[229]
«Cuando me siento, borracho estoy. Tres, cuatro, veo a la gente No puedo comer solo. Una huahua soy, pues. Un niño» Saturnino Condori, viejo albañil del campamento minero de Siglo XX, está tendido desde hace más de tres años en una cama del hospital de Catavi. Es una de las víctimas de la matanza de la noche de San Juan, en 1967. Ni siquiera había festejado nada. Por trabajar el sábado 24, le habían ofrecido pagarle triple, así que decidió no sumergirse, a diferencia de todos los demás, en el delirio de la chicha y la farra. Se acostó temprano. Esa noche soñó con que un caballero le arrojaba espinas al cuerpo: «Espinas grandes me ha empujado». Se despertó varias veces, porque la lluvia de balas se desencadenó sobre el campamento desde las cinco de la mañana. «Mi cuerpo se ha deshecho, se ha descomponido, medio templación me ha agarrado, y yo asustado, y yo asustado, así, he estado. Mi señora me ha dicho: anda, escápate. Pero yo ¿qué había hecho? A ninguna parte no he salido. Andate, andate, me ha dicho. Tiroteos había de noche, qué será eso, qué será, pap-pap-pap-pap-pap. Y yo mismo despertando y durmiendo así de a ratos, y ni asimismo me he escapado, mi señora me ha dicho: pues andate, pues andate, escapa. Qué me van a hacer, le digo, yo soy un albañil particular, qué me van a hacer.» Se despertó a eso de las ocho de la mañana. Se irguió sobre la cama. La bala atravesó el techo, atravesó el sombrero de su mujer y se le metió en el cuerpo y le reventó la columna vertebral.
[230]
Sergio Almaraz Paz, op. cit.
[231]
Salvador de la Plaza, en el volumen colectivo
Perfiles de la economía venezolana
, Caracas, 1964.
[232]
Osny Duarte Pereira,
Ferro' e Independencia
.
Um desafio a dignidade nacional
, Río de Janeiro, 1967.
[233]
Inmovable Mountains
, en Fortune, abril de 1965.
[234]
Citado por Mário Pedrosa,
A opção brasileira
, Río de Janeiro, 1966.
[235]
De Lyndon Johnson a Raínieri Mazzili, 2 de abril de 1964, versión de Associated press.
[236]
Según informó el diario
O Estado de São Paulo
, 4 de mayo de 1964.
[237]
José Stacchini,
Mobilizaçio de audácia
, São Paulo, 1965.
[238]
Philip Siekman, «When Executives turned Revolutionaires», en
Fortune
, julio de 1964.
[239]
Véanse las declaraciones ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, citadas por Harry Magdoff, op. cit.
, y
el revelador artículo de Eugene Methvin en
Selecciones de Reader's Di
gest en español, de diciembre de 1966: según Methvin, gracias a los buenos servicios del Instituto Americano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre, con sede en Washington, los golpistas brasileños pudieron coordinar por cable sus movimientos de tropas, y el nuevo régimen militar recompensó al
IADSL
designando a cuatro de sus graduados «para que hicieran una limpieza en los sindicatos dominados por los rojos».
[240]
Osny Duarte Pereira, op. cit.
[241]
Según los datos publicados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Francisco Mieres,
El petróleo y la problemática estructural venezolana
, Caracas, 1969.
[242]
Informe del Senado de Estados Unidos;
Actas secretas del cártel petrolero
, Buenos Aires, 1961, y Harvey O'Connor,
El Imperio del petróleo
, La Habana, 1961.
[243]
Paul A. Baran y Paul M. Sweezy,
El capital monopolista
, México, 1970.
[244]
Francisco Mieres, op. cit.
[245]
Michael Tanzer,
The Political Economy of International Oil and the Underdeveloped Countries
, Boston, 1969.
[246]
Harvey O'Connor,
La crisis mundial del petróleo
, Buenos Aires, 1963. Este fenómeno sigue siendo usual en varios países. En Colombia, por ejemplo, donde el petróleo se exporta libremente y sin pagar impuestos, la refinería estatal compra a las compañías extranjeras el petróleo colombiano con un recargo del 37 por 100 sobre el precio internacional, y lo tiene que pagar en dólares. Raúl Alameda Ospina en la revista Esquina, Bogotá, enero de 1968.
[247]
Jesús Silva Herzog,
Historia de la expropiación de las empresas petroleras
, México. 1964.
[248]
Vivian Trías,
Imperialismo y petróleo en el Uruguay
, Montevideo, 1963. Véase también el discurso del diputado Enrique Erro en el diario de sesiones de la Cámara de Representantes, núm. 1211, tomo 577, Montevideo, 8 de septiembre de 1966.
[249]
Petrobrás figura en el primer lugar en la lista de las quinientas mayores empresas, publicada por
Conjuntura económica
, vol. 24, núm. 9, Río de Janeiro, 1970.
[250]
Declaraciones del ingeniero Márcio Leite Cesarino, en
Correio da Manha, Río
de Janeiro, 28 de enero de 1967.
[251]
Correio da Manhá
publicó un amplio extracto del documento en su edición del 19 de febrero de 1967.
[252]
René Zavaleta Mercado,
Bolivia. El desarrollo de la conciencia nacional
, Montevideo, 1967.
[253]
El senador Long no ahorró ningún adjetivo a la Standard Oil: la llamó criminal, malhechora, facinerosa, asesina doméstica, asesina extranjera, conspiradora internacional, hato de salteadores y ladrones rapaces, conjunto de vándalos y ladrones. Reproducido en la Revista Guarania, Buenos Aires, noviembre de 1934.
