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Authors: Frank Schätzing

Tags: #ciencia ficción

El quinto día (150 page)

BOOK: El quinto día
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Ya nada es como antes. Una cosa sí: sigo fumando.

¿Qué sería de nosotros sin las constantes?

AGRADECIMIENTOS

En casi mil páginas repletas de ciencia y de conocimientos cabe esperar la influencia de muchas personas inteligentes, y así es. Manifiesto mi agradecimiento particularmente a:

Prof. Dr. Uwe A. O. Heinlein, Miltenyi Biotec, por las teorías yrr y de los genes pensantes, y también por la sabiduría hallada en el fondo de generosas copas.

Dr. Manfred Reitz, Instituto de Biotecnología Molecular, Jena, por las informaciones en materia extraterrestre y la abundante yrrivagancia inspiradora.

Hans-Jürgen Wischnewski, ex ministro de Estado, por ofrecerme medio siglo en tres horas, su pastel de amapola y su cordialidad.

Clive Roberts, director gerente de Seaboard Shipping Co., Vancouver, por su asesoramiento técnico y de suegro...
and simply for being himself
.

Bruce Webster, Seaboard, por su tiempo, su paciencia y sus veintiséis respuestas exhaustivas a preguntas extravagantes.

Prof. Dr. Gerhard Bohrmann, Centro de Investigaciones Geomar, Kiel, y Universidad de Bremen, por el crujido especial del hidrato y por su papel protagonista no sólo en el campo científico.

Dr. Heiko Sahling, Universidad de Bremen, por otro procedimiento para la fijación, autopsia y liquidación de los gusanos y por su participación.

Prof. Dr. Erwin Suess, Geomar, por una soleada pausa a mediodía en alta mar y por su presencia literaria.

Prof. Dr. Christopher Bridges, Universidad de Dusseldorf, por diversos momentos iluminadores en las oscuras profundidades.

Prof. Dr. Wolfgang Fricke, Universidad Tecnológica de Hamburgo-Harburg, por dos días sumamente constructivos con propósitos destructivos.

Prof. Dr. Stefan Krüger, Universidad Tecnológica de Hamburgo-Harburg, por sus infatigables maniobras para sortear errores en la batalla naval.

Dr. Bernhard Richter, Germanischer Lloyd, por su ayuda telefónica durante la creativa cumbre catastrófica con el doctor Fricke.

Prof. Dr. Giselher Gust, Universidad Tecnológica Hamburgo-Harburg, por su pensamiento crítico y por toda una corriente circumpolar de ideas.

Tobias Haack, Universidad Tecnológica de Hamburgo-Harburg, por sus reflexiones en la panza del barco.

Stefan Endres, por la observación de ballenas, por los auténticos indios y por los animales grandes que saltan sobre aviones pequeños.

Torsten Fischer, Instituto Alfred Wegener, Bremerhaven, por la oportunidad de conocer a fondo en muy poco tiempo un barco de investigación.

Holger Fallei, por una expedición del
Polarstern
en dique seco, que realmente fue todo menos seca.

Dr. Dieter Fiege, Instituto de Investigación Senckenberg, Frankfurt, por un día en que estaba el gusano, en el mejor de los sentidos.

Bjórn Weyer, encargado de proteger la flota, por su disposición a colaborar con el enemigo... aunque sólo con el literario, por supuesto.

Peter Nasse, por sus valiosos contactos, su constante solidaridad y el placer de verle un día en la pantalla.

Ingo Haberkorn, Oficina Federal de Investigación Criminal, Berlín, por su firme gestión de crisis relacionadas con desórdenes y con delitos no humanos.

Uwe Steen, relaciones públicas de la policía de Colonia, por su contribución a las preguntas de quién, cuándo, dónde y cómo reaccionar en tiempos yrrios.

Dieter Pittermann, por las rutas de comunicación de las plataformas petroleras, por la página científica de Trondheim y por «Háper det er til hjelp».

Tina Pittermann, por el contacto con papá, por los libros de la abuela y por la muy paciente espera de los libros de la abuela.

La abuela de Tina, por los libros en cuestión.

