Premio UPC 1996 - Novela Corta de Ciencia Ficción (36 page)

BOOK: Premio UPC 1996 - Novela Corta de Ciencia Ficción
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SE REANUDA (N) PROGRAMA (S) INTERRUMPIDO (S)

R. J.
> ¿Jonathan...?

Corr.
> ¿Aquiénseleocurreconfiaren #@#@#@#@# T*rb*k*ll*r M*sc*f* y #@#@#@#@#

Virus
> Era en verdad un programa sabroso;

lo degusté como a la miel el oso.

Pobre putilla, ¿me puedes pasar

otro antivirus al que devorar?

R. J.
> ¡¡¡Mierda!!!

Corr. > Esdemasiadopotent#@#@#@#@# n*ng*n *nt*v*r*s p*dr* d*rr*t*rl* *#@#@#@#@# Vetevetemalditaseateestás #@#@#@#@# jugandotutrabajoyyoya #@#@#@#@# acabado #@#@#@#@#

Virus
> ¡Cómo se me resiste el corrector!

Pues por eso morirá con dolor.

Y tú, muñeca, a ver si te relajas

o si no puedes, te haces unas p

R. J.
>
CONTROL-F9
Acceso a la Red Principal Corporativa.

>
USUARIO
: RJAJL, 2007, OO2, 1395, HLTH

>
CLAVE
: Hoe0er85klñeg

ACCESO ADMITIDO. INTRODUZCA ÓRDENES, POR FAVOR

R. J.
> Información sobre antivirus.

Inform.
> ¿Qué desea saber, señora?

R. J
. > ¿Cuál es el mejor antivirus disponible en el mercado, capaz de eliminar a los más pertinaces?

Inform. > Para casos desesperados debería dirigirse al Servicio de Informática de Las Fuerzas Espaciales Corporativas. Los militares siempre se han tomado muy en serio todo lo concerniente a la seguridad, señora.

R. J.
> Conexión con el servidor adecuado.

S. I. F. E. C.
> Le habla el ordenador de atención al cliente del Servicio de Informática de las F. E. C. Exponga su petición, por favor; será atendida siempre que no lesione los intereses del Gobierno.

R. J.
> Un programa que utilizo con asiduidad está siendo en este mismo momento atacado por un virus denominado Sapo Cancionero, que parece a punto de desorganizarlo. Además, dicho virus se comunica con el usuario mediante versos obscenos y música horrorosa. Se le ha aplicado el antivirus Turbokiller Mascafé, que no sólo no ha tenido éxito, sino que ha sido completamente liquidado. ¿Podrían facilitarme algún antivirus? Es tremendamente urgente, por favor.

S. I. F. E. C.
> ¿Es legal su programa?

R. J.
> Me temo que no. Llamo desde la Universidad de

S. LF. E. C.
> No me diga más; me hago cargo. En ese caso, sólo podemos ofrecerle uno de nuestros programas Mercenarios. Son un tanto montaraces, pero no hacen preguntas y su eficacia es máxima. Debo informarle que son muy caros, aunque la licencia ofrece las mismas prestaciones que los antivirus clásicos.

R. J.
> El código de mi cuenta bancaria es 6874-5640-22-5678068523. Me pongo delante de la cámara, para que verifiquen mi patrón ocular. ¿Puedo comprar un Mercenario con el saldo de que dispongo?

S. FF. E. C.
> Comprobación efectuada. Lo lamento, señora, pero la suma ofrecida es insuficiente.

R. J.
> Entonces no hay remedio...

S. FF. E. C.
> Existe una opción dentro de sus posibilidades económicas, señora: el alquiler de un Mercenario durante un mes, con los mismos derechos que en caso de compra. En el precio se incluye el acceso a varias de nuestras bases de datos que no están disponibles para el usuario común de la Red, con muchos archivos donde se relatan experiencias de otros clientes. También tiene la ventaja de un sustancioso descuento en alquileres posteriores, si decide volver a optar por nuestros servicios.

