Authors: Leandro Palencia
Los orígenes de Geffen son muy modestos. Su padre era un excéntrico diletante incapaz de mantener ningún trabajo, si bien le enseñó a buscar algo más en la vida que la mera supervivencia. De su madre dijo que «me enseñó el amor a mi trabajo. Todo lo que sé de negocios se lo debo a ella». Sin ni siquiera ir al instituto comienza su carrera en la sala de correos de William Morris Agency al mentir asegurando que era licenciado por UCLA y sobrino del legendario productor Phil Spector. Rápidamente se convierte en agente y luego lo deja para representar a cantantes. Su contribución a la música popular es sorprendente dado el catálogo de artistas que trabajaron con él: The Eagles, Donna Summer, Elton John, Joni Mitchell, Neil Young, Tom Waits, Nirvana, Sonic Youth, etc. Con 25 años ya era multimillonario. En 1975 se retira de la industria del entretenimiento porque le diagnostican erróneamente un cáncer, cosa que descubrió en 1980, año en el que regresa a los negocios creando Geffen Records donde John Lennon publica el álbum Double Fantasy. A Lennon le asesinan al mes del lanzamiento y alcanza ventas masivas. Fue entonces cuando Geffen se orienta al cine. Se gasta casi cuarenta y ocho millones de dólares para adquirir la residencia de Jack Warner en Beverly Hills porque era «de uno de los hombres que crearon la ciudad y la industria» Según su biógrafo, Geffen es un tiburón que no tiene reparos en sacrificar a sus amigos para continuar sumando su inmensa fortuna.
Arthur John Gielgud
14 de abril de 1904 en Londres (Reino Unido) — 21 de mayo de 2000 Aylesbury (Reino Unido)
Según su biógrafa, Sheridan Morley en "John Gielgud: The Authorized Biography" (2002), él nunca negó que fuera gay sino que trató de ser discreto: simplemente no hablaba públicamente de su homosexualidad. Y es que al poco de que le nombraran Sir —en junio de 1953, un honor que requirieron a Winston Churchill sus amigos Laurence Olivier y el homófobo Ralph Richardson— le arrestaron el 21 de octubre de 1953 en un mingitorio público de Chelsea por «importunar a hombres con propósitos inmorales». Fue procesado a la mañana siguiente, declarándose culpable, pidiendo disculpas al tribunal y pagando la multa de diez libras que le habían impuesto. Aunque él se registró como un "dependiente", un periodista del "Evening Standard" le reconoció y en la edición de la tarde publicó la noticia. Gielgud, temeroso de cómo reaccionaría el público ante el
outing,
pidió consejo a una serie de amigos para saber si debía actuar o no en la obra teatral que iba a representar. Oliver le aconsejó que la pospusiera. La mayoría le urgieron a que se presentara. Hizo caso a éstos y cuando apareció en el escenario todo el público se puso en pie y le ovacionó. Aun así, la comunidad teatral gay sintió miedo por el ambiente de "amenaza homosexual" que se había generado. Tanto, que su amante de entonces, Paul Anstee, estaba tan asustando que quemó toda su correspondencia. Profundamente humillado, Gielgud jamás sacó el tema del arresto. Incluso le habían aconsejado que no buscara trabajo en EE.UU. en los siguientes cuatro años, pues las autoridades de inmigración podrían rechazar el visado. Gielgud le escribió a la actriz Lillian Gish que entonces quizá debió haberse suicidado. Sin embargo, a los pocos días, dos periódicos, "New Statesman" y "The Observer", comenzaron a urgir a la legalización de los actos homosexuales consentidos entre mayores de 21 años. Descriminalización que no se promulgaría hasta el Acta de Ofensas Sexuales de 1967. Algunos autores han denunciado que a principios de los años cincuenta las autoridades británicas emprendieron una campaña de persecución contra gays prominentes obligando al exilio a figuras como Christopher Isherwood o Benjamin Britten. Todo ello con la intención de evitar su presencia en la coronación de Isabel II en 1952. Fasto que iba a considerarse como el inicio de una nueva era pura. Si bien parece que tal "conspiración" poco tuvo que ver con la realidad, pues en comparación con los arrestos por ofensas homosexuales de otros años durante 1953-54 fue mucho menor. Gielgud mantuvo tres grandes relaciones a lo largo de su vida. La primera con el actor John Perry, a quien conoció en 1926. Perry intervenía en The Golddiggers", con Tallulah Bankhead. y abandonó su poca prometedora carrera en los escenarios para viajar e irse a vivir con Gielgud hasta su separación a principios de los años cuarenta. Por la época en que le designaron Sir, Gielgud comenzó una relación con Anstee. Se cruzó con Martin Hensler a principios de los años sesenta cuando asistía a una exposición de Óscar Kokoschka. Pronto se implicaron en una relación y tras seis años Hensler se mudó con Gielgud. Fue la única pareja que publicitó, cuando en las notas al programa de su última representación teatral, "Best of Friends" (1988), escribió que «vivían como una pareja feliz desde hacía años». Hensler murió en 1999, a pesar de que era veinte años menor.
