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Authors: Óscar Terol,Susana Terol,Diego San José,Kike Díaz de Rada

Tags: #Humor

Todos nacemos vascos (4 page)

BOOK: Todos nacemos vascos
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‘V
ASCUS UNIVERSALIS

Esta especie de
vascus
se ha especializado en las grandes migraciones a través del planeta. Es un heredero de los primeros exploradores que abrieron rutas y descubrieron tierras y lugares aún vírgenes. Tiene alma de pionero y vocación de violador de parajes intactos.

Tipología

La tipología clásica distingue dos subespecies que han elaborado un comportamiento altamente diferenciado:
vascus navigantibus
y
vascus ochomilis
, o lo que es lo mismo, vascos que prefieren el mar y vascos que prefieren la montaña.

Vascus navigantibus
: gran viajero, sus recorridos son de tal naturaleza que muchas veces circunvalan el globo. El primer
navigantibus
conocido fue Elcano. Muchos tratadistas han intentado explicar el sentido de esos viajes tan largos: la razón esgrimida —el necesario alejamiento de la madre— nos parece oportuna. Es tal el peso de la figura de la madre en el
vascus
, que cualquier cantidad de agua que se ponga por medio es poca.

Vascus ochomilis
: esta especie se ha especializado en la alta montaña. Concretamente, en la altísima montaña, en las regiones de hielos perpetuos y vientos traidores. En esas altitudes, su energía fluye con naturalidad. En cotas más bajas, de los 7000 metros para abajo —y no digamos nada a nivel del mar—, su vitalidad decrece hasta volverse laxa, pierde el habla y su mirada busca con insistencia la montaña.

E
L BILBAÍNO

El bilbaíno es una especie con un marcado carácter territorial. Defiende su espacio a ultranza, como si fuera el mejor del mundo. Todo lo que se quiera comparar con su terruño es pequeño, insignificante y no merece la pena. Por el contrario, su casa es inmejorable. Consciente de su fama, el bilbaíno exagera esta tendencia todo lo que puede, y así disfraza su fanfarronería con un sentido del humor que invita a sembrar la duda. ¿De verdad es tan chulo? Pues sí, lo es. El bilbaíno también transmite una instintiva sensación de seguridad al declararse capaz de superar todos los obstáculos.

Origen y distribución

Bien es sabido que el bilbaíno nace donde le da la real gana. Bajo esta premisa, podemos decir que la categoría de bilbaíno se refiere, más que a un origen, a un estado del espíritu. La especie se distribuye universalmente, pero con una marcada predilección por el hemisferio Norte. Obviamente, el bilbaíno necesita poderío económico para ejercer su generosa personalidad.

Canto

El bilbaíno canta
bilbainadas
, una especie de canciones populares en las que se relatan anécdotas, se exaltan esencias y se subrayan sucedidos cuyo protagonismo siempre recae en la ciudad de Bilbao («Y un inglés vino a Bilbao y…»).

Reclamos

Varios son los reclamos utilizados por la especie, entre los que destacan pensamientos tan profundos como los siguientes:

«¡Que no sea por dinero, la
óspera
!».

«Mira, esa pirámide será lo que quieras, pero donde esté el puente colgante…».

«Donde esté Bilbao, que se quite Washington».

«Tu madre, una santa; pero tú, un hijo de puta».

«¡Que no se diga, si es que no parecemos de Bilbao, la órdiga!».

«¡Aúpa el Erandio!».

«¡Athleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeetic!».

T
ErcEra PARte
.
EL VASco
Y LAS
RELAcioNES DE
PAREj
A
Ligar en el País Vasco

Los vascos nacen, crecen y, al llegar a la edad adulta, si no se reproducen, se van a Cuba, visitan el restaurante de Arzak y luego pueden morir tranquilos (eso siempre y cuando el Athletic haya vuelto a ganar una Liga). Este es el ciclo de vida de un vasco varón, porque la hembra no necesita de movimientos migratorios, ella elige al compañero ideal en el mismo territorio donde vive, igual que ocurre en la mayoría de las especies.

