Ponga un vasco en su vida (17 page)

¿Leyenda o realidad? Saquen sus propias conclusiones.

Sí, amigo lector, ha leído usted bien: un relato X, un signo que leído en la antigua Roma significaría que estaríamos ante el relato décimo de cualquier manuscrito, pero que leído lejos del imperio del César significa que tenemos que sujetar el libro con una sola mano (chiste de difícil comprensión; la solución en las páginas finales).

El relato que viene a continuación es lo más osado que un escritor vasco ha conseguido en el género erótico. Resultó premiado en el primer certamen de literatura erótica y bacalao Villa de Bilbao.

«Aquel día me apetecía volver a sentir placer. Siempre me había considerado una mujer decidida, así que salí a la calle con la única idea de conseguir mi objetivo. Quería toparme con alguno que estuviera bueno y que mereciera la pena. Aunque era consciente de que eso me acarrearía tener que luchar con algunas contrincantes que saldrían a lo mismo.

Tras haber andado de un lado para otro, llegué al sitio ideal y al final lo encontré; estaba allí. Él no me podía ver, pero yo no le quitaba ojo. Quería llevármelo a casa para satisfacer esas ansias que me estaban atormentando. Tenía algo de pluma, pero yo me encargaría de quitársela en un santiamén. No pasó ni una hora y ya estaba en casa con él. Se acercaba el gran momento y yo quería que aquella vez fuera diferente. Estaba harta de siempre lo mismo. Me apetecía hacerlo en la cocina. Encima de aquella mesa iba a haber más placer que en la película de
El cartero siempre llama dos veces
. Mi cabeza no paraba de maquinar cosas. También embadurné todo su cuerpo con mantequilla, algo que también había visto en otra película de Marión Brando.

Tenía un cuerpo fibroso. Dos muslazos de llamar la atención y se le podía ver una especie de tatuaje en un costado. Cada vez que lo miraba se me hacía la boca agua. Yo quería empezar cuanto antes y me iba poniendo cada vez más ansiosa, pero él se iba calentando poco a poco. Cuando noté que ya estaba a punto, no esperé más y lo puse encima de la mesa. Pero en ese momento tan trascendental surgió un imprevisto: sonaron las llaves de la puerta de casa. Era Vanesa, mi compañera de piso. Yo no sabía qué hacer, pero no había tiempo que perder y la invité a que viniera y disfrutara conmigo. Muy pocas veces habíamos hecho esto juntas. Vanesa se acercó a la mesa y sin darme explicaciones de ningún tipo, ya que a la vista estaba y no hacía falta, empezamos con él. Vanesa había llegado en el momento ideal, cuando más caliente estaba. Y por fin empezó el festín. Empecé a lamer su piel poco a poco, mientras Vanesa le daba pequeños mordisquitos en el muslo y luego se pasó a la parte trasera; era lo que más le gustaba. Yo ataqué otra parte que se encuentra un poco más adelante. La agarré y lentamente la introduje en mi boca. Me lo tragué todo. Las dos acabamos con todo metido dentro y gimiendo de placer. Qué bueno estaba aquel marine estadounidense». (¡Que no, que era un pollo; habías imaginado bien!)

Dice una leyenda urbana que las preguntas para un posible referéndum para la independencia de Euskadi están ya escritas. Esa misma leyenda sostiene que fueron encargadas por un representante del Gobierno vasco al diseñador de laberintos de las películas de Harry Potter. Son éstas.

• ¿Quiere usted que Euskadi sea independiente pero que nos dejen seguir participando en la Liga española de fútbol como lo venimos haciendo hasta la fecha? El año que tengamos buenos jugadores hacemos selección nacional propia y el año que no haya buena cosecha nos integramos en la estatal; sin emocionarnos al escuchar el himno, claro.
  
• ¿Quiere usted que Euskadi sea independiente los días laborables y los festivos seamos un estado libre asociado a España para que ir a la segunda vivienda no se convierta en un viaje al extranjero? Ah, y lo del fútbol, por supuesto.
  
• ¿Quiere usted que Euskadi sea independiente menos el día de Eurovisión para no tener que mandar a ningún pariente o conocido a hacer el ridículo? Ah, y lo del fútbol, por supuesto.
  
• ¿Quiere usted que Euskadi sea independiente siempre que La Rioja y Jabugo se consideren territorios de libre digestión, digo anexión? Ah, y lo del fútbol, por supuesto.
  
• ¿Quiere usted que Euskadi sea independiente pero que los que tenemos parientes en algún pueblo de España podamos ser españoles mientras estemos en dicho pueblo, que ya es difícil entenderse con el cuñado; cuánto más si es extranjero? Ah, y lo del fútbol, por supuesto.
  
• ¿Quiere usted que Euskadi sea un país independiente pero que podamos seguir optando a becas, subvenciones, ayudas e indemnizaciones, y presentándonos a oposiciones para funcionario del Gobierno español, más que nada para no perder las buenas costumbres? Ah, y lo del fútbol, por supuesto.
  

Sí, los vascos, al igual que los chinos, tienen su propio horóscopo. Está constituido por doce signos diferentes a los del horóscopo tradicional pero que coinciden con éste en las fechas. Y es que el vasco no es muy amigo de constelaciones: todo lo que se encuentra por encima del monte Gorbea le trae sin cuidado. Los signos del horóscopo vasco están definidos por lo que realmente le importa: los productos de la temporada. Por ejemplo, un nacido el 16 de abril, un Aries en el horóscopo tradicional, en el horóscopo vasco su signo sería Espárrago. Otra característica importante de este horóscopo es que sus predicciones duran para toda la vida: el vasco no es amigo de grandes cambios. ¿Y por qué incluyen los periódicos en sus páginas finales el horóscopo tradicional a diario? Es una buena excusa para mirar de reojo a la sección de relax, que suele estar por ahí cerca. O sea que, cuando un señor de Bilbao le está leyendo en voz alta el futuro a su mujer que es Géminis, con el otro ojo está apuntando el teléfono de «Vanesa, foto real».

Seguidamente le presentamos el horóscopo vasco. Entre paréntesis aparece el signo del horóscopo tradicional.