Y mientras contemplaba una de aquellas torres lejanas, advirtió que nunca en su vida había gozado de un momento como aquél.
Cuando esperaba entre bastidores, en el teatro de Roma, la noche del debut, tal vez había experimentado algo parecido a aquella creciente emoción. O muchos años atrás quizás, en Venecia, en su recorrido por el canal durante la festividad de la Senza.
Pero no se recreó mucho tiempo en aquellos recuerdos.
Antes del alba gozaría de la compañía de Guido y Christina. Y por primera vez estarían juntos de verdad.
Este libro no hubiera podido escribirse sin una gran labor de investigación, y me siento profundamente en deuda no sólo con los muchos escritores de la época, sino también con los autores de numerosas obras eruditas y populares sobre la ópera, los
castrati
, el siglo XVIII, el arte, la música italiana y las ciudades de Nápoles, Roma y Venecia.
Además, fue necesario consultar abundante material que describiera las características físicas de los eunucos. En este aspecto, quiero agradecer especialmente al doctor Robert Owen la ayuda que me prestó cuando tuve que abrirme camino en las aguas pantanosas de la literatura médica para documentarme sobre el tema.
También quiero dar las gracias a Anne Marie Bates, que me procuró una grabación de Alessandro Moreschi, el último
castrato
, que cantó en el coro de la Capilla Sixtina, y el único del que existen grabaciones.
Los principales personajes de la obra son ficticios, y aunque he puesto el mayor empeño en retratar a los castrados y su época con la mayor precisión, me he tomado ciertas libertades en lo referente a la descripción de personas y momentos. Nicolino, Farinelli y Caffarelli fueron famosos
castrati
reales; sin embargo, la apariencia física de Caffarelli en el libro es inventada.
Los métodos de enseñanza de Guido están basados en
Early History of Singing
, de W. J. Henderson, y debo asumir la responsabilidad de su simplificación y de cualquier inexactitud.
«Baroque Venice, Música de Grabrieli, Bassano y Monteverdi», grabado por la DECCA en 1972, con las notas donde se describe la visita de Jean Baptiste Duval a San Marco en 1607, me inspiró la primera experiencia musical de Tonio en dicha iglesia.
El jardín del amor
, de Alessandro Scarlatti (Catherine Gayer, soprano, como Adonis, y Brigitte Fassbaender, contralto, como Venus), de Deutsche Grammophon, 1964, me inspiró el dueto de Tonio con la condesa en Nápoles, y ésta es en realidad la única parte del libro en la que se ha hecho una recreación musical.
Achule en Sciro
de Metastasio, el libreto que Guido elige para el debut de Tonio en Roma, está descrito con todo detalle por Vernon Lee en sus incomparables
Studies in the 18th Century in Italy
.
En la actualidad existen grabaciones de óperas barrocas que fueron muy famosas durante ese período. Sin embargo, para una comprensión auténtica de la música quiero animar al lector a que busque grabaciones en las que las cantantes desempeñan los papeles de los antiguos castrados. Éstos eran verdaderos sopranos y contraltos. La interpretación de los contratenores o los falsetistas masculinos no da una idea real de la belleza de sus voces.
***
ANNE RICE, es una escritora estadounidense autora de best-sellers de temática gótica y religiosa. Su verdadero nombre es Howard Allen O'Brien. Nació en Nueva Orleans en 1941 y fue la segunda de cuatro hermanos. Estudió en la Universidad de Berkeley, pero terminó sus estudios en la Universidad Estatal de San Francisco donde se graduó en Filosofía y Letras, en la especialidad de Ciencias Políticas y Escritura Creativa. En 1965 publicó su primera obra titulada
Octover 4, 1948
. Su hijo Christoper Rice es también escritor.
Su obra más conocida es
Crónicas Vampíricas
, cuya temática principal es el amor, la muerte, la inmortalidad, el existencialismo y las condiciones humanas. De sus libros se han vendido cerca de 100 millones de ejemplares, convirtiéndola en una de las escritoras más leídas a nivel mundial. Rice consigue en todas sus obras mantener intacto el interés del lector, con tramas intrigantes y fabulosamente entrelazadas, siempre alimentadas por los instintos más oscuros.
[1]
Guardias de los antiguos señores.
(N. de la T.)
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