[254]
Los ejemplos abundan en la historia, reciente o lejana. Irving Florman, embajador de los Estados Unidos en Bolivia, informaba a Donald Dawson, de la Casa Blanca, el 28 de diciembre de 1950: «Desde que he llegado aquí, he trabajado diligentemente en el proyecto de abrir ampliamente la industria petrolera de Bolivia a la penetración de la empresa privada norteamericana, y ayudar a nuestro programa de defensa nacional en vasta escala». Y también: «Sabía que a usted le interesaría escuchar que la industria petrolera de Bolivia y esta tierra entera están ahora bien abiertas a la libre iniciativa norteamericana. Bolivia es, por lo tanto, el primer país del mundo que ha hecho una desnacionalización, o una nacionalización a la inversa, y yo me siento orgulloso de haber sido capaz de cumplir esta tarea para mi país y la administración». La copia fotostática de esta carta, extraída de la biblioteca de Harry Truman, fue reproducida por
NACLA Newsletter
, Nueva York, febrero de 1969.
[255]
Marcelo Quiroga Santa Cruz, interpelación del 11 y 12 de octubre de 1966 en la Cámara de Diputados, en la
Revista jurídica
, edición extraordinaria, Cochabamba, 1967.
[256]
Cuando el escándalo estalló, la embajada de los Estados Unidos no guardó un prudente silencio. Uno de sus funcionarios llegó a afirmar que no existía ningún original del contrato de Talara. (Richard N. Goodwin, «El conflicto con la IPC: Carta de Perú». reproducido de
The New Yorker
por
Comercio exterior
, México, julio de 1969.
[257]
Georgie Anne Geyer, Seized U.S. Oil Firm Made Napalm, en el New York Post, 7 de abril de 1969.
[258]
Para la redacción de este capítulo, el autor ha utilizado, además de las obras ya citadas de Harvey O'Connor y Francisco Mieres, los libros siguientes: Orlando Araújo,
Operación Puerto Rico sobre Venezuela
, Caracas, 1967; Federico Brito,
Venezuela siglo XX
, La Habana, 1967; M. A. Falcon Urbano,
Desarrollo e industrialización de Venezuela
, Caracas, 1969; Elena Hochman, Héctor Mujica y otros,
Venezuela 1.°
, Caracas, 1963; William Krehm,
Democracia y tiranías en el Caribe
, Buenos Aires, 1959; los ensayos de D. F. Maza Zavala, Salvador de la Plaza, Pedro Esteban Mejía y Leonardo Montiel Ortega en el volumen citado en la nota
27
; Rodolfo Quintero,
La cultura del petróleo
, Caracas, 1968; Domingo Alberto Rangel,
El proceso del capitalismo contemporáneo en Venezuela
, Caracas, 1968; Arturo Uslar Pietri,
¿Tiene un porvenir la juventud venezolana?
, en
Cuadernos Americanos
, México, marzo-abril de 1968; y Naciones Unidas-CEPAL,
Estudio económico de América Latina
, 1969, Nueva York-Santiago de Chile, 1970.
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[263]
Ibid.
[264]
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[266]
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[279]
Hernán Ramírez Necochea,
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[280]
Este economista alemán, nacido en 1789, propagó en los Estados Unidos y en su propia patria la doctrina del proteccionismo aduanero y el fomento industrial. Se suicidó en 1846, pero sus ideas se impusieron en ambos países.
[281]
Claudio Véliz, La mesa de tres patas, en
Desarrollo económico
, vol. 3, núms. 1 y 2, Santiago de Chile, septiembre de 1963.
[282]
«Nada de extraño tiene que los librecambistas sean incapaces de comprender cómo un país puede enriquecerse a costa de otro, pues estos mismos señores tampoco quieren comprender cómo en el interior de un país una clase puede enriquecerse a costa de otra.» Karl Marx,
Discurso sobre el libre cambio
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, Moscú, s. f.
[283]
Luis Chávez Orozco,
La industria de transformación mexicana (1821-1867)
, en Banco Nacíonal de Comercio Exterior, Colección de documentos para la historia del comercio exterior de México, tomo VII, México, 1962.
[284]
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[285]
Jan Bazant,
Estudio sobre la productividad de la industria algodonera mexicana en 1843-1845
(Lucas Alamán y la Revolución industrial en México), en Banco Nacional de Comercio Exterior, op. cit.
[286]
Luis Chávez Orozco, op. cit.
[287]
En el tomo III de la citada colección de documentos del Banco Nacional de Comercio Exterior se transcriben varios alegatos proteccionistas publicados en El Siglo XIX a fines de 1850: «Pasada ya la conquista de la civilización española con sus tres siglos de dominación militar, entró México en una nueva era, que también puede llamarse de conquista, pero científica y mercantil... Su potencia son los buques mercantes; su predicación es la absoluta libertad económica; su norma poderosísima con los pueblos menos adelantados es la ley de la reciprocidad... "Llevad a Europa —se nos dijo— cuantas manufacturas podáis (excepto, sin embargo, las que nosotros prohibimos), y en recompensa permitid que traigamos cuantas manufacturas podamos, aunque sea arruinando vuestras artes...” Adoptemos las doctrinas que ellos (nuestros señores del otro lado del océano y del río Bravo) dan y no toman y nuestro erario crecerá un poco, si se quiere..., pero no será fomentando el trabajo del pueblo mexicano, sino el de los pueblos inglés y francés, suizo y de Norteamérica.
[288]
Miron Burgin,
Aspectos económicos del federalismo argentino
, Buenos Aires, 1960.