Read Definitivamente Muerta Online
Authors: Charlaine Harris
—Echa de menos su vida —señalé con toda la suavidad que pude.
—Es verdad, pero a cambio está teniendo toda una experiencia —dijo ella, con una voz determinada a ver el aspecto positivo de las cosas—. Le compensaré, de alguna manera.
No estaba segura de que aquello fuese algo que pudiera compensarse.
—Estoy segura de que pronto podrás devolverlo a su forma —dije, tratando de trasmitirle confianza—. Hay muy buenas brujas en Shreveport que podrían ayudarte. —Si Amelia era capaz de superar sus prejuicios contra las wiccanas.
—Genial —contestó la bruja, algo más alegre—. Mientras, ¿me puedes decir qué demonios pasó anoche? Quiero todos los detalles.
Supuse que toda la comunidad sobrenatural estaría al tanto, así que pensé que no pasaría nada si se lo contaba. Le detallé a Amelia toda la historia.
—¿Y cómo supo Cataliades que Flor de Jade había matado a Gladiola? —preguntó Amelia.
—Eh, yo se lo dije —respondí con la boca pequeña.
—¿Y cómo lo supiste tú?
—Cuando los Pelt me dijeron que no habían contratado a nadie para vigilar mi casa, deduje que el asesino era alguien enviado por Peter Threadgill para retrasar la llegada del mensaje de Cataliades. Peter estaba al tanto de que la reina había perdido el brazalete y que lo tenía Hadley. Puede que tuviera espías entre la gente de la reina, o quizá se le escapó a uno de sus seguidores con menos luces, como Wybert. No hubiese sido nada complicado seguir a esas muchachas que la reina usaba como mensajeras. Cuando una de ellas vino a mi casa para entregarme el mensaje, Flor de Jade la siguió y la mató. La herida era bastante drástica, y cuando vi su espada y cómo la blandía, pensé que era la mejor candidata a asesina. Además, la reina dejó dicho que si Andre era visto en la ciudad, todo el mundo debía asumir que ella también estaba allí... Así que lo contrario también debía de ser verdad, ¿no? Si el rey estaba en Nueva Orleans, todo el mundo asumiría que Flor De Jade también. Pero estaba fuera de mi casa, en el bosque. —Sentí un escalofrío con tan sólo recordarlo—. Lo corroboré después de llamar a un montón de gasolineras. Hablé con un tipo que sin duda recordaba a Flor de Jade.
—¿Y por qué robó Hadley el brazalete?
—Supongo que estaba celosa, y que deseaba poner en evidencia a la reina. No creo que Hadley comprendiera las consecuencias de lo que había hecho, y para entonces ya era demasiado tarde. El rey ya había trazado sus planes. Flor de Jade estuvo vigilando a Hadley un tiempo, aprovechó la oportunidad de asaltar a Jake Purifoy y matarlo. La idea era que culparan a Hadley. Cualquier cosa que la desacreditara, desacreditaría a la reina. Lo que no sabían era que lo convertiría en vampiro.
—¿Qué pasará con Jake ahora? —Amelia parecía turbada—. Me caía bien. Era un tipo majo.
—Sigue siéndolo. Ahora es un vampiro majo.
—No estoy segura de que eso exista —dijo mi compañera en voz baja.
—Hay días en que yo tampoco lo estoy. —Y guardamos silencio durante un rato.
—Bueno, háblame de Bon Temps —dijo Amelia, para romper el tedio de la conversación.
Empecé a hablarle de la ciudad, del bar en el que trabajaba, del convite nupcial al que me habían invitado a trabajar también y de todas las bodas que había por delante.
—Suena muy bien —dijo Amelia—. Oye, ya sé que me he autoinvitado. ¿Te molesta? De verdad.
—No —contesté tan rápidamente que hasta yo me sorprendí—. Será agradable tener algo de compañía..., por un tiempo —añadí, cautelosamente—. ¿Qué pasará con tu casa de Nueva Orleans mientras estés fuera?
—Everett me dijo que no le importaría vivir en el apartamento de arriba porque ya empezaba a resultarle difícil vivir con su madre. Como le ha salido un trabajo tan bueno con Cataliades, se lo puede permitir. Vigilará mis plantas y mis cosas hasta que vuelva. Y siempre me puede mandar un correo electrónico. —Amelia llevaba su portátil en el maletero, lo que significaba que, por primera vez, habría un ordenador en casa de los Stackhouse. Hubo una pausa, y luego prosiguió, algo vacilante—. ¿Cómo te sientes ahora? Me refiero al tema del ex y eso.
Me lo pensé.
—Tengo un boquete en el corazón —dije—, pero se cerrará.
—No quiero ir de listilla, ni nada —dijo—, pero no dejes que se quede el dolor debajo de la costra, ¿vale?
—Es un buen consejo —respondí—. Espero poder ponerlo en práctica.
Pasaron muchas cosas durante mis días de ausencia. Mientras nos acercábamos a Bon Temps, me pregunté si Tanya habría conseguido que Sam le pidiera salir. Me pregunté también si debería contarle su papel de espía. Eric no tenía por qué sentirse confundido acerca de mí, ya que nuestro secreto ya había salido a la luz. Ya no me tenía cogida. ¿Mantendrían los Pelt su palabra? Puede que Bill emprendiera un largo viaje. Puede que una estaca acabara accidentalmente en su pecho mientras estuviera fuera.
No supe nada de Jason durante mi estancia en Nueva Orleans. Me preguntaba si seguiría con sus planes de boda. Esperaba que Crystal se hubiese recuperado. Me pregunté si la doctora Ludwig aceptaría los pagos del seguro. Y la doble boda de los Bellefleur se antojaba un acontecimiento interesante, aunque me tocara trabajar en ella.
Respiré hondo. Mi vida no era tan mala, me dije, y empecé a creérmelo. Tenía novio nuevo, quizá; tenía una nueva amiga, seguro; y por el horizonte asomaban acontecimientos interesantes. Todo era bueno, y debía estar agradecida.
Así que, ¿y qué si tenía que asistir a una conferencia de vampiros formando parte del séquito de la reina? Me hospedaría en un hotel elegante, me arreglaría mucho, presenciaría largas y aburridas reuniones, si es que era verdad lo que todo el mundo me había dicho de las conferencias.
Caramba, no podía ser tan malo.
Mejor sería no pensar en ello.
1) Weird Al Yankovic es un humorista y cantante estadounidense, famoso por sus divertidas canciones, que iluminan la cultura popular y parodian temas de otros artistas musicales contemporáneos.
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2)
Mardi Gras
es el nombre que recibe el Carnaval que se celebra en Nueva Orleans.
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3) Centro médico del Ejército de los Estados Unidos.
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