La costa más lejana del mundo (52 page)

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Authors: Patrick O'Brian

Tags: #Aventuras, Historico

BOOK: La costa más lejana del mundo
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Señor Lamb —dijo, al llegar a la desarbolada lancha—, aquí tiene sus herramientas. Si trabaja como un héroe creo que podremos hacernos a la mar el día previsto. Puede tener ayuda de todos lo marineros que quiera para sujetar los tablones o poner clavijas.

Entre esa tarde y la siguiente la lancha volvió a tomar forma de nuevo, y el miércoles los marineros estuvieron ensamblando tablones, lijando y martillando bajo la atenta mirada del capitán. Ya estaban preparadas las provisiones para cargarlas en la lancha: redes llenas de cocos, trozos de tiburón desecado y con un fuerte olor envueltos en pedazos de lona. Sin embargo, los toneles de agua, que estaban aparte, todavía goteaban mucho. Para ocultar la lancha la cubrían con algunas velas, y Jack pensaba que era improbable que los tripulantes de la
Norfolk
supieran en qué estado se encontraba ya. Jack había dicho a Martin que, a pesar de que probablemente la lancha estaría lista el viernes por la tarde, no zarparían hasta el día siguiente debido a las supersticiones de los marineros, y Martin se lo contó al señor Butcher. Por eso pensaba que si los norteamericanos intentaban apoderarse de ella, no lo harían hasta el amanecer del viernes, y entonces la lancha ya llevaría horas en la laguna. No obstante, por precaución, tenía las picas a mano e hizo un disparo para demostrar que tenía muchas municiones.

Desde el lejano día en que vieron el ballenero norteamericano, había empezado un período de intensa actividad, pero ese miércoles todos trabajaron mucho más que los demás días. Con el fin de engañar a los enemigos, no iban a colocar los mástiles, pero gran parte de la jarcia podía prepararse de antemano, así que todos los marineros con destreza para alguna labor (carpinteros, veleros, calafateadores, cordeleros) trabajaron duramente a la sombra de las frondosas palmas, desnudos de cintura para arriba y tan concentrados en sus tareas que apenas hablaban.

Puesto que ni el pastor ni el cirujano eran marineros diestros para ninguna labor, les mandaron a recoger boniatos con unas bolsas de malla. Tardaron en llenarlas, pero pasaron más tiempo corriendo tras el rascón entre los arbustos, y lo persiguieron hasta que atravesó un montículo rocoso tan rápido como una perdiz y, dando un desesperado grito, dio un salto y cayó diez pies más abajo. Entonces, antes de ir a visitar al señor Butcher y preguntar por el capitán Palmer, se tumbaron de espaldas en la alta plataforma, apoyaron la cabeza en las bolsas de boniato y observaron la nube que había sobre la isla, y cómo constantemente una parte de ella se alejaba por sotavento y se formaba otra en el sureste.

Gmelin dice que el rascón de Siberia duerme con la cabeza enterrada en la nieve —dijo Martin.

¿Dónde lo leyó?

En un libro de Darwin. Para describir cómo florecían las plantas en primavera, decía:

Por las blancas montañas bajan torrentes,

la hierba reverdece y las flores de color púrpura se abren.

El rascón sale de su letargo y agita sus alas con fuerza

y se eleva con la suave brisa y vuela por el cielo.

»Y después explica en una nota que se basó en lo que dijo John Gmelin, una autoridad en esa materia.

Respeto a Gmelin, pero hay ciertos rasgos de los rascones que parecen increíbles. En la región irlandesa donde nací, el rascón de tierra o rey de codornices se transforma en un rascón de agua cuando llega el otoño y cambia otra vez en primavera. Creo que el doctor Darwin, un hombre tan respetable, no pensaba realmente que hibernase.

¿Ha leído su libro
Zoonomia
?

No, pero recuerdo un fragmento de
Origin of Society
que un primo mío licencioso solía recitar:

¡Contemplad la tierra y el océano! Gritad al viento

y llamad a las deidades del amor sexual.

Todas las formas de vida están basadas en ese placer

y el mundo unirá a un sexo con el otro.

»¿Cree usted, Martin, que eso es lo que están haciendo allí en la playa? Quiero decir, ¿cree que están llamando a las deidades? Sé que los marineros son devotos de ellas.

Sin duda, están dando muchos gritos.

Parecen gritos de alegría.

