Guía de la Biblia. Antiguo Testamento (11 page)

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Authors: Isaac Asimov

Tags: #Histórico

BOOK: Guía de la Biblia. Antiguo Testamento
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Desierto es un término que se refiere a un territorio deshabitado, y es posible que la ciudad ni siquiera se hubiese fundado por entonces. En el mismo capítulo, su fundación se atribuye a Abraham, del que se dice que excavó un pozo en la zona. Estableció la propiedad del pozo por acuerdo formal con el rey de Guerar, un trato que incluía un juramento cuya inviolabilidad se aseguró con el sacrificio ritual de siete corderos.

Génesis 21.31.
Por eso se llamó aquel lugar Berseba...

Puede decirse que el nombre de la ciudad significa «pozo del juramento», «pozo de los siete» o, quizá, «siete pozos». En cualquier caso, el abastecimiento de agua es lo que señala la importancia del lugar. En la semiárida tierra de Canán, un pozo o pozos con agua segura es esencial para una comunidad estable, y por tanto el Génesis se extiende con cierto detalle sobre la tradición respecto a la excavación de pozos.

Berseba, a unos cuarenta y un kilómetros al sudoeste de Hebrón, está casi tan al sur como es posible alejarse con esperanza de hallar un abastecimiento seguro de agua. Por tanto, es la ciudad más al sur de Canán, y los autores bíblicos suelen representarla como la frontera sur del territorio país. Más al sur está el desierto, o Negev, que es simplemente la palabra hebrea que significa «sur».

Cuando Palestina se encontraba bajo dominación turca, antes de la Primera Guerra Mundial, Berseba era una aldea pequeña que ostentaba el nombre árabe de Bir-es-saba. Aún existían algunos de sus pozos y el mayor se llamaba «Pozo de Abraham». En 1917, los ingleses invadieron Palestina por Egipto, y en Berseba lograron una victoria sobre los turcos que condujo a la rápida conquista de Palestina.

En la actualidad, Berseba forma parte de Israel; tiene una población de unos 32.000 habitantes
[18]
, y sigue siendo la capital situada más al sur del país (salvo por Elat, el puerto del mar Rojo). Su importancia actual depende del hecho de que es un centro industrial y fabril, en parte gracias a su proximidad con las sustancias químicas producidas en el mar Muerto, a unos cincuenta kilómetros al este.

Farán

Tras su expulsión, Ismael se asentó en las regiones desiertas al sur de Canán:

Génesis 21.21.
Habitó en el desierto de Farán y su madre tomó para él mujer de la tierra de Egipto.

Farán es una zona mal definida que los mapas suelen señalar en la sección norte de la península triangular del Sinaí, que se extiende entre Canán y Egipto. Las tribus nómadas que andan errantes por allí y por las regiones aledañas de Arabia, son los ismaelitas por excelencia.

Gracias a su proximidad con Egipto, la región estaría bajo influencia egipcia aun cuando la propia Canán era libre, por lo que el hecho de que Ismael tuviese una madre y una mujer egipcias parece expresar la situación geográfica y política en los términos personales adecuados para un epónimo.

Moriah

Luego sigue la famosa historia de la sólida fe de Abraham y su disposición para ofrecer a Isaac, su hijo tan esperado, en sacrificio a Dios. Pero en el último momento Abraham queda liberado de la empresa y sacrifica un carnero en lugar de sacrificar a Isaac.

No se especifica con claridad el lugar del sacrificio de Isaac. Las instrucciones de Dios son:

Génesis 22.2.
...y ve a la tierra de Moriah, y ofrécemelo allí en holocausto sobre uno de los montes...

No hay modo de averiguar dónde podría estar la tierra de Moriah. No vuelve a mencionarse ni en la Biblia ni en ninguna otra parte. Está a unos dos días de marcha de Berseba, porque Abraham la avista al tercer día, pero no se indica la dirección en que viaja.

Entre los judíos posteriores cundió la tradición de que el lugar señalado para el sacrificio de Isaac era el mismo en que iba a construirse el Templo de Salomón. En todas las referencias bíblicas menos en una, se dice que ese lugar es Sión. La excepción es una referencia escrita con posterioridad:

2 Crónicas 3.1.
Comenzó, pues, Salomón a edificar la casa en Jerusalén, en el monte Moria...

En realidad, la posibilidad de que el lugar del sacrificio de Isaac sea el mismo que el del templo de Salomón pudo ser halagador para el posterior nacionalismo judío, pero no es probable que sea cierta. Incluso en tiempo de Abraham la colina de Jerusalén estaba ocupada, y se encontraba en el interior de una ciudad bien fortificada. Abraham no pudo tener entrada a la ciudad sin unas negociaciones cuidadosas que el Génesis seguramente habría narrado con detalle.

Aram y Quesed

Entretanto, el hermano de Abraham, Najor, había vuelto a Jarán, y el primero recibió noticias de este último:

Génesis 22.20.
También Melca ha dado hijos a Najor, tu hermano;

Génesis 22.21.
Us es el primogénito, Buz su hermano, y Quemuel, padre de Aram;

Génesis 22.22.
Quesed, Jazó, Peldas, Jidlaf y Batuel.

