Mi vida en la formula uno

BOOK: Mi vida en la formula uno
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La historia de Jo, el mexicano más importante en la historia del máximo circuito del automovilismo que trabajó con las leyendas de la Fórmula 1. En sus propias palabras, sus experiencias desde los hermanos Rodríguez hasta Steward, Prost, Senna y Hakkinen, una lectura impostergable que deleitará a todos los aficionados de la Fórmula 1

Jo Ramírez

Mi vida en la formula uno

Subtítulo

ePUB v1.0

iBrain
01.07.12

Título original:
Memoirs of a Racing Man

Copyright © Jo Ramírez

Retraducción, revisión y anexo por Carlos Eduardo Jalife V.

De esta edición:

D. R. © Santillana Ediciones Generales, S.A. de C.V., 2005.

Av. Río Mixcoac 274, Col. Acacias

México, 03240, D.F. Teléfono (52 55) 54 20 75 30

www.librosaguilar.com/mx

ISBN: 978-607-11-1930-8

Conversión eBook:

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roup de México, S. A. de C. V.

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial.

Editor original: iBrain (v1.0)

ePub base v2.0

Agradecimientos

Todos los libros que he leído, visto u hojeado siempre tienen una página del autor en la cual agradece a quienes lo ayudaron con su libro, pero como ésta es una autobiografía, en realidad debería agradecerle a todas aquellas personas que me ayudaron a lo largo de mi vida y ustedes saben quiénes son. Serían tantas que habría usado más páginas que en el primer capítulo y aún así temería haber dejado fuera a alguien, pero se debe a todos ustedes, quienes permitieron que yo tuviera una vida tan fabulosa en este fascinante deporte.

UN MILLÓN DE GRACIAS

Agradezco especialmente a mi familia y a todos mis amigos en México y a los aficionados de todo el mundo que me animaron a hacerlo finalmente. A mi esposa, Bea, quien siempre estuvo a mi lado a lo largo de los altibajos de mi egoísta vida en las carreras, quien ha corregido y cotejado este libro, y a mi hija, Ana Vanessa, quien por muchos años se las arregló sin un padre, mientras yo jugaba con autos de carreras en algún lugar del mundo.

Prólogo por Adrián Fernández

Es verdaderamente un honor y un placer para mí escribir esta introducción para una de las más grandes inspiraciones en mi carrera, mi amigo Jo Ramírez. Lo conocí a finales de la década de 1980 cuando yo luchaba por comenzar mi carrera. De alguna forma estábamos destinados a conocernos. Fue nuestro lazo con los hermanos Rodríguez, Ricardo y Pedro, lo que en pocas palabras lanzó la carrera de ambos.

Yo aún no nacía cuando Ricardo Rodríguez perdió la vida durante las eliminatorias de la Fórmula Uno para el Gran Premio mexicano en la pista de la Magdalena Mixiuhca, más tarde rebautizada Autódromo Hermanos Rodríguez, en honor de tan famosos pilotos. No obstante, pasé muchos años de mi juventud en esa pista de carreras, viendo cómo competían mis tíos y aprendiendo de los logros de un compatriota mexicano que había comenzado sin nada y escalaba puestos administrativos en la Fórmula Uno. Para cuando tenía 16 años, Jo ya era toda una inspiración para mí.

Aunque competía por su cuenta en autos sedán en México, Jo no tenía dinero para hacerlo al nivel de los hermanos Rodríguez. En 1961, decidió salirse de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudiaba ingeniería mecánica (la misma situación a la que yo me enfrenté 20 años después cuando dejé mis estudios de ingeniería mecánica por las carreras) y se unió a su amigo Ricardo Rodríguez como ayudante. Así fue como nació la carrera de una de las personas más memorables y agradables de la Fórmula Uno y del automovilismo mexicano.

Jo Ramírez es tan respetado que cuando se retiró de McLaren, en 2001, Ferrari le ofreció el puesto que quisiera dentro del equipo, y he leído que Michael Schumacher siente y lamenta nunca haber podido trabajar con Ramírez.

Básicamente no tenía nada cuando dejé México a los 22 años para promover mi carrera en Inglaterra. En mi primer año competí en tres eventos y traté de mantenerme a flote trabajando como mecánico e instructor de manejo.

