Authors: Peter Rinearson Bill Gates
Este enfoque general para competir contra un sistema operativo se ha ensayado ya antes. Lotus aspiró a que su software Notes se conviniera en una importante plataforma de middleware en la que pudieran construirse aplicaciones principales. Pero las perspectivas para Notes como middleware se han visto constreñidas por el ascenso de la Internet. Es difícil conseguir un éxito importante con una estrategia de middleware, cuando los sistemas operativos más populares están adoptando en modo integrado las mismas características que promete aquel.
Otra competencia engendrada por la popularidad de la Internet es la de decidir el modo como tendrían que cambiar las PC y los terminales para que sean más baratos y apropiados para la búsqueda. Algunos observadores y partes interesadas creen que el dilema principal está entre la misma PC y una combinación de servidores y de terminales de propósito limitado, al ser los servidores más caros que las PC y los terminales menos potentes y caros que éstas. Los principales proponentes de este modelo servidor fuerte/cliente débil son SunMicrosystems. Una empresa que vende servidores, y Oracle, una empresa que vende software para servidores.
Sun, oracle sostienen que la Internet hará finalmente por ellos lo que no han conseguido hacer en el pasado: revertir el proceso hacia máquinas personales potentes y volver a centralizar la informática.
Sun y Oracle llaman a las máquinas-clientes que ellos defienden «terminales Internet" o "computadoras de red». Estos dispositivos no tienen drives de disco, y en vez de ello tendrán que obtener su software y su información a partir de servidores centralizados. Las empresas aseguran que la combinación de los servidores, de software que puede importarse y de enlaces de comunicaciones rápidos harán innecesarias para muchas personas las PC reales. Sostienen que la mayoría de la gente necesita estos terminales unidos a la red que son, por diseño, incompatibles con las PC actuales y sus aplicaciones.
Cuando escribí esto en el verano de 1996, estaba claro que habría muchos dispositivos diferentes incompatibles con el software de la PC. Es importante considerar en cada uno de estos dispositivos qué se ha excluido y cuáles son los resultados.
Si hay una cosa que los usuarios de PC nos han demostrado es que la gente no quiere contentarse con características o rendimientos ya pasados de moda. Lo que dirige la innovación y hace que las PC con tres años de antigüedad sean tan populares como los periódicos de esa época es el apetito del consumidor por mejorar una experiencia. La constantemente activa tasa de mejora en la Internet sólo garantiza que los terminales sin discos sean decepcionantes incluso cuando tengan sólo unos cuantos meses, a menos que estén conectados a redes muy rápidas.
Muchas de mis reservas sobre los terminales sin disco se desvanecerían si la red a la que estuvieran conectados fuera suficientemente rápida.
Si el ancho de banda disponible desde el servidor de la red es bastante amplio, se pueden «bajar» en segundos programas de software grandes.
Pero no todas las PC sin disco serán igual de útiles. Las mejores serán aquellas que brinden mucho control a sus usuarios y en las que se instalen aplicaciones populares.
Sun y Oracle solían promocionar «terminales X" sin disco para redes corporativa;, de área local. Estos terminales, llamados "terminales tontos» nunca se hicieron muy populares, en parte porque no suponían mucho ahorro en comparación con el costo de una PC real.
El futuro se basa en la informática cliente/servidor equilibrada, en la cual tanto el cliente (generalmente una PC) como el servidor son plenamente competentes y cooperan en la gestión de aplicaciones de software.
Yo no veo que tenga mucha razón «entorpecer» la máquina personal. Y no veo que las empresas puedan considerar justificado invertir masivamente en nuevos servidores basados en mainframes o racimos de minicomputadoras.
La tecnología está haciendo posibles servidores PC con gran rendimiento y precios bajos.
Las supuestas ventajas de los terminales «tontos» también estarán a disposición de las personas que inviertan un poco más y consigan una computadora personal que tiene un disco duro y puede gestionar cualquiera de las miles de aplicaciones basadas en Windows. Las PC de más bajo nivel están ahora en los 1.ÜOÜ ó 1200 dólares en Estados Unidos, pero el precio podría llegar a ser de 600 dólares cuando los fabricantes dirijan parte de su energía innovadora a bajar los precios para el mercado de masas, más que a incrementar el rendimiento. Las PC y muchos otros, dispositivos de información, incluyendo los adaptadores de televisión y los dispositivos manuales, conectarán a la Internet y se venderán en grandes cantidades. Sin embargo, no soy entusiasta ante la perspectiva de terminales lomos incompatibles que son casi PC reales.
