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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (74 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
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NOTA

Repito otra vez que no hay ciencia que esté equivocada. Los hechos de la ciencia son perfectamente correctos, aunque fluctuantes. Lo que está equivocado son las interpretaciones de la ciencia.

Birdlip, 13 de noviembre, 1943
Sobre el renacimiento

G. dijo en una oportunidad que en los Evangelios aparecen muchas cosas que se refieren a la enseñanza interior sobre la naturaleza y las posibilidades del Hombre, pero que por lo general los puntos esenciales han sido dejados de lado. O se omiten o se dan de un modo desordenado y aparecen sin conexión alguna. En el extracto de las charlas de G. que ahora voy a citar, se habla de tres ideas principales: muerte, nacimiento y sueño. Todos saben que el Nuevo Testamento dice que un hombre puede renacer, o nacer otra vez, o nacer nuevamente o nacer
desde arriba
(interpretación literal). Cristo dice a Nicodemo: "Que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios." (
Juan,
III 3.) Quiere decir en el lenguaje del Trabajo que un hombre no puede entrar en el Círculo Consciente de la Humanidad a menos que nazca de nuevo o nazca desde el Trabajo. En rigor de verdad, el Trabajo debería decir:
"A menos que nazca",
porque el nacimiento físico no es nacer en el sentido esotérico. Cuando un hombre deja de ser un hombre mecánico, cuando se vuelve consciente, cuando el "Yo" Real aparece en él, entonces es un
Hombre.
En las 7 categorías de hombres dadas por el Trabajo, los hombres Nos. 1, 2 y 3, que comprenden a la mayor parte de la humanidad, pertenecen al círculo de los hombres mecánicos, al círculo de la confusión de las lenguas de Babel, donde nadie puede estar de acuerdo ni comprender a otra persona. Cabe decir que aquellos que han
nacido
están de acuerdo y se comprenden los unos a los otros, porque las dos cosas son iguales. Entre los hombres de la Humanidad Consciente hay comprensión. En este Trabajo buscamos aprender un lenguaje común con el fin de comprendernos mejor unos a otros. Por último buscamos
nacer,
pero para nacer es preciso morir, y para morir es preciso primero despertar. Cristo, en las palabras que se le atribuyen, dijo sencillamente: "Que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios." En otro lugar dice: "Es preciso despertar (traducido por 'estar alerta') y orar." En otro lugar Cristo dice: "Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo...
(Juan, XII 24)
." Han de ver en lo que sigue cómo las cosas fueron dispuestas de un modo equivocado, por cierto como si la gente que lo hizo no hubiese comprendido lo que había oído. Supongamos que la enseñanza de los Evangelios hubiera sido comprendida en el sentido de que un hombre debía despertar antes de poder hacer algo y que en ello está implícito el llegar a tener conciencia de lo que se es realmente. Cabe imaginarse que en este caso todo el curso del Cristianismo esotérico habría sido diferente. Basta pensarlo para darse cuenta de la imposibilidad de
morir
para sí mismo a menos de
despertar para sí mismo,
por más penoso que sea el despertar.

Agregaré otra cosa aquí. Recuerden que ya hemos dicho que las influencias
C
, que proceden directamente de la Humanidad Consciente, siempre se convierten en influencias
B
cuando entran en la vida. De las escuelas que estaban en relaciones con Cristo nada emergió a la vida exterior por lo menos durante medio siglo. Únicamente en la atmósfera de una escuela pueden ser verdaderamente preservadas las influencias
C
. Sin esta atmósfera, la gente las adapta a sí misma y a
su
nivel de comprensión y a lo que creen que es justo o injusto. Como consecuencia de ello no reparan en los puntos esenciales, las cosas no se disponen bien, todas las verdades desagradables se descartan, y todo cuanto parece increíble desde el punto de vista de la vida también se omite. Además, todo es falseado por los prejuicios generales, las costumbres y los puntos de vista morales de la época. Luego es preciso recordar que en aquellos días todos los manuscritos eran copiados a mano y que los escribas alteraban naturalmente las oraciones con las cuales no estaban de acuerdo o que no comprendían, del mismo modo que insertaban ideas que creían necesarias, etc. Las influencias
C
no pueden existir en la vida y siempre se convierten en influencias
B
. La mente del Hombre, que se fundamenta en los sentidos, debe ser elevada a tal punto que ya no pueda —para dar un ejemplo— seguir pensando en términos de Sí o de No acerca de todas las cosas.

