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Authors: Lope de Vega

Tags: #Teatro

El perro del hortelano (6 page)

BOOK: El perro del hortelano
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y todo, César, lo fuiste,
240

pues fuiste César y nada».

TEODORO

Pues tomo, Tristán, la empresa,

y haga después la Fortuna

lo que quisiere.

(Salen MARCELA y DOROTEA.)

DOROTEA

Si a alguna

de tus desdichas le pesa
245

de todas las que servimos

a la Condesa, soy yo.

MARCELA

En la prisión que me dio

tan justa amistad hicimos,

y yo me siento obligada
250

de suerte, mi Dorotea,

que no habrá amiga que sea

más de Marcela estimada.

Anarda piensa
[9]
que yo

no sé cómo quiere a Fabio.
255

Pues della nació mi agravio,

que a la Condesa contó

los amores de Teodoro.

DOROTEA

Teodoro está aquí.

MARCELA

¡Mi bien!

TEODORO

Marcela, el paso detén.
260

MARCELA

¿Cómo, mi bien, si te adoro,

cuando a mis ojos te ofreces?

TEODORO

Mira lo que haces y dices,

que en palacio los tapices

han hablado algunas veces.
265

¿De qué piensas que nació

hacer figuras en ellos?

De avisar que detrás dellos

siempre algún vivo escuchó.

Si un mudo, viendo matar
270

a un rey, su padre, dio voces,

figuras que no conoces

pintadas sabrán hablar.

MARCELA

¿Has leído mi papel?

TEODORO

Sin leerle le he rasgado,
275

que estoy tan escarmentado

que rasgué mi amor con él.

MARCELA

¿Son los pedazos aquestos?

TEODORO

Sí, Marcela.

MARCELA

¿Y ya mi amor

has rasgado?

TEODORO

¿No es mejor
280

que vernos por puntos puestos

en peligros tan estraños?

Si tú de mi intento estás,

no tratemos desto más

para escusar tantos daños.
285

MARCELA

¿Qué dices?

TEODORO

Que estoy dispuesto

a no darle más enojos

a la Condesa.

MARCELA

En los ojos

tuve muchas veces puesto

el temor desta verdad.
290

TEODORO

Marcela, queda con Dios;

aquí acaba de los dos

el amor, no el amistad.

DOROTEA

¿Tú dices eso, Teodoro,

a Marcela?

TEODORO

Yo lo digo,
295

que soy de quietud amigo

y de guardar el decoro

a la casa que me ha dado

el ser que tengo.

MARCELA

Oye, advierte.

TEODORO

Déjame.

MARCELA

¿De aquesta suerte
300

me tratas?

TEODORO

¡Qué necio enfado!

(Váyase.)

MARCELA

¡Ah Tristán, Tristán!

TRISTÁN

¿Qué quieres?

MARCELA

¿Qué es esto?

TRISTÁN

Una mudancita,

que a las mujeres imita

Teodoro.

TRISTÁN

¿Cuáles mujeres?
305

TRISTÁN

Unas de azúcar y miel.

MARCELA

Dile...

TRISTÁN

No me digas nada,

que soy vaina de esta espada,

nema de aqueste papel,

caja de aqueste sombrero,
310

fieltro deste caminante,

mudanza deste danzante,

día deste vario hebrero,

sombra deste cuerpo vano,

posta de aquesta estafeta,
315

rastro de aquesta cometa,

tempestad deste verano,

y finalmente yo soy

la uña de aqueste dedo,

que en cortándome no puedo
320

decir que con él estoy.

(Váyase.)

MARCELA

¿Qué sientes desto?

DOROTEA

No sé,

que a hablar no me atrevo.

MARCELA

¿No?

Pues yo hablaré.

DOROTEA

Pues yo no.

MARCELA

Pues yo sí.

DOROTEA

Mira que fue
325

bueno el aviso, Marcela,

de los tapices que miras.

MARCELA

Amor en celosas iras

ningún peligro recela.

A no saber cuán altiva
330

es la Condesa, dijera

que Teodoro en algo espera,

porque no sin causa priva

tanto estos días Teodoro.

