La Ley de Correspondencia (Como es arriba es abajo y viceversa) se cumplió y la conciencia renegrida, primero empañó, opacó y luego ennegreció hasta la piel del Atlante tornándolo color marrón tierra-fértil.
El paso de los Siglos ha logrado debilitar a los poderosísimos Atlantes. Sus ritos y prácticas han degenerado en el casi desaparecido "Voo doo", tambor y brujerías, no obstante que ésta aparenta ir surgiendo.
Como las adquisiciones positivas no se pierden porque pertenecen al derecho de conciencia, la raza conserva sus dotes melódicas, aunque su música está basada en la tristeza y la añoranza de un bien perdido. Su ritmo sigue siendo hipnótico. El antiguo culto fálico se manifiesta aún en sus bailes y movimientos. La raza sigue siendo ardiente, fogosa, violenta, aunque algo adormecida. De su original lujo, esplendor y opulencia, le queda el gusto por lo ostentoso, los colores vivos y todo lo que brille, aunque no sea sino oro en la dentadura. Son sumamente inteligentes y amorosos y se distinguen en el arte culinario.
Así han ido purgando su terrible karma y se han ido mezclando con las razas siguientes. Estas razas subsiguientes conservan el recuerdo de sus sufrimientos cuando eran Atlantes. El cuerpo etérico del hombre guarda la memoria de todas las experiencias de todas las vidas pasadas y los traumas causados por tan agudas pruebas, y al encontrarse un blanco con un negro, a menudo se detestan porque se revive el eslabón etérico que guarda la memoria racial.
Cuando se mezclan las dos sangres en matrimonio y reproducción, ocurre que en el hijo están ambos eslabones: el del Atlante y el de la víctima en conflicto interior. Esto hace que desee mantenerse al margen de ambas razas. El individuo no se encuentra asimilado a ninguna, y se le crea el despecho por la vida misma, sin comprender el motivo ni entenderse él mismo.
Por eso se ha hecho la observación de que el mulato o mestizo es producto de los defectos de ambas razas, pero esto no es cierto. La verdad es que la lucha sicológica de los dos eslabones enemigos dentro de él, baja su frecuencia vibratoria a una constante que lo vuelve ofensivo para otros. Los Maestros no recomiendan la mezcla de sangre mientras "o se hayan transmutado los eslabones.
Como en la Tierra no se ha desarrollado aún el Amor puro, consciente, y tampoco se conocía la manera de disolver estas memorias del cuerpo etérico, no se ha sublimado el odio racial; pero ahora que los Maestros han dado permiso para divulgar la Ciencia de la Llama Violeta transmutadora de todo karma, basta que "los pocos" la practiquen para que "los muchos" reciban algo de la radiación y así vamos a ver disolverse, milagrosamente, mucho del resentimiento que separa a la Cuarta Raza de las razas blancas. Así se irá blanqueando y espiritualizando el color tierra, y los "blancos" (que a menudo son negros de alma) podrán darse cuenta del inmenso volumen de amor reprimido que contiene esa maravillosa Raza Cuarta, Atlante, que ya llegó a la liberación de su terrible karma. La Luz está entrando a raudales, primero por la entrada de la Era, y segundo, porque la aceptación de esta enseñanza por los humanos encarnados actúa como espejo donde ella, la luz, se refleja.
por Marina Sánchez de Otero. (Discípula de "Metafísicas").
Siempre he creído en Dios
toda mi vida
y no recuerdo nunca
tener la fe perdida.
Pero creía en El
como cualquier persona
piensa que lo venera
y rezando el rosario
lo reza a su manera.
Nací en hogar cristiano
me bauticé, hice la comunión
me casé por la Iglesia
acudía a la Misa
escuchaba el sermón.
Las cosas rutinarias
de todo buen beato
de aquel que va a la Iglesia
para pasar el rato.
Y pasaron los años
siguiendo mi destino
ignorando que estaba
en mi mismo camino.
Y ya cuando las penas
me llenan de amargura
de pronto se ilumina
lo que fue senda obscura.
Y lo siento tan cerca
y lo tengo tan mío
que ya cuando estoy sola
no me rodea el frío.
Pues yo de Sus ovejas
soy la privilegiada
y lo que yo recibo no
se parece a nada.
En mis horas más tristes
su poder se agiganta
y todo lo que es malo
de mi lado lo espanta.
Y tanto se preocupa de mí
en todo momento
que ya vive en mi casa
y no en el firmamento.
En breve, el Maestro Krishnamurti dijo que el problema más grande en el hombre es el deterioro de la mente y del cerebro. Pregunta si sería posible detener ese deterioro, y si sería posible, además, mantener el cuerpo físico extraordinariamente vivo, alerta, enérgico, etc.
El Maestro invita a meditar para descubrir si la mente puede rejuvenecerse a sí misma; si puede hacerse fresca, joven y libre de temor.