Gielgud es uno de los grandes actores británicos. Versátil, sus grandes dotes fueron sus ágiles movimientos, felinos, al igual que una voz expresiva, que Alec Guinnes definió «como una trompeta de plata envuelta en seda». Descendiente de actores ilustres comenzó a actuar en 1921 en la compañía del Teatro Old Vic. En el que con el tiempo ofrecería sus renombradas interpretaciones shakesperianas. Fue considerado el Hamlet de su generación. Su expresión delicada de los sentimientos de los personajes contrasta con las actuaciones viriles de los actores del momento y pronto sobresale en papeles principales de las obras de Noel Coward, como "The Vortex" (1924), año que también es el de su debut cinematográfico,
Who is that man?
(Walter Summers). En 1929 protagoniza la obra teatral de Mercedes de Acosta "Prejuicio". En 1935 se turna con Olivier para representar los papeles de Romeo y Mercucio en "Romeo y Julieta", acusándosele al Romeo de Gielgud que era en exceso afeminado. Desde 1937 inicia una carrera como director teatral. Tras la Segunda Guerra Mundial su estilo es considerado desfasado y aparece más en las películas encarnando a personajes de carácter. No se transforma realmente en un actor contemporáneo hasta
La última carga
(Tony Richardson, 1968). En 1973 Olivier le dirige como Próspero en "La tempestad", la primera producción que el primero dirige para el Teatro Nacional de Londres. En 1982 recibe el Oscar al mejor actor secundario por
Arthur, el soltero de oro
(Steve Gordon, 1981). Se retira de los escenarios al encontrar dificultades en recordar los diálogos, pero continúa interviniendo en películas y con 86 años ejecuta su primer desnudo integral en
El libro de Próspero
(Peter Greenaway, 1991). Esta cinta junto a
Providence
(Alain Resnais, 1977) y la teleserie "Retorno a Brideshead" (1981) son las favoritas de su filmografía. Gielgud declinó firmar la carta de apoyo a Ian McKellen y tampoco accedió a los requerimientos de este para que participara en actos de apoyo a los derechos de los gays. Gielgud financió en secreto varios
lobbies
gays, como Stonewall.
20 de marzo de 1891 en Feltham (R.U.) — 24 de diciembre de 1959 en Los Ángeles (EE.UU.)
Matthew Kennedy reveló en "Edmund Goulding's Dark Victory: Hollywood's Genius Bad Boy" (2004) que éste era un aventurero bisexual. Un caballero de aristócratas maneras que de noche se transformaba en el anfitrión de secretas orgías para todos los gustos, aficionado como era a la promiscuidad y al
voyeurismo.
Tuvo excesos igualmente con el alcohol y las drogas que le ocasionaron más de un problema y afectaron a su carrera. Especialmente cuando trabajó como director y guionista para Louis B. Mayer en Metro Goldwyn Mayer, de 1925 hasta 1937, año que pasa a Warner Brothers, su período de mayor interés. El comportamiento de Goulding, a veces excéntrico y maníaco, era autodestructivo. Ahora es un director olvidado, pero en su momento fue un especialista en melodramas. Dirigió y produjo
Ana Karenina
(1927), la última película muda de Greta Garbo. Ésta, que no podía soportar que se mencionase la palabra trasero en su presencia, se enfrentó con su director por el tema. Goulding proporcionó la historia de la exitosa
La melodía de Broadway
(Harry Beaumont, 1929), prototipo del musical entre bastidores. Dirigió
Gran Hotel
(1932), con Garbo y Joan Crawford, la película más destacada de la era de la Depresión. Y guió a Bette Davis por una serie de inolvidable melodramas pesimistas en los que solía encarnar a víctimas y recluidas. Entre ellos destaca
Amarga victoria
(1939), donde Goulding le pidió a un molesto Ronald Reagan que diera un toque gay a su interpretación: «Mr. Goulding quería que interpretara mi personaje como si él fuera la clase de chico que no supiera qué hacer si había una señorita desnuda frente a él». Goulding trataba a Davis como a una estrella y ésta le consideró «uno de los grandes realizadores de Hollywood». No tenía un estilo definido ni una visión particular de sus proyectos. Sobre todo era apto para dirigir actores, aunque sus películas no se deben subestimar y merecen más atención. Con ellas tipificó la elegancia y el refinamiento con los que se asoció a la Metro, convirtiéndolas en uno de los pilares del
star system.
