Zombi: Guía de supervivencia (16 page)

BOOK: Zombi: Guía de supervivencia
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B. HELICÓPTERO

La habilidad de aterrizar en cualquier estructura en cualquier momento supone un avance enorme en relación a los aparatos de vuelo de ala fija. Que se acabe el combustible no es una sentencia de muerte, ya que no necesitas una pista de aterrizaje para aterrizar. ¿Pero qué pasa si lo haces en territorio hostil? Sólo el ruido anunciará tu presencia. En cuanto a repostar, aplica las mismas reglas que con los aparatos de vuelo de ala fija.

C. GLOBO AEROSTÁTICO

Una de las máquinas para volar más primitivas es en realidad una de las más eficaces. El globo aerostático, tanto de aire caliente como de helio, puede permanecer en el aire durante semanas. La desventaja, sin embargo, es la falta de propulsión. Los globos aerostáticos dependen en gran medida del viento y de las corrientes térmicas para su desplazamiento. A menos que tengas mucha experiencia, utilizar un globo aerostático puede hacer poco más que dejarte suspendido y desamparado sobre territorio hostil.

D. DIRIGIBLE

Pueden parecer ridículos, pueden ser casi imposibles de encontrar, pero si pretendes viajar por aire, no hay nada mejor que un dirigible lleno de helio. Estos aparatos de vuelo sin alas, perfeccionados durante la Primera Guerra Mundial y que iban por buen camino para reemplazar a los aviones, fueron casi olvidados tras el desastre de Hindenburg en 1937. Hoy existen como poco más que vallas publicitarias o cámaras aéreas para eventos deportivos. Sin embargo, durante una infestación, combinan la longevidad del globo aerostático con la movilidad y la habilidad para aterrizar en cualquier terreno del helicóptero. Los dirigibles se han usado en cuatro ocasiones durante los brotes de zombis: una para escapar, una para estudiar y dos para misiones de búsqueda y destrucción. Todas fueron éxitos rotundos.

2. POR AGUA

Los barcos, en casi cualquier forma, suponen el modo de transporte más seguro durante un ataque. Como se ha comentado untes, aunque los zombis no usan los pulmones y pueden desplazarse bajo el agua, les falta coordinación para nadar. Por este motivo, viajar en barco tiene muchas de las ventajas de hacerlo volando. En muchas ocasiones, personas que intentan escapar cruzando cualquier masa de agua han mirado abajo para ver a los gules mirarles desde el fondo. Incluso si la quilla del barco queda a un par de centímetros del alcance de los zombis, los humanos en el interior no tienen nada que temer. Los estudios han demostrado que escapar por el agua tiene un índice de supervivencia cinco veces más alto que hacerlo por tierra. Como gran parte de Estados Unidos está llena de ríos y canales, el transporte es teóricamente posible durante cientos de kilómetros. En algunos casos, los humanos que usan barcas como islas artificiales en lagos o estanques han sobrevivido durante semanas mientras que las orillas estaban repletas de muertos vivientes.

CLASES DE PROPULSIÓN

1. El motor:
El combustible fósil permite no sólo una mayor velocidad sino un control en cualquier tipo de vía fluvial que no puede compararse con nada. Sin embargo, un inconveniente bastante obvio es el suministro finito. De nuevo, asegúrate de llevar suficiente combustible para el viaje entero o de saber dónde se mantienen reservas seguras y repletas. Otro problema es, como puede esperarse, el ruido. Viajar muy lento conservará el combustible pero también alertará a todos los zombis que estén al alcance del oído desde la orilla (un motor que va lento hace tanto ruido como uno que va rápido). Los motores que funcionan con combustible fósil tienen su lugar. En un segundo, pueden aportar una explosión de potencia. Úsalos sólo cuando sea necesario y ten siempre mucho cuidado.

2. La vela:
El viento es una fuente de energía consistente. Aprovecharlo te permitirá viajar sin la preocupación de tener que dosificar el combustible. Aparte del ondear de las velas sueltas, las naves que se impulsan con el viento hacen el mismo ruido que el kelp flotante: casi ninguno. Desafortunadamente, el viento es también altamente impredecible. Un día de calma puede dejarte varado; un temporal fuerte puede hacer que zozobres. Nueve de cada diez veces, el viento no soplará en la dirección correcta. Aunque así sea, ir más lento o parar no será tan fácil como apagar el motor. Cualquier principiante puede pilotar una lancha motora como un cazador de ballenas de Boston, pero navegar requiere habilidad, paciencia, inteligencia y años de práctica. Recuerda esto antes de hacerte marinero de un día para otro, izar el foque y encontrar que el viento sopla en dirección a los muertos vivientes.

3. La fuerza física:
¿Qué puede haber más sencillo que remar? Con un poco de práctica, cualquiera puede propulsar y hacer maniobrar su propio navío. En este caso la mayor desventaja es tan simple como la vida misma: nos cansamos. Esto debe tenerse en cuenta cuando planifiques el viaje marítimo. ¿Qué distancia vas a recorrer? ¿Cuántas personas viajan contigo? Incluso haciendo turnos para llevar los remos, ¿podéis alcanzar vuestro destino antes de que todos estéis exhaustos? A menos que cuentes con un motor de reserva o velas, ten cuidado cuando planifiques viajes que dependen por completo de la fuerza física. Recuerda, los humanos necesitan descansar; los zombis, no. ¿Por qué ponerte en una situación que enfrenta nuestra mayor debilidad contra su mayor fortaleza?