El suministro de conexiones a Internet, de software de búsqueda, de sistemas operativos, de servidores y de dispositivos de información constituyen oportunidades para las empresas de tecnología. Pero suministrar contenido a la Internet es una oportunidad potencial para todas las empresas. Ninguna empresa es demasiado pequeña para participar.
Aunque la revolución de la televisión que comenzó hace 50 años, generó algunos beneficios para las compañías que fabricaban televisores, las que más ganaron fueron las empresas que utilizaron el nuevo medio para proporcionar contenido: entretenimiento, noticias, deportes y anuncios.
En la Internet veremos una dinámica similar. En esta ocasión, casi lodo el mundo puede ser editor de información porque cualquiera puede conseguir un «canal» para su contenido: un sitio Web. Asistiremos a una intensa competencia en todas las categorías de contenido popular incluyendo noticias, comentarios, deportes, juegos, directorios y anuncios por palabras.
Hasta hoy, las inversiones en edición para Internet no han generado muchos ingresos, ni beneficios. El mayor retorno lo ha producido la utilización de la red para intercambiar información, incluyendo información de marketing. Está muy extendido el optimismo de que los beneficios aparecerán algún día, aunque pienso que éstos lardarán en llegar más de lo que creen la mayor parle de los inversionistas.
La fuente más prometedora de obtener un posible beneficio de la Internet es la publicidad, una probada fuente de negocios en los medios convencionales. Los anunciantes tienden a ser renuentes a la hora de entrar en un nuevo medio, pero el personal de muchas agencias de publicidad es entusiasta ante el hecho de ser pioneros en el modo de explotar la interactividad. Los usuarios de Internet de banda estrecha están aburridos de tener que esperar por la carga de imágenes de anuncios extensos, pero a medida que las conexiones de ancho de banda medio sean comunes, las cargas en los ordenadores personales a partir de la red serán mucho más rápidas y la transmisión de publicidad no tendrá que soportar grandes tropiezos en su desempeño.
Algunas empresas de contenido están tratando de cobrar lasas de suscripción para permitir búsquedas en sus Webs. Sin embargo, es difícil vender porque en Internet hay inmensas cantidades de contenido gratuito.
Las páginas que no ofrecen contenido gratuito tienen relativamente pocos visitantes, lo que hace difícil atraer publicidad.
Otra fuente de dinero para los creadores de contenido son los servicios en línea, entre los que se incluyen América Online. Compuserve, Prodigy y MSN, que pagarán a los empresarios a fin de proporcionar contenido exclusivamente a sus suscriptores.
Se ensayarán varios modelos de negocio en Internet y algunos se probarán a si mismos. Como el contenido es un negocio atractivo en otros medios, serán muchos (grandes y pequeños) los que entrarán en Internet con contenido. Muchas empresas están invirtiendo en esa área al igual que lo hace Microsoft. Las ambiciones de la mayor parte de las compañías de televisión por cable y de teléfono, por ejemplo, van mucho más allá de proporcionar simplemente un canal para suministrar bits. Muchas empresas de comunicaciones desean tener una participación financiera en parte de los bits transportados. Ven la economía basada en la red como una especie de cadena alimenticia, con la entrega y la distribución de hits abajo, y aplicaciones, servicios y contenidos de varios tipos situados arriba.
Las empresas que operan en la distribución de bits se sienten atraídas por la idea de escalar en la cadena alimenticia, beneficiándose de la posesión de parte de los bits en lugar de limitarse a entregarlos. Por esto, las empresas de televisión por cable, las compañías telefónicas regionales y los fabricantes de electrónica de consumo están operando con los estudios de Hollywood y con las emisoras de televisión y de cable. Se han constituido alianzas de todas clases, Se producirá también un gran número de fusiones, algunas para crear una empresa mayor dentro de un área de negocios, y otras para fusionar empresas que operan en negocios diferentes. Las empresas de comunicaciones están creciendo mediante fusiones. Algunas compañías telefónicas están fusionándose, pasando a prestar servicios de larga distancia o locales, o comprando empresas de cable. ATT compró McCaw Celular, una empresa de comunicaciones inalámbricas. Disney compró Capilal Cities.
ABC, la red de televisión. Time Warner compró Turner Broadcasting. US West puede que haya comprado Continental Cablevision para el momento en que usted lea estas líneas.
Una de las lecciones de la industria informática, al igual que de la vida, es que resulta casi imposible hacerlo todo bien. IBM y DEC y otras empresas de la antigua industria informática trataron de ofrecer de todo; chips, software, sistemas de lodos los tamaños y consultoría. La estrategia de diversificación las hizo vulnerables cuando se detuvo el ritmo de innovación en los modelos de los microprocesadores y las PC. Con el tiempo, los competidores que se centraron en áreas específicas lo hicieron mejor. Un competidor hizo grandes chips, otro elaboró grandes diseños de PC y otros realizaron un gran trabajo de distribución e integración. Cada empresa nueva que tuvo éxito seleccionó un trozo pequeño de la tarta y se centró en el.