Hijo de un carnicero emigró a Londres donde gracias a su brillantez y personalidad pronto es actor, dramaturgo y director teatral —en 1913 hace "El retrato de Dorian Gray", basada en la novela de Oscar Wilde-, Combate en la Primera Guerra Mundial y luego prueba fortuna en EE.UU. para triunfar como cantante, pero sobre todo destaca por su talento como escritor. El éxito de su guión
Tol'able David
(Henry King, 1921) le da la oportunidad de dirigir en 1925 el estudio sociopsicológico
Como las mariposas,
que contiene uno de los primeros papeles importantes de Crawford. El éxito de
Ana Karenina
cimenta su fama como "director de mujeres", con lo que se indica no sólo su sensibilidad con las actrices sino también su habilidad para contar historias románticas. Y eso que mientras rueda
Gran Hotel,
tras una noche de orgía en su casa, envía a dos chicas jóvenes al hospital. También es destacable la antibélica
The Dawn Patrol
(1938), con Errol Flynn y
remake
de
La escuadrilla del amanecer
(Howard Hawks, 1930), de la que se usaron algunas escenas aéreas. En 1958 cierra su carrera en la 20
th
Century Fox y donde sobresalen dos películas protagonizadas por Tyrone Power.
El filo de la navaja
(1946) se basa en la novela del gay Somerset Maugham, quien elaboró el guión en la casa de Goulding, pero sólo aparece en los créditos Lamar Trotti. En la cinta Clifton Webb interpreta a un patético
esnob
y Herbert Marshall encarna al propio Maugham. En un momento, éste admira a un botones y cuando el inspector francés le interroga sobre su relación con Anne Baxter le afirmará malicioso «según lo que dicen sobre sus tendencias yo diría que no era usted su tipo». A lo que Maugham responde, «Me lo tomaré como un cumplido». En la insólita película de cine negro,
El callejón de las almas perdidas
(1947), Power vuelve a encarnar a un hombre que, como en la anterior, relega a las mujeres por otros intereses, perdida la confianza en los valores aceptados. Algunos intentaron explicar la fascinante cinta por el "lado oscuro" de Goulding y llegó a influir en directores como David Lynch. En 1952 hace
No estamos casados,
dando la oportunidad a Marilyn Monroe de aparecer con dos bañadores. Goulding también fue un exitoso escritor de canciones, compositor y productor.
De 1931 a 1935 estuvo casado con la bailarina Marjorie Moss, hasta que ésta murió de tuberculosis. Louis Brooks dijo que «él en los últimos tres años de su vida la colmó con belleza». Mantuvo numerosos
affaires
con jóvenes de ambos sexos, pero nunca volvió a tener una relación duradera. Murió viejo, cansado y alcohólico aunque aún no está claro si tras una operación o porque se suicidó.
Farley Earle Granger II 1 de julio de 1925 en San José (EE.UU.)
En 2007 publicó sus memorias "Include me out: My Life from Goldwyn to Broadway", escritas con la ayuda de su pareja, Robert Calhoun, a quien conoció a principios de los sesenta. En ellas habla sobre su bisexualidad. Declara que perdió la virginidad con 21 años dos veces en la misma noche. La primera con una prostituta hawaiana y la segunda con un maduro oficial. También relata sus
affaires
con Arthur Laurents, Leonard Berns-tein («tan apasionado y entusiástico amante como lo era dirigiendo»), Shelley Winters o Patricia Neal. Así como sus asociaciones con Barbara Stanwyck, Joan Crawford o Tyro-ne Power. Granger fue reticente a hablar sobre su vida privada pero su bisexualidad era ampliamente conocida en Hollywood y Broadway. Generalmente encarnaba a jóvenes benévolos y emocionalmente inestables, de extraño encanto, que se metían en problemas por su mala suerte. Fue descubierto por Sam Goldwyn mientras representaba una obra en el off-Hollywood Boulevard, debutando en un pequeño papel en la prosoviética
La estrella del norte
(Lewis Milestone, 1943), donde se hizo amigo del compositor gay Aaron Copland. Durante la Segunda Guerra Mundial se enrola en la marina. Su primera película tras la contienda es
Los amantes de la noche
(Nicholas Ray, 1948), sobre una pareja que para salir de la miseria roban bancos. Impresionado, Alfred Hitchcock le pide que intervenga en
La soga
