El bokor (8 page)

Read El bokor Online

Authors: Caesar Alazai

Tags: #Terror, #Drama, #Religión

BOOK: El bokor
7.39Mb size Format: txt, pdf, ePub

—¿Alguno en particular?

—Bares, casas de apuestas, centros de drogadicción, prostíbulos. Usted sabe, todo aquello por lo que el señor destruyó Sodoma.

—Entiendo. Volviendo al padre Keneddy, ¿Conocía éste a Jeremy?

—Por supuesto. Jeremy fue monaguillo muchos años en su Estado natal y cuando el padre Kennedy volvió a Nueva Orleans, el chico aún sentía afinidad con la iglesia y el padre habló con él en algunas oportunidades servía como mayordomo. Luego el padre dejó de oficiar, pero entiendo que seguía visitando a los McIntire para darles terapia.

—Entiendo. ¿Diría usted que a Kennedy le afectó la muerte de Jeremy?

—Como a todos nosotros, nadie se esperaba que el chico fuera asesinado.

—¿Asesinado dice?

—La policía dice que murió de una sobredosis, pero la realidad es otra.

—¿Ah si? Podría decirnos cuál fue la realidad.

—La verdad es que Jeremy fue asesinado y luego alguien se encargó de ocultar todo.

—¿Quién haría algo así?

—Alguien con poder en Nueva Orleans. Con el dinero suficiente para acallar a la gente para que se mantengan en sus casas sin preguntar nada al respecto.

—Pero ¿quién querría matar a Jeremy y por qué?

—Eso no lo sé, quizá algún vendedor de drogas a quien no le pagaron y contrató a un par de desgraciados como esos que aparecieron colgando del techo de la iglesia.

—¿Estos hombres son conocidos para usted?

—No —dijo secamente.

—Tal vez su hijo… Francis —dijo Johnson revisando su libreta.

—Francis es un buen chico, no conoce a este tipo de personas, eso se lo puedo asegurar.

—¿Recuerda el día de la muerte de Jeremy?

—Fue hace unas semanas, creo que fue un viernes por la noche, porque Francis había salido de la ciudad y fue cuando volvió al día siguiente que me enteró de todo lo que había sucedido con Jeremy y su deceso.

—Debe haber sido muy impactante para Francis.

—Lo fue, por algunos días no quería saber nada de nadie y pasaba encerrado en su cuarto. No iba a estudiar y apenas si lograba que se duchara para que se volviera a meter a la cama. Todo había empezado a volver a la calma hasta esta mañana que descubrí esos cuerpos. Mi pobre Francis lo ha tomado muy mal y ha empezado a decir tonterías.

—¿Qué clase de tonterías?

—El y Jeremy habían inventado una especie de código en el que hablaban para que ni su madre ni yo pudiéramos entenderlos cuando hablaban por teléfono. Hoy cuando le hablé de lo que había sucedido, comenzó a decir esa jeringonza.

—¿Recuerda lo que dijo?

—Lo único que le he podido entender es Wen regresa, o algo por el estilo.

—¿Conoce usted a alguna Wendy, amiga de su hijo?

—No, ninguna que recuerde.

—¿Cree que podamos hablar con su hijo?

—El chico está muy mal, de hecho, hablé con el padre Ryan para ver si podía hablar con él, pero me ha recomendado casualmente que consulte con el padre Kennedy en su calidad de sacerdote y psiquiatra.

—¿Y lo ha hecho?

—No. Como les dije, el padre Kennedy estuvo en esa isla de santeros…

—Entiendo.

—Esta mañana venía a hablar con el padre Ryan para que me recomendara a alguien más y a decirle que no acudiría a su amigo Kennedy.

—Ha sido muy amable, señora Bonticue, —dijo Johnson— si necesitamos otras cosas…

—Será un placer agentes y le diré a Francis que hable con ustedes.

—Gracias de nuevo, por favor dele mi tarjeta a su hijo.

Una llamada telefónica en el móvil del detective Bronson le impidió despedirse de la señora Bonticue.

—Bronson —dijo a manera de introducción— si, entiendo —dijo luego de unos segundos de escuchar atento, agradeció la información y cortó la llamada.

—No vas a creer esto —dijo mirando a Johnson.

—¿Era el laboratorio?

—Así es.

—¿Es la sangre de esos tipos la que encontraron en las escaleras?

—No.

—Eso no ayuda al caso.

—No si deseabas terminarlo aprisa encerrando a Kennedy.

—Sigo pensando que debimos haberlo puesto contra la pared con el asunto del crucifijo.

—Actuar demasiado precipitados nos ha costado una reprimenda en el último caso, no me arriesgaré a arrestar a un sacerdote sin tener pruebas de que es culpable.

—Pues tenía el motivo y una posible prenda suya en un sitio que él conocía, me parece más que suficiente para tenerlo al menos cuarenta y ocho horas recluido.

—La sangre que encontraron no es humana.

—Maldición, esperaba que fuera de estos tipos.

—Es de un ave.

—¿Un ave?

—La gran cantidad de eritrocitos y la existencia de heterófilos dentro de los leucocitos en lugar de neutrófilos no deja duda alguna.