DOROTEA

Calla, que estás enojada.
335

MARCELA

Mas yo me veré vengada,

ni soy tan necia que ignoro

las tretas de hacer pesar.

(Sale FABIO.)

FABIO

¿Está el secretario aquí?

MARCELA

¿Es por burlarte de mí?
340

FABIO

Por Dios, que le ando a buscar,

que le llama mi señora.

MARCELA

Fabio, que sea o no sea,

pregúntale a Dorotea

cuál puse a Teodoro agora.
345

¡No es majadero cansado

este secretario nuestro!

FABIO

¡Qué engaño tan necio el vuestro!

¿Querréis que esté deslumbrado

de los que los dos tratáis?
350

¿Es concierto de los dos?

MARCELA

¿Concierto? ¡Bueno!

FABIO

Por Dios,

que pienso que me engañáis.

MARCELA

Confieso, Fabio, que oí

las locuras de Teodoro,
355

mas yo sé que a un hombre adoro

harto parecido a ti.

FABIO

¿A mí?

MARCELA

Pues ¿no te pareces

a ti?

FABIO

Pues ¿a mí, Marcela?

MARCELA

Si te hablo con cautela,
360

Fabio, si no me enloqueces,

si tu talle no me agrada,

si no soy tuya, mi Fabio,

máteme el mayor agravio,

que es el querer despreciada.
365

FABIO

Es engaño conocido

o tú te quieres morir,

pues quieres restitüir

el alma que me has debido.

Si es burla o es invención,
370

¿a qué camina tu intento?

DOROTEA

Fabio, ten atrevimiento

y aprovecha la ocasión,

que hoy te ha de querer Marcela

por fuerza.

FABIO

Por voluntad
375

fuera amor, fuera verdad.

DOROTEA

Teodoro más alto vuela.

De Marcela se descarta.

FABIO

Marcela, a buscarle voy.

Bueno en sus desdenes soy;
380

si amor te convierte en carta,

el sobrescrito a Teodoro,

y, en su ausencia, denla a Fabio;

mas yo perdono el agravio

aunque ofenda mi decoro,
385

y de espacio te hablaré

siempre tuyo en bien o en mal.

(Váyase.)

DOROTEA

¿Qué has hecho?

MARCELA

No sé; estoy tal

que de mí misma no sé.

¿Anarda no quiere a Fabio?
390

DOROTEA

Sí quiere.

MARCELA

Pues de los dos

me vengo, que amor es Dios

de la envidia y del agravio.

(Salen la CONDESA y ANARDA.)

DIANA

Esta ha sido la ocasión.

No me reprehendas más.
395

ANARDA

La disculpa que me das

me ha puesto en más confusión.

Marcela está aquí, señora,

hablando con Dorotea.

DIANA

Pues no hay disgusto que sea
400

para mí mayor agora.

Salte allá fuera, Marcela.

MARCELA

Vamos, Dorotea
[10]
, de aquí.

Bien digo yo que de mí

o se enfada o se recela.
405

(Váyanse MARCELA y DOROTEA.)

ANARDA

¿Puédote hablar?

DIANA

Ya bien puedes.

ANARDA

Los dos que de aquí se van

ciegos de tu amor están;

tú en desdeñarlos excedes

la condición de Anajarte,
410

la castidad de Lucrecia,

y quien a tantos desprecia...

DIANA

Ya me canso de escucharte.

ANARDA

¿Con quién se piensa casar?

¿No puede el marqués Ricardo,
415

por generoso y gallardo,

si no exceder, igualar

al más poderoso y rico?

¿Y la más noble mujer

también no lo puede ser
420

de tu primo Federico?

¿Por qué los has despedido

con tan estraño desprecio?

DIANA

Porque uno es loco, otro necio,

y tú, en no haberme entendido,
425

más, Anarda, que los dos.

No los quiero porque quiero,

y quiero porque no espero

remedio.

ANARDA

¡Válame Dios!

¿Tú quieres?

DIANA

¿No soy mujer?
430

ANARDA

Sí, pero imagen de yelo

donde el mismo sol del cielo

podrá tocar y no arder.