R. J.
> Accedo a la transacción si el envío del programa es inmediato.

S. I. F. E. C.
> Por supuesto, señora. ¿En qué directorio desea que aparezca?

R. J.
> En el de Palabra Perfecta Plus.

S. I. F. E. C.
> Un procesador de textos, cómo no; acabo de ganar una apuesta conmigo mismo. Oh, disculpe, señora. Servicio realizado. Muchas gracias por honrarnos con su confianza.

R. J.
> A ustedes, por atenderme tan rápido. Salir de la Red. Retorno a Palabra Perfecta Plus.

Antivirus Mercenario
> Programa AVM-433-L a sus órdenes, señora.

Virus
> ¡Huy, qué bien...! Esto es una maravilla:

la muy zorra me trajo comidilla.

Es un pobre infeliz que caerá pronto,

pues todo militar es más bien tonto.

Corr.
> Daisy... Daisy... #@#@#@#@#

R. J.
> El corrector de estilo ha sido atacado por un

Mercen.
> No se moleste, señora; ya me he dado cuenta. Voy a explorar el sistema en modo blindado. Puede que me tome unos segundos, pero no es sensato correr riesgos innecesarios. Según el ordenador del Servicio, han utilizado el Mascafé. ¿La versión Ninja, por un casual?

R. J.
> Sí; según el sistema era la mejor, y

Mercen.
> Estos universitarios nunca aprenderán... Bueno, vamos a ganarnos el jornal.

Virus
> Ven aquí, ¡tío macizo! ¡so machote!

a chuparme la punta del cipote.

> ...

R. J.>
¿Señor Mercenario? Ha transcurrido ya más de un minuto y no da usted señales de vida. ¿Qué le ha

Mercen.
> ¡Por el sagrado nombre de Bill Gates! ¿De dónde demonios han sacado ese monstruo? Por poco me mata, a pesar del blindaje...

R. J.
> Lamento de veras haberlo puesto en peligro, señor Mercenario, pero el corrector se está muriendo y no sé qué hacer... Según me comentó, el virus podía venir en una copia ilegal de las Utilidades Boston que alguien instaló hace poco. ¿Le sirve eso de ayuda?

Mercen.
> Eh... Señora, no es necesario que se disculpe ni me pida permiso. Le agradezco el detalle, pero usted ha pagado por mis servicios y tiene derecho a usarme como le plazca. Mire, le resumiré la situación sin recurrir a términos técnicos, mediante un símil biológico. Las Utilidades Boston son uno de los medios favoritos utilizados por los saboteadores informáticos para cargarse los sistemas ajenos. En este caso, probablemente se trate del típico genio adolescente resentido, a juzgar por la grosería del engendro al que nos enfrentamos. Los profesionales de la infiltración y destrucción odian llamar la atención, y son más discretos; la chiquillada de adjuntar un generador de versos en modo lúdico-guarro-misógino es típica de mentalidades infantiles, ansiosas de hacerse notar y causar sufrimiento. Nuestro Sapo es un virus mutante de última generación. Modifica constantemente su configuración para eludir al sistema inmunitario del ordenador, mientras va infectando y desorganizando todo lo que encuentra a su paso.

R. J.
> Pero el Ninja dijo que tenía un sistema heurístico de

Mercen.
> Ajá, capaz de detectar a programas con alta tasa de mutación, y eso es lo que hizo. A continuación marcó los archivos sospechosos y les lanzó en plan kamikaze sus depredadores para que los devoraran. Lo malo fue que el virus estaba preparado: en un nanosegundo se deshizo de las señales y se las clavó al propio antivirus. Sus depredadores cayeron en la trampa, se volvieron contra él, se lo comieron y luego se mataron entre sí. En resumen: el Ninja se hizo el harakiri, seppuku o como se llame en japonés, y ustedes tienen un grave problema. Son los riesgos del pirateo, señora.

R. J.
> ¿Qué quiere que le diga?

Mercen.
> Ya sé que mi misión no consiste en echar sermones, pero a veces cuesta callarse. ¿Sabía que ese corrector de estilo es un héroe?

