Authors: Peter Rinearson Bill Gates
Publicar un libro, aunque cuesta muchísimo menos que emitir un programa de televisión, supone aún un costo elevado en comparación con el de la edición electrónica. Para publicar un libro, el autor necesita encontrar generalmente un editor que esté dispuesto a pagar desde el principio los gastos de fabricación o impresión, distribución y marketing. Pero la Internet es un medio editorial con menos barreras de entrada de lo que hayamos visto nunca; es el mayor vehículo de autoedición jamás visto. La proliferación en ella de tableros de noticias, grupos de noticias y páginas Web pone de manifiesto los cambios que se producirán cuando millones de personas tengan acceso a una distribución de fricción muy reducida y cualquiera pueda enviar mensajes, imágenes o software.
Los grupos de noticias contribuyeron mucho a la popularidad de la Internet primitiva. Todo lo que hay que hacer para publicar es teclear lo que se nos ocurra y enviarlo a algún lugar. Esto significa que hay muchísima basura en la Internet, pero también hay unas cuantas joyas. Un mensaje típico suele constar de una página o dos. Un solo mensaje en un tablero de noticias que es popular, o enviado a una lista de correos puede merecer la atención de millones de personas. O también puede quedar «ahí" y languidecer sin llamar la atención. La razón por la que cualquier autor/editor esté dispuesto a arriesgarse a experimentar la segunda de estas situaciones es la pequeña fricción de su distribución. El ancho de banda de la red es tan grande, y los demás factores que contribuyen al costo tan pequeños, que nadie se preocupa por el costo que supone enviar un mensaje. Lo máximo que puede pasar en el peor de los casos, es que nos sintamos un poco desengañados porque nuestro mensaje se ha quedado "ahí» y nadie lo contesta.
En el mejor, lo verán muchas personas, lo enviarán a sus amigos por correo electrónico y nos enviarán sus propios comentarios.
Comunicarse a través de Internet es asombrosamente rápido y barato. Las comunicaciones por correo o por teléfono son buenas para las conversaciones persona a persona, pero cuando se traía de comunicarse con un grupo son muy caras Imprimir y poner en el correo una cana cuesta casi un dólar y eso es más o menos lo que cuesta una llamada telefónica de larga distancia.
Y para celebrar una conferencia por vía telefónica hemos de gastar incluso más, reunir todos los números de teléfono y haber acordado previamente una hora determinada en que ledas las personas estén libres para hablar con las demás. De manera que poner en contacto a un grupo, aunque sea de modesto tamaño, lleva una considerable cantidad de tiempo y esfuerzo. En cambio, ni uno de Internet lodo lo que leñemos que hacer es teclear nuestro mensaje una vez y ya lo tenemos disponible para todo aquel a quien queramos que le llegue.
Los tableros de noticias de Internet abarcan una gama de temas muy amplia y los mensajes no tienen por qué ser serios. Alguien puede enviar un mensaje humorístico a una lisia de correos. Si es lo bastante divertido.
Se reenviará a numerosas personas y grupos como correo electrónico. Esto ocurrió a finales de 1994, con la publicación, en un comunicado de prensa falso, de la compra de la Iglesia Católica por Microsoft. Dentro de Microsoft y a través de nuestro sistema de correo electrónico se distribuyeron miles de copias. Yo recibí más de 20 y me las reenviaron varios amigos y colegas, lanío de la empresa como de fuera de ella.
Los tableros de noticias y el correo electrónico se han utilizado para movilizar a las personas que comparten una preocupación o interés.
Durante los conflictos políticos en Rusia, ambas partes pudieron contactar con personas de lodo el mundo, escribiendo en los tableros de noticias electrónicos. La Internet nos permite entrar en contacto con personas con las que nunca nos hemos visto, o de las que nunca hemos oído hablar y que resulta que comparten con nosotros un determinado interés.
La información publicada mediante el correo electrónico se agrupa por temas. Cada tablero o grupo de noticias tiene un nombre, y cualquiera que esté interesado en ellos puede «colgarse» allí. Podemos encontrar lisias de grupos de noticias interesantes o tableros con nombres que nos parezcan interesantes. Si deseamos mantener comunicación con un grupo interesado en los fenómenos paranormales, podemos ir al grupo de noticias alt.paranormal, si queremos tratar sobre algo en lo que oítos no creen: podemos ir a sci.skeptic También podemos conectarnos a copernicus.bbn.com y mirar el National School Network Testbed para conocer un conjunto de lecciones utilizadas por el jardín de infancia y hasta por profesores de segundo grado. En la red existe un grupo que se comunica entre sí por casi cada tema que se nos pueda ocurrir.
