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Fotografía 2

La explosión hizo desaparecer literalmente la mitad del suelo de la vivienda (el forjado existente entre la planta primera y la baja), pero además agujereó el forjado entre las plantas sótano y baja, entre las plantas primera y segunda e incluso el existente entre las plantas segunda y tercera. El techo de la planta tercera llegó también a dañarse, aunque sin llegar a ser agujereado (ver Fotografía 3).

Fotografía 3

Además de los daños en el forjado, también el hueco del ascensor resultó literalmente arrasado de arriba a abajo, quedando el ascensor comprimido como un acordeón en el fondo del hueco. Sin embargo, las escaleras donde se encontraban los geos no llegaron a derrumbarse.

Son muchas las reflexiones que suscitan estas imágenes.

En primer lugar, si verdaderamente había allí unos terroristas dispuestos a morir matando, no tiene ninguna lógica la posición de la carga explosiva. Los geos estaban a la puerta de la vivienda; ¿qué sentido tiene entonces que los terroristas se hicieran estallar encerrados en un dormitorio o congregados en el pasillo, en lugar de disponer las cargas explosivas a la entrada del piso?

En segundo lugar, ¿qué carga tan brutal tuvo que estallar en la vivienda para ocasionar semejantes destrozos? Según el informe de 5 de abril de 2004 del jefe del TEDAX, en aquel piso estallaron unos 20 kg. de dinamita Goma-2 ECO.

Pero eso contrasta con la cantidad de explosivo utilizada en los trenes de la muerte el 11-M: según otro informe del jefe del TEDAX de 20 de abril de 2005, en cada una de las bombas de los trenes se utilizaron 10 kg. de Goma-2 ECO.

Resulta un tanto chocante: si 20 kg. de Goma-2 ocasionaron semejantes destrozos en el piso de Leganés, haciendo volar todos los tabiques de tres pisos y agujereando el forjado de cuatro plantas, con 10 kg. de Goma-2 parece que no hubieran debido quedar de los vagones de tren ni las astillas. Visto de otro modo: la explosión de Leganés destrozó todos los tabiques de ese piso de 100 metros cuadrados; sin embargo, algunas de las fotografías de los trenes muestran los asientos del vagón perfectamente enteros justo al lado del agujero dejado por la explosión.

O en los trenes se utilizó una cantidad de explosivo muy inferior a esos diez kilogramos de dinamita, o en el piso de Leganés estalló una carga muy superior a los 20 kg. que nos dicen, o las bombas del 11-M estaban fabricadas de modo que la onda expansiva quedase confinada y reventara los trenes lateralmente.

Mas incógnitas

Sea como fuere, no son las únicas incógnitas con respecto a esa explosión.

1) En primer lugar, las declaraciones de uno de los geos heridos a ABC (a las que antes hacíamos referencia) revelan que los tedax detectaron dos focos de explosión, no uno. Los técnicos contratados por el Ayuntamiento de Leganés para determinar si había que demoler el edificio corroboraron esa impresión en una reunión con los vecinos afectados: los destrozos en el sótano no se correspondían con los que hubieran debido existir en caso de haber habido un único foco en la planta primera. Según la impresión de esos técnicos, en el sótano había detonado una segunda carga explosiva. Si es eso cierto, ¿qué sentido tiene?

¿Cayó parte de la dinamita como consecuencia de la explosión, estallando en el sótano después de la caída? ¿Había una segunda carga allí colocada? En ese caso, ¿quién la colocó? Según la documentación que obra en el sumario, los supuestos terroristas no habían alquilado ningún trastero al alquilar la vivienda, por lo que no tenían acceso al sótano.

2) En segundo lugar, si damos por buena la cantidad de 20 kg. de Goma-2 ECO para la explosión de Leganés, ¿cómo estaba distribuida esa dinamita? Ya hemos comentado en uno de los anteriores capítulos que dos de los cadáveres de los supuestos terroristas aparecieron con sendas bolsas de plástico a la cintura, cada una de las cuales contenía entre 1 y 2 kg. de dinamita. Suponiendo que los otros cinco supuestos terroristas hubieran hecho estallar bolsas similares colocadas alrededor de su cintura, eso nos da un total de entre 5 y 10 kg. de Goma-2. ¿Dónde estaban los 10 o 15 kg. restantes que estallaron?