Ahora les leeré algo que
G.
dijo hace muchos años:

"Muchas veces me hacen preguntas en relación con los diversos textos, parábolas, etcétera de los Evangelios. Según mi parecer no ha llegado aún el momento de hablar sobre los Evangelios. Esto exige un mayor conocimiento. Pero de vez en cuando nos remitiremos a ciertos textos de los Evangelios y nos servirán de punto de partida para nuestras discusiones. Esto les enseñará a discurrir sobre ellos de un modo correcto y, sobre todo, a darse cuenta de que en los textos conocidos por nosotros, por lo general faltan los puntos esenciales."

Para empezar, examinemos el muy conocido texto sobre la semilla que debe morir con el fin de nacer: 'De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.'

Este texto tiene distintos significados y muchas veces nos remitiremos a él. Pero ante todo es necesario conocer el principio contenido en el texto en la más amplia medida y aplicarlo al hombre.

Hay un libro de aforismos que nunca fue publicado. Ya he mencionado antes ese libro en relación con el significado del conocimiento, y entonces cité un aforismo de dicho libro. Con referencia a lo que ahora estamos explicando, este libro dice lo siguiente: 'Un hombre puede nacer, pero para que pueda nacer, es preciso que mueran? No quieren morir. En este punto es donde la posibilidad despierta.'

En otro lugar dice: 'Cuando un hombre despierta puede morir; cuando muere puede nacer.' Es preciso descubrir lo que esto significa. 'Despertar', 'Morir', 'Nacer', estas son 3 etapas sucesivas. Si estudian los Evangelios atentamente verán que muchas veces los textos se refieren a la posibilidad de 'nacer' a la necesidad de 'morir'; y otras a la necesidad de 'despertar….' 'Estad alertas, porque aún no conocéis la hora...', etc. Pero estas tres posibilidades del hombre, despertar, morir y nacer, no están enunciadas en relación de la una con la otra. No obstante, en ello estriba todo. Si un hombre muere sin haber despertado, no puede nacer. Si un hombre nace sin haber muerto, no llega a convertirse en una 'cosa inmortal'. Así el hecho de no haber 'muerto' le impide al hombre 'nacer'; el hecho de no haber despertado' le impide 'morir'; y si hubiera nacido sin haber 'muerto', esto le impediría 'ser'.

Ya hemos hablado bastante sobre el significado de haber 'nacido'; esto se relaciona con el comienzo de un nuevo crecimiento de la esencia, el comienzo de la formación de la individualidad, el comienzo de la aparición de un 'Yo' indivisible.

Con el fin de ser capaz de lograrlo, o al menos de empezar a lograrlo, un hombre debe morir, es decir, es preciso que se libere de mil apegos mezquinos y de la identificación que lo mantiene en la posición en la cual está. Tiene apego a todo en su vida, apego a su imaginación, apego a su estupidez, apego a sus sufrimientos más que a cualquier otra cosa. Es preciso que se libere de este apego. El apego a las cosas, la identificación con ellas, mantienen vivos a mil 'Yoes' inútiles en el hombre. Estos 'Yoes' deben morir para que pueda nacer el gran 'Yo'. ¿Pero qué hay que hacer para que mueran? No quieren morir. En este punto es donde la posibilidad de despertar acude para salvarlo. Despertar significa darse cuenta de la propia nadidad, darse cuenta de su completa y absoluta mecanicidad e impotencia. Y no basta darse cuenta de ello filosóficamente en
palabras.
Es preciso que el hombre se dé cuenta de ello mediante
hechos
claros, sencillos y concretos,
mediante sus propios hechos.
Cuando un hombre empieza a conocerse un poco, verá en sí mismo muchas cosas capaces de horrorizarlo. Mientras un hombre no se horrorice de sí, no sabe nada acerca de sí mismo. Resuelve arrojarlo fuera de sí, detenerlo, ponerle fin. Pero por más esfuerzo que haga, siente que no puede lograrlo, que todo permanece tal como estaba. Aquí verá su impotencia, su incapacidad y su nadidad. Cuando comienza a conocerse a sí mismo, un hombre ve que no tiene nada
que sea suyo,
es decir, que todo cuanto ha considerado como suyo, sus gustos, puntos de vista, convicciones, hábitos, hasta sus defectos y vicios, todo ello no es suyo, sino que fue tomado en préstamo de algún lugar. Al sentirlo, un hombre comprende su nadidad. Y al sentir su nadidad, un hombre se ve tal como es realmente, no por un segundo, no por un momento, sino
constantemente,
sin olvidarlo nunca.

