El protector (26 page)

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Authors: Larry Niven

BOOK: El protector
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Se abrió paso al vacío, y accedió a la superficie. El árbol, el césped y el lodo en el fondo del estanque estaban congelados, desecados y muertos. Las estrellas eran brillantes y misteriosas, y más reales de lo que parecían en una pantalla de visión. Roy las veía ahora como un campo de batalla: los mundos no vistos como territorios por los que luchar, las cortezas de gas alrededor de las estrellas como trampas mortales para el guerrero incauto.

Vio el brillo del soldador de Brennan y se acercó. Trabajaba en el vacío, construyendo algo. Su rediseñado traje de presión parecía a la vez extranjero y anacrónico, y el dibujo del pecho era un detalle de Dalí: una Madona y el Niño, muy hermoso. El Niño miraba abajo en forma adulta y pensativa; una hogaza de pan partida flotaba en una ventana abierta en su torso.

—No te acerques demasiado —dijo Brennan en su micrófono—. Tuve tiempo para rellenar de cosas esta bola de roca cuando estaba haciendo a Kobold. Hay depósitos de elementos puros bajo todo este paisaje.

—¿Qué estás haciendo?

—Algo que pueda colapsar a distancia un generador-polarizador de gravedad. Si lo que estuvieran usando para mantener sus naves en tándem fuera la gravedad generada, deberán polarizarla para hacer que funcione a tales distancias. Sabemos que ellos saben cómo hacerlo. Pondrían el generador en la nave trasera, porque ésa es la nave que produce suficiente exceso de potencia como para mantener el campo.

—Pero, ¿y qué pasa si usaran otra cosa?

—Entonces he desperdiciado un mes. Pero no creo que estén usando cables. En modo de deceleración, aún un cable Pak no se mantendría por mucho tiempo en el escape de la nave posterior. Podría ser que ellos cargaran todo en la nave posterior y usaran la delantera sólo como un compresor separado para su estatorreactor Bussard, pero de esa manera perderían potencia y maniobrabilidad.

»He estado tratando de diseñar una nave exploradora Pak yo mismo. No es fácil, porque no sé qué tienen. Lo peor que puedo pensar desde nuestro punto de vista es un tándem de dos naves independientes unidas, ambas con grandes y versátiles generadores de campo. De ese modo, si se pierde un par de naves guía en la batalla, se podrían enlazar las naves posteriores, y viceversa.

—Sí.

—Pero no lo creo. Cuanto más equipo pusieran en cada nave, menos naves podrían haber lanzado. Pienso que han llegado a un compromiso. La nave guía es un estatorreactor Bussard; construido para pelear, pero no muy diferente del nuestro. Es la nave posterior la que lleva el generador de campos grande y versátil. Podrías enlazar dos naves posteriores, pero no dos guías. La nave guía es más vulnerable, de todos modos. Ya lo viste.

—Entonces esos exploradores son más duros que los que he enfrentado.

—Y hay tres de ellos.

—¿Tres?

—Están viniendo en un cono, a través de… ¿Recuerdas ese mapa del espacio alrededor del Sol? Hay una región que es casi todo enanas rojas; están viniendo por allí. Pienso que la idea que los llevó a eso es trazar un mapa de huida para la flota, en caso de que algo vaya mal en el Sol. Si todo está bien, ellos verán si el sistema del Sol está limpio, y luego irán hacia otras enanas amarillas. En este momento están a cerca de un año luz del Sol, y a unos ocho meses luz entre ellos.

Roy miró arriba. ¿Dónde, en el campo de batalla…? Encontró el sol fácilmente, pero no pudo recordar la dirección del primer explorador. Se estremeció en su traje, aunque era mucho más confortable de lo que jamás había sido; Brennan había estado trabajando en él.

—¿Puede haber más?

—Lo dudo —dijo Brennan—. No encuentro más trazas de berilio, en ningún cambio de frecuencia.

