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Authors: Colleen McCullough

Tags: #Histórica

Las mujeres de César (138 page)

BOOK: Las mujeres de César
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foro.
Lugar de reunión de los romanos, un espacio abierto rodeado de edificios, muchos de los cuales eran de carácter público.

Foro Romano.
Este espacio abierto y alargado era el centro de la vida pública romana y se dedicaba en gran medida, igual que los edificios que lo rodeaban, a la política, a la ley, a los negocios y a la religión. No creo que el espacio libre del Foro Romano tuviera siempre el estorbo que suponía un despliegue permanente de barracas, puestos y carretillas; las numerosas descripciones de constante actividad política y judicial en la mitad inferior del Foro dejaría poco espacio para tanto aparato. Había dos grandes zonas de mercado en el lado del Foro Romano próximo al Esquilmo, separados del propio Foro por una barrera de edificios, y sería allí, sin duda, donde se situarían más libremente puestos y barracas. Más bajo que los barrios que lo rodeaban, el Foro era más bien húmedo, frío y poco soleado… pero muy vivo en lo referente a actividad pública humana. Véase mapa en la página 42.

Fortuna.
Una de las deidades de Roma más importantes y veneradas. En general se la consideraba una fuerza femenina y tenía muchas invocaciones diferentes. El jefe de los dioses romanos era usualmente muy específico. Fortuna Primigenia era la primogénita de Júpitcr, Fors Fortuna era de particular importancia para los de condición humilde, Fortuna Virilis ayudaba a las mujeres a ocultarles a los hombres sus imperfecciones físicas, Fortuna Virgo era venerada por las recién casadas, Fortuna Equestris cuidaba de los caballeros y Fortuna Huiusque Diei (la fortuna del día presente) era objeto especial de culto por los jefes militares y políticos preeminentes que contaban entre sus antepasados con militares. Pero aún había más Fortunas. Los romanos creían implícitamente en la suerte, aunque no la consideraban exactamente del mismo modo que nosotros; un hombre forjaba su suerte, pero tenía buen cuidado de no ofender a la diosa Fortuna —aun en el caso de hombres de inteligencia tan formidable como Sila y César—, por no hablar además de lo supersticiosos que eran. Ser favoritos de la Fortina se consideraba una indicación de todo lo que un hombre representaba.

Galia, galos.
Los romanos rara vez, si es que lo hacían alguna, se referían a los celtas por el nombre de celtas; llamaban a los celtas, galos. Las partes del mundo donde vivían los galos eran conocidas como alguna clase de Galia, aunque el terreno estuviera en Anatolia (Galacia). Antes de las conquistas de César, la Galia Transalpina —es decir, la Galia situada en el lado occidental francés de los Alpes— se dividía,
grosso modo
, en Galia Comata y Galia de cabellera larga (que no había sido helenizada ni romanizada), una franja costera mediterránea con una extensión saliente por el valle del río Ródano (que sí había sido helenizada y romanizada), llamada la Provincia, y una zona alrededor de la ciudad portuaria de Narbo llamada la Galia Narbonesa (aunque no se llamó así oficialmente hasta el principado de Augusto). Yo me refiero a la Galia Ulterior como la Galia del otro lado de los Alpes, pero más apropiadamente era la Galia Transalpina. A la Galia conocida como Galia Cisalpina, porque estaba situada en la parte italiana de los Alpes, la llamo la Galia italiana. Esta Galia estaba dividida en dos partes por el río Padus (el Po). No hay duda de que los galos y los romanos estaban íntimamente emparentados racialmente, pues sus idiomas eran de un tipo parecido y también muchas de sus tecnologías, especialmente el trabajo de los metales. Lo que había enriquecido a los romanos en perjuicio de los galos era su contacto a lo largo de muchos siglos con otras culturas mediterráneas.

Galia Cisalpina.
Véase Galia.

gens.
En sentido amplio, el clan o familia de un hombre. La
gens
era indicada por el
nomen
, tal como Cornelio o Julio, pero era de género femenino, y de aquí que se hablase habitualmente de
gens Cornelia
o de
gens Julia
.

gladiador.
Soldado del serrín, atleta militar profesional que luchaba ante el público para celebrar juegos funerarios en honor de los muertos. Durante la época de la República sólo había dos tipos de gladiadores: los galos y los tracios; éstos eran estilos de combate, no nacionalidades. Bajo la República, las peleas de gladiadores no eran a muerte. Entonces los gladiadores no eran propiedad del Estado; pocos eran esclavos. Pertenecían a inversores privados y costaba mucho dinero adquirirlos, entrenarlos y mantenerlos… demasiado dinero, desde luego, como para querer verlos muertos. La brutalidad de pulgar arriba, pulgar abajo de los tiempos del Imperio no existía. A un gladiador se le reclutaba joven y peleaba entre cinco y seis combates al año, hasta hacer un total de treinta peleas como máximo. Después era libre para retirarse (aunque no se le otorgaba automáticamente la ciudadanía romana) y normalmente sus pasos lo conducían a una gran ciudad, donde alquilaba sus servicios como matón, guardaespaldas o gorila. Durante la República casi todos los gladiadores eran romanos de raza, en su mayor parte desertores o amotinados de las legiones; de vez en cuando algún hombre libre adoptaba la profesión por puro placer (no estaba obligado a renunciar a la ciudadanía si lo hacía).