Génesis 22.23.
Batuel fue el padre de Rebeca.

Todos estos nombres son epónimos, claro está, y los más importantes son Aram y Quesed. Aram es el epónimo de los arameos y el Génesis nos lo ha presentado antes como hijo de Sem. Esta contradicción aparente puede ser consecuencia del esfuerzo de los redactores definitivos del Génesis por mantener ambas tradiciones, que eran bien conocidas.

Los dos nacimientos distintos de Aram también sirven para dos funciones diferentes. Si se considera a Aram como un epónimo que represente a un pueblo antes que como un ser humano concreto. En el capítulo décimo, se presenta a Aram como hijo de Sem para indicar que los arameos eran independientes de Asiria en la época en que se escribió el Génesis (v. este mismo cap.). Aquí, en el capítulo vigésimo segundo, se presenta a Aram como hijo de Najor para señalar el parentesco de los arameos con los israelitas.

En cuanto a Quesed, probablemente es el epónimo de los caldeos («kasdim», en hebreo). Esto resulta apropiado desde el punto de vista histórico, porque arameos y caldeos salieron del desierto hacia el Semicírculo Fértil casi en la misma época (v. Este mismo cap.).

Los demás nombres mencionados representan seguramente a varias tribus arameas o caldeas, y ahora es inútil divagar sobre ello. Us y Buz tienen cierto interés en relación con el libro de Job, tema que consideraremos en el momento oportuno.

Esta breve genealogía también ofrece interés a los lectores israelitas del Génesis, ya que se dice que Rebeca es hija de Batuel, que es primo carnal de Isaac. Como más tarde Rebeca se casa con Isaac, es una antepasada de los israelitas.

Macpela

Finalmente murió Sara, la mujer de Abraham; en aquella época, Abraham y ella vivían otra vez en Hebrón (aquí mencionada al principio por su nombre cananeo, Quiriat Arbe). Abraham compró una sepultura a «los hijos de Jet». Esto suele interpretarse como «hititas», pero sobre ello hay una polémica que no es fácilmente resoluble. La transacción se relata con detalle.

Génesis 23.19.
Después de esto sepultó Abraham a Sara ... en la caverna del campo de Macpela, frente a Mambré...

Finalmente, el propio Abraham fue enterrado en la caverna (Génesis 25.9), lo mismo que Isaac, y su mujer, su hijo menor y una de sus mujeres (Génesis 49.30-31; 50.13), todos ellos antepasados directos de los israelitas.

En tiempos del Nuevo Testamento, surgió la tradición de que la caverna de Macpela se encontraba en un lugar determinado de Hebrón. Los musulmanes, que ocuparon Hebrón durante mil trescientos años, conservaron la leyenda y la enriquecieron. El emplazamiento tradicional está rodeado por muros de piedra, como una fortaleza, y el recinto se llama «Jaram» (lugar «prohibido»).Un extremo lo ocupa una mezquita, y el conjunto se considera con el mayor respeto.

Mesopotamia

Ha llegado el momento de que Abraham se preocupe de buscar esposa para Isaac. Orgulloso de su antiguo linaje, no desea que Isaac se una en matrimonio con cualquier mujer integrante de los pueblos cananeos entre los que vivían. Por tanto, envió a su mayordomo a Jarán, donde aún vivían su familia y su hermano Najor.

Génesis 24.10.
Tomó el siervo..., y se dirigió a Aram Naharaím, a la ciudad de Najor.

La palabra «Mesopotamia» es griega, y no hebrea. Se utiliza como traducción del término hebreo «Aram Naharaím», con referencia al país que rodea Jarán. La Revised Standard Version dice «Mesopotamia», pero las versiones católicas y judías que tengo en mi poder utilizan «Aram Naharaím», sin traducirlo, como la Anchor Bible.

Por supuesto, Aram Naharaím es más bien un anacronismo, como anteriormente lo ha sido la utilización del término «filisteo» (v. este mismo cap.). Los arameos no tuvieron el dominio efectivo de esa región hasta varios siglos después de la época de Abraham.

Mesopotamia significa «entre ríos», y los griegos lo aplicaban al país que se extiende entre el Tigris y el Éufrates; al principio, sólo se referían a la parte norte de Babilonia y luego a toda la región. En ese sentido, Jarán y todo Aram Naharaím (que significa «Aram sobre los ríos»), está en Mesopotamia. El término «Mesopotamia» fue popular en Occidente a lo largo de la Primera Guerra Mundial, y es el término más empleado para designar a Babilonia y a lo que yo llamo región Tigris-Éufrates.

Antes de la Primera Guerra Mundial, Mesopotamia era una posesión de Turquía. Después se convirtió en territorio administrado por los ingleses. En esa época empezó a utilizarse el nombre nativo del territorio, Irak, que en la actualidad se emplea de manera excluyente. En 1932 se reconoció la existencia de Irak como Estado independiente. Aunque Irak comprende la mayor parte de la antigua Mesopotamia, no es lo suficientemente extenso para incluir a Jarán dentro de sus fronteras.

