Read Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Online

Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (55 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
10.22Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads
Birdlip, 1º de marzo, 1943
Consideración Interna y Consideración Externa II

Cuanto más exigente sea, tanto mayor será la consideración interior. Se estará siempre desencantado y se sentirá que es preciso echar la culpa a alguien. La gente que tiene muchas exigencias hace que la vida sea para ella muy difícil. Nada está bien: La gente que los rodea no es buena, no los tratan en debida forma, etc. En este Trabajo hemos de sentir gradualmente nuestra nadidad por medio de la observación.

Lo opuesto a la consideración interna es la consideración externa. La consideración externa es pensar en los otros. Es una de las pocas cosas que en el Trabajo se nos aconseja hacer. Se nos dice que
no
debemos considerar internamente ni tener emociones negativas, pero que sí debemos considerar exteriormente del mismo modo que recordarnos a nosotros mismos. Cuando estamos en un estado de consideración interna (y este es nuestro estado acostumbrado) en realidad sólo pensamos en nosotros mismos. Nos contemplamos como si fuéramos el centro del Universo. Como Copérnico, tenemos que comprender que no somos el centro del Universo. La consideración interna sólo nos da emociones y a medida que éstas aumentan el carácter se retrae más. De seguro todos ustedes conocen personas a quienes no se les puede decir una palabra sin que empiecen a hablarles de sus preocupaciones, de la vida dura que llevan, etc. Esta gente está arruinada. Está muerta. Ya saben que el Trabajo dice que las emociones negativas son las que gobiernan el mundo, y no el sexo ni el poder. Para convencerse basta pensar en las personas que se han destruido por completo debido a su constante abandono a las emociones negativas. La consideración interior es un aspecto de la identificación. En nosotros se relaciona estrechamente con los estados negativos. Pero no vayan a creer que lo opuesto a la consideración interna es una manera de ser franca, optimista, alegre. Esta no es la consideración externa.

Citaré ahora lo que Ouspensky dijo una vez sobre la consideración exterior:

"Lo opuesto a la consideración interior, y lo que es en parte un medio para luchar contra ella, es la 'consideración exterior'. La consideración exterior está basada en una relación con los demás, por entero diferente de la consideración interior. Es adaptarse a la gente, a su comprensión, a
sus
exigencias. Un hombre, al considerar exteriormente hace todo cuanto es necesario para hacer más llevadera la vida de la demás gente y su propia vida. La consideración exterior exige conocer a los hombres, comprender sus gustos, hábitos y supersticiones. Al mismo tiempo la consideración exterior exige un gran poder sobre sí, un gran dominio de sí. Muchas veces un hombre no quiere expresar o mostrar a otro hombre lo que realmente piensa de él y siente por él. Pero si es un hombre débil por supuesto cederá y dirá lo que realmente piensa y luego se justificará diciendo que no quería mentir, que no quería fingir, sino que quería ser sincero. Luego se convence a sí mismo de que el otro hombre es el culpable. En realidad, deseaba considerarlo externamente, hasta pensaba ceder, no pelear, etc. Pero el
otro
no quería en absoluto tenerlo en consideración. Muy a menudo sucede que un hombre empieza bendiciendo y termina maldiciendo: comienza por decidirse a considerar exteriormente, y luego culpa a las otras personas por no considerarlo exteriormente. Este es un ejemplo que muestra cómo la consideración
exterior
pasa a ser consideración
interior.
Pero si un hombre verdaderamente se recuerda a si mismo, comprende que el otro hombre es una
máquina
como él mismo, y entonces
entrará en su posición
, se pondrá en su lugar, y será capaz de comprender y sentir lo que el otro hombre piensa y siente. Si llega a hacerlo, su trabajo se le hará más fácil. Pero si se acerca a un hombre con sus propias exigencias no puede obtenerse nada excepto una nueva consideración interior."

