Read Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky Online

Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (70 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
12.96Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

El Trabajo nos enseña que en cada manifestación hay tres fuerzas. Sólo vemos dos —si es posible ver tan lejos—. No vemos la tercera Fuerza porque el centro formatorio trabaja entre los opuestos y para él todo es "es así" o "no es así", "sí" o "no". La armonía de los opuestos está en la fuerza mediadora que hay entre ellos. No se debe a que la Tercera Fuerza sea meramente una unión de las fuerzas opuestas. Es una fuerza distinta a la cual no somos sensibles en los estados ordinarios. Es llamada "Fuerza Neutralizante" en el Trabajo y "Espíritu Santo" en el Nuevo Testamento. En la cima del Universo está la Unidad de lo Absoluto. La creación empieza con las tres fuerzas o primera trinidad que proviene de esta Unidad. Las tres fuerzas son iguales. En el fondo del Universo está la gran antítesis de la Unidad. Aquí los opuestos están más separados y no hay Tercera Fuerza que los reconcilie. Así el Trabajo se refiere a la materia más baja en la Tabla de los Hidrógenos diciendo que "carece del Espíritu Santo". Basta imaginarse la situación de un hombre encerrado en un mundo de esta clase, en el nivel más bajo de la creación, donde no hay ninguna esperanza de que algo armonice o pueda llegar a un nuevo estado.

La Tercera Fuerza está entre los opuestos y por eso se la puede describir como el punto medio en la oscilación del péndulo. Si se retira el sentimiento del "Yo" de los dos lados del péndulo, entonces ya no se siente a sí mismo a través de los opuestos y el sentimiento de "Yo" es trasladado al centro, en la nadidad o, si se prefiere, en la no algunidad. Aquí, en el medio está el lugar o estado donde está el "Yo" Real. El "Yo" Real o
Amo
viene de lo "alto" —esto es, de un nivel superior—. No podemos llegar a él ni desde un opuesto ni desde el otro. Por eso en los antiguos símbolos se ve tantas veces los dos opuestos cada uno en cada extremo y la Tercera Fuerza en el medio, en las representaciones de los misterios del renacimiento. Lograr el "Yo" Real es renacer. Por ejemplo. Cristo está en la Cruz entre los dos ladrones. Ahora bien, en la religión rival del primer cristianismo, la religión de Mitra, se encuentra al toro muerto entre los dos opuestos. Aquellos de ustedes que han visto el Liber Mutus recordarán los dos animales que están a ambos lados y los rayos de luz que descienden entre ellos. Un antiguo y muy sencillo dibujo que se encuentra en los sellos es el del sol que se levanta entre dos colinas.

Los opuestos son ladrones porque lo que se construye en uno es socavado por el otro. O, para decirlo de modo diferente, la alegría lleva a la pena. En cambio, lo que esté edificado en el centro nada puede perder. Tomemos a la comprensión como ejemplo. Si en verdad usted
comprende
algo, si ha visto en sí mismo su verdad, está en el medio, descansa en la Tercera Fuerza.

Birdlip, 15 de septiembre, 1943
Los opuestos V. Tercera fuerza

Esta noche hablaremos de la Tercera Fuerza. Como se dijo, el Trabajo nos enseña que hay tres fuerzas en todas las manifestaciones, en todos los eventos, en todas las cosas creadas, y que son llamadas
Fuerza Activa, Fuerza Pasiva
y
Fuerza Neutralizante,
o Primera, Segunda y Tercera Fuerza. El concepto de la Tercera Fuerza no es aún conocido por la ciencia de un modo preciso, salvo que a las partículas del átomo cargadas positiva y negativamente se les agregó el
neutrón.
La ciencia se edificó primero sobre el concepto de dos fuerzas —es decir, sobre la acción y la reacción. Esto está de acuerdo con nuestra manera usual de pensar debido a que el centro formatorio no puede ver la Tercera Fuerza. No lo puede comprender y para eso se necesita una nueva mente —una nueva manera de pensar—. Todos podemos comprender la acción y la reacción: Vemos más o menos bien la causa y el
efecto.
Basta golpear una mesa pasiva y se siente la resistencia. El dedo es activo y la mesa es pasiva y por eso nos lastimamos. Pero la concepción de la Tercera Fuerza es mucho más difícil de comprender. Sin embargo obra sobre todos nosotros y a veces toma la forma de lo que parece un milagro —como la sincronicidad, o la misma clase de cosas que suceden al mismo tiempo, y que llamamos coincidencia.

