Aunque bajo ningún concepto sea una obra teatral típica de Agatha Christie, sí contiene algunos de sus elementos característicos: hay una muerte por envenenamiento que orquesta un malvado del que nadie sospecha, sirviéndose de una inocente fiesta de celebración.
Hay cuarenta páginas de notas de esta pieza teatral. En ellas se incluye un extenso material de fondo, además de algunos esbozos para la obra teatral en sí. La primera página de las notas comienza por una lista de personajes (en la versión publicada, Mutnezmet, la hermana de Nefertiti, pasa a ser Nezzemut) y a este elenco sigue un esbozo de la escena inicial:
Reina Tyi
Horemheb
Ojo
Nefertiti
Mutnezmet
Tutankamon
El padre de Tyi
El matrimonio Tyi
El sumo sacerdote de Amon
El sumo sacerdote de Re
Un sacerdote de Ptah
Acto I, escena 1ª
Amenhotep el Magnífico está próximo a morir… el rey de Mitanni envía a Egipto la imagen de Ishtar de Nínive (es la segunda vez que se lleva a efecto el traslado) con la esperanza de que la diosa exorcice a los espíritus del mal que causan la enfermedad del rey. La diosa es la que pasa entonces.
Horemheb habla con
el padre y la madre de Tyi, juntos los dos. El sumo sacerdote de Amon habla con Horemheb… sobre los males de casar con extranjeros… la reina Tyi aparece con su hijo.
Las primeras páginas del Cuaderno 61 muestran hasta siete escenas para el acto I, cuatro para el acto II y dos para el acto III. Un nuevo borrador, diez páginas más adelante, nos acerca más a la versión publicada, que tiene tres escenas en cada uno de los dos primeros actos y cuatro en el tercero, además de un epílogo. Las notas demuestran que este epílogo había de ser la última escena de la obra teatral.
Entre un borrador y otro hay notas sobre:
Indulgencias… Una garantía de inocencia que venden los escribas… el perdón, los nombres insertados en los espacios en blanco.
Escarabajo en el corazón… «Oh, mi corazón no se alzará contra mí por testigo»
Collares de oro, regalos…
Se menciona asimismo el libro
De fetiche a dios
, obra de Budge, ya en la primera página, y hay referencias a sus páginas a lo largo de las notas. La investigación es similar a la que emprendió Christie para
La venganza de Nofret
a partir de los libros que le prestó Stephen Glanville, a quien dedica la novela (véase el capítulo 7):
Visita de Tyi en el 12° año del reinado de A… Descripción de las ropas, p.155
¿Tributo? Una escena en la que se muestre cómo se lleva, p.151
Descripción del palacio para la escena, p.138
Una de las primeras citas, supuestamente de este libro, se reproduce con pocas variaciones formales casi al final de la pieza teatral. Se borran las últimas huellas de Akenaton, pronto sustituidas por «el divino Amon, rey de los dioses»:
Qué fértiles son las posesiones de quien conoce los dones de ese dios (Amon). Sabio es quien lo conoce. Favorecido es quien le sirve, protección encuentra quien lo sigue.
A menos que vea caer un bosquejo de mi idea, tendrá que seguir en pie.
La señora McGinty ha muerto
, capítulo 24
SOLUCIONES QUE SE REVELAN
El tren de las 4:50 •
«Robo de joyas en el Grand Metropolitan»
•
«La señorita Marple cuenta una historia»
Hay una anécdota, seguramente apócrifa, según la cual el detective y novelista Nicholas Blake (en la vida real, el poeta laureado Cecil Day Lewis) quiso comprar a Agatha Christie ideas para alguna trama, a lo que ella respondió que tenía la intención de utilizar todas las que se le ocurriesen. Los cuadernos están plagados de ideas de esta especie, y lo que sigue no es sino una muestra de algunas de las que no llegó a utilizar más allá de la página en la que las consignó. Algunas la obsesionaron, como son la de los gemelos no idénticos, la de la doncella, la de los amigos mañosos y bohemios, que aparecen una y otra vez.
Los gemelos… lo crucial es que no sean idénticos… Gemelos idénticos (¿uno perece en un choque de trenes?)
Gemelas idénticas… La pretendiente asume la identidad de la hermana (que ha muerto en un choque de trenes), una viuda adinerada
Éstas sólo son dos de las diez versiones de la idea de los «gemelos» que pueblan los cuadernos. Un choque de trenes y la falsa identidad son rasgos menores en
Asesinato en Mesopotamia
. En
Los elefantes pueden recordar
aparecen unas hermanas gemelas, y en un tono más ligero se da el caso de que los gemelos son la solución a uno de los misterios que afrontan Tommy y Tuppence en
Matrimonio de sabuesos
.
Espejos
Hombre o mujer… recibe por correo o se conchaba con otra mujer… llegan juntos a un hotel.
El trasfondo de uno es correcto; ciudad obispal, etc. Han estado juntos en una congregación presbiteriana… dan una coartada a un hombre
El encabezamiento «Espejos» confirma que
El truco de los espejos
fue un relato realmente difuso. La única y muy tenue conexión que tiene la nota con esa novela es la idea de proporcionar una coartada a alguien.
Nitrobencina… la cuestión es… que se hunde hasta el fondo del vaso… La mujer da un sorbo… luego se lo ofrece a su marido
Alcanfor en una cápsula
Asesinato mediante el lápiz de labios… primero, los labios quemados… un cigarrillo que se ofrece por la brasa
Estricnina o droga que se absorba por la piel
Virus de la gripe… ¿robado? ¿Un ministro del gobierno?
¿Veneno por lanolina? ¿Estricnina? El veneno que lo pone todo amarillo (aplicado a un vestido… muy engañoso, porque otra muchacha llevaba un vestido amarillo) (1931)
Lanolina frotada en la piel
Éstas son tan sólo unas cuantas ideas sobre las diversas formas que existen para usar los venenos, el método favorito de Christie a la hora de acabar con alguien. Es particularmente imaginativa la que recoge el «asesinato mediante el lápiz de labios».
Camarera de hotel, cómplice de un hombre… la prueba siempre se acepta y se cierra el caso
Relato de la camarera… un hotel… ¿Torquay? ¿La Riviera? ¿España? ¿Mallorca? En inglés mejor
La idea de la camarera, de la que éstos sólo son un par de ejemplos, aparece diez veces en los cuadernos. Es evidente que la idea de una camarera deshonesta era una de las que encerraban más posibilidades para Christie, por cuanto que la utilizó tanto en «Robo de joyas en el Grand Metropolitan» como en «La señorita Marple cuenta una historia». Pero ninguna de las dos encaja con el mecanismo de la trama descrito arriba. La segunda es tan vaga que podría encajar con cualquier cosa.
El hombre sin piernas… unas veces alto, otras veces bajo
El motivo del «hombre sin piernas» es otra de las ideas que aparece en diez cuadernos, aunque nunca llegó a plasmarse en nada. La idea de fondo en este mecanismo era que una persona con esas características pudiera alterar su apariencia física de manera muy drástica, por lo que su identificación resultaría muy difícil. John Dickson Carr, colega de Christie en el género de la novela detectivesca, empleó esta estratagema de manera magistral en una novela de 1938,
La casa en el codo de Satán
.