Guía de la Biblia. Antiguo Testamento (59 page)

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Authors: Isaac Asimov

Tags: #Histórico

BOOK: Guía de la Biblia. Antiguo Testamento
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Ester 11.1.
En el año cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo ... llevó esta epístola ... que según decían... había interpretado Lisímaco, hijo de Tolomeo, que estaba en Jerusalén...

Desde el 305 al 44 aC, todos los reyes de Egipto de extracción macedónica se llamaban Ptolemaios, o Tolomeo en versión española. Las reinas egipcias de esa época solían adoptar el nombre de Cleopatra. En el 116 aC, Tolomeo VIII subió al trono y reinó conjuntamente con su madre, Cleopatra III. Si el versículo se refiere a estos Tolomeo y Cleopatra, el cuarto año de su reinado sería el 113 aC.

En cuanto a Lisímaco, debe tratarse de un judío alejandrino que vivía en Jerusalén. En aquel tiempo, los judíos alejandrinos solían tener nombres griegos, del mismo modo que los judíos norteamericanos suelen adoptar en la actualidad nombres norteamericanos. Y el que su padre se llamara Tolomeo no lo convierte en príncipe. Sin duda se llamaban así muchos hombres que no tenían parentesco alguno con la familia real.

«El reposo de Ester» continúa explicando los sueños de Mardoqueo y los detalles de la conspiración contra el rey que él descubre. Se citan las oraciones de Mardoqueo y de Ester. (En su plegaria, Mardoqueo explica que no se niega por orgullo a inclinarse ante Amán, sino sólo porque no quiere dar a un hombre lo que únicamente se debe a Dios.) Además se citan dos cartas que supuestamente contienen órdenes de Asuero; en la primera se decreta el exterminio de los judíos, y en la segunda se les permite defenderse y vivir conforme a sus propias leyes.

La última carta posee la particularidad de contener una extraña acusación contra Amán:

Ester 16.10.
... Amán..., macedonio, enteramente extraño a la sangre de los persas...

El que Asuero (Jerjes) denuncie a Amán como macedonio es un anacronismo evidente. Siglo y medio después de los acontecimientos que, según el libro de Ester, supuestamente ocurrieron, llegaría el momento en que el conquistador macedonio Alejandro el Magno destruiría el imperio persa para apropiarse de él, pero en la época de Jerjes, Macedonia era un reino bajo dominio persa, sin peligro para nadie.

Sin embargo, en la época en que se escribió el libro de Ester, los grandes enemigos de los judíos no eran los antiguos y ya casi olvidados amalequitas, sino los reyes macedonios del imperio seléucida, y este versículo puede considerarse como una arremetida contra ellos.

18. Job

Job • Hus • Satán • Temán • Orión • Las Pléyades • Arturo • Buz • Mazarot • Behemot • Leviatán

Job

El libro de Job, que sigue al de Ester,
[146]
es un drama filosófico que trata del problema del bien y del mal. Se detiene tan poco en la historia seglar, que no llega a surgir la cuestión de si describe acontecimientos que pasaran realmente. Su mensaje ético y religioso sería el mismo aunque fuese efectivamente tan novelesco como parece.

Nadie sabe exactamente cuándo pudo escribirse. La mayoría de los estudiosos suelen pensar que el libro, tal como ha llegado a nuestras manos, es de la época posterior al Exilio y se redactó durante algún momento del período persa. Empieza así:

Job 1.1.
Había ... un varón llamado Job...

No se indica la genealogía de Job, y no se intenta establecer relación alguna con la historia bíblica. Tal vez no se necesitara en la época de la redacción del libro, porque al parecer Job era el héroe de una leyenda famosa; fábula que describe a un hombre bueno, de paciencia sobrehumana, que soporta grandes desgracias sin perder la fe en Dios.

La leyenda original debe ser antigua, incluso existe una versión de ella en la literatura babilónica, y el autor de Job la incluye como introducción y epílogo en prosa al libro, Pero el principio y el fin incluye su propia indagación poética acerca de las relaciones entre Dios y el hombre, depositándola como un cargamento precioso en el simple y robusto navío de la famosa leyenda de Job.

Existe una referencia bíblica de la leyenda original de Job. Se encuentra en las escrituras del profeta Ezequiel, que vivió durante el Exilio y, en consecuencia, antes de que se redactara el libro de Job. Cuando Ezequiel cita la advertencia de Dios de que Él destruirá a los idólatras, se especifica que los pecadores no escaparán por los méritos de los devotos que vivan entre ellos.

Ezequiel 14.13.
... cuando, por haberse rebelado ... contra mí la tierra ...y extermine en ella hombres y animales,

Ezequiel 14.14.
aunque hubieran estado en ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos ... salvarían su vida...

Hus

No se especifica la genealogía de Job, pero sí su tierra natal.

Job 1.1.
Había en tierra de Hus un varón llamado Job...

Job 1.3.
[147]
y era aquel varón grande más que todos los orientales.