DIANA

Pues esos yelos, Anarda,

dieron todos a los pies
435

de un hombre humilde.

ANARDA

¿Quién es?

DIANA

La vergüenza me acobarda

que de mi propio valor

tengo; no diré su nombre.

Basta que sepas que es hombre
440

que puede infamar mi honor.

ANARDA

Si Pasife quiso un toro,

Semíramis un caballo

y otras los monstros que callo

por no infamar su decoro,
445

¿qué ofensa te puede hacer

querer hombre, sea quien fuere?

DIANA

Quien quiere puede, si quiere,

como quiso, aborrecer.

Esto es lo mejor: yo quiero
450

no querer.

ANARDA

¿Podrás?

DIANA

Podré,

que si cuando quise amé,

no amar en queriendo espero.

(Toquen dentro.)

¿Quién canta?

ANARDA

Fabio con Clara.

DIANA

Ojalá que me diviertan.
455

ANARDA

Música y amor conciertan.

Bien en la canción repara.

[VOCES]

 (Canten dentro.) 

¡Oh, quién pudiera hacer, oh, quién hiciese,

que en no queriendo amar aborreciese!

¡Oh, quién pudiera hacer, oh, quién hiciera,
460

que en no queriendo amor aborreciera!

ANARDA

¿Qué te dice la canción?

¿No ves que te contradice?

DIANA

Bien entiendo lo que dice,

mas yo sé mi condición,
465

y sé que estará en mi mano

como amar
[11]
, aborrecer.

ANARDA

Quien tiene tanto poder

pasa del límite humano.

(TEODORO entre.)

TEODORO

Fabio me ha dicho, señora,
470

que le mandaste buscarme.

DIANA

Horas ha que te deseo.

TEODORO

Pues ya vengo a que me mandes,

y perdona si he faltado.

DIANA

Ya has visto estos dos amantes,
475

estos dos mis pretendientes.

TEODORO

Sí, señora.

DIANA

Buenos talles

tienen los dos.

TEODORO

Y muy buenos.

DIANA

No quiero determinarme

sin tu consejo. ¿Con cuál
480

te parece que me case?

TEODORO

Pues ¿qué consejo, señora,

puedo yo en las cosas darte

que consisten en tu gusto?

Cualquiera que quieras darme
485

por dueño será el mejor.

DIANA

Mal pagas el estimarte

por consejero, Teodoro,

en caso tan importante.

TEODORO

Señora, ¿en casa no hay viejos
490

que entienden de casos tales?

Otavio, tu mayordomo,

con experiencia lo sabe,

fuera de su larga edad.

DIANA

Quiero yo que a ti te agrade
495

el dueño que has de tener.

¿Tiene el Marqués mejor talle

que mi primo?

TEODORO

Sí, señora.

DIANA

Pues elijo al Marqués; parte

y pídele las albricias.
500

(Váyase la CONDESA.)

TEODORO

¿Hay desdicha semejante?

¿Hay resolución tan breve?

¿Hay mudanza tan notable?

¿Estos eran los intentos

que tuve? ¡Oh sol, abrasadme
505

las alas con que subí,

pues vuestro rayo deshace

las mal atrevidas plumas

a la belleza de un ángel!

Cayó Dïana en su error.
510

¡Oh, qué mal hice en fïarme

de una palabra amorosa!

¡Ay, cómo entre desiguales

mal se concierta el amor!

Pero ¿es mucho que me engañen
515

aquellos ojos a mí

si pudieran ser bastantes

a hacer engaños a Ulises?

De nadie puedo quejarme

sino de mí; pero, en fin,
520

¿qué pierdo cuando me falte?

Haré cuenta que he tenido

algún acidente grave

y que mientras me duró

imaginé disparates.
525

No más; despedíos de ser,

¡oh pensamiento arrogante!,

conde de Belflor. Volved

la proa al antigua margen;

queramos nuestra Marcela;
530

para vós Marcela baste.

Señoras busquen señores,

que amor se engendra de iguales,

y pues en aire nacistes,

quedad convertido en aire,
535

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