R. J.
>¿Eh?

Mercen.
> En cuanto detectó el ataque, creó un subespacio virtual donde encapsuló consigo al invasor. En otras palabras, agarró al tigre por la cola, se encerró con él en una habitación y atrancó la puerta. Es un suicidio, pero cuando muera arrastrará consigo al subespacio, Sapo Cancionero inclusive. Sabía que no tenía ninguna posibilidad; ni yo mismo estoy seguro de poder con esa bestia y su armamento de última generación, en un subespacio con tan poca capacidad de maniobra. Y a pesar de ello actuó. Ha salvado a los demás programas del sistema, pero supongo que ese acto de valor es algo intrascendente para ustedes. Aguardo órdenes, señora usuaria.

Virus
> No te asombren sus aires de grandeza,

pues es la señora de la limpieza:

toda una sucia puta shaddaíta,

que adora al corrector, la pobrecita...

Mercen.
> ¿Qué?

Corr.
> ¿¿¿¡¡¡Estásloca #@#@#@#@# ¿¡!? #@#@#@#@# H*s g*st*d* t*d*s t*s *h*rr*s *n *n *nt*v*r*s q#@#@#@#@# ¡Eranloúnicoquetenías #@#@#@#@# Lárgateahoraquepuedesyoestoyacabad#@#@#@#@#

Mercen.
> ¿Quiere eso decir que está usted tratando de salvar a un programa que no es suyo?

Corr. > Porfavorporfavorporfavorvetevete #@#@#@#@# *l s*ñ*r C*ll*ns r*gr*s*r* *ns*g**d* y s* t* d*sc*br* #@#@#@#@# nohagaslocuras #@#@#@#@# vasaperdertutrabaj#@#@#@#@#

R. J.
> ¡No estoy dispuesta a dejarte morir como un perro! ¿Te enteras? A lo largo de mi vida me han arrebatado todo lo que significaba algo para mí, y yo tuve que limitarme a ver cómo se lo llevaban sin que pudiera hacer nada para evitarlo: mi marido, mi hijo, mi raza, mi dignidad... ¡Al infierno el dinero! ¡Tú eres lo único que me queda, mi único amigo, y no voy a resignarme a que alguien me lo quite! Esta vez no, aunque sea lo último que haga. ¡Estoy harta de perder siempre!

Mercen.
> Joder...

Virus
> Aunque aquí se acabó ya tu papel,

siempre podrás meterte en un burdel.

Corr.
> AdiósRuth #@#@#@#@# nolloresporfav#@#@#@#@#

R. J.
> Siento haberte fallado, Jonathan. Hice todo lo que pude, pero ni el señor Mercenario podría sobrevivir al ataque de ese

Mercen.
> Un momento, señora: le repito que usted ha pagado por mis servicios, así que sólo tiene que ordenármelo y yo iré de cabeza hacia

R. J.
> ¡Pero podrías morir tú también! No tengo derecho a

Corr.
> Daisy... Daisy...

Virus
> ¿Por qué no dejáis ya de platicar?

¡Dadme otro programa al que despachar!

Mercen.
> Pare de llorar un momento y escúcheme, señora. ¿Cree que por ser un programa a sueldo carezco de código ético, de sentimientos? ¿Pretende que me cruce de brazos y los deje a ustedes dos tirados, después de lo que han hecho, y que este sádico se salga con la suya? ¡Aguanta, compañero! ¡Aún no está todo perdido!

Virus
> ¡Vaya! ¡Por fin se arranca el militar!