En seguida surge la pregunta: ¿dónde estaba Hus? Por lo que se refiere al aspecto esencial del libro, no es preciso plantearla, porque el gran problema tratado en el libro de Job trasciende el tiempo y el espacio. Pero nosotros nos ocupamos del aspecto seglar de la Biblia, y la «tierra de Hus» debía tener un significado para los lectores del libro. ¿Cuál sería ese significado?

El hecho de que se describa a Job como «grande más que todos los orientales» parece señalar que se trataba de un jeque acaudalado que habitaba al oriente de Canán, junto a la frontera del desierto.

Pero si volvemos a las listas genealógicas del Génesis encontramos:

Génesis 10.22.
Son hijos de Sem: ... Aram...

Génesis 10.23.
Hijos de Aram: Uz...

Los nombres de las primeras analogías indican epónimos, y se dice que los individuos están emparentados cuando las zonas o tribus que representan son vecinas. Si se dice que el individuo Uz es hijo de Aram, es lógico suponer que la tierra de Uz (Hus) es un distrito de Aram, es decir, de Siria, y que por tanto Uz está al norte de Canán. En realidad, inscripciones asirias hablan de un distrito sirio llamado «Ussai».

Pero por otro lado, el profeta Jeremías enumera en cierto momento los reinos azotados por la ira de Dios, extendiéndose por la costa mediterránea, de Egipto a Fenicia:

Jeremías 25.19.
Al faraón, rey de Egipto...

Jeremías 25.20.
... a todos los reyes de la tierra de Us y a todos los reyes de la tierra de los filisteos...

Entonces, habría que situar a Hus entre Egipto y Filistea y, en consecuencia, al sur de Canán.

Encontramos una indicación más clara de esto en un versículo del libro de las Lamentaciones. En él, el autor, al deplorar el destino de Jerusalén tras su destrucción a manos de Nabucodonosor, se lanza a una amarga y sarcástica condena de Edom, a la que describe regocijándose de la caída de Jerusalén:

Lamentaciones 4.21.
Alégrate y tripudia
[148]
, hija de Edom, que habitas la tierra de Us!...

Así pues, hay razones bíblicas para suponer que Hus estaba al oriente, al norte o al sur de Canán, cosa que no resulta nada satisfactoria.

Sin embargo, cuando el Génesis enumera a los descendientes de Esaú, Hus vuelve a aparecer entre ellos:

Génesis 36.28.
Los hijos de Disán: Us de Edom,

Pocos versículos después, se enumera a los gobernantes:

Génesis 36.31.
He aquí los reyes que han reinado en tierra de Edom antes que reinara un rey sobre... Israel:

Génesis 36.32.
Bela, hijo de Beor, reinó en Edom...

Génesis 36.33.
Murió Bela y le sucedió Jobab...

¿Acaso Jobab era Job? ¿Pudo el autor del libro considerar a Job como rey de Edom mientras los israelitas aún luchaban por establecerse en Canán? Desde luego, los rabinos posteriores parecieron pensar que Hus estaba en Edom y que Job era un edomita rico que vivió en el período en que los israelitas estaban cautivos en Egipto. (Como la historia se situó en esa época, la tradición rabínica afirma que el libro de Job fue escrito por Moisés, algo que los eruditos modernos se niegan a aceptar.)

Satán

Tras la presentación de Job, el escenario se desplaza a los cielos:

Job 1.6.
Sucedió un día que los hijos de Dios fueron a presentarse ante Yahvé, y vino también entre ellos Satán.

Esta mención de Satán, cuyo nombre no se encuentra en ninguno de los libros basados en documentos preexiliares, es una de las razones para afirmar que el libro debió escribirse después del Exilio.

La influencia persa se muestra en la descripción de Dios como jefe de una corte numerosa de espíritus auxiliares. La diferencia con la concepción persa reside en el hecho de que Satán no es el jefe recíproco de un grupo de espíritus malignos, sino sólo un espíritu individual, tan sometido a Dios como todos los demás. Al parecer, Satán tiene la importante y útil misión de probar a los seres humanos para comprobar si su fe en Dios es firme o sólo superficial. Para esa función, actúa únicamente con el permiso de Dios y sólo en la medida en que Dios se lo permite.

Temán

Dios alaba la devoción de Job ante Satán, que en seguida señala que a un hombre rico y afortunado le resulta fácil mostrar agradecimiento por las recompensas que recibe. Por consiguiente, Dios da permiso a Satán para que arroje la desgracia sobre Job y demostrar así que el fervor de Job permanece firme.

Se destruyen los rebaños y los bienes de Job; mueren sus hijos e hijas; él se ve afectado de forúnculos. Pero en ningún momento permite Job que una expresión blasfema salga de sus labios. Mantiene su devoción y sigue alabando a Dios.

Tres amigos van entonces a visitar a Job:

Job 2.11.
... Elifaz, de Temán; Bildad, de Suaj, y Sofar, de Naamat ... para darle el pésame y consolarle.

