Authors: Peter Rinearson Bill Gates
Con más de 300.000 empleados, IBM se veía también obstaculizad por su compromiso de actuar de común acuerdo en toda la empresa. Se invitaba a todas las secciones de IBM a que formularan Demandas de Cambio de Diseño, lo cual se traducía generalmente en exigencias para que se cambiara el diseño del sistema operativo de la computadora personal para adecuarse mejor a las necesidades de los producios mainframe. A nuestros equipos conjuntos le llegaron más de 10.000 solicitudes y personas de mucho talento de IBM y de Microsoft tendrían que sentarse a discutirlas durante días, recuerdo la demanda de cambio 221: «Suprimir la variedad de tipos de letras del producto. Razón: mejora de la solidez del producto». Alguien de IBM se oponía a que el sistema operativo de la PC ofreciera la posibilidad de emplear varios tipos de caracteres porque una impresora de mainframe particular podía no admitirlos.
Al final nos quedó claro que el desarrollo conjunto no iba a funcionar.
Pedimos a IBM que nos permitiera desarrollar el nuevo sistema operativo por nuestra cuenta y se lo cederíamos bajo licencia a bajo precio.
Nosotros obtendríamos beneficio vendiendo lo mismo a otras empresas informáticas. Pero 1BM había establecido que en la creación de lodo software que considerase estratégico tendrían que intervenir sus programadores. Y el software de un sistema operativo era claramente estratégico.
IBM era una gran empresa. ¿Por qué tenía tantos problemas con el desarrollo del software para las PC? Una de las respuestas es que IBM tendía a promover a lodos sus buenos programadores a puestos de dirección y dejaba rezagados a los que tenían menos talento. O lo que es incluso más significativo, 1BM estaba atrapada por su éxito del pasado. Su proceso de ingeniería tradicional centrado en el hardware no se ajustaba al rápido ritmo y a los requerimientos del mercado del software para las PC.
En abril de 19S7, 1BM anunció su golpe de dos en uno que se suponía que tendría que hacer retroceder a los imitadores. El hardware «asesino de clones» recibió el nombre de PS/2 y en él se ejecutaba el nuevo sistema operativo OS/2.
La PS/2 incluía un cierto número de innovaciones. La más celebrada fue la nueva serie de circuitos del «bus de microcanal" (microchannel bus) que permitía conectar el sistema a las tarjetas accesorias, para ampliar el hardware de la PC, de manera que se pudieran satisfacer requisitos particulares del cliente, como por ejemplo sonido o capacidades de comunicaciones de un mainframe. Toda computadora compatible con 1BM incluía un "bus» de conexión al hardware para permitir a las tarjetas accesorias funcionar con la PC. El bus de microcanal de la PS/2 era un sustituto elegante del bus de conexión en la PC AT. Potencialmente era mucho más rápido que aquel, pero, en la práctica, la velocidad del bus no aportaba nada más, de manera que resolvía problemas que la mayor parte de los clientes no tenían. Lo que es más importante, el bus de microcanal no funcionaba con algunas de las miles de tarjetas adicionales que funcionaban con la PC AT y con las PC compatibles.
Finalmente, IBM accedió a dar la arquitectura del microcanal bajo licencia, cobrando un canon a los fabricantes de tarjetas adicionales y de las PC. Sin embargo, para entonces una coalición de fabricantes había anunciado ya un nuevo bus con muchas de las capacidades del bus microcanal pero compatibles con el bus de la PC AT. Los clientes rechazaron las máquinas microcanal en favor de las equipadas con el bus compatible con la PC AT y ello obligó a IBM a continuar proporcionando máquinas que soportaban el bus compatible con la PC AT. El auténtico perjuicio de la guerra del bus fue que 1BM perdió el control de la arquitectura de la computadora personal. Nunca más sería capaz de hacer que la industria cambiase a un nuevo diseño por la acción de uno solo.
A pesar de la gran promoción que hicimos lanío IBM como Microsoft. Los clientes consideraron que el OS/2 era demasiado difícil y complicado de manejar. Cuanto peor parecía OS/2, mejor parecía Windows. Perdimos la oportunidad de hacer compatibles Windows y OS/2, y como habíamos perdido la batalla para que el OS/2 se ejecutara en máquinas modestas.
Sólo tuvo sentido para nosotros continuar desarrollando Windows, Windows era mucho «más pequeño», utilizaba menos espacio en el disco duro y podía ejecutarse en una maquina con menos memoria, es decir, que siempre tendría un lugar en máquinas en las que nunca podría ejecutarse el OS/2.
Llamamos a esto nuestra estrategia «de familia»: OS/2 podía ser el sistema de la gama alta y Windows el miembro joven de la familia para máquinas más pequeñas.