Una consideración exterior justa es muy importante
en el Trabajo.
Ocurre muchas veces que la gente que comprende muy bien la necesidad de la consideración exterior en la vida no comprende la necesidad de la consideración exterior en el Trabajo. Hasta se imaginan que por el hecho de estar en el Trabajo tienen derecho a no considerar a los demás: mientras que en realidad, en el Trabajo —es decir, para que el trabajo del Hombre tenga éxito— se necesita diez veces más consideración exterior que en la vida, porque sólo su consideración exterior muestra su valoración y su comprensión del Trabajo —y el éxito en el Trabajo siempre es proporcional a su valoración y comprensión. Recuerden que el trabajo no puede empezar ni proseguir en un nivel inferior al de la vida ordinaria —es decir, es preciso que empiece en el nivel del Buen Amo de Casa. Este es un principio muy importante, que, por alguna razón o por otra, por lo general se olvida. Es preciso que la gente se comporte como Buenos Amos de Casa.

En el Trabajo la consideración exterior es más necesaria que en la vida. No produce "emociones de sí", sino "emociones de los otros". El segundo principio en el Trabajo, el Trabajo en conjunción con los demás, produce la necesidad de la consideración exterior, de ponernos a nosotros mismos en lugar de los otros, de entender las dificultades de las demás personas. En la práctica de la consideración exterior es preciso comprender que las otras personas son espejos de nosotros mismos. Si se ha llenado un álbum con buenas fotografías de sí mismo mediante una larga auto-observación, entonces no hará falta buscar mucho para encontrar en sí mismo lo que tanto le desagrada en otra persona y será capaz de ponerse en la situación de esa persona, de comprender que ella tiene también eso que se ha observado en sí mismo, que tiene sus dificultades interiores, del mismo modo que las tiene uno, etc. Se puede practicar la consideración exterior cuando se está solo. Daré un ejemplo: examine usted cuidadosamente lo que dijo a alguien y luego póngase en su lugar y visualice a esa persona diciéndole las mismas cosas y empleando la misma entonación. La consideración exterior es tan amplia y tan variada en su alcance como la consideración interior. No puede haber un desarrollo correcto del Centro Emocional sin la práctica de la consideración exterior; la valoración de este Trabajo, y la práctica de la consideración exterior desarrollan el Centro Emocional. Cuanto más se valora este Trabajo, menos se es gobernado por la falsa personalidad, menos vanidad se tiene, y cuanto mayor es la consideración exterior menos importante se cree uno.

En el Trabajo no se pretende en absoluto hacer el bien cuando en realidad se
quiere
mal. Es inútil pretender mostrarse agradable a las otras personas cuando se las aborrece de corazón. Todo el Trabajo depende de la sinceridad interior. La consideración exterior no es hipocresía, no es "obras buenas", sino una cuestión de actitud interior. Recuérdese que el encontrar en sí mismo la misma cosa que censura en otra persona produce el efecto mágico de poner fin a toda la situación. Este es el verdadero "perdón". Es sabido que nuestro estado natural es el sorprendernos mucho si algo anda mal en nosotros mismos. Claro está que muchas veces nos censuramos. Decimos, por ejemplo: "Sí, temo mucho que si se produjo este incidente la culpa es mía." "Por cierto, es verdad", dice la otra persona. ¿No le espanta esto? Se sentirá herido y ofendido en seguida. Sucede todo esto porque es muy difícil creer que algo anda mal en nosotros y ello es parte del sueño en que estamos sumidos, el profundo sueño que cobija a toda la humanidad. Ahora bien, la observación de sí es muy rigurosa y llega a ser aún más rigurosa. Si se la hace sinceramente, duele. Pero deja penetrar la luz y pone fin al crecimiento interior de toda clase de exuberantes malezas, y entre ellas a toda la extraña vegetación debida a la consideración interior y a la compasión de sí y al cantarse loas. Entonces, por último empezamos a comprender que un hombre no es nada antes de que pueda esperar a
ser
algo.