Paul Schmitz, por las fotos, los trasplantes de barba, dos años de renuncia a la música y una certeza inalterable:
Never get old!

Jürgen Muthmann, por su información sobre la pesca en Perú, su paciencia con una persona que escribe y es reacia a volar y por su proximidad interior pese a la gran distancia.

Olaf Petersenn, mi lector de confianza en Kiepenheuer & Witsch, por enriquecer mi vocabulario con la palabra «tachar», que ya era hora.

Helge Malchow, editor de Kiepenheuer & Witsch, por su anticipo de confianza y por el libro más voluminoso de la historia de la editorial.

Yvonne Eiserfey, que ha echado un evidente vistazo al libro y por las mAyúScuLas y las minúScuLaS.

Jürgen Milz, mi amigo y socio, por su comprensión y por su arte para mantener a flote un barco pequeño pese a las fuertes tormentas.

Gracias a todo el equipo de Kiepenheuer & Witsch: Marketing y Publicidad, Prensa, Distribución, Lectores, Producción y Secretaría, y toda mi gratitud a los colaboradores externos.

También agradezco de todo corazón a Norbert Burger, varias veces alcalde de Colonia, por su contacto con Hans-Jürgen Wischnewski, a Hans-Peter Buschheuer por su carta a Ben Wisch, a Claudia Dambowy por la asistencia médica, a Jürgen Streich por el material de lectura sobre Greenpeace, a Hejo Emons por los interesantes y muy informativos vídeos sobre las profundidades marinas, a Jochen Cerhak por lo mismo, y muy especialmente a Wahida Hammond por tantos y tantos favores amistosos y porque ya era hora de agradecérselo.

Debo agradecer muy especialmente a Brigitte y Rolf Schátzing, mis padres, a quienes debo lo mejor, que siempre están cuando los necesito, que ya han navegado conmigo por tantas aguas tranquilas o agitadas y que han sabido mantener el rumbo siempre, incluso con la más espesa de las nieblas.

En el gran circuito de la naturaleza el final es igual al principio. Siguiendo esta hermosa lógica, la gratitud en realidad empieza por el final. Del mismo modo que todos mis días empiezan y terminan y vuelven a comenzar con lo más bello que puede desearse: con el gran amor. Algunos dicen que Sabina es mi lectora secreta, otros la consideran sencillamente mi suerte. Ambos tienen razón. Para ti, el más dulce de los tesoros, escribí este libro, teniendo presente lo que pone en un pedacito de posavasos que llevas en la billetera: ¡Todo!... y mar.

A lo mejor tenemos suerte y vienen con el barco de investigación a echar ellos mismos un vistazo. De cualquier manera, tendrás que tener paciencia. Por ahora no podemos hacer nada. Por eso, si me lo permites, ahora me gustaría desayunar e impartir buenos consejos a Kare Sverdrup.

Lund sonrió. No parecía muy satisfecha.

NOTAS

1) Deslizamiento de las placas ocurrido en la zona del mar de Noruega hace unos 7.000 años que provocó una serie de tsunamis que alteraron el clima y la geología. Comenzaron a investigarse a raíz de la construcción de los campos de extracción de gas de Ormen Lange en la plataforma continental noruega. (N. de la C.)

2) Greywolf significa «lobo gris»; Two Feathers significa «dos plumas», y Swimming Whale, «ballena nadadora». (N. de la t.)

3) Condado de la República de Irlanda, en la costa oeste. (N.de la t.)

4) Nombre dado a un sonido submarino de baja frecuencia descubierto por la marina norteamericana y cuyo origen se desconoce. (N.de la t.)

5) Nombre dado a uno de los primeros registros acústicos del SOSUS, de origen desconocido. (N.de la t.)

6) Nombre dado a un ultrasonido submarino no registrado antes y de origen desconocido. (N.de la t.)

7) Título de una novela de H. G. Wells del año 1933 en la que el autor describe un mundo devastado por la guerra y la destrucción. (N.de la t.)

8) Luis II de Wittelsbach, rey de Baviera de 1864 a 1886. Entre otras cosas, se dedicó a la construcción de castillos fantasiosos. (N.de la t.)

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