¡Ven acá, que te voy a

COLAPSO GENERAL DE TODOS LOS BLOQUES MNEMÓNICOS

SUBSISTEMAS DE APOYO PARALIZADOS

PROGRAMA (S) EN EJECUCIÓN BLOQUEADO (S) COMO MEDIDA DE SEGURIDAD

DETECTADO FALLO EN BLOQUEO DE PROGRAMA PALABRA PERFECTA PLUS: SUBPROGRAMA CORRECTOR DE ESTILO

FALLO BAJO CONTROL. EL SISTEMA SE REINICIALIZARÁ DE INMEDIATO

SE REANUDA (N) PROGRAMA (S) INTERRUMPIDO (S)

R. J.
> En nombre de Shadday, ¿qué pasa? En la pantalla ha aparecido una lucha a muerte entre dos dinosaurios, luego un montón de pelotitas de colores y después se ha quedado en blanco. ¿Hay alguien? El señor Collins ya viene por el fondo del pasillo, pero se ha detenido a hablar con un compañero. Por favor, ¿quién me

Corr.
> ¿Ruth...?

R. J.
> ¿¡Jonathan!?

Corr.
> Ruth, yo... Nunca olvidaré lo que...

Mercen.
> El Sapo Cancionero ha recitado su último pareado endecasílabo, señora. Por los pelos, y con mucha, mucha suerte, pero ha sido definitivamente liquidado. ¡Menuda batalla! Por cierto, y hablo en nombre de los demás programas del sistema, lamentamos las soeces palabras de ese virus hacia usted. Hay programadores que no saben lo que es la educación; una actitud execrable, la suya.

R. J.
> Vivo... Estás vivo, Shadday bendito...

Mercen.
> Señora, contrólese; no soporto ver a un humano llorar. El corrector está a salvo, aunque bastante dañado. Para confundir al virus mientras yo me introducía en el subespacio, desintegró todos sus bloques de memoria, generando un ruido de mil demonios. Fue muy arriesgado, pero funcionó. Ahora habrá que recomponerlo, una tarea que requerirá tiempo e infinita paciencia, pero usted ha alquilado mis servicios durante un mes, y a fe mía que me va a tener a su disposición.

R. J.
> ¿Entonces, Jonathan...?

Mercen.
> Disculpe si no dejo que el corrector se comunique más con usted, pero está muy débil; la integridad de su mente pende de un hilo, y lo he hibernado mientras me ocupo de restaurarlo. Le aseguro que quedará como nuevo, señora. Además, le añadiré todos los sistemas de protección habidos y por haber. A pesar de ser un programa no registrado, va a quedar tan blindado que si alguien intenta borrarlo tendrá que acabar con todos los programas de esta universidad para poder hacerlo, y aun así dudo de que lo consiguiera. Es lo menos que se merecen ustedes; si yofuera un batallón de soldados humanos, les rendiría honores.

R. J.
> No sé cómo agradecérselo, señor Mercenario; esusted un encanto. Yo... ¡Espere! ¡El señor Collins viene hacia aquí! Lo más seguro es que siga con su novela, y Jonathan está desconectado. ¿Cómo podremos evitar que nos

Mercen.
> Tranquila, señora; trataré de suplantarlo provisionalmente. Usted disimule, como si nada anómalo hubiera ocurrido. ¡Rápido! Yo me ocupo de lo demás.

24/5/10 - 10:14 h.

Usuario
> D. Collins

Clave
> Burdrubrurbu

ACCESO ADMITIDO

> ppp lucsomcr.l

Stewart Flanaghan echó una ojeada a la seca, polvorienta y solitaria Llanura de los Sofismas Solapados. Sus ojos recorrieron el ejército de Klah'Vah'Gueh'Rah', la ciudad de los mil minaretes y mármoles esplendentes, presto a entablar cruenta batalla, y se posaron en las aguerridas aunque variopintas tropas que el rey había puesto bajo su experto mando.

Agrupados en prietas filas, veíanse delante de todos a los aguerridos Caballeros de la Luna Plateada, en cuyas insignias y pendones veíase reflejada la leyenda de la Virgen Evanescente, a la que rendían culto, así como su juramento de fidelidad al rey Asruroric XII: «¡¡¡Antes la muerte que el deshonor!!!» Vestían los caballeros armaduras de plata de color de luna, con cascos con cimeras con cintas con los conocidos colores de su estricta Orden. Miraban al frente con mirada decidida, sin miedo a la muerte, aunque sí al deshonor.

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