Siria

Al fin se encontró esposa para Isaac. Se trataba de Rebeca, antes mencionada como hija de Betuel y nieta de Najor (v. este mismo cap.). Tenía un hermano, Labán, con quien se llevaron a cabo las negociaciones para la boda y que posteriormente desempeñaría un papel importante en el Génesis.

El tema se resume de este modo:

Génesis 25.20.
Era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel el arameo, de Padán Aram, hermana de Labán, arameo.
[19]

Padán Aram es sin duda una expresión sinónima de Aram Naharaím.

El término «sirio» es la versión griega de «arameo», y en la versión King James los términos«Aram» y «arameo» se traducen respectivamente por «Siria» y «sirio». La Revised Standard Version habla en este versículo de «Betuel el arameo» y de «Labán el arameo», aunque llamarlos arameos es un anacronismo.

El término «Siria» se deriva de la palabra babilonia «Suri», que indicaba un distrito de la parte alta del Éufrates. En épocas posteriores, los griegos, al avanzar hacía el este, encontraron primero esa parte de las tierras arameas. El nombre de Siria (en grafía latina) llegó a aplicarse en sentido genérico a las costas orientales del Mediterráneo.

Una vez traducido al griego, el término de Siria llegó a aplicarse particularmente en la Biblia a la región al norte de Canán, que mantuvo su independencia de Asiria en los siglos nueve y diez aC. Esa es la Siria, con Damasco como capital, que desempeña un papel muy importante en los libros I y II de los Reyes.

Desde entonces, la región al norte de Canán continuó siendo Siria a lo largo de las ocupaciones griega, romana y musulmana. Tras la Primera Guerra Mundial, Siria fue liberada de la dominación turca y quedó bajo administración francesa. En 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, los franceses salieron del país y Siria se convirtió en una república independiente, de nuevo con capital en Damasco. Incluye a Jarán cerca de su frontera norte.

Madián

Antes de considerar a los descendientes de Isaac, el Génesis aclara el tema de la diversa descendencia de Abraham a través de concubinas. Así:

Génesis 25.1.
Volvió Abraham a tomar mujer, de nombre Quetura,

Génesis 25.2.
que le parió a... Madián... y Sue.

Se enumeran otros descendientes, más de una docena, pero la mayoría no son más que nombres. Se supone que todos son epónimos de diversas tribus árabes entre las cuales la mejor conocida es Madián. Madián es el epónimo de los madianitas, que se asentaron en la tierra de Madián. En los mapas suele indicarse en el extremo noroeste de Arabia, separada del Sinaí por un estrecho brazo de mar, muy cerca del «desierto de Farán», ocupado por los ismaelitas. En realidad, en la Biblia se utilizan los términos de madianitas e ismaelitas en un sentido casi sinónimo.

Sue tiene cierto interés en relación con el libro de Job, tema que trataremos más adelante.

En el mismo capítulo se enumeran los descendientes de Ismael, que únicamente son nombres. Se da una lista de doce, como representantes de doce tribus, tal vez análogas a las doce tribus de Israel. Uno de los epónimos tribales es Masá, nombre que cobrará cierto significado cuando nos ocupemos del libro de los Proverbios.

Luego, se dice que Abraham murió a la edad de 175 años; Isaac e Ismael lo enterraron en la caverna de Macpela. Medio siglo después murió Ismael, a la edad de 237 años, y entonces se anudan todos los cabos sueltos y el Génesis vuelve a Isaac y a sus descendientes.

Edom

Isaac y Rebeca tienen dos hijos gemelos, Esaú y Jacob. Ambos poseen un carácter muy diferente: Esaú es un cazador tosco, nada perspicaz, que hace vida al aire libre y es amado y admirado por su padre. Jacob es un hombre tranquilo y astuto, que vive en casa y es el preferido de su madre.

Esaú es unos minutos mayor, y por tanto tiene derecho de primogenitura; es decir, a la herencia de la parte principal de las propiedades de su padre. También le corresponde la bendición de su padre como heredero principal, y tal bendición poseía gran valor legal en la sociedad de la época.

Sin embargo, Jacob logra sobrepujar en astucia a su hermano mayor. En una ocasión, al volver débil y fatigado de una cacería, Esaú pide un plato de lentejas rojas que Jacob esta preparando.

Génesis 25.30.
Por favor, dame de comer de ese guiso rojo, que estoy desfallecido. Por esto se le dio a Esaú el nombre de Edom.

Jacob le da de comer, pero sólo después de exigir a cambio la primogenitura y recibirla.

El autor del Génesis nos presenta así el otro nombre de Esaú, Edom («rojo»), relacionado con el guiso de lentejas rojas que deseó. Eso convierte a Esaú en el antepasado epónimo de los edomitas, que siglos más tarde debían ocupar el territorio al sur de Moab.

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