A 1BM nunca le complació nuestra estrategia de familia, pero tenía sus propios planes. En la primavera de 1970 unió a otros fabricantes de computadoras para fundar la Open Software Foundation (OSF) y promover UNIX. Un sistema operativo que se había desarrollado originalmente en los laboratorios Bell de ATT en 1969, pero que a lo largo de los años había devenido en unas cuantas versiones. Algunas de las versiones se habían desarrollado en universidades donde utilizaban UNIX como laboratorio de trabajo en la teoría de sistemas operativos. Otras versiones las habían desarrollado empresas informáticas. Cada compañía mejoraba UNIX para sus propias computadoras, lo que hacía que su sistema operativo fuese incompatible con el de todas las demás. Esto significó que UNIX hubiera evolucionado, a partir de un solo sistema operativo, a una colección de sistemas operativos que competían entre sí. Las muchas diferencias entre las versiones hacían que la compatibilidad del software fuera más difícil y habían reprimido la puesta en marcha de un esfuerzo por desarrollar un software que fuese el tercero en discordia para UNIX. Sólo unas cuantas empresas de software podían permitirse desarrollar y chequear aplicaciones para una docena de versiones diferentes de UNIX. Tampoco las tiendas de software informático podían permitirse almacenar todas las distintas versiones.
La Open Software Foundation fue el más prometedor de los varios intentos que se realizaron para «unificar» UNIX, creando una arquitectura de software común que corriera en el hardware de varios fabricantes. En teoría, un UNIX unificado podía conseguir desencadenar un ciclo de retroalimentación positiva, y eso es lo que esperaban quienes patrocinaban el proyecto. Pero, a pesar de las cantidades tan significativas que se dedicaron a impulsarla, se demostró que la Open Software Foundation tenía como misión imposible obtener la cooperación de un comité de vendedores que compelían entre sí en cada venta. Los miembros de la OSF, incluidos IBM. DEC y otros, continuaron procurándose beneficios de sus particulares versiones de UNIX. Cada una de las empresas de UNIX trató de sugerir que su sistema era superior. Pero si usted compraba un sistema UNIX a un vendedor, su software no podía funcionar automáticamente en ningún otro sistema UNIX. Esto significaba que usted quedaba ligado a ese vendedor, mientras que en el mundo de las PC usted lema la posibilidad de escoger entre las empresas para comprar el hardware.
Los problemas de la iniciativa Open Software Foundation y de iniciativas similares ponen de manifiesto la dificultad de trillar de establecer estándares en un campo en que la innovación avanza muy rápidamente y en el que todas las empresas que conforman el comité de estándares son competidoras. El mercado (tanto en el campo de las computadoras como en el de la electrónica de consumo) adopta estándares porque los clientes insisten en ellos. Los estándares aseguran la interoperabilidad, reducen al mínimo la formación del usuario y favorecen la mayor gama de elecciones posible del software. Toda empresa que desee crear un estándar tiene que vender su producto a un precio muy razonable o, de lo contrario, nadie lo adoptará. En la práctica, el mercado elige en la práctica un estándar cuyos producios tengan un precio razonable y lo remplaza cuando sus productos se quedan obsoletos o son demasiado costosos.
En la actualidad, los sistemas operativos de Microsoft los ofrecen en la anualidad más de 1000 fabricantes diferentes, lo que da a los clientes una inmensa gama de posibilidades y opciones. Microsoft ha podido proporcionar compatibilidad porque los fabricantes de hardware han acordado no permitir modificaciones de nuestro software que generen incompatibilidades. Los cíenlos de miles de diseñadores tic software no tienen que preocuparse de las PC en que vaya a funcionar su software.
Aunque el término «abierto» se utiliza de muchas maneras diferentes, para mí significa ofrecer al cliente posibilidades de elección en hardware y en aplicaciones de software.
Los productos de la electrónica de consumo también se han beneficiado de estándares propiciados por empresas privadas. Hace años, las empresas que se dedicaban a la electrónica de consumo trataban a menudo de restringir a los competidores el uso de sus tecnologías específicas, pero ahora Iodos los grandes fabricantes de electrónica de consumo están totalmente abiertos a ofrecer licencias de sus patentes y secretos comerciales. Las regalías suelen estar por debajo del 5% del cosió del aparato. Las grabadoras, los aparatos de video, los discos compactos, los televisores y los teléfonos celulares constituyen ejemplos de tecnología creados por empresas privadas que reciben regalías de lodos los que fabrican los equipos, Los algoritmos de los laboratorios Dolby, por ejemplo, son dos estándares de
factores
para la reducción del ruido.
En mayo de 1990, .semanas antes de que lanzáramos el Windows 3.0, tratamos de llegar a un acuerdo con 1BM para que lomara una licencia de Windows, de manera que se pudiera usar en sus computadoras personales.
Dijimos a IBM que pensábamos que aunque el OS/2 acabaría funcionando con el tiempo, por el momento Windows iba a ser un éxito y. Sin embargo, el OS/2 encontraría su nicho lentamente. IBM declinó la oferta en un primer momento, aunque luego cambió de parecer.