—No presumas de saber esas cosas técnicas.

—Lo sé porque así me lo ha dicho el técnico, siguen haciendo algunos frotis para determinar de que tipo de ave se trata.

—Puedo apostar que se trata de una gallina y hasta me atrevería a decir que era de color negro.

—Esto de que sea un asesinato ritual no me gusta nada.

—¿Qué otra cosa podría ser? Estamos en Nueva Orleans, dos tipos colgando de la viga de una iglesia, degollados como cerdos en un altar, un padre que vivió en Haití implicado y ahora sangre de ave en la entrada del edificio donde vive. ¿Necesitas más pruebas para llevar a Kennedy a dar un paseo con nosotros?

—¿Piensas que el intento de asalto fue el móvil y que decidió hacer un ritual muy haitiano para vengarse de estos tipos?

—Eso pienso exactamente.

—No sabía que eras un creyente del vudú y todas esas cosas.

—No será una imagen mía la que clavarán con agujas por no detener a Kennedy.

—No me precipitaré, además, ¿por qué pondría él mismo sangre de gallina en las escaleras de su casa la misma noche en que mató a dos tipos?

—No lo sé, quizá el tipo está loco.

—Bien, vamos a hablar con él de nuevo y esta vez seamos más directos.

Los dos detectives se trasladaron rápidamente al edificio donde vivía Adam Kennedy, al llegar, la policía retiraba la banda de seguridad que impedía el paso de peatones por el sitio donde se hallaba la sangre del ave. Adam Kennedy salía del edificio.

—Padre Kennedy —gritó Bronson— un segundo por favor.

Adam detuvo su marcha al pie de las escaleras y miró el rastro de sangre de que le habían hablado.

—Tenemos noticias al respecto —dijo Johnson.

—Espero no sean malas.

—Se trata de sangre de ave.

—Gracias a Dios —dijo el sacerdote— supongo que eso alejará cualquier sospecha de mí que pudieran tener.

—Lamentamos si se siente acosado, padre —dijo Johnson— tan solo hacemos nuestro trabajo.

—El simple hecho de que me crean capaz de algo así es irritante.

—Quizá deba ir y golpear esa bolsa de arena que tiene arriba —dijo Johnson irónico.

—¿De qué habla?

—Tranquilícese padre, mi compañero es algo impetuoso —dijo Bronson tomando al sacerdote por el hombro y retirándolo de la presencia de Johnson que estaba listo para descargar una diatriba como las que acostumbraba.

—Agradeceré que se me trate con respeto, detective.

—Así será padre. Le decía que la sangre es de ave, ¿sabe usted si eso puede tener algún significado?

—Pues en Nueva Orleans, diría que lo más probable es que algún gato mató a una paloma o algo parecido.

—Mi compañero piensa que el asesinato de la iglesia y esto pueden estar relacionados.

—Supongo que pensará que soy una especie de brujo o un babalao que anda por allí matando ritualmente a cuantos se cruzan conmigo y me ven con malos ojos.

—No negará padre que el que esos hombres hayan peleado con usted y que luego aparezcan muertos en una iglesia, en una especie de ritual antillano y que…

—¿Adónde quiere llegar, detective Bronson? Quisiera saber si debo buscarme un abogado.

—Yo no iría tan lejos, tan solo quisiéramos hacerle algunas preguntas, agradeceré me tenga usted paciencia.

—Usted dirá, detective, ¿Qué desea saber?

—Dígame padre y suponiendo que realmente este crimen se trate de algo ritual… ¿Podría tratarse de algún tipo de magia negra? ¿Tal vez algo con lo que usted pudo tener contacto en Haití?

—No lo sé, detective, lo único que sé del caso es lo que ustedes me han dicho, así es imposible que pueda compararlo con algo que haya presenciado en Haití.

—Bien, vamos por partes, padre. Tal vez podríamos empezar por decirme de qué se trata el vudú y la magia negra.

—Muchos consideran que la magia negra, el ocultismo, los maleficios y maldiciones son el uso negativo de las energías y poderes de los seres más oscuros, demonios que ayudan a los que quieren hacer el mal, siendo su principal objetivo dañar o privar a sus victimas de algo específico que podría llegar a ser la vida misma, pero no siempre irán tan lejos, muchas veces tan solo buscan sanar algo equivocado o negativo a los ojos de quien ofrece el rito.

—¿Esta documentada la efectividad de la magia negra? Me refiero a que si presenció usted algún caso donde diera resultado.

—Hablando como sacerdote le diré que el uso de la magia negra puede dañar o lastimar a una persona mediante la realización de ciertos actos, incluso a distancia, como psiquiatra le diría que es la autosugestión de las personas atacadas la que hace el daño. Nada es más poderoso que la mente y así como muchos utilizan los rezos para crear una atmósfera de sanación que termina cumpliendo su objetivo, muchos usan la autosugestión con propósitos contrarios.

—No cree usted en los milagros, entonces.

—El verdadero milagro es que la gente, aun en estos días, sea capaz de mantener la fe.

