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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (72 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
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Pero, claro está, todos ustedes saben que no es posible ver de un modo correcto la mecanicidad de las otras personas mientras no se ve la propia mecanicidad y no se ve que se está haciendo constantemente la misma cosa. Tal vez estos ejemplos sobre la transformación de las impresiones aclaren lo que quiero decir. Si se hace uso de estos pensamientos de Trabajo en relación con dicha persona, las impresiones se recibirán en un lugar completamente nuevo. Serán digeridas. Pero ante todo es preciso tener una nueva clase de pensamiento, algún grado de μετάνοια, antes de que se pueda transformar o digerir esas impresiones. Si logra hacerlo verá que se encamina por un sendero extraño que le será imposible comprender durante mucho tiempo. Tendrá ganas de regresar a su antigua manera de pensar porque no puede comprenderlo, pero si lo hace cometerá un grave error. Pensar de un modo nuevo en relación con las demás personas significa que se empieza a cambiar y cuando se empieza a cambiar se pierde uno de vista para sí mismo. Pero si nunca se pierde de vista —es decir, si siempre sigue siendo lo que era, no puede cambiar—. Para cambiar, es preciso que pierda sus sentimientos ordinarios de identidad. Por ejemplo, si deseo cambiar, no puede seguir siendo el Dr. Nicoll, ni siquiera Nicoll. Cambio de ser, cambio de sí, significa que uno ha de llegar a ser por completo diferente. Ahora bien, si aplica el Trabajo como un agente transformador a su vida, a sí mismo, a la gente que le rodea y a las impresiones que producen en usted, empieza a cambiar. El Trabajo fue ideado para que se produzca ese cambio. Encarar las cosas de un nuevo modo —a saber, desde la enseñanza del Trabajo— hará que cambien todas sus relaciones con la demás gente, pero esto no sucederá a no ser que digiera sus impresiones por medio de la alquimia del Trabajo.

Ahora les diré una de las ideas más importantes de la enseñanza, si pudiéramos trabajar más conscientemente digeriríamos las impresiones en el momento de recibirlas, pero ya que no tenemos ese poder, ya que aún no tenemos esa conciencia, podemos digerir las impresiones recibidas durante el día por la noche y si no es posible al día siguiente. Es decir, podemos volver a disponerlas en nuestra mente en función de lo que enseña el Trabajo en lo que se refiere al bien y al mal. Han de recordar que en el Nuevo Testamento se dice que no hay que dejar que el sol se ponga sobre nuestra ira. Es importante cómo nos sentimos cuando vamos a dormir e igualmente importante cómo nos sentimos cuando nos levantamos. Los momentos de sueño que hemos pasado, los momentos de identificación que hemos experimentado con los falsos "Yoes" en nosotros mismos, pueden ser suprimidos en cierto modo por un consciente examen mental de toda la situación. No hay que creer que es imposible trabajar sobre una cosa perteneciente a su pasado. Tampoco piense que nada puede cambiarla. Uno puede cambiar el presente, puede cambiar el pasado y puede cambiar el futuro.

Ahora les diré una de las ideas más importantes de la enseñanza de Trabajo. La vida en la tierra no puede ser comprendida salvo en términos de otra vida, de otro mundo. Todo cuanto nos enseña el Trabajo se refiere a la forma de educarnos en función de otra vida, de otro nivel de ser, de otro nivel de humanidad llamado la humanidad consciente. Esta es una de las más grandes ideas transformadoras contenidas en el Trabajo. Es sabido que al comienzo debemos imitar un nivel superior de humanidad. Estamos todos en el piso bajo pero podemos subir a la sala de estar. Toda la enseñanza del Trabajo sobre la no identificación, sobre las emociones negativas, sobre el recuerdo de sí y todo lo demás, es una tentativa de subir al piso alto. Claro está que si se acepta esta vida y todo cuanto sucede en ella como la única cosa y no se imagina que pueda haber otra, nunca será uno capaz de transformar las impresiones. Siempre se permanecerá bajo las influencias A.

