Exploración

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Authors: Aurora Seldon e Isla Marín

Tags: #Erótico

BOOK: Exploración
12.84Mb size Format: txt, pdf, ePub

 

Bizarro 2: Exploración
es la segunda parte de la saga que narra las vivencias que compartirán Sasha y Tommy al relacionarse con otras personas que tendrán un papel importante en sus vidas: Alex y Angel Andrew, Richard Porter, el dependiente del
sexshop
Sextasis; Randolph O’Branningham y Patrick Arden, compañeros de estudios de Sasha y el cantante Rock Vulcano, explorando a través de ellos nuevas experiencias que cambiarán su modo de ver la vida.

Aurora Seldon e Isla Marín

Exploración

Bizarro #02

ePUB v1.1

Sharadore
07.07.12

Título original:
Exploración
.

Aurora Seldon e Isla Marín, Noviembre de 2009.

Portada provisional: Sharadore.

Editor original: Sharadore (v1.0 a v1.0)

ePub base v2.0

ADVERTENCIA

Este libro contiene algunas escenas sexualmente explícitas y lenguaje adulto que podría ser considerado ofensivo para algunos lectores (sexo homoerótico) y no es recomendable para menores de edad.

Nota de las Autoras

Bizarro 2: Exploración
fue publicada anteriormente bajo el nombre de
Bizarro 2: Nuevas experiencias
; pero decidimos reeditar los tres libros que teníamos escritos, añadiendo escenas y personajes que enriquecieran la historia, antes de embarcarnos en la aventura de escribir el cuarto y así surgió este nuevo nombre, que refleja mejor el inicio de la saga, con el descubrimiento de la identidad sexual de los protagonistas.

Destacamos aquí la aparición del joven Martin Hellson y su primer encuentro con Tommy; un capítulo que disfrutamos anticipando el futuro que vendría.

Bizarro
es más que un montón de libros. Para nosotras es el tiempo que pasamos juntas escribiendo e imaginando las escenas, amando y odiando a nuestros personajes; es el tiempo que pasamos investigando detalles técnicos, eligiendo diseños que nos permitan recrearlos, discutiendo interminablemente sobre mil cosas. En resumen,
Bizarro
es también un trozo de nuestras vidas que compartimos con nuestros lectores y que esperamos que disfruten tanto como nosotras al escribirlo.

Aurora e Isla

Introducción

Sasha y Tommy mantienen una relación muy singular que iniciaron en el Colegio Saint Michael.

Para Sasha son «amigos con derecho a roce» y prefiere evitar hablar de sus sentimientos, disfrazándolos de amistad. Está convencido de que confesar su amor lo hará débil y cree que Tommy es demasiado joven para saber lo que quiere.

Para Tommy, marcado por las constantes críticas de sus padres, esa relación será su refugio y, temeroso de perder a su amante y mejor amigo, hará lo que sea para que Sasha no se aleje de él.

Juntos han descubierto la amistad, el amor y el sexo, casi al mismo tiempo; y la desesperada necesidad de cariño de Tommy hace que se entregue a Sasha sin reservas, con una ansiedad impropia de sus años.

Sasha ha terminado sus estudios en el Colegio Saint Michael, e irá a la Universidad de Kingston a estudiar Administración de Empresas; mientras que Tommy iniciará su quinto año en Saint Michael. Ambos tienen un verano en perspectiva: Sasha empezará a trabajar en Thot Labs, el laboratorio que dirige Alex Andrew, y Tommy irá a la Costa Azul con sus padres.

La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor.

Kurt Cobain

Sí que no me detengas, no me detengas ahora

porque estoy pasándolo bien.

Soy una estrella fugaz atravesando el cielo como un tigre

desafiando las leyes de la gravedad

Soy un coche de carreras pasando como Lady Godiva.

Voy a ir, ir, ir, no hay forma de detenerme.