Ahora bien, quiero que presten atención a la palabra usada por el Trabajo para designar esta no vista y no reconocida Tercera Fuerza. ¿Por qué se la llama
Fuerza Neutralizante?
Ocupémonos de este punto ante todo. El término contiene indudablemente la idea de
neutro.
¿Qué significa neutro? Neutro significa simplemente, según el diccionario, ni
una cosa ni la otra
(del latín
ne uter).

Si nos atenemos al género, lo neutro no es ni masculino ni femenino. Si es un verbo significa que no es ni activo ni pasivo, y por eso es intransitivo —es decir, su acción no recae en un objeto definido—. En general significa que no pertenece a ninguno de dos contrarios especificados o de dos estados definidos. De neutro deriva
neutral. Neutral
quiere decir en política algo que se mantiene
entre
dos partidos opositores. En química una sal
neutra
no es ni ácida ni alcalina. Militarmente, ser neutral significa que no se prestará ayuda ni a un bando ni al otro, y así se podrá permanecer en un estado de relativa independencia o libertad. En la esfera de la electricidad significa que no tiene carga positiva ni negativa. En la mecánica significa un punto donde diferentes fuerzas están en equilibrio. Además,
neutralidad
significa "la condición de no inclinarse ni hacia un lado ni hacia el otro: La ausencia de opiniones extremas, la abstención de tener un punto de vista parcial, etc.". Pasaremos ahora de neutro y neutralidad al verbo
neutralizar.
Neutralizar, según el diccionario, significa "hacer que una cosa no sea ni activa ni pasiva: Contrabalancear, hacer ineficaz por medio de una fuerza opuesta, producir el equilibrio". La definición del diccionario sólo da parte del verdadero significado del término "fuerza neutralizante" tal como se emplea en el Trabajo. No tiene nada de sorprendente porque los términos y concepciones e ideas del Trabajo no se hallan en ningún diccionario. Al mismo tiempo, muchos términos empleados en el Trabajo se refieren a términos de uso común. Hay correspondencia. Cuando el Trabajo llama a la Tercera Fuerza, Fuerza Neutralizante significa que su naturaleza es tal que no es activa ni pasiva sino enteramente distinta de ellas. De modo que es neutra según el significado que da el diccionario —es decir,
no es ni una cosa ni la otra—
pero, aunque no
sea ni una cosa ni la otra,
es algo. Asimismo, cuando el diccionario dice que neutralizar puede significar "contrabalancear, hacer ineficaz por medio de una fuerza opuesta", el significado es correcto en el sentido del Trabajo, porque a veces el primer efecto de la fuerza neutralizante aparece en un aumento tanto de la fuerza activa como de la pasiva, de modo que el equilibrio pueda mantenerse. Pero la Fuerza Neutralizante o Tercera Fuerza es una fuerza separada y distinta que se origina en la primera
trinidad o tríada
de fuerzas, que crea el primer orden de mundos en la nota
Si
en el Rayo de Creación y da nacimiento a todos los niveles subsiguientes de creación por la reduplicación. En el primer orden de los mundos creados actúan tres fuerzas y ninguna otra, y reflejan la voluntad del Absoluto, pero en tres formas: En el segundo orden de mundos actúan seis fuerzas —es decir, dos tríadas: y así hasta el nivel de nuestra lejana tierra donde actúan 48 fuerzas— es decir 16 tríadas —muy lejos de la voluntad del Absoluto y por eso es
mecánica en comparación—.
Porque la interacción y el entrecruzamiento de todas estas fuerzas es lo que produce tanto las complicaciones como las limitaciones mecánicas de nuestra existencia en este extremo del Universo. Aquí ninguna libertad es posible, sean cuales fueren las leyes sociales, a causa de estas fuerzas o leyes. Hablar de libertad es imposible. Pero un hombre en sí mismo por medio del trabajo sobre sí puede llegar a estar bajo menos leyes.