—Supón que vienen separados, en lugar de a pares. Se verían como naves Bussard ordinarias.

—No lo creo. Mira, ellos necesitan ser capaces de verse el uno al otro. Si un explorador desaparece, los otros desearán saberlo.

—Entiendo. Ahora debemos encontrar el modo de mantenerlos alejados del Sol. ¿Qué tal mostrarnos como un señuelo?

—Bien.

Ese monosílabo de mente ausente era desconcertante. Sucedía de vez en cuando, esta implicación de que Brennan ya había pensado en algo —y en todo detalle— mucho antes. Cuando no dijo nada más, Roy preguntó:

—¿Algo en lo que pueda ayudar?

—No. Debo terminar esto. Mejora tus conocimientos. Revisa la astronomía local; es nuestro mapa de batalla. Busca Hogar. No vamos a Wunderland ahora. Iremos a Hogar, si tenemos la posibilidad.

—¿Cómo es eso?

—Digamos que estoy planeando hacer un giro en ángulo recto en el espacio profundo. Hogar es el destino más fácil luego de eso. También tienen una buena civilización industrial.

H
OGAR
: Épsilon Indi 2, segundo de cinco planetas en un sistema que también incluye 200 asteroides distribuidos al azar en órbitas cartografiadas. Gravedad: 1,08. Diámetro: 14.080 kilómetros. Rotación: 23 horas 10 minutos. Año: 181 días. Atmósfera: 23% de oxígeno, 76% de nitrógeno, 1% trazas de gases no tóxicos. Presión al nivel del mar: 0,77 kilos sobre centímetro cuadrado.

Una luna. Diámetro: 1.920 kilómetros. Gravedad: 0,2. Composición de la superficie: lunar, aproximadamente.

Descubrimiento informado en 2094, via sonda de exploración ramrobot. Asentado en 2189, por una combinación de transportes y ramrobots…

El asentamiento de Hogar había sido facilitado por dos nuevas técnicas. Los transportes habían trasladado en éstasis sesenta colonos cada uno. Sesenta colonos hubieran llenado tres o cuatro transportes un siglo antes. Y, aunque ninguna cosa viviente podía sobrevivir al viaje en un ramrobot, se había probado llevar combustible para los transportes vía ramrobot. Una técnica más antigua había sido usada extensamente: los materiales para la colonia habían sido enviados vía ramrobot para orbitar alrededor de Hogar, ahorrando espacio a bordo de los transportes. Los que fallaran en el camino lo harían a tiempo para ser reemplazados por otros enviados después.

Los colonos originales habían planeado llamar a su nuevo mundo Llanura. Tal vez les divertía la idea de que ellos y sus descendientes fueran Llaneros. Una vez en Hogar cambiaron de idea: un tardío ataque de patriotismo. Población: 3.200.000 personas. Área colonizada: 15.400.000 kilómetros cuadrados. Principales ciudades…

Roy pasó algún tiempo memorizando los mapas. Las ciudades y pueblos tendían a formarse en las horquillas de los ríos. Las comunidades granjeras estaban todas cerca del mar. Hogar tenía abundante vida marina pero escasa vida terrestre, por lo que las granjas de cualquier tipo requerían montar una completa ecología. La vida marina era usada ampliamente como fertilizante.

Había grandes industrias mineras, todas confinadas al propio Hogar. La comunicación con la Tierra formaba la industria principal, que tendía a producir otras industrias a un ritmo parejo.

Tres millones… una población de tres millones a esta fecha significaba una alta tasa de natalidad, aun si se había alimentado inicialmente con bebés de probeta y luego con más naves colonizadoras. Roy no había pensado en ese aspecto de un mundo colonia. Había orgullo en ser el padre de muchos hijos… Un orgullo que podría tener menos significado en Hogar, donde no necesitabas probar tu genio o inventar la rueda o algo así para obtener la licencia. Pero aun así… él podría tener hijos en dos mundos.