Birdlip, 24 de octubre, 1943
Nota acerca de "los fundamentos sobre los cuales
descansa el hombre"

Es sabido que en la literatura esotérica se dicen muchas cosas, y desde luego se incluye en ella los Evangelios, en lo que concierne a los fundamentos sobre los cuales descansa el hombre, y en relación con esta idea es preciso reflexionar sobre lo que nos puede quitar la vida. Todos ustedes han comprendido que si descansan sobre alguien —esto es, si están completamente identificados— en tal caso la base sobre la cual descansan puede serles quitada y serán incapaces de recordarse a sí mismos. O para decirlo más claramente, si uno descansa sobre sus bienes, sobre sus posesiones, sobre su posición, sobre su dinero, su reputación, su pasado, etc., todo esto podrá serle quitado y entonces se sentirá completamente extraviado y quizá sienta que el único camino que le queda es el suicidio —quiero decir, si su base principal son estas cosas que no son
usted.
Hay una sola cosa que nunca podrá serle quitada y ésta es su comprensión. Si se interesa por el Trabajo, que es la única cosa que puede darle la comprensión en su verdadero sentido, será capaz de soportar la pérdida de muchas cosas personales exteriores. Recuerden la parábola sobre aferrarse de la cuerda. Si encuentra esta cuerda
en su camino,
acto que en el Trabajo todos debieran realizar, será sostenido por algo muy distinto de la vida y sus vicisitudes. Esto se llama en realidad interesarse por el Trabajo. Otras personas quizá lo defrauden, lo desengañen, etc. La vida exterior suele tomar formas muy desagradables. Algo que está más allá de la vida lo sostiene —es decir, una nueva fuerza. Es menester recordar algunas de las parábolas de los Evangelios que conciernen a los fundamentos sobre los cuales descansa el hombre. Por ejemplo, la parábola en la cual Cristo habla de los fundamentos sobre los cuales un hombre edificó su casa:

Cristo dice: "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina."

(Mateo, VII, 24-27)

Luego está la parábola del hombre que guardaba sus bienes en graneros:

Cristo dice: "La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, por qué no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allá guardaré todos
mis
frutos y
mis
bienes; y diré a mi alma; Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios."

(Lucas, XII, 16-21)

Aquí "Dios" contrasta con "mis".

Recuerdo que una vez G. disertó en Francia sobre
lo que puede sernos quitado.
Es preciso comprender que si nos fundamos sobre la "Falsa Personalidad", descansamos sobre fundamentos que nos darán constantes disgustos en cuanto a la conservación del equilibrio. G. dijo que se podía comparar el hombre con un departamento de tres habitaciones. Habló un rato acerca de este departamento de tres habitaciones y de todo cuanto estaba en desorden en él y de los útiles que no estaban en su lugar, etc. Luego prosiguió y dijo que un hombre estaba siempre en
deuda,
era siempre insolvente, siempre expuesto a que lo intimaran, por más dinero que tuviese. Claro está que es preciso comprender que se refería a la insolvencia del Hombre de un modo particular, en efecto, del modo en que se habla tan a menudo del Hombre en algunas de las parábolas como, por ejemplo, en la parábola del siervo —es decir,
usted—
que debe a su Señor millones de talentos. G. dijo que el alguacil puede entrar en su departamento en cualquier momento y que tiene derecho por "ley" a llevarse todo excepto la "cama" que está en la tercera habitación o habitación interior. Por eso es menester pensar sobre qué se descansa interiormente más. Hay algo que no puede serle quitado. ¿Ha llegado ya a ese lugar? Todo lo demás puede serle quitado por los "alguaciles", que en cualquier momento pueden aparecer y sacar todo cuanto no le pertenece.

Birdlip, 30 de octubre, 1943
Breve comentario sobre la importancia del esfuerzo individual
en el trabajo

Esta noche quiero recordarles un tema sobre el cual hemos hablado a menudo hace algún tiempo. Recuerdo que interesó a muchas personas, de modo que voy a referirme otra vez a ese tema. Tiene que ver con la idea de Trabajo según la cual todo hombre es "un organismo que se desarrolla a sí mismo" y debe hacer un esfuerzo
individual.
Cada persona debe desarrollarse a sí mismo en todos sus aspectos.