Parece que están locos —dijo Stephen, poniéndose de pie—. ¡Oh, Dios mío! —gritó al ver a la izquierda, a menos de dos millas de la costa, un ballenero norteamericano.

El ballenero acababa de doblar el cabo del sur de la isla y podía verse desde la costa, donde estaban amontonados los tripulantes de la
Norfolk
, que daban gritos de alegría. El guardiamarina de barba pelirroja y otro joven corrieron por el arrecife para advertirle que era muy peligroso el canal, donde estaba hundida la fragata. Algunos corrían de un lado a otro gritando y agitando las manos, pero una veintena de ellos corrían tras Haines, que tenía una camisa de cuadros rojos. Haines corrió por entre los toneles y los montones de leña y trató en vano de refugiarse entre los árboles y en la lancha. Los marineros le persiguieron por la playa y le alcanzaron en la orilla del riachuelo; le abrieron el vientre y le arrojaron al agua. Pero un grupo aún mayor rodeó la lancha, que los tripulantes de la
Surprise
intentaban desesperadamente arrastrar por la playa y echar al agua. Unos le quitaron aparejos, otros arrojaron al agua las provisiones, otros trataron de destruir los toneles tirándoles enormes piedras y otros, sin miedo a las picas ni a ninguna otra cosa, intentaban apartar a los marineros que empujaban la lancha, empujaban en dirección contraria o les arrojaban lo que tenían a mano en la playa, como algas, maderos arrastrados por el mar y trozos de coral. Algunos habían quedado fuera de combate (Jack tenía el brazo con que sostenía el sable rojo hasta el codo), pero eso no sirvió de nada, y la lancha quedó varada en la arena. Cuando esto ocurrió y ya era imposible que los tripulantes de la
Surprise
escaparan, los atacantes se alinearon en la playa y dieron gritos de alegría para recibir al tan esperado ballenero. Todos los tripulantes de la
Surprise
estaban en la lancha con sus picas para protegerla, pero se preguntaban cuánto tiempo resistirían.

A Stephen se le partió el corazón al ver aquello, y cuando miró distraídamente a su alrededor comprendió que ocurría algo extraño, sobre todo porque ahora apenas se oían gritos de alegría. El ballenero tenía mucho velamen desplegado, demasiado para entrar en la laguna, y navegaba a gran velocidad, que aumentó cuando pasó por el canal exterior. Cuando estaba a un cable de distancia del canal se le cayeron los mastelerillos de popa y de proa, como si hubieran sido derribados por un disparo, e inmediatamente orzó y uno de los tripulantes arrió la bandera. Entonces todos vieron a su perseguidor, que doblaba el cabo del sur de la isla y tenía las alas superiores e inferiores desplegadas. Los tripulantes de la
Norfolk
se quedaron perplejos y en silencio. El barco disparó una andanada por sotavento, sus hombres echaron una lancha al agua y empezaron a disminuir velamen gritando como locos y llenos de alegría.

Es la
Surprise
—dijo Stephen y luego murmuró—: La afortunada
Surprise
. ¡Que Dios la bendiga!

FIN

Notas.-

1)
Clase:
En la Armada real los navíos se agrupaban en clases según el número de cañones que llevaban a bordo. Los de sexta clase tenían entre veinte y treinta y dos cañones. (
N. de la T.
)
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2)
Negus:
Oporto o Jerez con agua, azúcar y especias. (
N. de la T.
)
[volver]

3)
Cable:
Medida de longitud equivalente a la décima parte de una milla (100 brazas o 185,19 metros). (
N. de la T.
)
[volver]

4)
Batavia:
Antiguo nombre de Yakarta. (
N. de la T.
)
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5)
Bedlam:
Bethlehem Royal Hospital. Primer manicomio inglés, y el primero de Europa, tristemente famoso por la brutalidad con que eran tratados los locos. (
N. de la T.
)
[volver]

6)
Perro con manchas:
Pudín de sebo con pasas. (
N. de la T.
)
[volver]

7)
Polvos del doctor James:
Mezcla de antimonio y fosfato de calcio creada por el doctor Roben James (1703-1776) y ampliamente utilizada a finales del siglo XVIII y principios del XIX para bajar la fiebre. (
N. de la T.
)
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8)
Estadio:
Medida de longitud equivalente a 125 pasos (201 metros). (
N. de la T.
)
[volver]

9)
Píldora azul:
Píldora a base de mercurio y otros ingredientes que se usaba como catártico. (
N. de la T.
)
[volver]

