Apuñalado en el ojo con un alfiler de sombrero
Esta grotesca idea no es muy característica de Christie, siendo su atractivo probablemente la dificultad de desentrañar el medio por el que se ha producido la muerte. También aparece en otros tres cuadernos.
Idea del isótopo… Carbono 14… Inyección hipodérmica (¿para el tifus?)… procedimiento normal. Él (?) marcha al extranjero… Cita con un médico… Ocupa su sitio un impostor que le administra dicha inyección.
Esta idea, inspirada en una visita a un laboratorio durante un viaje por Estados Unidos en los años sesenta, presenta un claro eco de
La muerte visita al dentista
por la suplantación de un médico para envenenar a un paciente.
Comisión del crimen… El señor Llewellyn… Mujer fatigosa… hace un discurso… Bebe un vaso de agua
Vaso de agua… El doctor Haydock… ¿Suicidio por una carta anónima? En Harton Parva… la hermana del vicario… mujer avinagrada… el profesor del colegio… En la tienda del pueblo la hermana del vicario compra los víveres y echa las cartas al correo… La muchacha cuela una de ellas en…
Estas anotaciones aparecen en el mismo cuaderno, las primeras de una lista de relatos proyectados para la señorita Marple. Y de hecho parece que estamos en territorio de la señorita Marple. Las semillas de
El caso de los anónimos
se pueden detectar en la idea del «suicidio por una carta anónima» y el método de insertar una carta en un fajo en apariencia inocente aparece en el capítulo 13 de esa novela.
Desaparición de una actriz… Extraño comportamiento del jardinero jefe
Esta combinación de ideas tan maravillosamente enigmática aparece en el Cuaderno 65 junto con las notas tomadas para
Diez negritos
, aunque data de una fecha muy anterior en la carrera de Christie. El jardinero jefe, sospechoso y muy propio del territorio de la señorita Marple, hace una breve aparición en «Lingotes de oro», de
Miss Marple y trece problemas
.
Una rubia, hija de un millonario, simula su propio secuestro para marcharse y casarse con un joven
Esto es algo que aflora en tres ocasiones en los cuadernos, y las tres veces es una rubia quien lleva a cabo la maniobra. Suena a una conducta relativamente poco delictiva, y tal vez tuviera por intención un relato de tono ligero, no muy distinto de las primeras aventuras de Tommy y Tuppence en «El debut».
Tom, Dick o Harry llegan al puente… el quid… ¡es que ninguno de los tres existe!
Por tentador que sea creer que se trata de una referencia a
Cartas sobre la mesa
, aparece en una lista encabezada por «Ideas, 1940», cuatro años después de publicarse ese título. Resulta difícil conjeturar lo que tenía en mente aquí Agatha Christie.
Fotografía por infrarrojos
Esta idea insólita podría haber tenido inspiración en su interés por la fotografía durante sus trabajos arqueológicos con sir Max Mallowan. Aparece en una lista de posibles relatos para la señorita Marple, aunque no llegaría a figurar en ninguno de aquellos en los que aparece la señorita Marple con conocimiento de causa.
Medicamentos peligrosos robados de un coche… El médico se enoja… Gran excitación en el pueblo
Medicamentos peligrosos robados de un coche… X va de viaje en coche… sigue a un médico por una ciudad desconocida… o el propio médico es un criminal… después se casa con la mujer o la hija del paciente muerto
Aunque nunca aparece como estratagema en una trama por derecho propio, este planteamiento es uno de los que se mencionan en
Asesinato en la calle Hickory
como medio de apoderarse del veneno. Nuestro amigo el médico (ésta es la profesión estadísticamente más homicida en Christie) vuelve a aparecer aquí, y la idea quedó anotada a finales de los años treinta; la segunda nota podría estar en la inspiración para el doctor Quimper de
El tren de las 4:50
. Esta idea aparece en cinco cuadernos.
Un falso Hércules P… se encuentra en un hotel almorzando, dejando que le crezca una de las guías del bigote, que se le ha quemado… un sitio completamente fuera de los caminos trillados
El «sitio completamente fuera de los caminos trillados» podría ser el lugar en que transcurre «El jabalí de Erimanto», una montaña suiza cerrada por las nieves, pero la idea de que se dejara crecer el bigote nunca se terminó de explorar a fondo, por más que aparezca en otros dos cuadernos.
Esbozo y notas para
El paciente
, del Cuaderno 64. Nótese la referencia a «S.O.S.», el relato de
El lebrel de la muerte
en el que, al igual que en
El paciente
, también aparece un método de comunicación poco habitual.