Empecemos así. La mayoría de la gente no hace esfuerzo alguno fuera de su rutina cotidiana, porque cree que si alguien es capaz de hacer algo mejor que ella es inútil intentarlo. Por cierto esto es un punto de vista muy común en la vida. La gente dice: "¿Por qué he de hacer esto o aquello, cuando los otros lo hacen mucho mejor?" Esta actitud está muy equivocada. Esforzarse más allá de ese punto es el comienzo del crecimiento individual. Esta actitud es exactamente lo que impide a la gente tener una experiencia individual, o más bien, impide el crecimiento de sus centros por la experiencia personal. Tratemos de comprender lo que significa. Si
usted
—es decir,
usted
que ahora está sentado allí— cree que no le conviene ir más allá del actual círculo de su vida cotidiana, en tal caso no comprende lo que significa el esfuerzo
individual.
Tal vez diga: "¿Qué ganaré si trato de comprender esto o de hacer un esfuerzo superior a lo que estoy haciendo actualmente?"

Ya han oído todos ustedes que cada cual debe hacer un esfuerzo mecánico. La vida orgánica ofrece tales condiciones que cada conejo, cada zorro, cada animal, cada planta, cada hombre y mujer, tienen que hacer un
esfuerzo mecánico
para poder vivir. Pero el
Esfuerzo Consciente
está más allá de ese nivel.

Pueden practicar o no este Trabajo. Pero es preciso que todos comprendan que si lo practican, ahora, en este mismo momento (no mañana) es necesario hacer un esfuerzo que esté más allá del esfuerzo mecánico. Lo que importa en el Trabajo es transformar la vida cotidiana. Por eso se dice que si se presta atención meramente al Trabajo y no se lo pone en práctica, nada cambiará en uno. Supongamos, por ejemplo, que ha oído decir muchas veces que debe observar sus diferentes 'Yoes' y tratar de no identificarse con ellos. Pues bien, podrá oírlo día tras día, año tras año, y decir que ya está enterado de todo y preguntar por qué no se dice otra cosa. Sin embargo, ha oído decir que el Trabajo exige practicar una cosa definida
sobre sí
—ahora, en este mismo momento— sí, en este mismo momento.

Ahora bien, en cuanto al ejemplo que hemos dado —la elección de unos 'Yoes' en uno y el rechazo de otros 'Yoes'— hay una interesante parábola sobre este particular. Explica, en cierto nivel, el tema que estamos tratando. Se refiere a la selección y al rechazo interior de los 'Yoes'. Han oído cuantas veces el Trabajo les dice: "No acompañen a los 'Yoes' equivocados." Significa ello que es preciso comprender por medio de la observación de sí que se tienen diferentes 'Yoes'. (Aquí me gustaría preguntar a cada uno de ustedes si ya lo ha comprendido.) La parábola que se refiere a la selección de los 'Yoes' es la siguiente:

"Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera."

(Mateo, XIII, 47-48)

Reflexionen lo que significa "echar lo bueno en cestas". ¿Tienen ustedes una cesta? ¿Acaso han logrado ya por medio de la observación de sí el poder de la
selección interior,
es decir, de echar fuera los 'Yoes' negativos, y los pensamientos y emociones negativos, y de recoger las buenas ideas y sentimientos y experiencias?

Birdlip, 2 de noviembre, 1943
Nueva nota acerca de "los fundamentos sobre los cuales
descansa el hombre"

En lo que concierne a las diversas cosas que se dijeron la semana pasada, es acertado repetir que descansamos sobre algo que no es nosotros y que por lo tanto puede sernos quitado. Me parece que esta es la mejor manera de profundizar esta cuestión, a saber, qué somos en realidad. Una persona descansa en su posición, otra en su fama, aquélla en las apariencias, en el pasado, etc. Piense en lo que pueden
quitarle,
digamos, en una revolución. Todas estas cuestiones pertenecen a lo que siente a través de sí mismo, al 'Yo' que siente en si mismo. Agradece a Dios de distintas maneras el no ser como los otros. ¿Recuerda la parábola acerca de los dos hombres que oraban? Fue dicha "a unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros". Cristo dijo: "Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Más el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido."
(Lucas, XVIII 10-14)
. Oí una vez decir que una de las cosas más difíciles para un hombre que llega a esta etapa de desarrollo en la que está en contacto con la enseñanza superior es tener que abandonar su "religión". Suele sentirse muy buen "católico", muy buen "cuáquero", muy buen "protestante", muy buen "mahometano", etc., es decir, descansa en este fundamento, dando gracias a Dios de no ser como los otros, como los que no creen. En las etapas superiores de la evolución interior todas estas
distinciones
deben desaparecer por completo. Quizá les induzca a pensar por sí mismos cómo esto puede ser así. Y esto se aplica a muchos otros aspectos.

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