—Aun así hay muchos que acuden a brujos y no a Dios.

—En la actualidad con el aumento de los celos, la frustración, la avaricia, el egoísmo, la negatividad y la incapacidad para tolerar la felicidad del otro, ha aumentado el número de quienes acuden a la magia negra como la forma más común de venganza y conseguir la satisfacción sádica del sufrimiento de otros.

—No dudo que sea así.

—La creencia en estas cosas se ha incrementado en los últimos años y ya son muchos los que están sufriendo las consecuencias en todo el mundo, algunos dicen que totalmente inconscientes de los ataques realizados por las personas más cercanas como amigos, conocidos y familiares. Muchas personas felices son arruinadas por el lado más oscuro de la magia negra.

—Pero usted cree que no hay nada de magia en eso.

—No más allá del poder de sugestión.

—¿Es esto traído de Haití?

—No detective la cuna de toda magia fue el África, y su uso debe tener al menos unos veinticinco mil años, pero no nació tal y como la conocemos actualmente, cuando los colonos se asentaron en la antigua África, Mesopotamia y la India, la magia fue aceptada como una fuente de consuelo y sanidad, así como de espiritualidad. Desde África la magia se extendió a otros países. Fueron los colonos los que transformaron la magia para convertirla en la adoración al diablo. Además también extendieron el miedo al vudú, que en principio era una cultura africana bella y elegante para sanar a distancia. Cuando la gente se dio cuenta del poder de la magia, empezaron a usarlo para efectuar la venganza, los celos, la cólera, la enfermedad, etc…

—No veo como un sacerdote pueda decir que algo como el vudú pueda ser bello y elegante.

—Todo fue degenerando hasta llegar a ser lo que conocemos hoy en día, quizá desde la Edad Media se le dio su connotación actual. La magia negra fue evolucionando, su máximo esplendor en Europa fue en la época medieval, mas conocido como la Edad Oscura o la época dorada de la brujería. En el sur de Francia se mostró especialmente activa, al igual que España, Italia y Alemania. Durante ese período, se creía que los hechizos mágicos y rituales estaban detrás de la causa de muchos acontecimientos tales como las enfermedades, la capacidad destructora de terremotos y el poder de resucitar a una persona de entre los muertos —dijo sin poder evitar que se le enchinara la piel.

—¿Y es la sangre de ave un ingrediente de estos ritos?

—Se decía, por ejemplo, que se necesitaba un compuesto de cenizas de recién nacidos con una mezcla de sangre de aves nocturnas. Otros rituales incluían varios ingredientes incluyendo el veneno de reptil, secreciones animales, sangre humana y frutos venenosos. Además incluían velas realizadas a partir de grasa humana y les daban forma de cruz invertida. La magia negra Africana se extendió también hasta el sur de América, fusionándose con otras culturas formando la santería y la brujería. Tiempo más tarde, esta forma de magia se extendió a América del Norte, donde se le llamo Hoodoo. La magia negra evolucionó en el mundo occidental añadiendo elementos como líquidos del cuerpo humano, pelo, uñas, sangre y otros fluidos.

—Algo a lo que realmente debemos temer según veo.

—La mayoría son lunáticos que se obsesionan con las cosas que suponen que el vudú puede hacer por ellos y no verdaderos seguidores del concepto religioso que va detrás de esto. Una de las ideas de que el vudú y la magia Wicca por ejemplo, forman parte del lado más oscuro de la magia negra es completamente errónea. Hay personas que ven al vudú y la magia Wicca como verdaderas religiones e incluso como ayudas espirituales. La verdad es que el vudú y la magia Wicca son verdaderas religiones, con sus ritos, prácticas y el culto diario. Tenemos que recordar que ambos utilizan la «magia blanca» como su principal fuente de fe y la única manera verdadera para lograr resultados positivos y que la magia negra es solo una aberración como puede ser algunos pederastas dentro de la iglesia.

—Pero si habláramos de magia negra, ¿cómo podríamos distinguirla? Es decir, ¿cómo saber si se está siendo víctima de la magia negra?

—No quisiera que me viera como un experto en este campo.

—Si no es usted que es sacerdote, psiquiatra y además estuvo muchos años en Haití, no veo quién me pueda ayudar.

—No debe apelar usted a mi ego, lo ayudaré en lo que pueda si eso hace que su amigo deje de mirarme como a un criminal.

—Entre más pronto atrapemos a este sujeto, más pronto descansaremos todos tranquilos.

—Pues espero que la magia no haga estragos en ustedes.

—¿A qué se refiere?

—Pues dicen los expertos, que la magia negra es capaz de poner un bloqueo en la sabiduría e inteligencia de una persona, lo que haría nula cualquier habilidad y esfuerzos para resolver un problema si llegaren ustedes a ser víctimas de un conjuro.

Other books

Northern Spirit by Lindsey J Carden
The Hearts of Dragons by Josh Vanbrakle
The Guilt of Innocents by Candace Robb
Wishing for Someday Soon by Tiffany King
Riptide by Erica Cope
Second Chances by Roan, D.L.
Chasing Love's Wings by Zoey Derrick