Nosotros a la vez nos preguntamos si es que Krishnamurti no quiere ofrecer las respuestas sino obligar a descubrirlas por motus propio; ya que nos parece imposible que el Maestro ignore algo tan elemental como la Verdad metafísica del Cuerpo Hebdomadario.
Cada siete años se renuevan todas las células del cuerpo físico. Es absolutamente falso pues, que el cuerpo se pueda envejecer ¿Cómo se envejece o se deteriora algo que se renueva totalmente cada siete años?
Este cambio natural comienza a notarse cuando el niño cumple el primer ciclo de siete años, ya que su dentadura empieza a caerse a los seis años. Los dientes llamados "de leche" deben haber caído totalmente al cumplir los siete años y los nuevos son fuertes, grandes.
Existe en cada ser humano un diseño o patrón que se llama el Infante Divino. Este es eternamente joven, bello, perfecto.
Como el Ser tiene libre albedrío, él va adoptando creencias, postulados, conceptos a medida que avanza en años y experiencias de acuerdo con lo que ve en los demás. Si estos conceptos se conservan fieles a su Verdad (su Infante Divino), la imagen que él presenta ante el mundo y a sus propios ojos, es de salud, belleza, fuerza, agilidad, vitalidad, etc. Pero si va adoptando las imágenes ajenas; si cree y adopta lo que oye y ve producir a los demás; si olvida o ignora que esos productos o manifestaciones ajenas están basados en conceptos errados, y que los efectos exteriores son idénticos a las causas interiores; si él olvida o ignora este Principio, repito, entonces él mismo habrá ido transformando su imagen del Infante Divino, y cuando ocurre el cambio de ciclo hebdomadario (de cada siete años), su cuerpo se renueva, por supuesto, pero la imagen se distorsiona y repite exteriorizando en el nuevo ciclo las creencias y conceptos falsos. En pocas palabras, va manifestando en su físico exterior toda esa serie de mentiras que ha adoptado: feísmo, deterioro y finalmente la muerte.
Un "Maestro" de cosas espirituales tiene que saber que no solamente SI es posible hacerse fresco, joven y libre de temor, sino que tenemos el deber de emprender ese retroceso inmediatamente que lo aprendamos a hacer, porque si no pecamos de omisión, y ¡no quiero entrar en vaticinios de lo que te ocurrirá a ojos vista porque eso es contrario a la Verdad Metafísica!
La forma de comenzar ya a transformarte es la siguiente: Repite todos los días la afirmación que sigue, y puedes usarla en toda manifestación de enfermedad:
"YO SOY LA MAGNA ENERGIA ELECTRÓNICA QUE FLUYE, LLENA Y RENUEVA CADA CÉLULA DE MI CUERPO AHORA MISMO".
No nos creas. Compruébalo tú mismo. Comienza ahora a usar esta afirmación para todo lo que te moleste, y verás.
Como no podemos creer que el Maestro Krishnamurti ignore el todo poder del "YO SOY", suponemos que su charla se basó en la idea de dejar que los discípulos hagan el esfuerzo y den los pasos antes de ofrecerles la solución; pero esta afirmación es dictada por el Avatar de la Era, el Ascendido Maestro Saint Germain para todos los humanos encarnados, y por eso la divulgamos con entusiasmo.
LO QUE NO PUEDAS ACEPTAR DÉJALO PASAR, PERO SIGUE LEYENDO...
Caso C. N. Gómez
Padre de dos niños, varón y hembra, llamó desesperado que los dos niños estaban con fiebre que no bajaba. Que él y su esposa les habían hecho todos los tratamientos metafísicos que ellos conocen pero que nada les daba resultado y que por último habían decidido molestarnos.
Ustedes están muy nerviosos, les dijimos. Con nervios excitados no vale de nada ningún tratamiento, porque el nerviosismo viene por falta de fe. La fe se basa en el conocimiento. ¿Por qué no estudian mejor el Librito N° 1 donde dice que el tratamiento espiritual hay que hacerlo suavemente porque el espíritu no tiene músculos?
I¡Ay si nosotros nos la pasamos con ese librito en las manos! protestaron.
Pues nadie lo diría, contestamos. Bien, hagan lo siguiente. Primero, recuerden que el "Yo quiero" y el "Yo no quiero" son todo-poderosos. Luego recuerden que los niños les han sido entregados a sus padres para ser amados, cuidados, protegidos y levantados hasta la edad de veintiún años; y que durante toda la parte frágil de ese tiempo, el niño reacciona a todo lo que de él piensen sus padres. Todo lo que sus padres teman para él, o decreten hacia él, se cumple instantáneamente; y después de recordar esto, hagan la siguiente declaración:
"Yo no quiero que ningún pensamiento, sentimiento, palabra o acto negativo mío se manifieste en mi hijo (o hija). Yo no quiero ocasionarle a mi hijo ninguna enfermedad o inconveniente. Yo no quiero que continúe manifestándose este estado febril. Yo quiero que se manifieste en él su salud perfecta". "Me perdono y pido a mi Llama Violeta que disuelva y transmute la forma mental de temor creada por mí y que está causando esta manifestación".