gobernador.
Término muy útil para describir al promagistrado —procónsul o propretor— al que se enviaba a dirigir, mandar y administrar una de las provincias de Roma. El plazo de su mandato se fijaba en un año, pero a menudo era prorrogado, a veces (como en el caso de Metelo Pío en la Hispania Ulterior) durante muchos años.
Gracos.
Eran los hermanos Gracos, Tiberio Sempronio Graco y su hermano menor, Cayo Sempronio Graco. Hijos de Cornelia (la hija de Escipión el Africano y de Emilia Paula) y de Tiberio Sempronio Graco (cónsul en el 177 y en el 163 a. J.C. y censor en el 169 a. J.C.), tuvieron opción al consulado, al alto mando militar y al cargo de censor por derecho de cuna. Pero ninguno de los dos pasó más allá de tribuno de la plebe debido a una peculiar combinación de altos ideales, creencias iconoclastas y un tremendo sentido del deber para con Roma. Tiberio Graco, tribuno de la plebe en el 133 a. J.C., se propuso enderezar los entuertos que veía en la manera como el Estado romano estaba administrando el
ager publicus
; su meta era llegar a conceder esas tierras a la población civil pobre de Roma, animándolos mediante la concesión de terrenos a que engendrasen hijos y trabajasen con ahínco. Cuando vio que al finalizar su año en el cargo no había logrado realizar su obra, Tiberio Graco incumplió la tradición al tratar de presentarse por segunda vez al cargo de tribuno de la plebe. Lo mataron a garrotazos en el Capitolio.

Cayo Graco, diez años más joven que Tiberio, fue elegido tribuno de la plebe en el 123 a. J.C. Más capaz que su hermano, aprendió de los errores de Tiberio y prometió cambiar el rumbo de la ultraconservadora Roma de su tiempo. Sus reformas fueron mucho más amplias que las de Tiberio y abarcaron no sólo el tema del
ager publicus
. sino que también hizo que se diera grano a bajo precio al populacho (medida que no iba dirigida sólo a los pobres, porque no recurrió a la prueba de los medios económicos de las personas), reguló el servicio en el ejército, fundó colonias romanas en el extranjero, realizó obras públicas en toda Italia, separó los tribunales del Senado, instituyó un nuevo sistema de recaudación de impuestos en la provincia de Asia y reforzó la condición de ciudadanía para los latinos y los italianos. Cuando acabó su año como tribuno de la plebe, Cayo Graco emuló a su hermano y se presentó candidato por segunda vez. Pero en lugar de conseguir que lo matasen por semejante atrevimiento, salió elegido de nuevo. Al final de su segundo año decidió presentarse una vez más, pero fue derrotado en las elecciones. Impotente para intervenir, tuvo que ver cómo todas sus leyes y reformas empezaban a desmoronarse. Como se le impedía valerse de medios pacíficos, Cayo Graco recurrió a la violencia. Muchos de sus partidarios resultaron muertos cuando el Senado aprobó por primera vez en su historia un «decreto último» (véase
senatus consultum de re publica defendenda
), pero el propio Cayo Graco optó por suicidarse antes de permitir que le apresasen.

El glosario adjunto a La Corona de hierba contiene un artículo mucho más completo sobre los Gracos.

groma.
Plural,
gromae
: instrumento usado para medir terrenos.

helénico, helenizado.
Términos que se refieren a la expansión de la cultura y costumbres griegas después de la época de Alejandro el Grande. Incluía el estilo de vida, la arquitecturas el modo de vestir, el gobierno, los usos mercantiles y el idioma griego.
hermanos Gracos.
Véase
Gracos
.

hombre libre
. Hombre nacido libre y nunca vendido en esclavitud, aunque podía ser vendido como un
nexus
o esclavo a causa de las deudas. Sin embargo esto último era raro dentro de la península Itálica durante la República.

idus.
El tercero de los tres días que tenían nombre en el mes y que representaban los puntos fijos del mes. Las fechas se calculaban hacia atrás a partir de esos tres días: calendas, nonas e idus. Los idus caían en el decimoquinto día de los meses largos (marzo, mayo, julio y octubre), y el decimotercer día de los demás meses. Los idus estaban consagrados a Júpiter Óptimo Máximo y se señalaban con el sacrificio de una oveja en el Arx del Capitolio por el
flamen Dialis
.

