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Authors: Isaac Asimov

Tags: #Historia

La formación de América del Norte (14 page)

BOOK: La formación de América del Norte
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Se crearon otras ciudades alrededor y cerca de Boston, y la bahía de Massachussets floreció desde el principio, y Winthrop siguió siendo gobernador, de tanto en tanto, durante veinte años.

En los doce años siguientes los puritanos (y algunos que no lo eran) se volcaron en grandes cantidades en Massachussets, pues el gobierno de Carlos I seguía siendo hostil a sus creencias. Desembarcaron unos 20.000 colonos en 200 barcos, y por un tiempo Nueva Inglaterra fue mucho más populosa que la colonia, más antigua, de Virginia. En 1640 Nueva Inglaterra tenía una población de 22.500 habitantes, frente a los 5.000 de Virginia y Maryland.

En particular, la nueva colonia de Massachussets superó en mucho a la colonia anterior de Plymouth, que, por la época de la fundación de Boston, sólo tenía una población de 300 habitantes. Sin embargo, Plymouth mantuvo inquebrantablemente su independencia e iba a seguir haciéndolo por otros sesenta años.

Los nuevos colonos no eran los sencillos artesanos que habían navegado en el
Mayflower
. Muchos eran graduados universitarios que se preocupaban de que sus hijos creciesen con los beneficios educativos de que ellos habían gozado.

Por ello, el 28 de octubre de 1636 se fundó una escuela inmediatamente al norte del río Carlos, en lo que es ahora la ciudad de Cambridge. Los colonos votaron a tal fin un presupuesto de 400 libras. Por entonces, un pastor de treinta años estaba muriendo de tuberculosis. Legó a la nueva escuela unas 700 libras y su biblioteca de 400 libros, donación enorme para aquella época y aquel lugar. El nombre del pastor era John Harvard, y el 13 de marzo de 1639, medio año después de su muerte, la escuela mostró su gratitud adoptando el nombre de Colegio de Harvard. Fue la primera institución de enseñanza superior que se creó en las colonias inglesas.

Otro avance intelectual se produjo en 1639, cuando se estableció una imprenta en Cambridge. Fue la primera que hubo en las colonias inglesas. Esta imprenta publicó una edición de un libro de salmos, en 1640, que fue el primer libro publicado en las colonias inglesas.

Otras partes de Nueva Inglaterra también fueron colonizadas. Un inglés llamado Ferdinando Gorges (que había luchado contra la Armada Española) había tratado desde hacía tiempo de colonizar la parte septentrional de Nueva Inglaterra. Ya en 1607 había intentado fundar una colonia bajo los auspicios de la Compañía de Plymouth, en un punto situado a unos 220 kilómetros al norte del que más tarde sería el asiento de Boston. No pudo sobrevivir al invierno y los pocos de los 120 colonos que quedaron con vida retornaron a Inglaterra en 1608. Fue un golpe costoso para la Compañía de Plymouth, tanto más duro cuanto que la Compañía de Londres había tenido más suerte en Jamestown. Tampoco tuvo éxito posteriormente la Compañía de Plymouth, pues Nueva Inglaterra fue colonizada sin ella.

El 10 de agosto de 1622 Gorges y John Mason (quien había sido gobernador de la aún no colonizada Térranova y hecho el primer mapa completo de todas sus costas) recibió la aprobación real para tratar de colonizar nuevamente la franja septentrional de la costa de Nueva Inglaterra. La parte del Norte fue llamada Maine al principio, porque era habitual hablar de la costa como lo «principal» (
main
, en inglés) con respecto a las muchas islas que había frente a ella. Gorges y Mason dividieron sus posesiones en 1629, y Mason llamó a su parte meridional de la costa New Hampshire, por el condado inglés de Hampshire, donde había pasado la mayor parte de su vida (aunque no había nacido allí).

A mediados del decenio de 1630-1639 surgieron colonias a lo largo de las costas de New Hampshire y Maine que fueron contempladas con el más profundo recelo por los puritanos de Massachussets. Gorges y Mason no eran puritanos, a fin de cuentas, y defendían el control de las colonias por la corona. Un ejemplo semejante tan cerca hacía peligrar el autogobierno que se daba Massachussets y que valoraba mucho.

Por ello, Massachussets hizo todo lo posible para que toda la costa de Nueva Inglaterra situada al Norte cayese bajo su jurisdicción. Algunas de las ciudades de Maine reconocieron la soberanía de Massachussets y, en 1677, ésta compró todos los derechos de la familia Gorges. Maine formó parte de Massachussets durante un siglo y medio.

