La calle de los sueños (84 page)

—He regresado —dijo Ruth.

Christmas podía oler su perfume.

El telón se levantó con un crujido.

Christmas tendió una mano y la entrelazó con la de Ruth.

Y entonces una voz resonó en el escenario.

—Buenas noches, Nueva York.

En primer lugar quiero dar las gracias a Marco Cohen y a Fabrizio Donvito, pues, al prestarme la lupa con la que contemplan el mundo, yo también he podido verlo de un tamaño mucho mayor. Y a Gabriele Muccino, porque me brinda la maravillosa posibilidad de cruzar el océano, rehaciendo con la imaginación el arriesgado viaje de nuestros antepasados.

Gracias también a Roberto Minutillo Turtur, que cuida de mí y me guía de la mano, con firmeza. A Maurizio Millenoti, que con su arte me ha permitido vestir a mis personajes. A Peter Davies, curioso infatigable, que me ha revelado cómo era su ciudad. Y a Emanuela Canali, que presta a mi voz un montón de idiomas para mí desconocidos. Y a Barbara Gatti, por su profesionalidad y paciencia.

Gracias asimismo a Silvana Fuga, que siempre me ha animado y aportado entusiasmo con su voz grave y cautivadora. Y a Sole Ferlisi, por sus conmovedores y apasionados comentarios.

Y gracias igualmente a Silvio Muccino, que me ha enseñado de qué naturaleza está hecho el sol que he usado para mi protagonista. Y a Vincenzo Salemme, que mitiga mi incorregible inseguridad con su amistad y aprecio.

Y gracias a mi mito David Bowie, por haber compuesto
Diamond Dogs
, que he tomado prestada para mi banda.

Y, por último, gracias a ti, Carla. Si tú no estuvieras, yo sencillamente no existiría.