(1948), «una hermosa locura», según Granger, cuyo subtexto homosexual «fue simplemente una cosa asumida». Granger y Laurents —el guionista de la misma— comenzaron a vivir juntos de inmediato. Aunque ambos advertían que sólo eran compañeros de cuarto ya que como Laurents explicó «no teníamos amigos a los cuales pudiéramos decir lo que éramos». Además, Granger estaba obligado a ocultar su homosexualidad para salvaguardar su carrera, y tanto él como Laurents se citaban a menudo con jóvenes actrices. Laurents dijo de Granger que «era muy fácil de amar... una vez que le conocías, te maravillabas de que fuera tan dulce». Tras cuatro años la ruptura fue amistosa y los dos continuaron siendo amigos. Laurents comentó que ellos simplemente «crecieron y se separaron». La versión de Granger es que el ego de Laurents era cada vez mayor. Con Hitchcock volvió a trabajar en
Extraños en un tren
(1951), basada en la primera novela de la lesbiana Patricia Highsmith, autora en cuya obra el escándalo de la homosexualidad es un subtexto recurrente. Fue el mayor éxito de la carrera de Granger, aunque el director declaró que la película hubiera funcionado mejor con un actor "más fuerte". En ella, ¿Bruno Anthony (Robert Walker) es gay? La primera escena parece un
cruising
entre él y Guy Haines (Granger), a quien Bruno invita a comer a su compartimiento privado. De hecho, los requerimientos entre ambos parecen tener cierta tensión sexual a lo largo de la cinta. ¿Realmente el ambiguo Guy va a la casa de Bruno para avisar al padre? Anotar que, tras una angustiosa escena, el perro de la familia le lame la mano como si le reconociera, es decir, alguien semejante a Bruno, idea con la que juega constantemente la película. La verdad es que Bruno le está esperando en la cama y en pijama y que los dos están solos en la casa. ¿Guy huye de él por su gran armarización, temeroso de ceder a los encantos de Bruno? Bruno idolatra a su madre, es extravagantemente cuidadoso con su aspecto, incluso se hace la manicura. Su patológica fijación homosexual le ha llevado al crimen. Un año después, Walker, interpretará al hijo comunista y criptogay en
Mi hijo John
(Leo McCarey). Fue su última película, Walker murió por una mala prescripción médica. En los años cincuenta Goldwyn quiso transformar a Granger en un galán junto a Joan Evans. Fueron olvidables melodramas románticos que resultaron un fracaso. Granger comienza a manifestar su malestar por la orientación de su carrera y las manipulaciones del departamento de publicidad, que inventan historias sobre él y le obligan a comportarse como ellos quieren: «nueve de cada diez veces leías algo en la prensa que era totalmente falso... Al principio lo acepté... Era joven (después pensé) que no era apropiado y que no me gustaba». Su última película para Goldwyn fue
El fabuloso Andersen
(Charles Vidor, 1952), protagonizada por Danny Kaye, en la que no sorprende que la identidad sexual del famoso cuentista danés sea completamente ignorada. Tras ella Granger inicia una legendaria lucha por romper su contrato. Se va a Italia donde vivirá parte de los años cincuenta y setenta. Allí rueda
Senso
(Luchino Visconti, 1954). Los diálogos eran de Tennessee Williams y Paul Bowles, y Franco Zeffirelli era el segundo ayudante de dirección. Granger definió a Visconti como «muy dictatorial» y «un verdadero artista». Muchos consideran su papel de cínico sin corazón, en este estudio sobre la pasión sexual y la traición, como el mejor de su carrera. Vuelve a hacer dos películas más, pero a partir de entonces se centra en Broadway y en la televisión. Donde hace un
remake
de
Laura
(1968), coprotagonizado por Lee Radziwill, la hermana de Jackie Kennedy, esposa del presidente John F. Kennedy. Sobre el teatro Granger manifestó «comencé a preferirlo más y más al cine porque sentía que era más libre». En 1965 es responsable del reestreno de "El zoo de cristal" de Tennessee Williams. Reaparece con el
spaghetti-western Le llamaban Trinidad
(Enzo Barboni Clucher, 1971). Hasta ahora sus últimas películas son
The Celluloid Closet
(Robert Epstein y Jeffrey Friedman, 1995), donde se discute la representación homosexual en Hollywood, y
Algo casi perfecto
(John Schlesinger, 2001), donde hace de comerciante de arte. Actualmente vive en Nueva York y las únicas películas de las que se siente orgulloso son
Senso, Extraños en un tren
y
Los amantes de la noche.