Para ese entonces, Jo ya trabajaba como coordinador de equipo en McLaren, un puesto importante y de bastante reputación. Él ya había comenzado a dejar su huella en el mundo de las carreras al evolucionar desde ayudante a mecánico, mecánico general y representante del equipo al lado de algunos de los nombres más importantes de la historia de las carreras como Dan Gurney, Jackie Stewart, Emerson Fittipaldi y Ken Tyrrell. Ahora estaba con una de las organizaciones más prestigiosas dentro del deporte.

Imagínate lo sorprendido que estaba al enterarme de que alguien con tantos logros había escuchado y
seguido
la carrera de un joven y luchador piloto llamado Adrián Fernández. Fue durante esos primeros años, algunos de los más difíciles en mi carrera y los que me ayudaron a formar mi carácter, cuando Jo se tomó el tiempo de escucharme y ofrecerme consejos y motivación.

Nuestra amistad continuó desarrollándose a lo largo de los años.

Cuando llegué a Estados Unidos para competir en 1992 en Indy Lights, Jo celebraba su décimo aniversario con McLaren y su quinto aniversario con Ayrton Senna. Todo esto se dio durante el apogeo de Senna, cuando ganó tres campeonatos mundiales.

Realmente tengo que admitir que sentí un poco de envidia. Senna era mi héroe, el piloto al que más admiraba y al que quería parecerme. Jo y Senna eran prácticamente inseparables.

Cuando veo mi vida en retrospectiva, por lo regular me sorprende ver cuántas personas me han ayudado, incluso con decir simples palabras de motivación y apoyo. Las carreras no son un deporte individual y al conocer lo que yo conozco de Jo es fácil entender por qué Ayrton Senna, uno de los mejores pilotos de todos los tiempos, mantuvo un lazo tan fuerte con él.

He vivido muchos momentos amargos en las carreras y por lo regular busco a Jo cuando necesito inspiración. No puedo ni siquiera imaginar por lo que pasó cuando él y todo el mundo lloraban la muerte de Ayrton Senna en 1994.

Creo que muchos mexicanos no se dan cuenta de lo orgullosos que deberían estar de llamar compatriota a Jo Ramírez. Después de todo, Jo nunca habla mucho de sí mismo. Es un hombre que ha alcanzado su posición gracias a su propio esfuerzo y cuya carrera incomparable en el automovilismo abarcó más de cuatro décadas.

Únicamente con sus años en McLaren, Jo podría llenar libros y libros con historias de los años dorados. Imagínate trabajar junto a leyendas del deporte como Bruce McLaren, Jackie Stewart, Alain Prost, Dan Gurney, Niki Lauda, Keke Rosberg, Nigel Mansell, Gerhard Berger, Mika Hakkinen y David Coulthard, además de Senna.

Me emociona el hecho de que Jo haya decidido escribir este libro para compartir sus historias de las altas y bajas y llevarnos al mundo de las carreras que nunca tendríamos la oportunidad de ver desde su posición.

Su larga vida en el deporte es testimonio de su carácter y le deseo lo mejor en este capítulo de su vida.

Adrián Fernández Mier

Prólogo por Alain Prost

Conocí a Jo durante mi primera prueba del auto McLaren de Fórmula Uno en Francia y me sentía muy nervioso. Jo trabajaba con un pequeño equipo y estaba pidiendo prestadas algunas herramientas a los chicos de McLaren. Yo había empeñado mucho tiempo y esfuerzo para llegar a Fórmula Uno y ahí era donde quería estar, razón por la cual estaba ávido de conocer a la mayor cantidad de gente posible dentro del medio. Desde entonces, nuestros caminos se cruzaron varias veces, pero no fue sino hasta 1984 cuando tuvimos la oportunidad de trabajar juntos en McLaren.

Jo fue uno de los más grandes entusiastas de este deporte que he conocido y se dedicó por completo a McLaren. Su sentido del humor, entusiasmo y energía fueron una gran motivación para todo el equipo. Él arreglaba todo para los pilotos, facilitando nuestra vida, muchas veces más allá de las labores propias de su cargo. No se mostró impresionado cuando, do, en 1984, Niki Lauda me venció por medio punto en el Campeonato Mundial de Pilotos, a pesar de que yo había dominado el año.

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