¿Pero por qué el vasco tiene que emigrar a Cuba, con lo poco que le gusta el ron y la salsa… que no se unta con pan?

Al vasco no le gusta andar solo, salvo cuando va a votar, que entonces sí que el cuerpo le pide independencia; pero el resto del tiempo acostumbra a juntarse en cuadrillas de edades parecidas y gustos similares. Las cuadrillas salen a por comida y bebida —normalmente los viernes y sábados por la noche— y, entre vino y vino, aprovechan para cazar. Aquí comienza la «gran aventura» del vasco, una aventura que durará toda la vida y que no es la de Juan Sebastián Elcano, precisamente. A un vasco le resulta mucho más fácil dar la vuelta al mundo en una embarcación de dos velas que evitar quedarse a dos velas un sábado por la noche.

¿
C
ÓMO SE LIGA EN
E
USKADI?

No es que lo sepamos, líbrenos Dios de semejante osadía, pero al menos sí que podemos compartir los resultados de nuestra científica observación. Ligar en Euskadi es toda una aventura, porque el vasco se mueve en cuadrilla, una institución unisexual que sólo se relaciona entre sí y, muy rara vez, con otras cuadrillas. Sobrevolar en helicóptero el casco viejo de cualquier capital vasca nos descubriría una cruda realidad a vista de pájaro: sólo vemos grupos cerrados, las cuadrillas de hombres y mujeres se disponen en círculo de modo que no exista ningún tipo de fusión con desconocidos.

Por lo tanto, cuando hablamos de ligar en Euskadi, estamos hablando de lotería. Los jueves por la noche es el sorteo de la Primitiva; los viernes por la noche, el Cuponazo; y el sábado por la noche, miles de vascos viven con la esperanza de que les toque una lotería mucho más complicada y de premio mayor: ligar. Para resultar premiado en la lotería del País Vasco, no basta con ser simpático, como en el sur. Con eso, como mucho, uno sale a la calle con el número complementario. Y ojo, que estar bueno tampoco asegura más de tres números acertados en el boleto del amor, hace falta mucha suerte y mucho trabajo.

Sí, ligar en Euskadi es un trabajo como otro cualquiera. Y, casi siempre, muy mal pagado. El vasco no concibe la idea de conseguir algo sin esfuerzo, por lo tanto, podríamos afirmar que ligar es como ir a la fábrica. Generalmente, se utiliza el turno de noche para realizar este trabajo, y de sus ocho horitas no se libra nadie. Teniendo en cuenta lo que tiene currar un vasco para poder ligar, es normal que muchos prefieran salir a beber sin marcarse ningún objetivo sexual. Hay que comprender que después de estar todo el día trabajando, lo que menos apetece al salir a la calle es precisamente eso, trabajar.

Aun así, de vez en cuando se intenta y se juega a la lotería. A continuación, vamos a relatar la secuencia de movimientos que tiene que realizar un vasco para intentar seducir a una mujer.

M
ANUAL DE LIGUE VASCO

1. El acercamiento con la cuadrilla

El macho vasco, depredador nocturno, nunca «caza» en solitario. La cuadrilla juega un papel muy importante: camuflar a nuestro macho y acercarlo a la hembra elegida. Conviene aclarar que antes de este momento han pasado meses, incluso años, en los que el macho ha observado minuciosamente los movimientos de la hembra, creyendo que ella no se ha percatado de nada, aunque se dio cuenta el primer día, por supuesto. Una vez que ha tenido lugar el acercamiento, hay que esperar a que la hembra abandone su cuadrilla y se quede sola —generalmente se suele aprovechar el momento en el que va a pedir a la barra—. ¡La hembra abandona la manada!