Queen – Don’t stop me now

Capítulo 1
1

Tommy estaba molesto con su padre, aunque para quien lo conociera bien eso no tenía nada de extraño. Miraba por la ventanilla del avión, tratando de imaginar lo que sería tener alas y perderse entre esas nubes blanquísimas, lejos de Stephen y de Christine.

No quería pensar en lo que había pasado, pero el recuerdo venía una y otra vez:

Al despedirse de Sasha, había bajado corriendo, para casi tropezar con sus padres.

—Thomas —dijo Stephen con ese tono sosegado que auguraba problemas—. ¿Dónde has estado? Te hemos estado esperando desde hace rato.

—Me estaba despidiendo de un amigo. —Tommy vaciló un brevísimo instante, pero sentía tantas cosas mezcladas que casi sin darse cuenta continuó—. Es mi mejor amigo, se llama Sasha. Bueno, en realidad es Alexander o algo así, en ruso. Me ha estado ayudando todo el año con matemáticas y…

—¿Es ruso? ¿Quieres decir soviético? —Stephen arqueó una ceja.

—¿Eh? Sí. Estudia aquí con una beca, es muy inteligente… —Al instante Tommy se dio cuenta de su error y calló, pero era tarde.

Stephen intercambió una mirada con Christine.

—Ya veo. Esto es cosa de los laboristas.

—Sin duda, querido —dijo Christine con estudiada indiferencia.

—¿Es que los impuestos que pago sirven para que un extranjero, un soviético —casi escupió la palabra— estudie en el mismo colegio que mi hijo?

—Debe ser la política del colegio, querido. Las minorías menos favorecidas están de moda, todos quieren ayudar.

Tommy se quedó mudo contemplando el diálogo de sus padres. Luego enrojeció de rabia, pero no logró decir palabra. Finalmente, Stephen concluyó que le escribiría al director al volver de las vacaciones, y pediría una explicación satisfactoria.

Habría querido gritarle que no importaba, que Sasha ya no estudiaría allí en el curso siguiente, que iría a la universidad. Pero sabía que no serviría de nada.

Entonces Stephen se volvió hacia él y le pasó el brazo sobre el hombro, haciéndolo avanzar. Christine se adelantó. El sonido de sus tacones retumbando en el pasillo del casi desierto colegio y la monótona voz de Stephen eran lo único que se oía.

—Thomas, te hemos dicho siempre que debes relacionarte con muchachos de tu clase social, como Alexander Andrew, o los Banks, o los Carpenter. Siempre debes saber de dónde vienen tus amigos, cuál es la posición económica de sus padres, a qué se dedican. Si este «amigo» tuyo estudia con una beca, no es difícil imaginar el resto.

—Sasha me ayudó con matemáticas, es mi mejor amigo —dijo Tommy en voz muy baja, pensando que su padre no lo oiría, pero lo oyó.

—Thomas, Thomas. Verás, en el mundo hay toda clase de gente. Hay personas que pueden sernos de utilidad, como ese muchacho te ha servido a ti para mejorar tus notas en ciencias. Pero un caballero no debe dar muchas confianzas a los que no son de su clase. ¿Acaso ves que soy amigo de Hopkins? Es nuestro chofer y le doy un trato amable, él es leal a la familia, pero no somos amigos. Elegir mal a nuestros amigos puede ser un grave error.

Tommy había lanzado un gruñido, en un intento por dominarse, y había conseguido callar lo que de verdad tenía ganas de gritarle a su padre. Era mejor empezar las vacaciones con buen pie.

Y allí estaba, sentado en el avión que los llevaría a París, rumiando su descontento.

2

El plan inicial de los Stoker era pasar todo el verano en la Costa Azul, y se instalaron en el Hotel Hermitage, olvidándose por completo de Tommy, salvo para exhibirlo durante la cena.

Su madre le había dicho que como ya tenía quince años, era mayorcito para compartir la
suite
de sus padres.

Para Tommy fue como si le hicieran un favor. Pasaba el día en la playa, estaba negro como un tizón y las francesitas y monegascas lo tomaban por italiano o español. Y ya se sabe, los latinos ligan mucho.