10)
Pompey:
Así llamaban los marineros a Portsmouth antiguamente. (
N. de la T.
)
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GLOSARIO
Abatir
—Separarse un buque del rumbo al que tiene la proa por causa del viento, corrientes o de la mar.
Adrizar
—Enderezar, poner derecho un objeto. Lo contrario de escorar.
Aduja
—Vuelta o rosca circular u oblonga de todo cabo.
Aferrar
—1. Enganchar en un sitio el bichero, ancla u otro utensilio semejante.
—2. Agarrar el ancla en el fondo. 3. Plegar y sujetar velas bajo las vergas cuando no se iba a utilizar.
Ala
—Vela de fortuna que con buen tiempo se larga por una o las dos bandas de las velas de cruz de gavias y juanetes, la baja del trinquete se llama rastrera.
Alcázar
—Espacio que media en la cubierta superior de los barcos entre el palo mayor y la popa o la toldilla, donde está el puente de mando.
Aduja
—Maderas curvadas que forman la última cuaderna de popa y van unidas a las extremidades de los yugos.
Amantillo
—Cada uno de los dos cabos que sirven para mantener horizontal una verga.
Ampolleta
—Reloj de arena.
Amura
—Nombre o indicación de la dirección media del casco entre la proa y el través.
Amuras
—Ancho del buque en la octava parte de la eslora a partir de la proa y parte extrema del costado en ese sitio.
Andana
—Fila de cañones de una batería.
Aparejar
—Poner jarcias y velas a un barco.
Aparejo
—Conjunto de la arboladura, la jarcia y las velas de un buque; si tiene vergas y velas cruzadas se llama de cruz, y si todas las velas están en el plano diametral es de cuchillo.
Araña
—Grupo de cabos delgados que parten de un punto en donde están hechos firmes y abriendo en abanico van a terminar a varios puntos de un objeto: coy, vela (para la bolina), cumbre de un toldo, estay, etc.
Arboladura
—Conjunto de palos y vergas de un buque.
Arbolar
—Poner los palos a una embarcación
Arfar
—Levantar la proa el buque impelido por las olas, debiendo después bajarla, lo que es cabecear.
Armada
—Grupo de buques de guerra que en el siglo XVI acompañaban a un convoy. Modernamente conjunto de las fuerzas navales de un país.
Arribar
—Meter el timón a la banda conveniente para que el navío gire a sotavento, aumentando el ángulo de la proa con el viento.
Arrizar
—Tomar rizos. Colocar alguna cosa en el barco de modo adecuado para que se sostenga a pesar del balanceo.
Atagallar
—Navegar un barco muy forzado de vela.
Atarazana
—Desde el siglo XIII, lugar en donde se construyen y reparan naves.
Avante
—Adelante; tomar por avante: dar el viento por la cara de la proa de las velas de cruz.
Babor
—Banda o costado izquierdo de un barco, mirando de popa a proa.
Balas
—En el siglo XVIII había los siguientes tipos de munición: Rasa: esfera sólida de hierro fundido, bolaño (piedra). Metralla: saquete con varias balas pequeñas. Roja: esfera de hierro, calentada al rojo, usada desde 1613. Encadenada: eran pesadas balas unidas por una cadena. Se enredaban en el aparejo y lo destrozaban.
Bao
—Cada una de las piezas que unen los costados del barco y sirven de asiento a las cubiertas.
Barcalonga
—Cierto barco de pesca.
Barloventear
—Avanzar contra la dirección del viento.
Barlovento
—Lado de donde viene el viento.
Batayola
—Caja cubierta con encerados que se construye a lo largo del borde de los barcos en la que se recogen los coyes de la tripulación. Barandilla de madera sobre las bordas del barco que servía para sostener los líos de ropa que se colocaban como defensa al ir a entrar en combate.
Batería
—Espacio interior entre dos cubiertas y la fila o andana de cañones, que había en los navíos en cubierta corrida de proa a popa.
Batiportar
—Trincar el cañón contra el costado, apoyando su boca en el borde alto de la porta.
Batiporte
—Cada una de las piezas que forman los cantos alto y bajo de las portas.
Bauprés
—Palo grueso que sale de proa con inclinación de 30° a 50° según las épocas, que sirve para hacer firmes los estays de trinquete, para laborear las bolinas o montar las cebaderas y foques; sobre él se monta el botalón y a finales del siglo XVII el tormentín.
Bergantín