En cuanto a esa forma de consideración interior que descansa en el sentimiento de haber sido engañado por la vida, de no estar en mejor situación, el Trabajo pone mucho énfasis es decir que cada cual empieza desde donde habría de estar. Dice que las condiciones en que se encuentra al Trabajo son las condiciones correctas para uno. Nada es más absurdo que creer que se pierde la vida en este Trabajo. Sorprenden las opiniones estrechas de la gente acerca de lo que debiera ser la vida. Al parecer tienen una o dos recetas para la vida y si la vida de una persona no corresponde a esas recetas, se la juzga cómo si fuera vana o inútil, y con tal perspectiva una persona puede entregarse a la consideración interior y sentir que todo está en contra de ella, hasta Dios y el Universo entero, y ello ocurre sencillamente porque no sabe tomar su vida de un modo correcto. Tiene exigencias que no pueden ser satisfechas. Se asemeja a una persona que va a un almacén de comestibles y pide un sombrero de copa o una máquina de coser en vez de llevar lo que se le vende. Las fuerzas hipnotizantes que mantienen al Hombre dormido son las mismas para todos. Si su propósito es el
despertar,
entonces sean cuales fueren sus circunstancias, no importa, a menos que lo priven por la fuerza del Trabajo.

Ya han oído la sección sobre el Karma Yoga que fue leída hace una o dos semanas. Por lo que sé, no se ha llegado a una mejor formulación sobre la manera de evitar la consideración interior en lo que concierne a las circunstancias comunes de la vida. Ya que la consideración interior es una forma de identificación de sí, es preciso comprender que la práctica de no identificarse que el señor Ouspensky describió en función de la palabra
desapego
es la cura para la consideración interior. Si comprenden que la consideración interior puede llegar a convertirse en una verdadera enfermedad y puede destruirlos, si presencian su obra en ustedes mismos, entonces harán todo cuanto está en su poder para desecharla. No conviene decir, por ejemplo, "Oh, Mengano no tiene idea alguna de lo que debe ser la vida para una persona como yo". Sólo aumentará su consideración interior. Es la consideración interior en sí mismo la que debe ser detenida o, en caso contrario, crecerá y crecerá y crecerá. Se extenderá como el fuego sobre todo lo que es joven y capaz de crecimiento en usted.

Les ruego que no me pregunten cuál es el remedio para la consideración interior. Es preciso que la estudien en ustedes mismos y se den cuenta del daño que les hace y de ello obtendrán el verdadero deseo de liberarse. Es preciso verla en sí mismo y luego encararla con seriedad, junto con todas las demás cosas que en el Trabajo se nos dice practicar. Porque todo el Trabajo es necesario. Es necesario aplicar todas las partes del Trabajo, porque el Trabajo todo es un organismo viviente.

Birdlip, 8 de marzo, 1943
Consideración Interna y Consideración Externa III

Hemos hablado la última vez de la necesidad de la consideración externa en el Trabajo. La consideración externa debe empezar con el inicio del Trabajo, hasta donde es capaz una persona de hacerlo. Una persona que es auto-centrada —es decir, que sólo piensa en sí misma o en los otros refiriéndose a sí misma— no puede ir muy lejos. Tal persona sólo trabaja a lo largo de la primera línea de Trabajo, la línea del Trabajo sobre sí, y ello hasta un punto muy limitado. La segunda línea, del Trabajo tiene que ver con las otras personas y nuestra actitud hacia ellas. Esto exige también el trabajo sobre si. No significa meramente que es preciso soportar las manifestaciones desagradables de los otros —y se debe recordar que ellos tienen que soportar las nuestras— sino que significa más bien
la práctica de la consideración externa en general.

