«La idea de la ventana» es sin duda una de las estratagemas más ingeniosas y originales, y como todas sus mejores argucias es muy sencilla si se mira retrospectivamente. Dicho esto, cuando la señorita Johnson sale al tejado en el capítulo 23 y afirma: «Ya he visto cómo puede entrar alguien desde fuera, y es de una manera que nadie imaginaría jamás» no está diciendo exactamente la verdad. Habría sido más rigurosamente cierto si hubiera dicho: «He visto cómo alguien puede cometer un asesinato, y es de una manera que nadie imaginaría jamás». El asesino no vino desde fuera: ya se encontraba presente. Y aunque la señorita Johnson se dio cuenta de cómo había logrado cometer el asesinato sin ni siquiera abandonar el tejado, en realidad no es lo mismo.
Y a pesar de la referencia a la crucial «idea de la ventana», el diagrama que la acompaña no es en realidad relevante en ella, ya que representa la planta baja de la Casa de la Expedición, aunque sea distinto del que se incluye en la novela tal como se publicó. Aunque Christie experimentase brevemente con otros asesinos posibles, el principal candidato parece haber sido siempre el que al final es desenmascarado.
Posibles estratagemas… La señora L y su vida anterior… Algún hombre al que ha herido… El marido o alguien al que traicionó… La odia… La persigue… Ella se pone cada vez más nerviosa
Desarrollo
El doctor L asesina a la señora L
Luego hay un segundo asesinato… ¿Alguien que sabía algo…? ¿La señorita Johnson?
La señorita J es la esposa original… ¿su venganza?
O bien… una historia manipulada por la esposa… ¿a resultas de la cual muere el marido?
O bien… es el doctor L el malvado
Por último, en el Cuaderno 47 se revela que Christie sopesó la posibilidad de utilizar
Asesinato en Mesopotamia
como base para una pieza teatral. Sin embargo, rechaza la idea de utilizar los personajes o la trama de la novela como base de la obra teatral (a pesar de «la mujer atractiva y problemática», personaje similar a la señora Leidner) cuando esboza un posible guión:
¿Obra teatral en una excavación? Personajes posibles de Asesinato en Mesopot
[amia]
Un director norteamericano
con una esposa problemática
enamorado de una mujer atractiva y problemática… Viuda de un inventor… o de un científico experto en física atómica… encarcelado por su militancia comunista (¿según la idea de Hiss?) Hace diez años que está en prisión… Ella se ha divorciado… ¿Enamorado de Deirdre? ¿Casada con él? Está a punto de tener una aventura con un arquitecto de mediana edad… aparecen dos médicos que están en un congreso en Bagdad… Uno es amigo de la expedición… El otro es un cirujano plástico… es asesinado. Entonces ella sí
Alger Hiss fue un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos acusado de espionaje y encarcelado en 1950, aunque por cometer perjurio. Su culpabilidad o su inocencia en el caso de espionaje aún sigue debatiéndose. Murió en 1992.
El resumen anterior parece improbable material para una obra de teatro, pero algunas de estas ideas a la sazón sí aparecieron en
Destino desconocido
.
A
sesinato en Mesopotamia
no llega a ser un Christie de primerísima fila debido a la revelación increíble, durante la explicación que da Poirot, de una relación cuya existencia nadie podía sospechar. La mecánica del asesinato es sumamente ingeniosa, la ambientación y los personajes están mejor trazados que de costumbre y la identificación del asesino es sin duda una gran sorpresa. Pero la razón del crimen en sí es lo que resulta difícil de creer; cuesta incluso imaginar cómo Christie (o su editor) llegó a pensar que fuese un desarrollo probable o incluso verosímil. Aparte de la insatisfacción intrínseca que esto supone, también se estropea uno de los pocos ejemplos de los intentos que hizo Christie por escribir «el crimen imposible». Éste es un subgénero de la novela detectivesca cuyo interés radica no sólo en la identidad del asesino, sino también en los medios a través de los cuales se ha cometido el crimen. En la novela detectivesca del «crimen imposible», las víctimas suelen hallarse en medio de un césped que cubre la nieve y en ella no hay huellas, o bien las víctimas estaban durante su asesinato sometidas a observación constante en una habitación (éste es el caso), o en una habitación con puertas y ventanas cerradas por dentro. John Dickson Carr, contemporáneo de Christie y gran maestro de la habitación cerrada, fue quien lo exprimió al máximo. Cuando es un rasgo más en una trama de Christie más bien parece un añadido de última hora; ese concepto nunca fue el eje de la trama ideada. Lo empleó tan sólo en otras tres novelas —
Navidades trágicas
,
La trayectoria del bumerán
y
Telón
—, así como en un puñado de relatos.