Iliria
. Agrestes y montañosas tierras que bordeaban el mar Adriático en su lado oriental. Los nativos pertenecían a la raza indoeuropea de los llamados ilirios, estaban organizados en tribus y detestaban primero las incursiones griegas y luego las romanas. La República romana se tomó pocas molestias con Iliria a menos que algunas tribus agitadas empezasen a amenazar el este de la Galia Cisalpina, ocasiones en que el Senado enviaba un ejército para castigarlas.

imago.
Plural,
imagines
. Una
imago
era una máscara bellamente coloreada hecha de cera de abeja refinada; estaba equipada con una peluca y era asombrosamente realista (cualquiera que haya visitado un museo de cera comprenderá el realismo que pueden llegar a poseer las imágenes de hechas con este producto, y no hay motivo para pensar que una imago romana fuera inferior a los rostros de cera victorianos). Cuando un noble romano alcanzaba cierto nivel de distinción pública adquiría el
ius imaginis
, que era el derecho a encargar que se hiciera su imagen en cera. Algunas autoridades modernas dicen que el
ius imaginis
se otorgaba a los hombres una vez que habían ocupado un cargo curul, cargo que podría haber sido el edil curul. Otros entendidos optan por el cargo de pretor, y otros por el de cónsul. Yo me quedo con la opción de pretor, y también opino que ostentaban ese derecho aquellos que poseían la corona cívica o la de hierba, los
flamines
mayores, y el pontífice máximo. Todas las
imagines
pertenecientes a una misma familia se guardaban en templos en miniatura concienzudamente construidos en el atrio de la casa, y se les ofrecían sacrificios con regularidad. Cuando algún miembro de una familia preeminente que poseía el
ius imaginis
moría, las máscaras de cera se sacaban y se las ponían actores elegidos a causa del parecido fisico, en estatura y constitución, con los hombres a quienes representaban las máscaras. Las mujeres, desde luego, no tenían derecho a poseer el
ius imaginis
, ni siquiera Cornelia, la madre de los Gracos. La virgen vestal jefe, no obstante, sí tenía ese privilegio.

imperium.
Era el grado de autoridad que ostentaba un magistrado curul o un promagistrado. Significaba que un hombre tenía la autoridad propia de su cargo y no se le podía contradecir siempre que actuase dentro de los límites de su nivel concreto de
imperium
y dentro de las leyes que gobernasen su conducta. El
imperium
se confería por medio de una
lex curiata
y duraba solamente un año. Las extensiones para los gobernadores que eran prorrogados habían de ser ratificadas por el Senado y/o por el pueblo. Los lictores que llevaban al hombro las
fasces
indicaban el
imperium
de un hombre; cuantos más lictores, más alto era el
imperium
.

imperium maius.
Grado de
imperium
tan elevado que el que lo ostentaba tenía más autoridad incluso que los cónsules de aquel año.

in absentia
. En el contexto empleado en estos libros la expresión describe una candidatura para un cargo aprobada por el Senado (y el pueblo, si era necesario) y una elección llevado a cabo en ausencia del propio candidato. El candidato
in
absentia
podía encontrarse esperando en el Campo de Marte porque su
imperium
le impedía cruzar el
pomerium
, como ocurrió con Pompeyo y Craso en el año 70 a. de J.C., o podía encontrarse ausente cumpliendo servicio militar en una provincia, como ocurrió con Cayo Memmio cuando fue elegido cuestor.

inepte.
Tonto incompetente.

insubres.
Una de las tribus gálicas de la Galia Cisalpina que se concentraba en el confín occidental alrededor de Mediolano y del río Ticinus. Sus tierras se extendían al norte del río Padus (el Po), y no recibieron la plena ciudadanía romana hasta el 49 a. J.C., cuando César concedió el derecho al voto y la ciudadanía plena a toda la Galia Cisalpina.

ínsula.
Significa isla. Como estaba rodeado por los cuatro costados de calles, callejones o callejas, a ios edificios de viviendas se les conocía por el nombre de ínsula. Las ínsulas romanas eran muy altas (hasta lOO pies -30 metros— de altura) y la mayoría lo bastante grandes como para incorporar un patio de luces interior; muchas eran tan grandes que contenían múltiples patios de luces. Las ínsulas que pueden verse hoy día en Ostia no son una indicación real de la altura que alcanzaban las ínsulas dentro de la ciudad de Roma; sabemos que Augusto trató en vano de limitar la altura de las ínsulas de la ciudad de Roma a 100 pies.

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