¿Debemos suponer que los presuntos suicidas hicieron detonar sus cinturones y que, como consecuencia, alguna otra carga colocada en el piso estalló por simpatía? ¿O lo que se hizo estallar fue directamente esa otra carga?

El registro

Después de la explosión, un total de 27 Tedax se encargaron de asegurar la zona antes de la entrada de la juez Teresa Palacios. El auto de 15 de febrero de 2005 del juez Del Olmo detalla los objetos encontrados por la Policía Científica entre aquellas ruinas en presencia de la juez.

Además de numerosa documentación y prendas de ropa de los suicidas, aparecieron también numerosas pertenencias de los vecinos cuyos inmuebles habían quedado también destrozados. También refleja el acta que se encontraron subfusiles, una pistola, unas pocas vainas y cartuchos, un ordenador, una cámara de vídeo, una cinta de vídeo deteriorada, dinero, cuadernos y, por supuesto, los restos de esos siete cadáveres. Por último, y a pesar de que los Tedax ya habían hecho su labor, aparecieron también algunos restos de explosivos y algún resto de envoltorio de Goma-2.

Dos días después del estallido, el 5 de abril, los Tedax hacían entrega de una serie de objetos que habían recogido en el piso antes de que la juez levantara acta. Entre esos objetos había ejemplares del Corán, documentación de alguno de los suicidas, papeles manuscritos, bolsas de plástico, llaves, mapas y también algunos otros efectos que conviene reseñar:

-Nueve (9) teléfonos móviles, 10 cargadores y un manual de teléfono.

-Un cepillo de dientes con pasta en un neceser.

-Una madeja de cables gris.

-Una mochila color naranja, con un carrete de cable de audio y una pila de 1,5 V.

-Un cartucho de pistola.

-Restos de una carcasa de despertador.

-14 bolsas PVC de envoltorio de Goma-2 ECO.

-17,4 kg. de Goma-2 ECO amasada.

-594 envoltorios de cartuchos de Goma-2 ECO.

-239 detonadores de diversos modelos.

-Una bandera verde con inscripciones en árabe (es la que aparece en los vídeos de reivindicación).

Resulta chocante. Parece lógico que los Tedax retiren del lugar esos 17,5 kg. de explosivos o esos 239 detonadores, o incluso los teléfonos móviles y los envoltorios de Goma-2, pero ¿para qué se llevan los Tedax el resto de efectos?

¿Para qué se llevan ejemplares del Corán y libros con caracteres árabes? ¿Para qué se llevan documentación de los suicidas? ¿Y un cepillo de dientes con pasta? ¿Por qué se hizo esa limpia, en lugar de que fuera la juez la que levantara acta de esos efectos?

Lo diré de otro modo: el hecho de que los Tedax se llevaran objetos que no parece que tengan mucha relación con su actividad profesional, ¿no abre la puerta a que algún abogado defensor pueda cuestionar (con razón o sin ella) si esos efectos entregados por los Tedax fueron añadidos a
posteriori
?

Pero, en realidad, el asunto es aún peor. Porque no es sólo que tengamos un acta de registro redactada por la juez y una segunda lista de objetos aportada por los Tedax, lo que ya de por sí suena un tanto irregular. Es que, además, al abrir las cajas de objetos entregadas por los Tedax, la juez descubrió que en esas cajas había toda una multitud de objetos que ni siquiera estaban consignados en la lista que los Tedax aportaron: ropa, mochilas, documentación… Es decir, que los objetos supuestamente encontrados en Leganés son de tres tipos:

-Los que la juez consignó en acta, con respecto a los cuales no existen dudas.

-Los que aparecen en el acta entregada por los Tedax, que podrían perfectamente ser cuestionados en el juicio.

-Los que aparecieron en las cajas entregadas por los Tedax, pero que no estaban reflejados en el acta de entrega.

Yo no entiendo mucho de leyes, pero me da la sensación de que estos últimos objetos tendrán que ser eliminados como pruebas antes o después, porque no existe forma humana de demostrar que ha existido una cadena de custodia. En otras palabras: no tenemos ni idea de cómo han aparecido esos objetos, así que difícilmente podemos incriminar a alguien basándonos en ellos.