El invento de Gutenberg dio comienzo a la edición en masa, pero el incremento de la alfabetización que estimuló acabó por conducir a que se produjera muchísima más correspondencia persona a persona. La comunicación a través de redes de computación se desarrolló de la manera opuesta. Comenzó como correo electrónico, un modo de comunicarse persona a persona o en grupos pequeños y evolucionó hacia una forma de comunicación de masas. Ahora, millones de personas están sacando partido a la baja fricción de la distribución a través de Internet para comunicarse a escala muy amplia a través de varias formas de correo.
Quizá la forma más completa de envío, la que más se parece a una publicación tradicional, sea la página Web. La explosión de contenido en Internet se ha producido en su Word Wide Web, Para facilitar a las personas sin formación tecnológica crear sus propias páginas Web, hay aplicaciones wizard (asistentes) de software libre o de software compartido que guían a lo largo de un formulario que pregunta por el nombre y las aficiones del usuario, cuáles son sus sitios preferidos en Internet, un refrán favorito e imágenes de los hijos del usuario o quizás su automóvil o el perro de la familia. Luego, la aplicación asistente crea una página personalizada que el usuario puede enviar a su proveedor de Internet, como América Online o UUNet. ¡Y ya está! Edición instantánea en todo el mundo.
La calidad de lo editado en la Web es desigual, como podría esperarse de un medio en el que cualquiera puede editar y nadie puede cobrar fácilmente por su trabajo. Odio pensar en las horas que he empleado yendo de un sitio a otro, mirando información de dudoso valor. Pero incluso así, navegar en la Web puede ser apasionante, como han descubierto millones de personas. Hay tanto contenido procedente de tantas fuentes, que las empresas se han apresurado a publicar páginas Web que no son más que mapas de carreteras hacia otras páginas Web y muchas de estas novatas empresas de directorios han salido a la Bolsa con valores estimados en cientos de millones de dólares. En el capitulo 4 describí uno de estos servicios. YAHOO.
La red interactiva tiene un potencial enorme, pero para que su credibilidad se mantenga es importante que las expectativas no sean demasiado elevadas. El número total de usuarios de Internet y de servicios comerciales en línea como CompuServe, América Online y Microsoft Network (MSN) supone aún una pequeña parte de la población, y como el índice de desgaste de los servicios en línea es elevado, muchos suscriptores abandonan, desilusionados, antes de un ano. Otros van de tienda en tienda y cambian de servicios más o menos cada dos meses para aprovechar ofertas especiales. Algunos servicios, como el Word de Apple, han caído.
Otros, como Prodigy, han tenido resultados desalentadores y se enfrentan a un futuro incierto. La MSN de Microsoft atrajo a más de un millón de suscriptores en sus primeros siete meses de actividad, pero la popularidad meteórica de la red Internet nos obligó a remodelar la MSN como un servicio que adopta y amplía la Internet más que como una alternativa a ella.
Otros servicios en línea están haciendo lo mismo.
Para desarrollar un gran contenido en línea que atraiga a los usuarios de PC y eleve el numero de los conectados en línea desde entre el 10% y el 50% hasta el 90% que preveo, se requieren inversiones significativas. El desarrollo de contenido se ha visto algo reprimido porque comienzan a aparecer los mecanismos sencillos y seguros que los autores y editores necesitan para cobrar a los usuarios o anunciantes.
Los servicios comerciales en línea obtienen beneficios, pero han estado pagando a los proveedores de información derechos que oscilan entre el 10% y el 30% de lo que los clientes les pagan a ellos. Aunque el proveedor del contenido conoce probablemente mejor si los clientes y al mercado, tanto los precios como el marketing han estado controlados por el servicio. La corriente de retornos resultante no ha sido lo bastante grande como para animar a un gran número de proveedores de información a crear información en línea que sea atrayente, y mantenerla actualizada.
En los próximos años, la evolución de los mecanismos de servicio en línea resolverá estos problemas y creará un incentivo para que los proveedores proporcionen contenido atractivo y hecho para el medio.
Nuevas opciones de facturación suscripciones mensuales, cobro por hora.
Cobros por ítems a los que se accede y pagos por publicidad harán fluir mayores beneficios a los proveedores de información.
Cuando sale a escena un medio nuevo, su contenido inicial procede de otros medios. Pero para sacar el mayor provecho de las capacidades del medio electrónico, el contenido tiene que crearse especialmente teniendo en mente el medio. Hasta hace poco, la mayor parte del contenido en línea que hemos visto ha procedido de oirás fuentes. Los editores de revistas y periódicos lomaron textos ya creados para ediciones en papel y lo pusieron sencillamente en línea, a menudo sin las imágenes, los mapas y los gráficos. Con frecuencia este contenido era interesante pero no podía competir con formas más ricas de información que disfrutamos. Ahora, la mayor parle de contenidos en línea de los editores comerciales incluye cantidad de gráficos, fotos y enlaces con información relacionada. Cuando las comunicaciones sean más rápidas y las oportunidades comerciales se hagan más evidentes, entrarán en el contenido en línea más elementos de audio y de vídeo.
