También aquí, a pesar de todo, hay algunas diferencias. En la versión publicada no se menciona a Nora Raymond y es un pisapapeles el instrumento asesino, no el arma que sugieren las notas («ella dispara… él cae»). Este cambio tiene lógica; el relato se desarrolla en un hotel, y un disparo en tal situación habría llamado la atención de otros, con lo que la trama sería inviable.
¿Es el séptimo «Trabajo» de Poirot un simple caso de herencia negativa o es algo más siniestro?
Hay relativamente pocas notas sobre el séptimo de los «Trabajos», «El toro de Creta». El principal problema parece haber sido la elección del veneno; Christie se decidió al final por la atropina (que es también el veneno elegido en «La huella del pulgar de San Pedro», incluido en
Miss Marple y trece problemas
). El relato hace un énfasis especial en la sangre —la idea del «asesino loco»—, en lo que coincide con «El jabalí de Erimanto». Pero al igual que en otros títulos de Christie —
Asesinato en la calle Hickory
y «La importancia de una pierna de cordero», de
Los cuatro grandes
, por ejemplo—, ésta es una parte importante de la trama:
A P se le reclama… un terrateniente y un viejo amigo suyo temen que el hijo del primero esté loco… Hay precedentes de locura en la familia… El chico ha estado en la Armada… (Lo dejó)… El terrateniente nunca llegó a superar del todo la muerte de la esposa… en un accidente náutico o de tráfico… (¿Pregunta HP por el incidente, como si creyera que el coche había sido manipulado por un cómplice?) La esposa sólo estuvo con él tras pensarlo mucho… Cuando se lo pregunta, el amigo farfulla y se atranca… Dice que es la primera noticia que tiene… parece de poco fiar. El chico es de una planta impresionante… Hay una chica enamorada de él… ¿Cree él mismo que está loco? Droga… ¿Ojos? Escopolamina… hiosciamina… atropina… o acónito… ungüento con el que se embadurna… alucinaciones. Intento al final de matar a la chica
Este relato comparte una argucia de la trama con
Misterio en el Caribe
, y de hecho Christie hace referencia a él cuando trabajaba en la trama de esta novela. Las palabras más interesantes del extracto anterior son sin lugar a dudas «parece de poco fiar». Ésta fue la estrategia sobre la cual construyó Christie su impresionante reputación, esto es, la presentación de un relato de tal manera que los inocentes parecieran culpables y viceversa. Muy pocos de los lectores de este relato no señalarán a George Frobisher considerándolo el malvado, que es precisamente lo que Christie pretendía.
Poirot se enfrenta a la plaga de los traficantes de drogas.
Existen dos conjuntos de notas bien diferenciados para el octavo de los «Trabajos». A pesar de que el Cuaderno 44 contiene las notas «correctas» para la mayoría de los «Trabajos» restantes, las que son relevantes en este relato son las que están en el Cuaderno 62:
P sigue la pista de un tinglado de drogas… Un sitio en el Condado (no en el campo)… ricos fabricantes, etc.
El anciano general Boynton… Gota… colérico… las piernas hinchadas.
Las hijas… Unas chicas asalvajadas… Una de ellas se mete en un buen lío… ¿o no es ni siquiera hija suya?
La banda… Un viejo al frente de todo el tinglado… las chicas van a por él
Stillingfleet… Llamada a Poirot… el tinglado de las drogas… convierte a las personas decentes en poco más que animales salvajes… Me pidió que fuera con los ojos bien abiertos… Una chica en un incendio… En las caballerizas… Hachís… Él salvo a la chica.
La otra hermana… antes eran unas niñas decentes… el padre es un anciano general. P las ve… Una chica malhumorada… endurecida… dice que Stillingfleet está bien. P dice que buscará a su padre… Mirada de alarma en los ojos de ella… P dice que será discreto.
S
[tillingfleet]
y P… dice que muy joven… 18 años… qué vergüenza… No se las cuida como debieran… P viaja a Norfolk… El general… Gota… Mal humor… preocupado por sus hijas. P pregunta ¿quiénes son sus amistades?
Dalloway… Un hombre como un caballo… lento, etc. La señora Larkin… en su casa, P ve a los demás… Juegan a los dardos, etc.
Hylda… una chica imprecisa… Cummings… joven médico… ayudante de un viejo… Fiambrera con unos bocadillos (pertenece a Dalloway) en la entrada… P toma nota (mirar en la caja de S.)… Lo hace
Hay cambios de poca entidad: el doctor Stillingfleet (posiblemente el de «El sueño» y
Tercera muchacha)
se transforma en el doctor Stoddart; la fiambrera pasa a ser una cantimplora, y no se habla de los dardos. Hay notas relacionadas con este relato en el Cuaderno 44, aunque presentan especulaciones divergentes y en un caso bastante extravagantes:
Las yeguas de Diómedes
Un viejo piloto de carreras… sus «chicas», unas salvajes… ¿Qué podría hacer P?