Con el fin de que esto tenga lugar es preciso que se
recuerde a sí mismo.
En la vida un hombre no se recuerda a sí mismo. Deseo hablarles esta noche de la Tercera Fuerza partiendo de este punto de vista. El punto desde el cual un hombre empieza a tener más libertad está situado entre los opuestos, en la zona media de la oscilación del péndulo, y por la acción del recuerdo de sí comienza a acercarse a ese lugar, hablando psicológicamente. Sería imposible describir todas las diferentes maneras de recordarse a sí mismo, aunque se las conociera. La concepción emocional de nuestra posición en este minúsculo, alejado e insignificante planeta, de la falta de importancia de nuestra existencia personal, puede producir algún grado de recuerdo de sí. Basta a veces mirar el cielo por la noche, las miríadas de estrellas para que se produzca un momentáneo estado semejante al recuerdo de sí al alejarnos de nuestros sentimientos personales. Todo cuanto extrae la fuerza de la personalidad puede producir un vestigio de Recuerdo de Sí. Pero lo que es importante es reconocer el
sabor
de dicho estado. Porque es en ese estado y sólo en ese estado que la "ayuda" puede llegarnos. El sentimiento del Trabajo y todo el trasfondo de la enseñanza esotérica pueden producir un estado de Recuerdo de Sí y es al desarrollo de la valoración mental y emocional del Trabajo a lo que el poder del Recuerdo de Sí eventualmente pertenece, además de las formas transitorias suscitadas más o menos por accidente. El creciente sentimiento del Trabajo es más fuerte que la vida y todos sus altibajos y vaivenes entre los opuestos producen un estado de Recuerdo de Sí que no es debido a la casualidad ni a una experiencia pasajera. Por mucho tiempo mezclamos el Trabajo con nuestras asociaciones, con la máquina de la personalidad, que es manejada por la vida y reacciona a ella mecánicamente. Y esto es inevitable porque sólo es posible una separación gradual. Una persona no puede ser arrancada de súbito de la personalidad. La destruiría. Por eso aunque tratamos de trabajar, nos identificamos con las reacciones de la personalidad que parecen más claras y reales, o más "naturales", como solemos decir. Al mismo tiempo sabemos que deberíamos recordarnos a nosotros mismos y hasta queremos hacerlo, pero somos incapaces. Somos incapaces porque estamos identificados con las reacciones de la personalidad. Vemos el incidente, sea cual fuere, a través de la personalidad —es decir, a través de todas las actitudes, de las limitaciones, de las asociaciones, de las excusas, imágenes, emociones negativas, etc., en suma, a través de todas las reacciones características que pertenecen a nuestra personalidad adquirida—. Es decir, lo vemos desde el punto de vista de la vida y no desde el punto de vista del Trabajo —y ello ocurre aun cuando no olvidamos el Trabajo y hasta cuando tratamos de trabajar. Ahora bien, si estamos identificados con las reacciones de nuestra personalidad y al mismo tiempo tratamos de recordarnos a nosotros mismos, veremos que es imposible. Estar identificado y al mismo tiempo en un estado de Recuerdo de Sí es imposible. No se debe meramente a que el sabor de cada uno es diferente. Más bien se debe a que los dos estados son incompatibles. Cuanto más identificados estemos, más estamos en la vida bajo las leyes mecánicas de este planeta. Cuanto más estemos en el Recuerdo de Sí, más estamos bajo influencias conscientes. En el Trabajo la idea del Recuerdo de Sí —es decir, el Tercer Estado de Conciencia, en el cual sólo puede llegarnos la ayuda— siempre se da en conjunción con la no identificación. El Trabajo como Tercera Fuerza sólo nos llega cuando estamos relativamente
despiertos —
es decir, en algún grado de Recuerdo de Sí. La idea original de la oración era la de ponernos en un estado de Recuerdo de Sí, desechar nuestras preocupaciones o, por así decirlo, pedir ayuda y reconocer nuestra impotencia
para hacer.
Pero la oración, en este sentido, es muy difícil. Orar mecánicamente, o violentamente, o trágicamente, o por deber, o por piedad, no suele dar resultado. La oración sólo es contestada cuando los tres centros cooperan. Y los tres centros sólo pueden cooperar cuando están "enfocados" y esto sólo ocurre cuando están en medio de la oscilación del péndulo y no en un extremo cualquiera. El
acto
del Recuerdo de Sí es la tentativa de situarnos en medio de esta oscilación. Estar en el medio es situarse en
estado
de Recuerdo de Sí. Orar para estar identificado es separarse uno mismo de modo que se es llevado de un lado para el otro. Cabe decir que el Recuerdo de Sí es luchar para estar en la Tercera Fuerza y que la no identificación es luchar para no estar en las dos fuerzas opuestas. Cuando tratamos de actuar desde un lado o desde el otro lado del péndulo, como cuando decimos en la vida: "Esto es demasiado" —es decir, cuando actuamos desde la identificación —no podemos esperar otra cosa que el habitual trabajo de acción-reacción de los opuestos. Lo golpeó, luego usted me golpea, luego lo golpeo. Y así interminablemente. Durante un período largo o breve triunfo, luego por el balanceo mecánico de las cosas triunfa usted, y así sucesivamente. Ahora es usted primero: Ahora soy yo primero. Ahora yo estoy en la cumbre: Ahora está usted en la cumbre. Esta es la vida, el vaivén entre los opuestos. Esto es "subir la cuesta" y luego "venirse abajo". En todo este juego de los opuestos no hay
solución
alguna. Por eso en el Trabajo se dice que la vida es insoluble. Sólo se tiene la satisfacción de los opuestos, que son ladrones. Tomemos, por ejemplo, los celos y sus desagradables triunfos. Esta satisfacción —digamos, de triunfar sobre el enemigo— es transitoria. Si, empero, uno trabaja sobre sus reacciones mecánicas, empieza a escapar a esa máquina de dos cilindros que es la vida, en la cual un pistón siempre sube cuando el otro baja, y viceversa. Cuando usted sienta la extraña fuerza del Trabajo empezará a comprender que no puede
resolver
las dificultades por una acción parcial y violenta. Pero para llegar a entenderlo se necesita mucho tiempo y trabajo. Para llegar a algo que se asemeje a una
solución
es preciso aprender a andar un corto trecho en una dirección, luego un corto trecho en la dirección opuesta, hasta alcanzar el medio. Esto es muy difícil. Pero por este método se puede llegar a la Tercera Fuerza donde están el bien y la verdad —es decir, el verdadero significado, y la solución.