Los CD-ROM nos proporcionan algunos modelos para la creación de contenidos en línea. Los títulos multimedia basados en CD-ROM han integrado diferentes tipos de información: texto, gráficos, imágenes fotográficas, animación, música y vídeo en documentos sencillos y precisamente ahora son nuestras mejores aproximaciones a lo que serán los ricos documentos del futuro.
La música y otros contenidos en audio de los CD-ROM suenan limpios, pero rara vez tan bien como en un disco compacto. Podríamos almacenar sonido de calidad de disco compacto en un CD-ROM pero el formato que éste utiliza para el audio es voluminoso. Si almacenamos mucho sonido de esta clase no tendremos sitio para datos, gráficos y oíros tipos de medios.
También el vídeo en movimiento en los CD-ROM necesita mejorar. Los que llevaban tiempo utilizando la informática se animaron la primera vez que encontraron vídeo en sus computadoras, pero la imagen granulosa y espasmódica no era ciertamente mejor que las imágenes de televisión de los años cincuenta. Si comparamos la calidad de vídeo una PC de 1996 con las imágenes de vídeo del tamaño de un sello postal de principios de la década el progreso es notable, pero aun no estamos donde deberíamos estar. El tamaño y la calidad de las imágenes mejorará con procesadores más rápidos y con mejor compresión, y las imágenes en la PC acabarán por ser mucho mejores que las de la televisión actual, Sin embargo, incluso con sus limitaciones, la tecnología del CD-ROM ha proporcionado nuevas categorías de aplicaciones que influirán sobre el contenido en línea.
Están publicándose en esta atractiva forma multimedia catálogos comerciales, guías turísticas de museos y libros de texto. Temas de todas clases se están sometiendo a tratamiento multimedia y la competencia y los adelantos en la tecnología producirán rápidas mejoras en la calidad de los títulos. El CD-ROM será remplazado con el tiempo por el videodisco digital, un nuevo disco de alta capacidad que parece un disco compacto convencional pero que contiene diez veces más de dalos. La capacidad adicional de estos discos compactos extendidos permite más de dos horas de vídeo digital, suficientes para una película. La calidad de imagen y sonido será mucho mejor que la de la mejor señal de televisión que podamos recibir en un televisor casero, y nuevas generaciones de chips gráficos permitirán a los títulos multimedia incluir efectos especiales con calidad de Hollywood bajo el control interactivo del usuario.
Los CD-ROM multimedia son populares hoy, no porque hayan imitado a la televisión sino porque ofrecen interactividad al usuario. El atractivo comercial de la interactividad se ha demostrado con la popularidad de juegos en CD-ROM, como el MySqL de Broderbund Mysl y Sevenih Gnest de Virgin Interactive Entenainment, películas policíacas que mezclan la ficción narrativa con una serie de rompecabezas que capacitan al jugador para investigar un misterio coleccionando claves en cualquier orden.
El éxito de estos juegos ha animado a los autores a crear novelas y películas interactivas en las que presentan a los personajes y el argumento general de la película, y el lector o jugador toma decisiones que cambian et curso y el resultado de la historia. Nadie sugeriría que lodos los libros u películas tendrían que permitir al lector o al espectador influir en sus resultados. Una buena historia puede hacer que deseemos pasar sentados unas cuantas horas y disfrutar de ella. Yo no deseo elegir un final para El gran gastby o La Dolce Vita. F. Scott Fitzgeraid y Federico Fellini lo hicieron por mi. La suspensión de la incredulidad esencial para disfrutar de la gran ficción es tan frágil que no podría sostenerse bajo el pesado uso de la interactividad.
No podemos seguir el argumento y rendir nuestra imaginación al mismo de manera simultánea. La ficción interactiva es tan similar y tan diferente de las formas antiguas como la poesía lo es del drama.
En la red habrá también historias y Juegos interactivos. Los CD-ROM pueden compartir su contenido con las aplicaciones de la red pero, al menos durante algún tiempo, el software tendrá que diseñarse de manera que el contenido del CD-ROM no se ralentice cuando se utilice a través de la red. La velocidad a que se transfieren los bits desde el CD-ROM a la computadora —el ancho de banda— es mucho mayor que el ancho de banda de nuestra red telefónica actual. Cuando las conexiones de alta velocidad a Internet se generalicen el contenido creado para los dos medios puede ser el mismo. Pero esta compatibilidad habrá de esperar aún varios años, especialmente si tenemos en cuenta que en la tecnología del CD-ROM-DVD se están produciendo también mejoras.