Massachussets también logró dominar a New Hampshire de vez en cuando, pero ésta conservó su independencia a la larga y se mantuvo como colonia separada. No pasó mucho tiempo antes de que los mismos colonos de Massachussets se expandieran en busca de nuevas tierras. En 1632 exploraron el valle del río Connecticut (de palabras indias que significan «junto al largo río en el que penetran las mareas»). En octubre de 1635 emigrantes de las ciudades de Massachussets avanzaron ciento treinta kilómetros al Oeste y fundaron Windsor, Hartford y Wethersfield a lo largo de ese río. Esto fue el núcleo de lo que sería la colonia de Connecticut
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y constituyó la primera migración terrestre en gran escala hacia el Oeste, proceso que iba a continuar (y, en cierto modo, todavía continúa hoy).

En 1638 un nuevo grupo de puritanos llegó de Inglaterra, permanecieron brevemente en Boston y luego partieron para fundar una colonia en la costa al oeste del río Connecticut el 15 de abril de ese año. Llamaron a la colonia New Haven.

Nuevas colonias surgieron también del deseo de libertad religiosa, pues aunque los puritanos habían llegado a Massachussets en busca de la libertad de culto, no estaban en modo alguno interesados en conceder a otros el mismo privilegio.

Esto le acarreó problemas a Roger Williams, un puritano que llegó a Boston en 1631. Entró en conflicto con los cabecillas de la comunidad porque era más radical que ellos y se había convertido en separatista que no quería vinculación alguna con la Iglesia de Inglaterra. En verdad la lógica obligó a Roger Williams a adoptar la idea de que era tan difícil determinar cuál era la religión verdadera y obligar a otros a practicarla que era inútil tratar de imponer una sola forma de religión legítima. Por ello, empezó a creer cada vez más en la total libertad religiosa como único modo práctico de actuar ante los seres humanos.

Esto era bastante malo para los líderes de Massachussets, pero las ideas de Williams con respecto a la propiedad territorial eran aun peores. Williams sostenía que el rey de Inglaterra no poseía América y no podía hacer concesiones de tierras a los colonos. La única manera como un colono europeo podía poseer tierras en América, pensaba, era comprándoselas a sus propietarios indios.

Esto era demasiado para las autoridades de Massachussets. El 9 de octubre de 1635 Williams fue desterrado de Massachussets. Se le permitió permanecer allí durante el invierno, pero luego tuvo que marcharse al Sur y, finalmente, llegó a la bahía de Narragansett. Allí, a sesenta y cinco kilómetros de Boston, compró tierras a los indios y, en junio de 1636, fundó la colonia de Providence.

La colonia se expandió hasta abarcar las costas de la bahía de Narragansett y las islas que hay dentro de ella. Se pensaba que la mayor de esas islas era aquella a la que se había referido Verrazano, en sus exploraciones de un siglo y cuarto antes, cuando dijo que le recordaba la isla mediterránea de Rodas (
Rhodes
, en inglés). Por eso fue llamada Rhode Island. Más tarde la colonia de Williams fue llamada Rhode Island y Plantaciones de Providence
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, aunque por lo común se la llama sencillamente Rhode Island.

Bajo la conducción de Williams, Rhode Island practicó la plena tolerancia religiosa (aun hacia los judíos), si bien, a diferencia de la posterior Acta de Tolerancia de Maryland, aquella tolerancia no representaba una acción gubernamental legal, pues Williams no tenía carta ninguna que lo autorizase a gobernar la región. Aun así, esa tolerancia bastaba para hacer odiosa a Rhode Island para las otras colonias de Nueva Inglaterra, que no querían saber nada de ese foco de radicalismo.

Anne Hutchinson, quien llegó a Boston en 1634 y fue la primera mujer de nota de la historia norteamericana, fue otra rebelde religiosa. Tenía algo de militante por la «liberación de la mujer», pues pretendía practicar la religión tal como ella la concebía, negando la autoridad de los jefes religiosos. Organizó a otras mujeres bajo su liderazgo y mantuvo con vigor la creencia en una especie de democracia religiosa, en la que cada hombre o mujer elegía su propio camino. Por fin, fue llevada a juicio y, el 8 de noviembre de 1637, exiliada. Halló refugio en Rhode Island por un tiempo, y luego se marchó a lo que es hoy el Condado de Westchester, en Nueva York. En 1644 fue muerta durante un ataque de los indios.

Por supuesto, tenía que haber problemas con los indios, pues los colonos, que afluían en enjambre, ocupaban las tierras con inhumano desprecio hacia los indios. Roger Williams fue uno de los pocos idealistas que trató a los indios con justicia, como si tuvieran toda la valía y los derechos de los europeos; en retribución, también los indios siempre lo trataron bien.