Ahora bien, esta noche sólo agregaré una cosa. Se refiere al silencio interior. Al trabajar sobre sí y al percibir cómo se producen en uno las oscilaciones del péndulo y de qué modo se siente y se piensa esto, y luego se piensa y se siente lo opuesto, y al no identificarse con dirección alguna, en cuanto sea posible en la etapa actual, hay algo que en el Trabajo es llamado "silencio interior". Los diferentes "Yoes" que se alinean en la órbita de la oscilación, desean decir ahora esto y luego aquello, a medida que la luz de la conciencia los toca y los despierta a una vida momentánea. Se les puede permitir hablar hasta un punto muy limitado, a condición de que se tenga una idea clara de que ninguno de los lados tiene razón. El silencio interior significa estar silencioso
en uno mismo.
Significa que no hay que mostrar parcialidad hacia uno mismo y así permanecer silencioso. Esto es imposible si uno se identifica con cada "Yo". Se debe permitir que charlen de un lado o del otro, pero observarlos y permanecer silencioso en sí mismo.

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
12.96Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

Other books

My Soul to Keep by Rachel Vincent
Aflame (Apotheosis) by Daniels, Krissy
Curves & Courage by Christin Lovell
Don't I Know You? by Marni Jackson
Unknown by Unknown
Clash by Nicole Williams
Highland Heat by Jennifer Haymore
The Spark by Howell, H. G.
Sweet but Sexy Boxed Set by Maddie James, Jan Scarbrough, Magdalena Scott, Amie Denman, Jennifer Anderson, Constance Phillips, Jennifer Johnson