Esta continua conciencia de su nadidad y de su incapacidad dará eventualmente al hombre el valor de 'morir', es decir, 'morir' no sólo mentalmente, o en su conciencia, sino
'morir' de hecho
y renunciar realmente y para siempre a aquellos aspectos de sí que son innecesarios desde el punto de vista de su crecimiento interior, o que lo obstaculizan. Estos aspectos son, ante todo el 'Falso Yo', y luego todas las ideas fantásticas acerca de su 'individualidad', 'voluntad', 'conciencia', 'capacidad de hacer', poderes, iniciativa, determinación, etcétera.

NOTA

Me parece conveniente subrayar que en este Trabajo no tratamos de seguir siendo tal como somos, sino que tratamos de cambiar. Todo cambio es interior y tiene su punto de partida en la interioridad, su comienzo es ver lo que se es. Nadie puede ver lo que es y no cambiar. Los límites, las actitudes, las imágenes de sí, el comportamiento mecánico, las formas características de consideración interior, la justificación en base a los otros, nuestras ideas sobre la vida, nuestras maneras de pensar, las formas de auto-estimación, y sobre todo, los modos de identificación, todas esas cosas deben cambiar en nosotros si queremos cambiar. No se puede, mientras se siga apegado a las limitaciones e impregnado de la misma manera de considerar y juzgar las cosas, de la auto-estimación y de las reacciones características, llegar a
cambiar
en sí mismo, aun cuando uno vaya a un desierto y viva alimentándose con un vaso de agua por día. Para cambiar es preciso que la gente trabaje sobre sí y trate de
separarse
de lo que es, y que se observe a sí misma, con arreglo a lo que dice el Trabajo.

Birdlip, 20 de noviembre, 1943
Breve charla sobre los sueños I.

(El Sector Nicoll habla aquí de los sueños desde el punto de vista de la enseñanza que recibió del doctor Jung)

Este Trabajo no se refiere directamente a los sueños. No obstante, dice ciertas cosas sobre los sueños. Ante todo dice que es inútil estudiar los sueños y que todos los sistemas psicológicos basados en el estudio de los sueños son fantasiosos porque en cuanto se empieza a estudiar los propios sueños éstos cambian. Algunos de ustedes sabrán que la Física moderna descubrió que cuando se estudia el mundo micro-físico, esto es, el mundo de los átomos los instrumentos de investigación interfieren en el objeto de la misma. Ahora bien, todos ustedes conocen las dificultades de la investigación de sí, tal como la observación de los propios pensamientos, debido a que la observación interfiere en los pensamientos. Esto se produce especialmente cuando se trata de observar las formas que adopta la imaginación. En cuanto se trata de observar la imaginación, ésta se detiene. Es decir, el instrumento de la observación interfiere en lo que se observa. Para dar un ejemplo grosero, supongamos que se enciende de súbito un fósforo para ver si hay una laucha en una habitación; se interfiere en lo que se está observando, y probablemente la laucha desaparece. Ahora bien, en el caso de los sueños el Trabajo enseña que en cuanto se presta atención a los sueños, se interfiere en ellos y se los cambia. Y por esta razón no se alienta en absoluto el estudio de los sueños como método psicológico de enfoque para la observación de sí.