Y no estamos hablando de cosas irrelevantes, porque da la casualidad de que entre esa documentación no consignada en acta estaba una libreta de ahorros de Daoud Ouhnane, el argelino al que se le atribuye la única huella dactilar encontrada en la bolsa de basura de la furgoneta de Alcalá.

Con lo cual, la situación en lo que respecta a este argelino (que está en busca y captura) es que la identificación de su huella dactilar es dudosa (porque la huella era muy fragmentaria) y el único otro indicio sólido que le vincula con los atentados es una libreta de ahorros que aparece de manera completamente irregular. ¿Se me permitirá decir que dudo mucho de que ese argelino tenga nada que ver con los atentados?

¿Quién ordenó a los Tedax hacer esa limpieza de objetos en el piso? ¿Por qué aparecieron objetos no consignados en acta entre los efectos entregados? ¿Es que no hay ningún aspecto de la versión oficial que no esté plagado de sombras?

Para rematar, contamos con testimonios de personas que participaron en aquellas tareas de desescombro que nos permiten afirmar que en Leganés había un cuarto tipo de objetos: los objetos que fueron retirados de la escena de la explosión sin que quedara constancia de ellos en ninguna de las actas. Estos objetos (que incluían diversa documentación) no han quedado reflejados en el sumario.

Por cierto, la información que tenemos es que entre esa documentación había papeles sobre ETA. Pura casualidad, por supuesto.

La "
mochila de Vallecas
" fue detectada en IFEMA el 11-M por la tarde y no en una comisaría al día siguiente.

La versión oficial sobre la hora y el lugar en el que apareció la mochila nº 13 podría no ser cierta. Eso es lo que se desprende de un informe de la UCIE enviado al juez Del Olmo en el que se describe el estado de las investigaciones sobre los atentados a fecha de 29 de marzo de 2004. En ese informe, se indica que la bolsa-bomba habría sido localizada en IFEMA, varias horas antes de las 2 de la madrugada, trasladándose con posterioridad a la comisaría de Puente de Vallecas.

El sumario del 11-M está plagado de versiones contradictorias en todo lo que respecta a la aparición de la bolsa-bomba de Vallecas. También en lo que se refiere a la hora en que la bolsa-bomba fue descubierta. Las declaraciones de los diversos policías de la comisaría de Puente de Vallecas y de los tedax que participaron en la desactivación de esa bomba son enormemente confusas en lo que respecta a la hora concreta en que la bolsa-bomba fue encontrada. Así, los distintos testigos sitúan la hora de aparición de la bomba en la comisaría de Puente de Vallecas entre la 1:30 y las 2 de la madrugada.

El propio juez Del Olmo no se arriesga en sus autos a indicar una hora concreta, limitándose a señalar que esa bolsa-bomba fue encontrada en la comisaría de Puente de Vallecas "
en torno a las 2 de la madrugada
" del 12 de marzo. Después de localizada la bomba, fue trasladada al Parque Azorín, donde sería desactivada en torno a las 4 o las 5 de la mañana. Sin embargo, el informe de la UCIE al que ha tenido acceso Libertad Digital cuestiona tanto la hora como el lugar de aparición de esa bomba.

De ser ciertos los datos incluidos en ese informe de la UCIE incorporado al sumario, la existencia de la bolsa-bomba habría sido ocultada durante horas en aquella tarde del 11 de marzo, no existiendo constancia de quién se encargó de custodiar aquella bomba entre el instante de su aparición real y la hora a la que "
oficialmente
" habría sido encontrada. Asimismo, ese informe abre nuevos interrogantes sobre quién pudo ordenar que la aparición de la bomba no fuera desvelada hasta varias horas después y sobre quién decidió que los bultos de la estación de El Pozo (entre los que se encontraba esa bolsa-bomba) fueran trasladados a la comisaría de Puente de Vallecas, cuando el resto de los bultos de las estaciones se estaban centralizando en IFEMA.

Capitulo 24

Las tarjetas de Morata

Son pocos ya los hechos que nos quedan por desmontar en la versión oficial sobre los atentados del 11-M. Uno de esos pocos datos sobre los que aún no habíamos puesto la lupa del análisis es el relativo a las siete tarjetas telefónicas que supuestamente se activaron en la casa de Morata de Tajuña el día anterior a los atentados y que se utilizaron, al parecer, en la confección de siete de las bombas de los trenes.

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