De todos modos, Hogar probablemente cambiaría para peor cuando Brennan lo pusiera en pie de guerra. La guerra nunca era divertida, y Roy ya debía saberlo… Esta clase de guerra interestelar iba a ser larga y lenta. ¿Qué clase de mente planearía con ciento setenta y tres años de adelanto?

La cosa que Brennan estaba construyendo era un poco mayor que él, pesada y cilíndrica. La había movido cerca de una de las grandes puertas tras las cuales esperaban los componentes del Protector.

—Quiero estar bien seguro de que puedo conseguir la adecuada polarización del campo —le dijo a Roy—. De otro modo, todo el Protector podría caer en él.

—¿Como sucedió con Kobold? ¿Puedes conseguir eso?

—Pienso que sí. Asumiremos que los Pak lo hicieron. Si no puedo hacerlo, deberé asumir entonces que ellos están sujetando sus naves en tándem de algún otro modo.

—¿Dónde lo vas a montar?

—Lo pondré en la línea, detrás de la cabina de armas. Y tu nave de carga irá detrás del sistema de vida. Nos veremos como si tuviéramos algo atado afuera. No sorprenderá a los Pak que hayamos estado metiendo mano en el diseño de la nave. Ellos lo harían, dadas las herramientas y los materiales.

—¿Qué te hace pensar que ellos no tienen algo como esto?

—No pienso así —dijo Brennan—. Me mantengo pensando que construirán algo para enfrentarme una vez que sepan lo que tengo.

Un día él estaba de nuevo en el observatorio.

—Todo terminado —dijo vivamente—. Puedo generar el campo de gravedad polarizado que necesito. Lo que significa que los Pak pueden tenerlo, lo que significa que probablemente lo estén usando.

—Entonces estamos listos para despegar. Finalmente.

—Tan pronto como sepa lo que están haciendo los exploradores Pak. Doce horas, lo prometo.

En la pantalla del telescopio los exploradores Pak eran diminutas luces verdes, a buena distancia una de la otra, y mediblemente más cerca del Sol. Brennan parecía saber exactamente donde encontrarlas, pero las había estado observando por más de un mes.

—Aún hacen tres gravedades —dijo—. Estarán en reposo cuando alcancen el Sol. He estado en lo correcto acerca de ellos hasta ahora. Vamos a ver por cuánto tiempo puedo mantenerme así.

—¿No es hora de que me digas qué es lo que tienes en mente?

—Sí. Dejaremos el Holandés Volador ahora. Al infierno con convencerlos de que estoy viniendo de la Estrella de Van Maanen. De todos modos, nos están viendo desde el ángulo equivocado. Arrancaré desde la línea de Wunderland a 1,08 ge, la mantendré por un mes o algo así, luego me impulsaré a dos ge y comenzaré un giro para alejarme de ellos. Si me detectan en ese momento, girarán tras de mí, si puedo hacerlos pensar que soy lo bastante peligroso.

—¿Porqué…? —comencé a preguntar, antes de darme cuenta que 1,08 ge era la gravedad de superficie de Hogar.

—No deseo que piensen que soy un Pak. No ahora. Ellos serían más proclives a cazar a un extraño capaz de construir o robar una nave Pak. Y no deseo usar la gravedad de la Tierra. Sería una admisión.

—Bien, pero ahora ellos pensarán que vienes de Hogar. ¿Deseas eso?

—Creo que sí.

Hogar no iba a tener mucha opción acerca de entrar en la guerra. Roy suspiró. ¿Quién podría?

—¿Y qué si dos de ellos se dirigen al Sol y el tercero nos persigue?

—Ésa es la belleza de esto. Ellos están separados por ocho meses luz. Cada uno de ellos deberá hacer su giro ocho meses antes de que pueda ver a los otros hacer el propio. Volver atrás podría costarles otro año y medio. Para entonces, pueden haber decidido que soy demasiado peligroso para dejarme ir —Brennan quitó la vista de la pantalla—. Tú no compartes mi entusiasmo.