Pero el Trabajo enseña algo diferente sobre los sueños: por ejemplo, el Trabajo dice que hay muchas clases diferentes de sueños que la psicología occidental no reconoce. Los sueños, enseña el Trabajo, son de muchas clases porque provienen de cada centro y de cada parte de un centro. En una conversación que tuve una vez con G. me señaló que la mayoría de los sueños proviene del Centro Motor, debido a conexiones casuales que tienen lugar en ese Centro. En rigor de verdad, la mayoría de los sueños provienen del Centro Instintivo-Motor, esto es, son el eco de cosas vistas durante el día, de sensaciones y movimientos. Tales sueños son ecos de la vida del Centro Instintivo-Motor durante el día. No tienen significado alguno y por eso carecen de importancia. Pero los sueños suelen provenir también de otros centros. Los sueños del Centro Instintivo-Motor son, por lo general, caóticos. Asimismo, algunas impresiones emocionales tales como el miedo suelen tener cabida en esos sueños instintivo- motores, en especial si el miedo tiene alguna relación con miedos anteriores a los que se cedió y contra los cuales no se ha luchado. Pero el punto que deseo subrayar ahora es que hay diferentes clases de sueños que se originan en los diferentes centros y en las diferentes partes de los centros. Significa esto que hay sueños intelectuales, sueños emocionales, sueños sexuales, sueños motores e instintivos, y también sueños que provienen de centros que no empleamos en absoluto, es decir, el Centro Emocional Superior y el Centro Intelectual Superior. Ahora sólo diré lo siguiente: los sueños que provienen de las partes superiores del Centro Emocional o hasta del Centro Emocional Superior se caracterizan siempre por lo que se podría denominar una formulación dramática.

Supongamos que una persona experimenta un sueño muy dramático y bien construido. Se pregunta por qué tuvo ese sueño que al parecer no tiene nada que ver con su vida ordinaria. ¿Cómo, se dice, puede surgir tal sueño que no tiene nada que ver con mis propios pensamientos o experiencias? ¿Por qué he tenido tal sueño? ¿De qué fuente proviene esta extraña experiencia? ¿Tiene algún sentido o no? No nos cuesta admitir que en ciertas ocasiones nuestros sueños son muy extraños, en otras cuidadosamente construidos y con cierto significado que no podemos captar. Ahora bien, si pensamos en el Rayo de 'Creación y en los centros superiores e inferiores y en las partes de los centros superiores e inferiores y en las influencias que bajan por el Rayo de Creación desde les niveles superiores, no es nada sorprendente que se presenten en nosotros influencias que intentan curarnos, que tratan de hacernos comprender mejor a nosotros mismos como también nuestras situaciones y estados interiores. Pero no cabe duda alguna acerca de que el lenguaje de los sueños no es el lenguaje común. Supongamos que el Rayo de Creación y cuanto significa sea cierto, supongamos que la idea de la Escala de Jacob sea también cierta, supongamos que los "ángeles" hagan sonar sus trompetas en nuestros oídos para que oigamos mejor, supongamos que una inteligencia superior obra sobre nosotros y en nosotros en todo momento pero que no podemos oír sus palabras o comprender lo que dice. ¿Es tan extraordinario recibir mensajes y estar en contacto con una mente superior a la nuestra? ¿Recuerdan lo que enseña el Trabajo acerca de los centros superiores? Enseña que los centros superiores están plenamente desarrollados en nosotros y que nos transmiten mensajes cuyo significado no podemos captar. No podemos oír sus vibraciones más finas. Estamos sintonizados para la vida de la tierra y de los cinco sentidos. Muchas veces G. solía decir que debemos prestar atención a nosotros mismos y que si lo hiciéramos antes de emprender alguna empresa nos daríamos cuenta de su inutilidad. Pero ¿a qué prestamos atención en nuestra vida común de todos los días, es decir, en nuestra vida de sueño ordinario? Prestamos atención a los "Yoes" más groseros, a los "Yoes" más mecánicos vueltos únicamente hacia la vida exterior y sus pequeñas aventuras. Prestamos atención a nuestros "Yoes" celosos, ofendidos, negativos, etc. Y es por esta razón que no podemos oír las influencias que constantemente bajan desde los centros superiores Ni siquiera prestamos atención a nuestro juicio, es decir, a las partes superiores de las centros ordinarios. Y sin embargo durante todo ese tiempo las influencias, tan claramente expresadas en el diagrama del Rayo de Creación, tratan de ponerse en contacto con nosotros, de hacernos comprender mejor y curarnos de nuestras enfermedades de la vida para llevarnos así a nuestro propio desarrollo interior. A veces esas influencias nos llegan en la forma de sueños. Cuando no estamos ya en contacto con nuestros cinco sentidos, el mundo exterior que ellos registran se desvanece y pasamos a otro mundo, el mundo de nuestro "sí" invisible al que se refiere el Trabajo.

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
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