Bloomsbury… una de ellas dispara contra alguien (¿la señora Barney?)… idea de los gemelos que no son idénticos… la mujer es la criada de uno de ellos… ¡¡NO!!
O
P paga a un joven para que sea «asesinado» por una de ellas… O bien… ¿Servicio secreto? ¿Jacinta?
La idea del «viejo general» y sus «muchachas asalvajadas», según aparece en el primer extracto, se conserva intacta (nótese el cambio de «chicos», según las notas preliminares, a «chicas», aquí), pero la idea más bien estrafalaria de que Poirot pague a alguien para que sea asesinado, seguramente una estratagema, fue descartada. La referencia a la señora Barney remite a un penoso caso de asesinato que se produjo en Londres, por el que fue juzgada la glamurosa Elvira Barney y posteriormente declarada inocente de haber disparado contra su amante, Michael Scott Stephen, en mayo de 1932.
Es innegable el potente simbolismo de los caballos de la mitología que se alimentan de carne humana, y que aquí se transmutan en traficantes de drogas que llevan a cabo un negocio no menos aborrecible. Pero existe en el relato un elemento didáctico y moral que resta potencia a la trama. Una vez más, Christie juega con nuestros errores de apreciación y de percepción; esta vez se trata del aparente estereotipo del militar jubilado, que no es un personaje infrecuente en sus ficciones: así, el coronel Protheroe en
Muerte en la vicaría
, el comandante Porter en
Pleamares de la vida
, el comandante Palgrave en
Misterio en el Caribe
, el general MacArthur en
Diez negritos
y el comandante Burnaby en
El misterio de Sittaford
. Y hay muchos más ejemplos. Pero no siempre son de toda confianza…
La alusión al gemelo que no es idéntico es una idea que aparece en infinidad de ocasiones a lo largo de los cuadernos (véase «La casa de los sueños», página 348). Como demuestra su constante aparición, Christie nunca llegó a abordarla con éxito, y ésta no es una excepción a la norma. Se percibe cierta exasperación en el «¡¡NO!!» con que se recrimina.
Dos casos en apariencia dispares, un robo de una obra de arte y una colegial que ha desaparecido, se unen en el noveno de los «Trabajos».
Éste es otro relato que cambió de manera considerable a partir de la concepción inicial que tuvo Agatha Christie, aunque siguen siendo visibles algunas huellas de la idea de la «directora del colegio». Como bien se ve, con este relato Christie dio rienda suelta a su más que considerable inventiva.
Hay un buen número de esbozos para el desarrollo del relato y para la interpretación del mito original: un manuscrito, un hallazgo arqueológico y un cuadro fueron algunos de los elementos que sopesó incluir. E incluso tras decantarse por el cuadro aún consideró otras posibilidades:
P en Oganis o Lestranges… Un internado de señoritas de primerísima clase… la aterradora señorita Beddingfeld
¿Es de verdad la chica una malvada? ¿O es la hija de un millonario que ha desaparecido, a la cual se busca por todas partes?
¿Un manuscrito de calor incalculable? ¿Un cuadro? ¿Un hallazgo arqueológico? ¿Un cuadro robado? Una de las chicas (la malvada) ha pintado algo encima y se lo ha regalado a la directora del internado… Posteriormente se transporta al país indicado, pasa la aduana, etc.
Una colegiala secuestrada… Es nueva en el internado… Se presenta a la señorita Nortress… sosa, con trazas
[¿trenzas?]
, aparato dental… Flaca, patética… Viajan a París… La chica desaparece en el tren (en realidad sale del lavabo y se reúne con un hombre… Todo muy estudiado, muy de actriz… Abrigo de visón. Al volver de almorzar en el vagón restaurante se cuela en el lavabo… Sale un hombre… Se encuentra un sombrero en las vías del tren. La chica aparece al día siguiente en Amiens… No le ha pasado nada, sólo está aturdida.
El robo de un cuadro famoso (G o H). Ha de pasar de contrabando a Francia… ¿cae en manos de un marchante? ¿Un malvado? La ac
[triz]
encuentra empleo con una «hermana mayor»… Conoce a la niña… y la lleva a la estación de Victoria… se quita el maquillaje… la falsa actriz resulta ser una niña… Una vez en Francia se cambia en el lavabo… Llega con un hombre muy elegante.
Cuadros en una exposición con las obras de otras chicas del internado… P hace de mago… Lo borra con aguarrás… Expone a la luz El cinturón de Hipólita