¿Y cuántas veces debo hacerlo? me preguntó el padre.
Con una sola vez basta. Me llaman para contarme la buena noticia del resultado.
Al día siguiente me llamaron para contarme que el niño había reaccionado instantáneamente "como con la mano". Ahora, la niña, como fue la más enferma de los dos, le pusimos otra vez la inyección que ordenó el médico y está mejor pero no enteramente.
¿Por qué es eso?
Porque les faltó fe.
¿No ven que después de hacer el tratamiento le pusieron la inyección "por si las moscas"?
Más claro no canta un gallo, mi amigo. Si van a confiar en la Verdad espiritual es a plena máquina; pero subiendo un poquito la escalera y volviendo a bajar a tierra ni se está arriba ni se está abajo, Ese es precisamente "el fruto del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal".
Después de ese pequeño regaño me llamaron para decirme que ambos niños estaban perfectamente bien.
Caso A. V.
Al Consultorio llegó C. V. a consultar un problema, el cual despachamos rápidamente porque no era muy grave. En cambio nos pareció más urgente el problema que vimos en A. V. y la investigamos.
Ella había entrado cojeando y con un banquito en la mano el cual puso en el suelo al sentarse, y encaramó una pierna en él.
¿Qué te pasa en esa pierna? le preguntamos.
Lo mío no interesa porque no tiene remedio nos contestó.
¿Quién dijo? repusimos.
Los médicos, contestó.
Los médicos tratan efectos, no tratan causas. ¿Qué te han dicho?.
Que tengo una parálisis.
Exactamente. Pero esa parálisis es el efecto de una causa.
Pero nadie sabe la causa. Dicen sólo que es una parálisis.
Bueno, vamos a curarte la causa. Primeramente, eso no es verdad.
El Espíritu no puede paralizarse. Ese es el "punto de referencia" de nosotros en Metafísica. La verdad manifestada es siempre lo que reconocemos en el espíritu, o sea, que toda la Verdad está en el espíritu, y cuando nosotros referimos lo que vemos a esa Verdad, ella se refleja en la materia y se desaparece la mentira que estamos viendo ¿Has comprendido bien?
Sí, en otras palabras, que al yo reconocer que mi espíritu no puede estar cojo, mi pierna obedece y se cura.
¡Magnífico! Ahora, todas las noches, cuando ya estés en la cama, sóbate la pierna de arriba hacia el pie, diciendo "YO SOY la energía electrónica que fluye, llena y renueva cada célula de mi pierna, y despide todo lo que no es semejante a la Verdad".
A los pocos días la volvimos a ver, caminando como cualquier hijo de vecino, sin banquito y sin cojera!
Carta Editorial
Queridos condiscípulos:
El mundo entero se la pasa pidiendo a los cuatro vientos que "se pida por la Paz", ¡como si la paz necesitara que alguien pidiera por ella!
Desde el Papa en Roma para abajo todo el mundo insiste... (pero con insistencia hasta impaciente, como lo hacen los "pavos" en Estados Unidos) en que cese la guerra de VietNam, de Cambodia, de Corea, etc., etc. insisten en que el gobierno de Estados Unidos retire sus fuerzas de aquí, de allá y de más allá. Siempre hay un "más allá" porque cada vez que se aplica el remedio exterior, como no se ataca la causa, el efecto irrumpe en un sitio nuevo, y por más que el Presidente Nixon retire y retire soldados, la paz se esconde detrás de los armamentos y las bombas ¡claro!, la palabra lo dice: la "impaciencia" es la contra-paz.
Y ahora que a través de estas páginas vas conociendo las Leyes inmutables que gobiernan nuestras vidas, ya sabes que hasta que todo el mundo aprenda a conservarse en paz, paciente (no importa cuál sea la provocación) en silencio, y hasta en indiferencia, la paz no se hará.
Cuando todo el mundo recuerde contar hasta diez antes de reventar de ira o de impaciencia, la paz se hará automáticamente, porque la Ley del Círculo, Ley del Bumerang, que jamás duerme, devuelve como el rebote de una pelota todo lo que se diga, se sienta y se haga; y toda guerra, controversia y discusión surge por impaciencia, rebelión y resistencia. Naturalmente, la palabra o el gesto acalorado provoca la réplica idéntica.
Es pues, cosa de educación y de disciplina. No sigas pidiendo o esperando paz en el mundo, en tu hogar o en tu corazón mientras no aprendas a dominar todo lo que la contraríe.
Allí te lo dejo.