2. Las miradas

El macho vasco se acoda en la barra del bar y ve en el otro extremo a la hembra objeto de su deseo. La mira fijamente durante un segundo o dos, no más. Ella ni siquiera le ha mirado, pero con eso ya le vale para el primer día. Feliz y contento se une a la cuadrilla y espera hasta el fin de semana siguiente para volver a ver a «la pretendida», también llamada «fichaje».

Como somos animales de costumbres, el siguiente fin de semana la cuadrilla hace la misma ruta de bares y llega al bar donde se produjo el encuentro la semana anterior. La misma música, la misma gente… y ella en el extremo de la barra. El macho vuelve a la carga: la mira repetidamente, aunque ella parece no percatarse, pero… ¡Atención! Por fin la hembra ¡le está mirando! Contacto visual realizado satisfactoriamente. Si ella mantiene la mirada varios segundos, es que hay chispa. Hay hombres que con eso han tenido que irse corriendo al baño y no salir en dos días.

En ese momento, un vasco ya sabe si dentro de sesenta años va a vivir sus propias bodas de oro. Así se pasan varias semanas, o incluso meses: él y ella se miran, se sonríen, se miran, se sonríen… Después de muchas miradas y muchas sonrisas, entran en la siguiente fase.

3. Los saludos

Un buen día, el macho decide arriesgar, así que levanta su vaso de vino y saluda a la hembra desde su posición en la barra. Veamos cuál suele ser la primera conversación entre un vasco y una vasca:

—Epa —dice él, levantando el mentón.

—Epa —responde ella con el mismo gesto.

—Epaa —arriesga el macho, estirando su saludo.

—Epaa —responde ella, entrando al trapo.

Por supuesto, resulta imposible abarcar toda la variedad de primeras conversaciones, ésta es sólo una muestra representativa. En realidad, la primera conversación puede ser mucho más variada, vamos, que hay veces que en vez de «epa» se dice «iepa» o incluso, los más innovadores, «aúpa».

Así pueden pasarse toda la noche, todo el fin de semana e incluso varias lunas, hasta que el vasco se decide a pasar a la siguiente fase.

4. El acercamiento

Varios meses después, cuando el vasco ha lanzado más «epas» a la chica que saludos a su madre en toda su vida, entonces, y sólo entonces, se decide a atacar, a lanzarle una «EPA hostil».

Para ello, pide al camarero un vino, si no son dos, y se los toma de un trago. Después se va al otro lado de la barra. Ahora la barra es una, sin lados, sin aristas, larga, de madera… Llega y se encuentra con ella frente a frente.

—Epa, ¿quieres tomar algo? —pregunta él con voz temblorosa.

—Ya estoy tomando —responde ella, levantando su vaso.

—¡
Cabenzotz
, esto me pasa por ir tan deprisa!

En ese mismo instante ya se han completado todas las fases: el vasco paciente, constante, noble, trabajador, amigo de sus amigos, futbolero, saludador y apostador ha ligado.

La pareja y el matrimonio

Lo que pasa desde el momento en que el macho vasco se acerca a la hembra vasca es bien sencillo. En general, la especie vasca es de noviazgo largo y puede pasarse tranquilamente de ocho a diez años saliendo.

En algunos casos, se da un paso más allá y se termina compartiendo techumbre, conviviendo en pecado (como dirían otros) o, simple y llanamente,
arrejuntados
(para que nos entendamos todos). En las últimas fases del noviazgo, justo cuando ya no le dejan meter más dinero en la cuenta ahorro-vivienda, el vasco se decide a pasar por la vicaría, no sin antes celebrar su despedida de soltero por prescripción de la cuadrilla.

L
A DESPEDIDA DE SOLTERO VASCA

La novia vasca vive el día de su boda como el gran momento de su vida, mientras que la cuadrilla del novio celebra más la despedida de soltero que la boda. Ésta suele ser la única vez en que el hombre vasco utiliza el miembro viril… para ponérselo en la cabeza en forma de pene de plástico y pasearlo por los bares del lugar.

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