELL
: Sí.
M
OYERS
: Naturaleza y espíritu anhelan encontrarse en esta experiencia. Y el Grial que se buscaba en estas leyendas románticas es la reunión de lo que había sido dividido, la paz que sobreviene después de esta unión.
C
AMPBELL
: El Grial se vuelve símbolo de una vida auténtica que es vivida según su propia volición, según su propio sistema de impulsos, que se mueve entre los pares de opuestos de bien y mal, luz y sombra. Un autor de la leyenda del Grial comienza su larga narración con un breve poema que dice: «Todo acto tiene resultados buenos y malos». Todo acto en la vida tiene pares de opuestos en sus resultados. Lo mejor que podemos hacer es inclinarnos hacia la luz, hacia las relaciones armoniosas que vienen de la compasión por el que sufre, de la comprensión del otro. De esto trata el Grial.
Y es lo que surge de la historia.
En la leyenda del Grial el joven Parsifal ha sido criado en el campo por una madre que rechazaba las cortes y quiso que su hijo no supiera nada sobre las reglas cortesanas. Parsifal vive su vida según la dinámica de su propio sistema de impulsos hasta que llega a la madurez. Entonces el padre de una hermosa joven se la ofrece en matrimonio, después de enseñarle las reglas de la caballería. Y Parsifal dice: «No, debo ganarme a mi esposa, no recibirla gratuitamente». Y eso es el comienzo de Europa.
M
OYERS
: ¿EL comienzo de Europa?
C
AMPBELL
: Sí… la Europa individual, la Europa del Grial.
Cuando Parsifal llega al castillo del Grial, se encuentra con el rey del Grial, a quien traen en una litera, herido, manteniéndose con vida sólo por la presencia del Grial. La compasión de Parsifal lo impulsa a preguntar: «¿Qué te sucede, tío?». Pero no hace la pregunta porque su instructor le ha enseñado que un caballero no hace preguntas innecesarias. Así pues, obedece la regla y la aventura queda frustrada.
Y después necesita cinco años de pruebas, peligros y toda clase de cosas para volver a ese castillo y hacer la pregunta que cura al rey y cura a la sociedad. La pregunta es una expresión, no de las reglas de la sociedad, sino de la compasión, de la apertura natural del corazón humano a otro corazón humano. Eso es el Grial.
M
OYERS
: Y es una especie de amor que…
C
AMPBELL
: Bueno, es compasión espontánea, un sufrir con.
M
OYERS
: ¿Cómo lo expresó Jung… que el alma no puede existir en paz hasta que encuentre a su otro, y el otro es siempre un tú? Es lo que los románticos…
C
AMPBELL
: Sí, exactamente, romance. Eso es romance. De eso trata el mito.
M
OYERS
: Pero ¿no un romance de tipo sentimental?
C
AMPBELL
: No, el sentimiento es el eco de la violencia. En realidad no es una expresión vital.
M
OYERS
: ¿Qué crees que nos dice todo esto sobre el amor romántico? ¿Sobre nuestras personas individuales?
C
AMPBELL
: Nos dice que estamos en dos mundos. Estamos en nuestro propio mundo y estamos en un mundo que se nos ha dado fuera de nosotros, y el problema es lograr una relación armoniosa entre los dos. Yo llego a esta sociedad, así que tengo que ponerme de acuerdo con ella. Es ridículo no mantener buenas relaciones con esta sociedad porque, si no lo hago, no puedo vivir. Pero no debo permitir que esta sociedad me dicte el modo en que debo vivir. Uno debe construir su propio sistema, que puede incumplir las expectativas de la sociedad, y a veces la sociedad no lo acepta. Pero la tarea de la vida es vivir dentro del terreno que te proporciona la sociedad y que realmente te está sustentando.
Llega un punto… por ejemplo una guerra, donde los hombres jóvenes tienen que alistarse en el ejército. Esto es de una importancia enorme. ¿Hasta qué punto consentirás en lo que la sociedad te está pidiendo, es decir, matar a otra gente a la que no conoces? ¿En nombre de qué? ¿En nombre de quién? Y así, toda una serie de cosas.
M
OYERS
: Es a lo que me refería hace un minuto cuando he dicho que la sociedad no podía existir si cada corazón partiera en su dirección, cada ojo en la suya.
C
AMPBELL
: Sí, sin duda es así. Pero hay algunas sociedades que no deberían existir, sabes.
M
OYERS
: Tarde o temprano…
C
AMPBELL
: …se derrumban.
M
OYERS
: Los trovadores derrumbaron aquel viejo mundo.
C
AMPBELL
: No creo que fueran ellos, en realidad, quienes lo derrumbaron.
M
OYERS
: Fue el amor.
C
AMPBELL
: Fue… bueno, en gran medida fue lo mismo. En cierto modo Lutero fue un trovador de Cristo. Tenía sus propias ideas sobre lo que significaba ser sacerdote. Y eso aplastó a la Iglesia medieval. Nunca se recuperó.
Sabes, es muy interesante pensar en la historia del cristianismo. Durante los cinco primeros siglos de nuestra era, hubo muchos cristianismos, diversos modos de ser cristiano. Y después, en el periodo de Teodosio en el siglo IV, la única religión permitida en el Imperio Romano fue la religión cristiana, y la única forma de cristianismo permitido en el Imperio Romano fue el cristianismo de raíz bizantina. El vandalismo empleado en la destrucción de los templos paganos de la antigüedad apenas si tiene parangón en la historia.
M
OYERS
: ¿Los destruyó la Iglesia organizada?
C
AMPBELL
: La Iglesia organizada. ¿Y por qué los cristianos no podían convivir con otra religión? ¿Qué les pasaba?
M
OYERS
: ¿Qué piensas tú?
C
AMPBELL
: Es el poder, el poder. Creo que el impulso de poder es el impulso fundamental en la historia europea. Y se introdujo en nuestras tradiciones religiosas.