Los negocios que se concentren en unas cuantas actividades clave irán mejor también en la era que viene.
Otra lección procedente de la industria de la PC es que cuando las empresas dicen que han establecido una alianza, ésta puede significar desde una amistosa palmadita en la espalda hasta una unión de esfuerzos realmente importante. Algunas de las palabras más cálidas se dicen entre empresas que están dándose mutuamente palmaditas en la espalda. Algunas de las alianzas significativas, como la existente entre Intel y Microsoft, no atrajeron mucha publicidad cuando se constituyeron. En este mundo de alianzas complicadas, las empresas deben ser capaces de hacerse socios en algunos proyectos y de competir vigorosamente en otros. Pocas empresas en las industrias informáticas y de las comunicaciones son puramente amigas o enemigas.
El hecho de que una empresa sea grande o de que tenga alianzas no es razón para que triunfe. Incluso, hay más lugar para empresarios que en el pasado. Sólo un puñado de las empresas que hacían software para mainframes consiguieron efectuar la transición a las computadoras personales. La mayor parte de las que triunfaron fueron empresas que comenzaban, dirigidas por personas que estaban abiertas a nuevas posibilidades.
Esto se hará realidad también en los que triunfen en la red interactiva, Por cada gran empresa existente que triunfe con una aplicación o un servicio nuevos, florecerán diez que comienzan, y cincuenta más brillarán con una existencia y una gloria momentáneas antes de caer en la oscuridad.
Esta clase de actividad es el sello de un mercado emprendedor que evoluciona. La innovación rápida se produce en muchos frentes. La mayor parle de las innovaciones no tendrá éxito, independientemente de que todo ponga en práctica una compañía grande o pequeña. Las grandes empresas tienden a tomar riesgos menores, pero cuando quiebran y se queman, abren un cráter muy grande. Una empresa que empieza cae generalmente sin que se note mucho. Lo bueno es que la gente aprende tanto de los éxitos como de los fracasos, y que el resultado neto es el progreso rápido.
En la actualidad, el beneficio de una decisión orientada por el mercado es más evidente que otra para un mercado no probado. Al dejar que decida el mercado cuáles son las empresas y los enfoques que ganan y pierden, podemos explorar muchos caminos simultáneamente. Cuando cientos de empresas se arriesgan con diferentes enfoques para descubrir las clases y los niveles de la demanda, la sociedad llega a las soluciones adecuadas mucho más rápidamente de lo que hubiera llegado con cualquier forma de planificación central. En la revolución de las comunicaciones hay mucha incertidumbre, pero el mercado diseñará un sistema que diga qué quieren los usuarios a precios bajos.
Los gobiernos pueden llegar a asegurar un fuerte marco competitivo y deberían estar dispuestos, aunque no con excesiva avidez, para intervenir cuando el mercado fracase en algún área particular. Los gobiernos pueden ayudar a decidir las «reglas de la carretera», las líneas principales dentro de las cuales han de competir las empresas, pero no deberían tratar de diseñar o dictar la naturaleza de la red porque a los gobiernos no les va muy bien adivinar el mercado competitivo.
Espero que otros gobiernos sigan el ejemplo de Estados Unidos y desregulen sus industrias de comunicaciones. En la mayor parte de los países, incluyendo a Estados Unidos, la política antigua consistía en crear monopolios en muchos servicios que se consideraban esenciales. La suposición que había detrás de este enfoque era que una empresa no podría efectuar las elevadas inversiones necesarias para llevar los cables telefónicos a todo el mundo, por ejemplo, a menos que tuviera el incentivo de ser el proveedor exclusivo. Un conjunto de reglas emitidas por el gobierno alaría al poseedor del monopolio buscando el interés público con un beneficio restringido pero, esencialmente, garantizado. El resultado en Estados Unidos fue una red telefónica muy fiable, con muy buen servicio, pero con innovación limitada.
Una de las áreas en las que está claro que el gobierno debería mantenerse fuera es la de creación de los estándares tecnológicos. Algunas personas han sugerido que los gobiernos establezcan estándares para las redes con el fin de garantizar que éstas sean interoperativas. En 1994 se sometió ante un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos una legislación que pretendía que todos los adaptadores de televisión fueran compatibles. Esto parecía una buena idea a las personas que redactaron la legislación. Aseguraría que si alguien invirtiese en un adaptador podría confiar en que éste funcionaría cuando se llevase a otra parte o a otro país. En nombre del progreso, es una suerte que la legislación muriera.