Estaba muy agradecido con Sasha por todas esas idas forzadas al gimnasio. «Diviértete por mí», había dicho el ruso y Tommy le había tomado la palabra. Literalmente.

Al principio estuvo tímido con los chicos, pero eso sólo le duró un día. Cuando notó el modo en que miraban el paquete que marcaba su bañador pensó en el «radar gay» y se dispuso a aprovechar cualquier oportunidad que se le presentara. Y se le presentaron muchas.

Había follado en todos los idiomas en forma bastante inconsciente, sin acordarse del consejo de Sasha de usar condón. Pero el concierto contra el SIDA que había visto en la pantalla gigante de la discoteca del hotel le había abierto de verdad los ojos. Por primera vez tomó plena conciencia de que estaba en el grupo de máximo riesgo y no quería morirse. El que figuras como Queen, Sting, U2, Spandau Ballet y David Bowie, a quienes admiraba, tomaran el tema con tanta seriedad, lo hizo meditar profundamente.

Había escrito una apresurada carta a Sasha recordándole que tuviera cuidado, que no lo hiciera con nadie sin protección. E incluso había llegado a pensar en no acostarse con nadie, pero hacía calor, la gente llevaba muy poca ropa y tenía unos calentones tremendos.

Su búsqueda de condones le hizo comprender que Sasha no bromeaba cuando hablaba de sus «factores críticos de éxito» refiriéndose su tamaño. Los condones convencionales le apretaban bastante, de modo que decidió comprarlos extragrandes. Los encontró en una pequeña tienda de un cubano. El hombre se había reído cuando le pidió los condones, y Tommy, ni corto ni perezoso, se bajó los pantalones delante de él. Desde ese día el cubano lo llamaba «
trípode
» cada vez que iba a comprarlos. La palabra era en español y Tommy no la entendía, pero estaba seguro de que se refería a su tamaño.

Después de cinco semanas, Stephen anunció que debían ir a París. Se le había presentado una oportunidad de negocios única.

A Tommy en el fondo le daba igual un sitio u otro: sabía que una vez en París también se desentenderían de él, dejándolo en total libertad.

El día antes de partir pasó por la tienda del cubano para aprovisionarse de una buena cantidad de condones y de paso despedirse de él. El hombre le dijo que si le seguía creciendo que le escribiera y entre risas se despidieron, tal vez para siempre.

3

Sasha se había instalado en Greenford, el suburbio londinense más antiguo de la zona de Ealing, al oeste del Gran Londres.

Compartía el segundo piso de una casa semiaislada, propiedad de una pareja de ancianos, con un estudiante indio y un oficinista poco comunicativo. No tenía el lujo de Saint Michael, pero su habitación era amplia y ventilada y el baño tenía una moderna ducha y agua caliente. Era mucho mejor que el apartamento de su tío.

Greenford era considerado el lugar de nacimiento de la industria química moderna, y albergaba florecientes plantas industriales como los Laboratorios Glaxo y las principales instalaciones de Thot Labs.

Su primera visita al laboratorio le reveló un mundo escrupulosamente limpio donde el color predominante era el blanco. Fue llevado por el jefe de personal a las oficinas con las que tendría mayor contacto y presentado a mucha gente. Su excelente memoria de ajedrecista le permitió recordar todos los nombres, y no dejó de registrar el hecho de que algunas personas, entre hombres y mujeres, lo miraban con el inconfundible brillo del deseo en sus ojos.

Trabajaría en facturación, reemplazando a una muchacha tan desordenada que pasó los primeros tres días organizando el papeleo. Su jefe se llamaba Arthur Godwin y su palabra favorita era «productividad». Sasha pasó por varias «sesiones de convencimiento» como las llamaban los que trabajaban allí. Eran interminables disertaciones en las que Godwin les explicaba la importancia de sus labores y cómo contribuían con éstas al desarrollo de Thot Labs.

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