—Brennan, serán dos malditos años antes de que siquiera sepas si ellos han girado tras de ti. Un año para que te vean, un año antes de que tú veas si ellos hacen el giro.

—No llega a dos años, pero está bastante cerca —los ojos de Brennan eran oscuros bajo su dintel de hueso—. ¿Cuánto aburrimiento puedes soportar?

—No lo sé.

—Puedo hacer una cápsula de éstasis para ti, usando dos de las bombas de Radón.

¡Por Dios, un indulto!

—Eh, eso es bueno. Pero no tendrías que arrojar el Radón, ¿verdad?

—Infiernos, no. No habría por qué hacerlo. Sólo habrá que poner dos de las bombas en el sistema de vida e instalar una cápsula de metal entre los generadores.

La conciencia le remordió.

—Mira, ¿te sientes del mismo modo que yo? Acerca de esperar, quiero decir. Podríamos tomar turnos en la vigilancia.

—Olvídate de eso. Puedo esperar hasta el Día del Juicio sin desplegar mis manos, si tengo una razón.

Roy rió. Los constantes retrasos realmente habían comenzado a cansarlo.

La caja de éstasis era un cilindro de hierro dulce de dos metros diez de largo, soldado a las carcazas de dos bombas de radón, lo que daba un largo total de cuatro metros. Debieron moverlo a través de la puerta que enlazaba la cocina con el cuarto de ejercicios.

Se ajustaba a Roy como un ataúd. Se sentía como un ataúd. Roy apretó los dientes, sujetando las palabras, mientras esperaba que Brennan cerrara la tapa curvada.

Hizo un sonido muy sólido.

«¿Estás seguro de que funcionará?», pensó Roy. «Eres un idiota. Hogar ha sido colonizado de esta forma; por supuesto que funcionará. Brennan pensaría que eres un tonto si te escuchara».

Esperó en la oscuridad. Imaginó a Brennan terminando las soldaduras, probando las corrientes, los circuitos y todo eso antes de conectar la llave. Entonces… él no sentiría el paso del tiempo. Cuando la puerta se abriera sería muy tonto preguntar «¿No funcionó?».

La gravedad cayó súbitamente sobre él desde arriba. Roy se aplastó contra el fondo y se quedó allí. Gruñó por el shock y la sorpresa. No necesitaba preguntar: el Protector estaría yendo a tres ge.

La tapa se levantó. Brennan lo tomó por debajo de las axilas y lo alzó. Sus manos eran duras como hojas de hacha. Roy mitad caminó, mitad fue llevado a a una silla de choque. Brennan lo sujetó ahora por el cinturón y lentamente lo puso en la silla de impacto.

—No soy un desvalido —gruñó Roy, mientras Brennan reclinaba la silla.

—Te sentirás como uno.

Luego se depositó a sí mismo en la otra silla, con el mismo cuidado.

—Mordieron el anzuelo. Vienen tras de nosotros. Hemos estado haciendo 2,6 ge por dos años desde entonces. La mantengo baja porque no quería que pensaran que puedo escapar de ellos.

—¿Seguro que puedes? ¿Qué están haciendo?

—Te lo mostraré —Brennan jugó con el teclado, y un paisaje de estrellas llenó la pantalla—. Estos son dos años de acción comprimidos en diez minutos. ¿Puedes ver las naves Pak?

—Sí.

Tres puntos verdes alargados, moviéndose visiblemente. Pronto una luz blanca y brillante (el Sol) apareció desde la izquierda.

—Conseguí algunas paralajes de ellos mientras hacían el giro. Tienen baja aceleración pero un giro rápido, cerca del mismo radio de giro que nosotros. Pienso que las naves individuales deben haber girado separadamente. Ahora están de nuevo en tándem, viniendo hacia nosotros a cinco ge y media.

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