Authors: Katherine Neville
—Ayer averigüé algo que tal vez conecte todo esto entre sí—mencionó Sam con una de sus miradas traviesas—. Los esenios que vivían en Qumrán en tiempos de Jesús creían que Adán tenía una esposa secreta, una primera esposa que precedió a Eva. Se llamaba Lilit, que significa «buho», sabiduría,
sophia.
Pero Lilit abandonó a Adán. ¿Sabes porqué?
—Ni idea —confesé.
—Adán no le dejaba estar sobre él —dijo Sam, que al ver mi cara se echó a reír—. Hablo en serio, de verdad. Me parece que he encontrado algo. Escucha. Se incorporó en la piel de oso y me miró.
—Lilit no es sólo la sabiduría: es la Madre Tierra —empezó—, lo bastante sabia para mantener toda la vida si no la aprisionamos y le concedemos la libertad para hacer lo que mejor sabe hacer. Quizás el misterio sea la sabiduría antigua: cómo usar los ritmos naturales de la Tierra y las energías que nos mantienen con vida en lugar de construir presas en los ríos, que constituyen sus arterías, de extraer minerales de su vientre, de cortar los árboles que usa para respirar o de levantar paredes que reducen toda vida a espacios delimitados.
»Ya sabes que la nación india es un matriarcado —prosiguió Sam—. Pero tal vez ignores esta profecía de los navajos. Durante los últimos días, cualquier territorio en que las mujeres hayan quedado reducidas a siervas bajo la tiranía del hombre o donde se haya distribuido la tierra según algún tipo de acaparamiento de tierras patriarcal será destruido al final de los tiempos en la segunda inundación.
»Así que, en lo que respecta a la Madre Tierra —concluyó Sam con una sonrisa—. Es mejor que a partir de ahora la dejemos estar sobre nosotros, como se merece. Igual que tú y yo.
Y decía la verdad.