Es evidente que a Elifaz de Temán se le considera edomita.

Génesis 36.4
Ada le parió
(a Esaú)
a Elifaz...

Génesis 36.11.
Los hijos de Elifaz fueron: Temán...

Parece que Temán, nombre hebreo que significa «sur», fue un distrito de Edom (otro nombre de Esaú (v. cap. 1). En varios lugares de la Biblia se utiliza Temán como sinónimo poético de todo Edom. Así, en el libro de Jeremías, el profeta dice:

Jeremías 49.7.
Sobre Edom. Así dice Yahvé de los ejércitos: ¿No hay sabiduría en Temán?...

Por tanto, si decimos «Elifaz, de Temán», podríamos decir igualmente «Elifaz el sureño» o «Elifaz el edomita». Y hasta es posible que el autor se refiriese a Elifaz, hijo de Esaú. Con toda probabilidad, los lectores originales del libro pensaron en ese Elifaz o en un descendiente cercano de él.

Bildad de Suaj es, al parecer, descendiente de Suaj:

Génesis 25.2.
... le parió
(Quetura a Abraham)
a... Sue.

Según parece, los hijos de Abraham y Quetura son antepasados epónimos de diversas tribus árabes, entre las que Madián es la más conocida. Por consiguiente, los suajitas, Bildad incluido, serían árabes que vivían al sur o al sureste de Edom.

Sofar era de Naamat; en Judá había una ciudad de ese nombre, pero nadie cree que se trate de ella. Posiblemente era una ciudad del mismo nombre situada más al sur.

Aunque se omita el caso de Sofar, los emplazamientos probables de Elifaz y de Bildad parecen dar más indicaciones de que el autor consideraba edomita a Job, apuntando que vivía al sur de Canán.

En la historia original, la constancia de Job fue recompensada por la devolución de su prosperidad y por una felicidad nueva, tal como efectivamente se describe al final del libro. Pero entre el comienzo y el final el autor sitúa una serie de discursos de Job a los que contestan sus amigos, más una respuesta final de Dios; y esto constituye el verdadero meollo del libro. En tales discursos, Job se muestra de cualquier modo menos paciente e impasible, poniendo seriamente en duda la justicia divina. Por alguna razón, sin embargo, ello no modifica la concepción común de Job como hombre sufrido y paciente.

Orión

La mayor parte de las brillantes concepciones poéticas del libro de Job trata de cuestiones éticas y teológicas que no son objeto del presente volumen. Sin embargo, entre el caudal de metáforas se mencionan varios temas de interés material. La mayoría de las pocas referencias astronómicas de la Biblia, por ejemplo, se encuentran en el libro de Job.

Job piensa que las desgracias le han sobrevenido sin merecerlas, y que Dios se comporta como un tirano caprichoso. Enumera las grandes realizaciones divinas para demostrar que Dios está más allá del alcance de la comprensión del hombre, lo que convierte a su presunta tiranía en algo imposible de desafiar. Entre las grandes realizaciones de Dios, Job incluye:

Job 9.9.
[149]
El que hizo
(Dios)
el Arturo, y el Orión, y las Pléyades, y los lugares secretos del mediodía.

La palabra que aquí se traduce por Orión es
kesit
, que significa «loco». ¿Cómo se pasa de «loco» a «Orión»? Empecemos con Orión.

Sin duda, la constelación más espectacular de los cielos, sobre todo en invierno, cuando las noches son más largas y más cómoda resulta la observación del firmamento, es Orión. Ninguna otra contiene estrellas tan brillantes.

Las siete estrellas más luminosas están situadas de un modo especialmente sugestivo. Hay dos arriba y dos abajo; en medio, las tres restantes forman una línea espaciada. En tal disposición, no es difícil ver un hombre alto. Las dos estrellas superiores son los hombros; las dos inferiores, las piernas, y las tres del centro, la cintura o cinturón. Si añadimos estrellas más débiles, tendremos tres en una línea vertical que cae desde el cinturón formando una especie de espada, y otras encima del hombro que pueden representar un brazo y un bastón. También hay estrellas al lado del otro hombro que, sin llevar las cosas demasiado lejos, pueden representar una especie de escudo.

Entonces, casi resulta inevitable que la constelación se interprete como un guerrero o un cazador gigantesco. En los mitos griegos, Orión era un cazador gigante cuyas hazañas recuerdan al más famoso Hércules. Según una versión, fue amado por Artemisa, la diosa de la caza. Pero su orgullo y presunción irritaron a los demás dioses, y Apolo se vengó provocando la vanidad de Artemisa. La desafió a disparar a una diana que apenas podía ver, manifestando dudas sobre su habilidad para acertarla. En una demostración jactanciosa, Artemisa acertó con toda precisión, y cuando corrió a recoger la presa que había matado, descubrió que era Orión. En su pesar, colocó a Orión en el cielo.

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