REGLAS GENERALES

Lo peor que puedes hacer cuando pones un pie en una barca es creer que se ha acabado el peligro. Este falso sentimiento de seguridad ha causado la muerte de cientos de personas, víctimas que habrían sido supervivientes fácilmente si hubieran mantenido la guardia y la mente trabajando. Escapar por agua no es diferente a hacerlo por aire o por tierra. Se debe prestar atención a las advertencias, se deben seguir las reglas y las lecciones deben aprenderse, tanto si han de aplicarse como si no, para un viaje seguro y con éxito.

1. CONOCE LA VÍA FLUVIAL:
¿Hay esclusas? ¿Qué hay de las presas, los puentes, los rápidos y las cataratas? AI igual que en suelo firme, conocer al detalle las vías fluviales que te encontrarás es esencial antes de comenzar tu viaje.

2. PERMANECE EN AGUAS PROFUNDAS:
Preferiblemente más profundas de tres metros y medio. Menos profundidad y un zombi puede ser capaz de alcanzar tu barca. Se ha perdido a muchos refugiados a causa de gules que van por debajo del agua, particularmente en aguas turbias. Otros han perdido partes de las hélices o una sección del timón al golpear a zombis sumergidos.

3. NO ESCATIMES EN PROVISIONES:
Muchas personas creen que viajar por un río o un canal elimina la necesidad de llevar comida empaquetada. Después de todo, ¿por qué no simplemente pescar y beber el agua que tienes justo debajo? Tristemente, los días de Huckíeberry Finn, cuando los ríos estaban limpios y repletos de alimento, hace mucho que terminaron. Tras décadas de vertidos industriales, muchos ríos no están en condiciones de albergar vida alguna. Incluso sin los agentes contaminantes artificiales, muchos ríos y lagos llevan suficientes bacterias de los desperdicios humanos y animales como para causar enfermedades mortales. Conclusión: lleva siempre suficiente comida y agua fresca para la duración del viaje. También deberías usar una bomba con filtro de tres niveles para cocinar y lavarte.

4. ¡VIGILA EL ANCLAJE!:
Con demasiada frecuencia, las personas que se sienten seguras en sus barcas paran por la noche, echan el ancla y caen rendidos. Algunas de estas personas nunca se despiertan. Los zombis que andan en el fondo pueden oír cómo se acerca una barca, así como el sonido que hace el ancla al chocar con la tierra. Aparte de encontrar la cadena, pueden usarla para ascender hasta la barca. Deja siempre al menos a una persona vigilando y estate preparado para cortar el anclaje a la primera señal de problemas.

ATACANDO

En julio de 1887, la Isla Sur de Nueva Zelanda fue el escenario de un pequeño brote en una granja cerca de Omarama. Aunque las primeras etapas del ataque se desconocen, los informes apuntan que al anochecer un grupo de catorce hombres armados mataron a tres zombis en los campos colindantes, luego se dirigieron a una casa para realizar lo que parecía ser una misión de limpieza sencilla. Mandaron a un hombre a hacer el reconocimiento de la casa. Entró; se oyeron gritos, gemidos y disparos; luego, nada. Enviaron a otro hombre. Al principio no se oía nada. Lo vieron asomarse por una ventana de la planta de arriba, diciendo a gritos que había encontrado un cuerpo a medio comer, pero nada más. De repente, apareció tras de él un brazo en descomposición, le agarró del pelo y lo empujó hacia dentro. Los otros entraron a toda prisa para ayudarle. Tan pronto como entraron en la casa, cinco zombis les atacaron desde todas direcciones. Las armas de mango largo como hachas y guadañas resultaron inútiles en el combate cuerpo a cuerpo. Pasó lo mismo con los rifles de cañón largo. Disparos de pistolas descontrolados mataron por accidente a tres hombres en el acto e hirieron a otros dos. En el punto álgido de la pelea, uno de los supervivientes sintió pánico, salió disparado de la casa, cogió un farol y lo tiró por una ventana. Investigaciones posteriores sólo encontraron esqueletos carbonizados.

Este capítulo se hace con la idea de ayudar a planear una misión civil de búsqueda y destrucción. Como se ha dicho antes, varias agencias gubernamentales tendrán su propio equipo y su doctrina (esperemos) para ocuparse de una guerra tan poco convencional. Si hacen acto de presencia, genial. Siéntate de brazos cruzados, relájate y mira cómo el dinero de tus impuestos realiza el trabajo duro. Pero como también se ha comentado antes, ¿y si no encontramos a aquellos a quienes pagamos y esperamos que nos protejan? En ese caso, la responsabilidad de erradicar la amenaza de los no muertos depende de ti y de los que puedas convencer para que se unan a ti. Cada regla, cada táctica, cada herramienta y arma que aparecen en este apartado han sido cuidadosamente adaptadas para ese tipo de eventualidad. Hemos extraído todo de combates reales. Se ha comprobado todo y ha demostrado estar listo para la batalla en el momento en que ha acabado la retirada y ha llegado la hora de cazar a los cazadores.