En 1992, IBM y Microsoft pararon su desarrollo conjunto del OS/2. IBM continuó desarrollando el sistema operativo en solitario. El ambicioso plan para las aplicaciones de Office Visión acabó por cancelarse. Los analistas estiman que IBM invirtió más de 2000 millones de dólares en el OS/2, Office Visión y los proyectos relacionados con ellos. Si IBM y Microsoft hubieran encontrado la manera de trabajar conjuntamente, puede que no se hubieran tirado por la borda varios anos, los mejores de algunos de los mejores empleados de las dos empresas. Si OS/2 y Windows hubieran sido compatibles, la informática gráfica se hubiera convenido en el protagonista principal anos antes de lo que lo hizo.
La aceptación de las interfaces gráficas se retrasó también porque la mayor parle de las empresas de aplicaciones de software no invirtieron en ellas. Estas empresas no tomaron en cuenta al Macintosh c ignoraron o ridiculizaron a Windows, Lotus y Word Perfect, que eran los líderes del mercado para las aplicaciones de hoja de cálculo y de procesamiento de texto, y solo realizaron modestos esfuerzos en OS/2. Viéndolo retrospectivamente, el hecho de ignorar la interfaz gráfica durante tanto tiempo fue un costoso error para ellos. Cuando Windows acabó beneficiándose de un ciclo de retroalimentación positiva, generado por aplicaciones procedentes de muchas de las pequeñas empresas de software al igual que de Microsoft, los antiguos líderes del mercado se quedaron atrás.
Windows hubo de esperar mucho tiempo antes de triunfar. Durante la mayor parte de los años ochenta mucha gente lo había dado por perdido porque requería que cualquier computadora en la que funcionara tuviese mucha memoria, de alto costo, y demandaba más de las aplicaciones. «¿Para qué queremos otra capa de software encima del MS-DOS?». Preguntaban los críticos. «¿No hará lentas las cosas?». «¿Por qué iba a querer la gente sacrificar rendimiento en favor de los gráficos?». Conseguir que Windows triunfara llevó muchos años de perseverancia, un enfoque a muy largo plazo.
Windows continúa evolucionando, al igual que la PC. Microsoft continúa mejorándolo y cualquiera puede desarrollar software para el sistema operativo de Windows, sin tener que notificar nada ni pedir permiso a Microsoft. De hecho, en la actualidad hay en el comercio decenas de miles de paquetes de software para Windows, incluyendo ofertas que compilen con la mayor parle de las aplicaciones de Microsoft.
Los clientes me dicen que están preocupados porque Microsoft, al ser prácticamente por definición la única fuente de software de sistemas operativos de Microsoft, podría retrasar o incluso detener sus innovaciones. Pero si lo hiciéramos no podríamos vender nuestras nuevas versiones.
Los usuarios actuales no se pondrían al día y tampoco podríamos conseguir usuarios nuevos. Nuestros ingresos caerían y otras empresas vendrían y ocuparían nuestro lugar. Los mecanismos de retroalimentación positiva ayudan tanto a los retadores como al titular. Un líder no se puede dormir en los laureles, porque siempre hay un competidor pisando sus talones.
Recientemente ha estado de moda decir tanto que Microsoft es imparable como que sus días de liderazgo están contados. Pero ninguna de las dos opiniones puede ser correcta. Desde luego, Microsoft no es imparable.
Tenemos que ganarnos nuestra posición de líderes todos los días. Si dejamos de innovar o de ajustar nuestros planes, o si fallamos en la próxima gran curva de la carretera de la industria, nos perderemos. Nos cuidamos de no desconocer a quienes nos lo pronostican, porque Microsoft no es inmune al fracaso. Les prestamos atención y nos preguntamos: «¿Por qué dicen eso? ¿Estamos siendo lo suficientemente críticos con nosotros mismos? ¿Estamos ignorando una tecnología nueva?».
Ningún producto se mantiene en la cumbre si su empresa deja de mejorarlo, y nosotros tenemos que mantener la innovación. El software del Macintosh podría haberse convertido en el sucesor del MS-DOS. Podrían haberlo sido también OS/2 o UNIX. En su momento, Windows sucedió al MS-DOS, y todas las versiones subsiguientes de Windows sólo podrían tener éxito con nuevos usuarios, si los usuarios actuales las adoptaban.
Microsoft tenía que hacer todo lo posible para hacer las nuevas versiones tan atractivas en términos de precio y características como para que la gente deseara cambiar, aunque ello implicara una sobrecarga tanto para quienes las desarrollaban como para los clientes. Únicamente un gran avance puede convencer a los usuarios de que vale la pena cambiar. Esto se puede conseguir cuando la innovación es suficiente. Yo espero que cada dos o tres años nazcan nuevas e importantes generaciones de Windows.