—Buque de dos palos —mayor y trinquete— de velas cuadradas y de estay, foques, con gran cangreja como vela mayor en el siglo XVIII.
Bergantina
—Buque propio del Mediterráneo, mixto de jabeque y polacra o bergantín con palos triples.
Bichero
—Asta larga con un hierro con punta y gancho en el extremo, que sirve en las embarcaciones menores para ayudar a atracar y desatracar.
Bolaño
—Bala de piedra esférica.
Bolina
—1. Cabo con que se cobra la relinga de barlovento de una vela, hacia proa, cuando se ciñe el viento.
—2. La disposición del buque ciñendo el viento.
Bombarda
—Pequeño buque al que en lugar de palo trinquete se monta uno o dos morteros en un pozo de cubierta muy reforzado, teniendo un palo mayor cruzado, y un mesana con cangreja.
Bombero
—Cañón corto y de grueso calibre, para disparar bombas o granadas.
Bordada
—También bordo. La parte navegada por un buque cuando va ciñendo alternativamente por cada banda.
Bornear
—Girar el buque sobre sus amarras estando fondeado.
Botalón
—Palo o percha redonda que se arma en prolongación hacia afuera de las vergas, bauprés o costados.
Botavara
—Palo redondo que asegurado por popa al mesana sirve para cazar la cangreja.
Bracear
—Tirar de las brazas para hacer girar las vergas y orientar las velas.
Braguero
—Cabo grueso o guindaleza, con sus extremos afirmados en la amurada; envolvía a la cureña y al cañón, y sujetaba a éste en su retroceso.
Brandal
—Cada uno de los cabos largos sobre los que se forman las escalas de viento. Cabo con que se afirman los obenques.
Braza
—1. Unidad de longitud igual a seis pies.
—2. Cabo que sirve para mantener fijas las vergas y hacerlas girar horizontalmente.
Brazalete
—Cabo que une el pie de la verga con la polea por la que pasa la braza doble.
Brocal
—El reborde alrededor de la boca del cañón.
Burda
—Cabo o cable que hace el oficio de obenque de un mastelero y se hace firme en la borda o en la mesa de guarnición.
Cabecear
—Bajar la proa el buque por las olas después de arfar, y también al conjunto de los dos movimientos.
Cabo
—Todas las cuerdas que se emplean a bordo y en los arsenales; por eso hay el dicho de que en los buques sólo hay dos cuerdas, la del reloj y la de la campana.
Calado
—De un buque, medida desde la flotación a la parte baja de la quilla.
Calcés
—Parte superior de los palos mayores comprendida entre la cofa y el tamborete.
Cangreja
—Vela de cuchillo trapezoidal sujeta por dos relingas que se iza en el palo mesana.
Capear
—Disponer el buque de forma que se aguante sin retroceder; se emplea en temporales, si el buque es de vela; sin éstas, a palo seco.
Carbonera
—Nombre vulgar de la vela de estay mayor.
Carraca
—Antiguo barco de transporte, de hasta dos mil toneladas, inventado por los italianos.
Carronada
—Cañón corto, de poco peso y mucho calibre; nombre originario de Carron (Escocia).
Castillo
—Parte de la cubierta superior desde el palo trinquete hasta la roda, y también a la construcción por encima de dicha cubierta en esa parte, y a veces también en la popa.
Cataviento
—Pequeño cabo con rodajas de corcho con plumas clavadas o pequeño embudo de tela ligera para indicar el viento, sujeto en la jarcia o en el mastelerillo.
Cazar
—Atirantar la escota hasta que el puño de la vela quede lo más cerca posible de la borda.
Cebadera
—Vela que se envergaba en una percha cruzada bajo el bauprés, fuera del buque.
Ceñir
—En un buque de vela, navegar en contra de la dirección del viento en el menor ángulo posible.
Ciar
—Ir hacia atrás el buque.
Cofa
—Plataforma colocada en algunos de los palos de barco, que sirve para maniobrar desde ella las vergas altas y para vigilar, etc.
Combes
—Espacio entre el palo trinquete y el mayor, en la cubierta superior o de la batería más alta.
Compás soplón
—O simplemente soplón. Aguja náutica de techo o cámara. Antes fueron usadas para que los capitanes pudieran conocer el rumbo que seguía el navío, sin necesidad de salir de la cámara.
Condestable
—Antiguo título de dignidad equivalente a capitán general. Desde el siglo XVII, suboficial de marina, especialista en artillería.
Corbeta