Pero no todos los hombres eran como Roger Williams. En 1637 un arrogante comerciante blanco se granjeó el odio de la tribu Pequot, que ocupaba Connecticut, y fue muerto por uno de ellos. Esto significó la guerra, guerra que siguió su curso habitual.

Una partida de indios incendió la naciente Villa de Wethersfield y mató a algunos colonos, y esta fue la matanza inicial. Luego llegó el mortal contraataque. El 26 de mayo de 1637 un grupo de colonos armados encerró a 600 hombres, mujeres y niños pequots en su baluarte aldeano cerca del río Mystic, en el sudeste de Connecticut, le prendieron fuego y los quemaron a todos. El poder indio, al menos en Connecticut, quedó destruido.

La «Guerra Pequot», aunque terminó con la victoria de los colonos, volvió inseguros a los blancos. En 1643 Massachussets, Plymouth, Connecticut y New Haven se unieron en una Confederación de Nueva Inglaterra para presentar un frente único a los indios y dirimir las disputas por límites entre ellos mismos. (La radical Rhode Island fue ignorada). Esta unión, que duró toda una generación, fue el primer intento de unirse a fin de abordar problemas comunes.

Pero a medida que avanzaba el decenio de 1640-1649, el empuje de la colonización británica de América empezó a disminuir. Esto obedeció, principalmente, a problemas internos.

Los puritanos, cada vez más fuertes en el populoso sudeste industrial de Inglaterra, dominaron en forma creciente el Parlamento y se hicieron cada vez más hostiles a Carlos I. Este retribuyó la hostilidad y, de 1629 a 1640, se negó a convocar sesiones parlamentarias.

Sin Parlamento a Carlos le resultó difícil recaudar dinero. Se vio obligado a apelar a todo género de expedientes dudosos que, sencillamente, aumentaron su impopularidad. Luego, en 1639, los escoceses se rebelaron. Carlos tenía tanta necesidad de dinero que, muy contra su voluntad, tuvo que convocar al Parlamento. Este trató de utilizar su control de las finanzas para obligar a Carlos I a hacer concesiones y el conflicto se precipitó.

En 1642 estalló una verdadera guerra civil, y el rey y el Parlamento reclutaron ejércitos para librar batallas. Un terrateniente puritano, Oliver Cromwell, luchó del lado del Parlamento y demostró ser un general excepcionalmente capaz. En 1645 estaba claro que el rey había sido derrotado, y el 30 de enero de 1649 fue decapitado. Inglaterra permaneció sin rey durante once años para gran horror del resto de Europa.

La guerra civil inglesa fue de gran importancia para la evolución de las colonias. Mientras Inglaterra estaba ocupada por sus problemas internos, las colonias manejaron sus propios asuntos. Hasta a Virginia, una colonia real, se le permitió que eligiera a su propio gobernador. Más tarde este hábito de autogobierno no pudo ser deshecho del todo, de modo que se dio otro paso más hacia la libertad.

Los puritanos de Nueva Inglaterra, desde luego, estaban de todo corazón con el Parlamento puritano. Virginia, en cambio, estaba de parte del rey y, después de 1649, muchos de los partidarios de Carlos emigraron a esa colonia.

La hostilidad entre los dos sectores de la costa angloamericana casi pareció reflejar la guerra civil inglesa. La Confederación, de Nueva Inglaterra rompió las relaciones comerciales con Virginia por un tiempo, y si las dos partes hubiesen estado más cerca hasta podía haber estallado una guerra entre ellas.

Los sucesos del decenio de 1640-1649 fueron una temprana evidencia de las diferencias entre el Norte y el Sur, diferencias que iban a convertirse posteriormente en una grave crisis y que todavía hoy no han desaparecido. Era el Norte contra el Sur; el Parlamento contra el rey; los puritanos contra los anglicanos; el pueblo contra la aristocracia.

Pero en el decenio de 1640-1649, al menos, las dos partes sólo podían mirarse mutuamente con furia a través de una parte de la costa que no era inglesa en absoluto, sino holandesa.

Nueva Holanda

En el curso de la gran guerra civil contra España, los Países Bajos habían construido una gran flota y creado un sistema mundial de intercambio y comercio. Los Países Bajos fueron, para su tamaño, la nación más rica del mundo y hasta podían ser considerados como una gran potencia.

A medida que aumentó su fuerza, los Países Bajos llevaron la guerra contra España allende los mares. Las posesiones portuguesas en el Lejano Oriente eran particularmente vulnerables, pues, como Portugal había caído bajo la dominación española, su imperio había decaído.

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