REGLAS GENERALES:

1. RESPUESTA COLECTIVA:
Al igual que en otro tipo de combate, la acción militar contra los no muertos nunca debe ser misión de una sola persona. Como se dijo antes, en la cultura occidental (particularmente la estadounidense) existe el mito del superhéroe que lucha solo. Un hombre o una mujer, bien armado y con habilidades desarrolladas y nervios de acero, puede conquistar el mundo. En realidad, el que crea eso debería simplemente desnudarse, llamar a gritos a los no muertos y a continuación tumbarse en una bandeja de plata. Si vas solo, no van únicamente a matarte, también podrían crear un zombi más. Trabajar en grupo, siempre en grupo, demuestra ser la única estrategia con éxito para aniquilar un ejército de no muertos.

2. SÉ DISCIPLINADO:
Si no haces caso a nada más de este capítulo y si el armamento, el equipo, la comunicación y las tácticas parecen una tonta pérdida de tiempo; si sólo una herramienta te acompaña en la batalla contra los muertos vivientes, deja que sea la disciplina estricta, inquebrantable e incuestionable. Un grupo con autocontrol, independientemente de su número, puede infligir un daño infinitamente mayor a un enemigo no muerto del que podría provocar una multitud bien armada. Como este libro está escrito para civiles, no personal militar, la disciplina de este calibre es difícil de conseguir. Cuando elijas a tu equipo, asegúrate de que los hombres y las mujeres que están bajo tu mando entienden tus instrucciones. Usa un lenguaje claro y conciso. No recurras a la jerga militar u otra diferente a menos que tu equipo esté familiarizado con sus significados. Asegúrate de que hay un líder al que el grupo entero conoce y respeta.

Asegúrate de que no hay diferencias personales o, al menos, de que las dejan muy atrás. Si estas condiciones suponen reducir tu grupo, que así sea. Tu equipo debería y debe funcionar como si fuera un solo individuo. Si no, os aguardan una plétora de posibilidades de pesadilla. Grupos grandes y bien equipados han acabado destruidos por completo cuando a sus miembros les ha entrado el pánico, se han dispersado o se han atacado entre ellos. Olvida todo lo que has visto en las películas sobre las bandas dispersas que se pelean con cervezas y armas en la mano protegiendo a la humanidad cicla amenaza zombi. En la vida real, una turba como esa no sería más que un bufé lleno de pistolas.

3. SIEMPRE ALERTA:
Quizá te enorgulleces de una pelea con éxito, quizá estás cansado de los días sin dormir, quizá horas y más horas de búsqueda infructuosa te han dejado aburrido hasta hacerte perder un tornillo. Por la razón quesea, nunca bajes la guardia. Los no muertos podrían estar en cualquier parte, sus ruidos amortiguados, sus señales ignoradas. No importa lo segura que parezca la zona: ¡Estale alerta! ¡Estate alerta! ¡Estate alerta!

4. USA GUÍAS:
No todas las batallas ocurren en el césped de casa. Antes de entrar en un área que no te resulte familiar ni a ti ni a tu grupo, recluta a alguien que conozca la zona. Él o ella puede señalar los lugares donde podéis esconderos, todos los obstáculos, todas las vías de escape y demás cosas. Se ha sabido que grupos sin guía han provocado desastres por accidente por no saber que una tubería de gas principal estaba en su línea de fuego o que sustancias químicas tóxicas se almacenaban en el edificio que quemaban. Los ejércitos con éxito en el transcurso de la historia han empleado siempre a habitantes de la zona que pretendían conquistar. Los ejércitos que entraron a ciegas normalmente encontraron la derrota.

5. TEN UNA BASE, TEN APOYO:
Un equipo nunca debe enfrentarse a una batalla sin haber establecido una zona de seguridad. Esta área debería encontrarse fuera de la zona objetivo. Debería estar a cargo de ella un grupo de apoyo con todas las instalaciones necesarias para permitir que sigas luchando. Debería ser fácilmente defendible en caso de que la corriente de la batalla de la vuelta. La fortaleza, el hospital, el depósito de suministros, el centro de información de combate; todo esto debería brotar en la mente cuando ordenas a tu grupo volver a la base.

6. APROVECHA LA LUZ DEL DÍA:
No es casualidad que la mayoría de películas de terror se desarrollen de noche. La oscuridad ha inspirado siempre terror por una simple razón: el Homo sapiens no está diseñado para la actividad nocturna. Nuestra falta de visión nocturna y pobres oído y sentido del olfato nos hacen criaturas diurnas. Aunque los zombis no tienen habilidades mejores para luchar por la noche que nosotros, ha sido demostrado que el margen de seguridad siempre disminuye cuando nos enfrentamos con ellos después del anochecer. La luz del día no sólo proporciona una mayor visibilidad sino que también confiere un impulso psicológico a tu gente.

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