—Buque de guerra parecido a la fragata, pero sólo con menos de 32 cañones (siglo XVIII). Las hubo mercantes de 150 y 300 toneladas, con trinquete y mayor cruzados y el mesana sólo con cangreja, llamándose entonces barca.
Corredera
—Cordel sujeto por un extremo a un carretel y por el otro a la barquilla, junto con la cual sirve para medir lo que anda el barco.
Coy
—Hamaca que sirve de cama a la marinería.
Cruceta
—Meseta de los masteleros, semejante a la cofa de los mayores.
Cruz
—Denominación de las velas cuadriláteras envergadas a vergas simétricas. Aparejo de cruz. Aparejo de un buque con vergas de uno o dos palos, e incluso cuatro.
Cuaderna
—Cada una de las piezas curvas que arrancando de la quilla forman la armadura del barco.
Cuadra
—Dirección del viento de través.
Cuarta
—Cada uno de los rumbos o vientos en que está dividida la rosa náutica y vale 360°/32 = 11° 25.
Cúter
—Lancha; una de las que llevan a bordo los barcos, menor que la chalupa y mayor que el chinchorro.
Chafaldete
—Cabo que sirve para cargar los puños de las gavias y juanetes llevándolos al centro de sus vergas.
Chinchorro
—Pequeño bote de remos y la red debajo del bauprés para aferrar los foques.
Derivar
—Caer a sotavento, cuando se produce por la acción de una corriente.
Derrota
—Rumbo o distintos rumbos que hace un buque para trasladarse de un puerto a otro.
Descuartelar
—A un…: navegar con el viento abierto a 78° 30' (siete cuartas) del rumbo.
Descubierta
—Reconocimiento que se hace del horizonte desde lo alto de los palos al amanecer o anochecer. También el que hacen los gavieros y juaneteros del estado de la jarcia.
Driza
—Cabo con que se suspenden o izan las velas, vergas, picos.
Efemérides
—Almanaque náutico o tablas astronómicas que dan día a día la situación de los planetas y circunstancias de los movimientos celestes.
Empuñidura
—Cada uno de los cabos firmes en los puños altos o grátil de las velas y en los extremos de las fojas de rizo con que se sujetan a las vergas.
Escobén
—Agujero en la roda (proa) para dar paso a los cables de un barco.
Escorar
—Inclinarse un barco hacia una de las bandas. Lo contrario de adrizar.
Escota
—Cabo sujeto a los puños bajos de las velas que permite cazarlas.
Espejo de popa
—Superficie exterior de la popa de un barco.
Espiche
—Estaquilla que sirve para tapar un agujero en una barca o en una cuba.
Esquife
—Barco pequeño de los que se llevan en los grandes para saltar a tierra.
Estacha
—Cable con que se sujeta un barco a otro fondeado o a un objeto fijo.
Estay
—Cabo que sujeta un mástil para impedir que éste caiga sobre popa.
Estribor
—Banda o costado derecho de un barco, mirando de popa a proa.
Estrobo
—Pedazo de cabo que se emplea para cualquier uso.
Fachear
—Mantener un buque casi parado, si es de vela disponiendo éstas de forma que se contrarresten sus efectos.
Falúa
—Pequeña embarcación usada en los puertos por los jefes y autoridades de marina.
Falucho
—Embarcación costera que lleva una vela latina.
Flechaste
—Cada uno de los cordeles que, ligados a los obenques, sirven de escalones para subir a ejecutar maniobras en lo alto de los palos.
Foque
—Vela triangular que se larga a proa del trinquete, amurándola en el bauprés.
Fragata
—Buque de guerra de los siglos XVII y XVIII menor que el navío, pero con aparejo similar de tres palos cruzados con cofas y crucetas y una sola batería corrida, que es la del combés, con 40 o 60 cañones. Las hubo mercantes de más de 300 toneladas.
Fresco
—Se dice del viento que en los veleros permite llevar todas las velas.
Galerna
—Viento recio del SO al NO que se desencadena inesperadamente en la costa N de España y el golfo de Vizcaya.
Gata
—Bote noruego.
Gavia
—Vela que va en el mastelero mayor de una nave.
Gaviero
—Marinero a cuyo cuidado está la gavia y el registrar cuanto se pueda alcanzar a ver desde ella.
Goleta
—Pequeño buque raso y fino de dos palos, con velas cangrejas.
Grátil
—Borde de la vela por donde se une al palo.
Guindola
—Andamio que rodea un palo. Salvavidas colgando de un cabo largo, colgando por la popa de un barco.

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