Authors: Groucho Marx
—¿Sabes? Eres un tipo realmente gracioso, Pedro. Tú y yo podríamos trabajar juntos en las variedades,. ¿Cómo podríamos llamarnos?
A esto Pedro respondió:
—Podríamos llamarnos «González-González y Marx».
—¡Treinta años en el mundo del espectáculo —exclamé— y heme aquí actuando en tercer lugar en un número de dos!
Greg Morton, fundador y presidente de «Sodowo»
(Society for the Domination of Women
, Sociedad para la Dominación de las Mujeres), apareció en «Apueste su vida» y nos vino con la idea excelente de que las mujeres debían perder su derecho a votar, encontrar mayores dificultades para entrar en las universidades y pagar una dote a sus maridos. El correo nos lo trajeron en varios camiones. (Como si no estuviéramos avisados. ¿Por qué crees que lo invitamos al programa?) Hay que notar, no obstante, algo curioso: la mayoría de las mujeres que nos escribieron indicaron que ¡se habían enamorado de él!
Y no hemos de olvidar a Eve Samler, una anciana viuda que buscaba marido. Mientras hablaba conmigo, hizo salir de su sombrero un montón de burbujas. Allí estuvo también Zetta Wells, quien tenía un «pájaro mina de gran talento»: sabía hablar y cantar, pero no quiso hacerlo en nuestro espectáculo. Luego, durante la actuación del siguiente concursante, el pájaro empezó de pronto a silbar «La bandera cuajada de estrellas», ante lo cual todo el mundo se puso en pie y escuchó la pieza con gran atención.
Nadie salió disgustado del programa, ni siquiera aquellos que no ganaron dinero. Siempre me dieron las gracias, diciéndome que había sido una experiencia maravillosa. En conjunto, hemos presenciado un desfile de más de dos mil quinientos concursantes.
La lista se haría interminable. Algunos entregaron sus ganancias para que fueran destinadas a obras de caridad. La mayoría de los concursantes estaban necesitados y guardaron el dinero para sí. Sin embargo, ha valido la pena hablar con todos. Han sido doce años maravillosos y he disfrutado con cada minuto de este período.
* * *
Si tienes en cuenta que la televisión funciona entre doce y catorce horas al día, tendrás que reconocer que constituye un medio importante. Si tienes alguna crítica contra ella, te ruego que la moderes con tu benevolencia. Es verdad que hay demasiadas horas dedicadas a programas pesados y detestables. No obstante, a pesar de sus limitaciones y de sus restricciones, a lo largo del año proporciona al público muchas horas de satisfacción y de alegría. De vez en cuando, los domingos por la tarde, por ejemplo, incluso resulta educativa.
Para el actor equivale a haber alcanzado el nirvana. Nada de viajes, ni de mugrientos hoteles, ni de trenes bloqueados por la nieve en parajes inhóspitos, ni de empresarios teatrales que se escapan con tu salario. El dinero es bueno (el que puede conservarse) y, lo que todavía es más apreciado por un actor, es que eres admirado y estimado por millones de personas.
Creo que el mejor modo de resumirlo es relatar lo que me sucedió no hace mucho tiempo. Me encontraba paseando por la calle State de Chicago, cuando una pareja de mediana edad vino hacia mí y empezó a dar vueltas a mi alrededor. Pasaron ante mí dos o tres veces, mirándome fijamente como si yo fuera una criatura venida del espacio. Entonces la esposa vino hacia mí, con paso vacilante, y me preguntó:
—Es usted, ¿verdad? ¿Es usted Groucho?
Asentí con la cabeza.
Luego ella tocó tímidamente uno de mis brazos y añadió:
—No se muera, se lo suplico. Siga viviendo siempre.
¿Quién podría pedir más?