Cada persona tiene una manera más o menos fija de tomar a las otras, debido a sus actitudes y sus límites topes. Vemos a los otros a través de nuestras actitudes y limitaciones. Por lo general las otras personas no nos gustan. Somos instintivamente hostiles. Recuerdo que G. dijo una vez que cuando nos cruzamos con una persona en un sendero ponemos nuestros músculos en tensión. Se nos ha dicho que no deberíamos fingir simpatía hacia las otras personas, sino tratar de trabajar sobre la antipatía. La antipatía crece muy fácilmente. No se puede considerar exteriormente a otra persona, si sólo se siente antipatía por ella. Toda persona se escinde muy fácilmente en simpatía y antipatía, y en las relaciones no se debe permitir que la antipatía crezca mecánicamente. Por la observación de sí nos damos cuenta de que para cada persona tenemos dos memorias. Cuando somos negativos sólo recordamos las cosas desagradables: cuando no somos negativos las olvidamos. Tenemos una vaga idea de lo que significa un tratamiento justo en lo que respecta a la conducta exterior. Pero es preciso ser justo en nosotros mismos hacia los otros y esto es en realidad el trabajo sobre sí que toma la forma de la consideración externa. Por lo general crece un enjambre de pensamientos y sentimientos desagradables acerca de otra persona, a los que se permite
voluntariamente
entrar en la conciencia. Tanto por amor a sí mismo como a la otra persona hay que hacer algo, es decir, es menester trabajar sobre sí para neutralizar, por así decirlo, ese material poderoso y desagradable que existe en uno. Para neutralizar ese veneno había que apelar a toda la inteligencia y sinceridad y memoria de trabajo, con el fin de tratar imparcialmente dentro de sí mismo a la otra persona. Habrá que ponerse a sí mismo en el lugar de la otra persona. Habrá que desechar toda justificación de sí, y sobre todo recordar lo que se ha observado en uno mismo, y cómo se es, antes de criticar con tanta facilidad a la otra persona.

Por otra parte, no se tiene necesidad alguna de hacer esto. Basta
considerar internamente.
Se puede hacer cuentas, decirse a si mismo que la otra persona está equivocada, que uno no fue tratado Justamente, que la otra persona está en deuda con uno. Todo esto forma la base de muchas relaciones en la vida. Dicha base es la consideración interior. ¿Acaso no hemos notado en una relación entre dos personas, que, por regla general, una de ellas considera más externamente y la otra muy a menudo sólo considera internamente y se queja de todo?

En el Trabajo, la consideración exterior debe penetrar más profundamente que en la vida. En realidad pertenece a la purificación del Centro Emocional. Uno de los grandes objetivos de este Trabajo radica en despertar el Centro Emocional, que está drogado con emociones negativas y todas las pequeñas emociones de sí, de la vanidad, del engreimiento, etc. La consideración exterior (en el sentido del Trabajo) requiere un
esfuerzo consciente,
mientras que la consideración interior es mecánica, es decir, no requiere esfuerzo sino que prosigue por sí misma y crece por sí misma del mismo modo que las emociones negativas. En el Trabajo, la consideración exterior no surge de los motivos de vida. Es por eso por lo que requiere un esfuerzo consciente. Es menester tomar en consideración a personas a quienes, en la vida, ni siquiera se pensaría en tenerles consideración alguna. Es esta clase de consideración exterior la que puede cambiar el nivel de ser. Ocupémonos de una persona qué practica la consideración exterior en la vida, por ejemplo, un camarero principal. Es quizá un hombre muy inteligente. Observa lo que gusta a la gente, cuáles son sus peculiaridades, qué esperan de él, en qué forma se irritan, qué alimentos prefieren, y así sucesivamente. Saca provecho de todo ello. Como San Pablo es "todas las cosas para todos los hombres", pero no por los mismos motivos. Es suficientemente inteligente como para adaptarse a las necesidades de las otras personas. Se desvive por amor a los otros. Tiene tacto, es observador, se borra a sí mismo, etcétera. Pero hace todo esto porque está representando un papel. Y tiene perfecta razón. Es inteligente. Pero el caso es diferente en el Trabajo. La consideración exterior desde el punto de vista de la vida no es la misma cosa que la consideración exterior desde el punto de vista del Trabajo. Al mismo tiempo, una persona que conoce lo que significa en la vida la consideración exterior y a quien se le enseñó a estudiar las necesidades de las otras personas quizá sepa mejor lo que significa en el Trabajo la consideración exterior.

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
10.22Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

Other books

The Widow by Fiona Barton
Make Your Move by Samantha Hunter
Adam's Rib by Antonio Manzini
His-And-Hers Family by Winn, Bonnie K.
Past Caring by Robert Goddard
Anonymous Rex by Eric Garcia
The Last Wicked Scoundrel by Lorraine Heath