La abominable señora Boynton aterroriza a su familia incluso cuando están de vacaciones en Petra. Cuando aparece muerta en el campamento, más de uno siente un gran alivio. Hércules Poirot, si bien muestra sus simpatías a la familia, dispone de veinticuatro horas para hallar al asesino.
Existen notas para la novela y para la versión teatral de este título. Más de sesenta páginas de notas de esta última se encuentran en cuatro cuadernos, mientras que hay otras veinte que corresponden a la novela en el Cuaderno 61, poco antes de las notas preliminares para
Navidades trágicas
y las extensas notas para
Akenaton
. Se imprimió en mayo de 1938, pero hubo una publicación por entregas anterior, en el mes de enero en el
Daily Mail
, en donde se tituló
Encuentro con la muerte
, y aún otra antes, también por entregas, a finales del año anterior en Estados Unidos. En un ensayo que prologó la publicación por entregas de la novela, Christie escribió que los tres puntos fundamentales de este caso resultaron atractivos para Poirot: el plazo de veinticuatro horas, la psicología de la muerta y el hecho de que se le pidiera investigar a un hombre poseído por una pasión por la verdad equiparable a la suya, el coronel Carbury.
En
Cita con la muerte
Christie se plantea un nuevo desafío técnico. La investigación tiene lugar en tan sólo veinticuatro horas (aunque todo el montaje de la trama requiere mucho más tiempo) y en el espectacular enclave de Petra, muy lejos de las instalaciones de Scotland Yard. No hay huellas dactilares, no hay nadie llegado de fuera, no está Hastings; tan sólo Hércules Poirot y los sospechosos, aunque justo es decir que partes de la solución únicamente se pueden explicar por intervención divina. Por ejemplo, ¿cómo es posible que Poirot estuviera al tanto de la vida anterior del asesino? Es revelador que cuando Christie adaptó la obra para la escena cambió por completo el final y ofreció al público una solución más verosímil y psicológicamente más atrayente.
La primera página del Cuaderno 61 lleva por encabezamiento «El asesinato de Petra». Inmediatamente después figura una lista de personajes con breves descripciones, cuyos antecesores se pueden ver con claridad en las notas tomadas para
Muerte en el Nilo
(véase el capítulo 6). El apellido Boynton no aparece en esta fase, y a la familia se la llama los Platt:
Personajes
Roy… joven, neurótico (¿26?)
Nadine (¿22?)
Lucia… ¿La hija de la señora P?
Jefferson… el hijo mayor
Prunella (su esposa… clara, equilibrada, pelo
Sarah Grant (Sybil Grey) una joven médico… interesada por la psicología mental
[Sarah King]
Lady Westholme, parlamentaria (una posible primera ministra en el futuro)
La doctora Gerard (¿francesa?)
¿La señora Gibson (charlatana, consternada)?
[la señorita Price]
Cuando vuelve, seis páginas después (tras un rápido rodeo para consignar algunas notas destinadas a «El espejo del muerto»,
Un ciprés triste
y
Telón
), Christie enmienda los personajes —como de costumbre, a algunos les cambia de nombre, mientras que hay otros que no salen en la novela— y procede con su sistema de costumbre, asignando letras a cada una de las escenas. Urde la trama yendo de la A a la L sin titubeos, sin desviarse (lo cual podría indicar que ya había trabajado todo este material en otra parte), aun cuando el orden cambiará muy considerablemente. La frase con que se abre la novela, la más fascinante de todas las que sirven de comienzo a las novelas de Christie («Ya lo ve usted, ¿o no lo ve?, que es necesario matarla»), no aparece hasta la escena L en las notas. El hecho de que Poirot aparezca mencionado en conjunción con esta frase podría explicar que tenga el protagonismo en la novela.
Asesinato de Petra
La familia Platt en Mena House… luego en el barco a Palestina
Personajes
La señora Platt
[La señora Boynton]
Jefferson Platt
[sustituido por Lennox]
Nadine, su esposa
Marcia
[Carol]
Lennox
[pasa a ser Raymond en la novela]
Ginevra
Sarah Grey
[Sarah King]
Amos Cope (enamorado de Nadine)
[pasa a ser Jefferson Cope en la novela]
Lady Westholme, parlamentaria
Doctora Gerard, médica francesa
Sir Charles Westholme
[no aparece]
En las notas abundan las especulaciones sobre el método para cometer el asesinato, lo cual da fuerza al argumento de que éste es un libro que depende de los personajes mucho más que de la trama. Y no es un detalle insignificante que en la versión escénica no sólo sea distinto el malvado que se desenmascara, sino que también es completamente diferente el método que adopta el malvado. Como bien se puede ver, Christie consideró unos cuantos venenos antes de inclinarse por la digitoxina: