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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (76 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
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"Cuando el Orgullo se exterioriza suele ser cómplice de la Vanidad... Si se interioriza suele ser útil ayudándonos a realizar un esfuerzo para recordar nuestro propósito en el Trabajo."

Si, cuando el Orgullo es dirigido interiormente hacia uno mismo, nos hace sentir avergonzados, por ejemplo, de no haber cumplido nuestro propósito. Citaré otra respuesta en la que se trazó una neta distinción entre el Orgullo y la Vanidad.

"Aunque en muchos aspectos son semejantes, según mi parecer el orgullo y la vanidad son tan diferentes por la calidad como si fueran dos cosas distintas, tan diferentes en intensidad como los celos son diferentes de la envidia. La Vanidad parece relacionarse con las cosas más efímeras de la vida, con las cosas más exteriores, mientras que el orgullo parece pertenecer a una parte mucho más permanente e interior de uno mismo. Se puede sentir vanidad por lo que se hace, pero al parecer se siente orgullo por lo que se es (o se cree ser). Todo lo que atenta contra nuestra vanidad nos enfurece, nos ofende, pero no nos hiere. Mientras que lo que atenta contra nuestro orgullo: nos hiere profundamente y hasta nos hace sentir asesinos —como si, por así decirlo, levantara en nosotros el instinto psicológico de la auto-conservación. Creo que la falsa personalidad es sustentada por la vanidad y el orgullo, pero particularmente por la vanidad. Se puede tener orgullo, digamos, por el propio trabajo, o sentir vanidad por él. En el primer caso, aunque no gusten las críticas, creo que se las acepta por amor al trabajo, mientras que si se es vano uno se siente ofendido y se rechazan las críticas. La vanidad se vanagloria de lo que hace. El orgullo es silencioso.

"El orgullo es al parecer más profundo que la falsa personalidad, o que la personalidad. A veces me parece que está vinculado con la esencia, pues es una parte integrante de uno mismo. No me doy cuenta de cómo la vanidad puede estar dirigida hacia otras cosas que no sean las cosas exteriores (los propios logros, por ejemplo), aunque siento que por medio de una observación profunda del orgullo y sus raíces se le podría dar una nueva dirección. Lo creo muy capaz de encauzar la fuerza interiormente en vez de hacerlo exteriormente, pero aun no veo claramente cómo puede lograrlo. Acaso convirtiéndose en vergüenza. Hasta lo creo capaz de llevarnos eventualmente al sentido de la propia nadidad —no por la oscilación del péndulo; el orgullo no parece sujeto a las mismas oscilaciones del péndulo que la vanidad— si se pudiera verlo y dirigirlo en realidad. La vanidad, creo, suele eventualmente desaparecer; el orgullo, según mi sentir, podría ser útil si no fuera nuestro amo, pero esto sólo se debe a que al estar tan cercano no puedo ver qué es en realidad..."

Esta es una respuesta muy buena. Ahora bien, es preciso pensar en el Orgullo y en la Vanidad según su utilidad o su inutilidad en relación con el Trabajo. El Orgullo suele convertirse en Vergüenza y un Orgullo genuino suele convertirse en verdadera Vergüenza y Humildad en presencia de lo que es superior. Un hombre, que carece de verdadera Vergüenza y por lo tanto de verdadero Orgullo no conviene en realidad para el Trabajo. No hay en él profundidad. Pero la Vanidad es siempre nociva, por así decirlo, excepto en pequeñas dosis. Como saben, G. siempre decía que la personalidad
apenas
tenía el derecho de existir. Cuando uno se atribuye algún éxito, ese éxito fortalece la falsa personalidad y de este modo acrecienta la Vanidad. Le está permitido atribuirse una pequeñísima parte del éxito, por breve tiempo, pero por desdicha la gente gusta hablar de sus éxitos o de lo que hizo y lo que dijo. Y aun cuando permanezcamos silenciosos, seguimos pensando en el éxito.

Ahora nos ocuparemos de los gigantes. Algunos de ustedes presentaron una enorme lista de gigantes y uno inventó un gigante llamado "Engreimiento", pero de seguro este gigante es la Vanidad. Estoy de acuerdo con quienes dijeron que uno de los grandes gigantes es la Pereza y que estos tres gigantes, Orgullo, Vanidad y Pereza luchan constantemente por posesionarse de nosotros. Una persona los describe así:

"Creo que la Pereza es un gigante que anda delante de nosotros y arregla todo por anticipado. Pre-arregla nuestras acciones mecánicamente para evitar todo esfuerzo casi tanto como la Vanidad o el Orgullo. Afortunadamente ese gigante está propenso a andar en dirección opuesta a los otros gigantes y nuestros días se pasan en constantes luchas entre ellos. El Orgullo se niega muchas veces a que uno se entregue a la Pereza y la Vanidad a veces trata de hallar una solución que convenga a ambos."

Esta respuesta es buena. Luego está el gigante Miedo. En realidad deberíamos decir que el Orgullo, la Vanidad, el Miedo y la Pereza nos dominan casi por completo. No estoy de acuerdo con aquellos que dicen que las limitaciones son gigantes. Las limitaciones se asemejan a bloques de madera que nos impiden ver nuestras contradicciones. Es nuestra Vanidad la que los crea. No son gigantes, como tampoco lo es la falsa personalidad. Es lo que está hecho de Vanidad y de Imaginación y se fundamenta en ellas. Decir que la Imaginación es empleada por los gigantes es hablar profundamente, si se recuerda la historia de las ovejas y del mago que hizo que imaginaran que eran leones y tigres. Ya saben cuan estrechamente relacionadas están la Vanidad y la Imaginación y cuan estrechamente relacionados están el Miedo y la Imaginación. Me refiero al Miedo Emocional, no al Miedo que surge del Centro Instintivo. Las emociones negativas, y en especial la Compasión de Sí, son también gigantes.

En la literatura hay gigantes muy interesantes. Uno de ellos es el descrito en la primera parte de Peer Gynt. Luego está el gigante Desesperación.

Ahora les leeré algunas palabras de G. sobre la Vanidad.

"La causa fundamental de casi todos los malentendidos que surgen en el mundo interior del Hombre, así como en la vida común de la gente, se debe sobre todo al núcleo psíquico que se forma en el Ser del Hombre en edad temprana debido a una mala educación, y cuyo estímulo da nacimiento en él a los impulsos de la 'Vanidad'... Afirmo solemnemente que la felicidad y la conciencia de sí —es decir, el recuerdo de sí— que han de estar en el hombre cabal dependen exclusivamente en la mayoría de los casos de la ausencia en nosotros de Vanidad... Y me hice el propósito en el trabajo con mi gente de destruir implacablemente cada manifestación de ese factor que obstaculiza todo desarrollo e impide toda genuina y verdadera relación con la propia vida interior, en el armonioso arreglo del cual depende toda verdadera felicidad."

He de referirme otra vez a lo que dije al comienzo: es preciso estudiar el Orgullo y la Vanidad en nosotros mismos y en todas sus diferentes gradaciones. ¿Conocen ustedes sus propias formas de Vanidad y cuánto tiempo les toman? ¿Conocen dónde está su Orgullo? ¿En qué sienten el amor propio, la propia admiración? ¿En qué siente más que son diferentes de las otras personas? ¿De qué sienten mayor engreimiento? ¿Qué es lo que los impulsa a jactarse? ¿Qué es lo que los impulsa a mantener el silencio? ¿La Vanidad es con frecuencia muy charlatana, mientras que el Orgullo es silencioso ¿Cuál es la herida más profunda, la que se infiere a la Vanidad o al Orgullo? ¿Qué es lo que no se puede perdonar? Es sabido que si no se puede perdonar algo se debe a alguna forma de amor propio que es preciso destrozar en uno mismo.

Birdlip, 7 de diciembre, 1943
Sobre los sueños II.

En nuestra última breve discusión sobre los sueños, se dijo que los sueños suelen provenir de todos los centros y que una de las cosas más interesantes acerca de los sueños es que, aunque los ojos estén cerrados, se ven cosas y gentes, hasta las gentes a quienes no se conoce, y se anda por edificios y se siente uno molesto o lleno de confianza. En otras palabras, todo cuanto se experimenta en la vida exterior a través de los sentidos parece tener lugar cuando todos los sentidos están desconectados de la realidad —es decir, cuando los sentidos externos no ven la luz del sol o de los faros ni nada semejante. Empero se penetra en un mundo que para nosotros es perfectamente real. Supongo que debido a ello nos hemos preguntado a menudo si el mundo exterior registrado por nuestros sentidos es el único mundo en que vivimos. La gente suele tener pesadillas, ser perseguida por sueños desdichados que parecen muy reales si no se ha aprendido a no identificarse. Nuestras cuitas no están solamente en el mundo exterior.

Ahora bien, para remitirnos al sueño de que hemos hablado en la última disertación, lo citaré de nuevo:

"Vivíamos en una especie de granja. Nos rodeaban labradores. Un rasgo peculiar de esta granja era que dondequiera se fuera era preciso andar sobre tablones sostenidos por soportes que estaban encima de una charca llena de basura y estiércol tal como se suele encontrar en las granjas. Si se pierde el pie se cae uno dentro de la charca y todo objeto que cae está perdido. «Cuando estábamos sentados a la mesa y conversábamos, se olvidaba uno de lo que estaba debajo, pero de repente se tenía conciencia del hecho de tener los pies colgando sobre la basura. Teníamos que recordar siempre que era necesario tener los pies levantados..."

Recuerden que muchos sueños no tienen significado alguno, pero éste sí lo tiene. El que un sueño tenga significado o no depende del centro del cual proviene. En la escala de las cosas nos llegan influencias de toda clase. Si han comprendido el Rayo de Creación sabrán que en todo momento nos llegan influencias y que estas influencias son de diferentes calidades. Estas influencias son registradas por nuestro aparato psíquico con arreglo a su nivel o, para decirlo en otras palabras, recibimos influencias inferiores o superiores según nuestro nivel de Ser. En este Trabajo se nos incita a prestar atención a nosotros mismos. Desde luego, si no hay nada a lo cual prestar atención este consejo es absurdo, pero si se contempla el Rayo de Creación todas las influencias que descienden por él, ya no lo es tanto. Es preciso recordar siempre que hay influencias superiores que actúan sobre nosotros en este mismo momento, pero si estamos pegados a nuestros sentidos y completamente identificados con todo lo que hacemos, no podemos percibir estas influencias.

Ahora bien, quizás recuerden lo que se dice en el Eclesiastés: "Porque de la mucha ocupación viene el sueño".
(V, 3)
. Alguien le habla. Es como si una persona tratase de decirle algo a alguien que le está hablando muy seriamente de los asuntos con los cuales está por completo identificado y que son lo único que tiene sentido para él. Está sordo a todo lo que se le dice. La multitud de ocupaciones en la que vive provoca, por así decirlo, un tumulto cotidiano. Le es imposible oír. Después, quizá, empiece a oír, cuando decida ser más simple y desprenderse de los papeles que desempeña en la vida.

Ahora pensemos en ese sueño del que hablábamos, aplicando la frase:

"de la mucha ocupación viene el sueño". Habrán percibido que la estructura del sueño se refiere al lodo, al terreno cenagoso, y a que es preciso aprender a andar sobre esa ciénaga y tener mucho cuidado. Dije en breves palabras que ese sueño significa la vida y nuestro modo de andar por ella. Cabe siempre la posibilidad de sumergirse completamente en las situaciones que la vida produce continuamente, ya sean los negocios, ya sean los asuntos domésticos o personales, ya sea el aspecto desdichado de la vida en general, tal como es actualmente. Pero el Trabajo en su conjunto se refiere a la
no identificación
con todo ese fango, expresado en el visible lenguaje sensorial de las parábolas, cuyo significado radica en enseñarnos a mantener los pies fuera del fango. Ahora bien, el fango no está fuera de nosotros sino dentro de nosotros. Tomemos, por ejemplo, el lodo de las emociones negativas. ¿Están fuera o dentro de nosotros? Tomemos todas las formas de hacer cuentas interiores, el sentimiento de que a uno le deben algo, el sentirse amargado, etc. Ahora ya estamos enterados de esta cuestión. ¿Qué significan los tablones y los soportes y tener cuidado de no caer en el lodo? Significa que es preciso tener el mayor cuidado al andar
en nosotros mismos.
Es psicológico —es decir, se refiere a nuestro interior.

Les citaré ahora unos pasajes muy interesantes que encontré en el Antiguo Testamento para que puedan entenderlos en relación con el sueño que estamos discutiendo. Les presentaré la palabra
pozo.
Se darán cuenta de que el sueño habla de no precipitarse en el pozo, no de no caer en el lodo. Es muy fácil llegar a una etapa de la vida (y la mayoría de la gente permanece en esa etapa) en la cual se prepara un pozo de negatividad, de incapacidad, de compasión de sí, de consideración interior, y también de atribuir todo a las circunstancias externas, a la gente de fuera —y finalmente de estar totalmente identificado con las cosas exteriores que no tienen valor alguno. También se puede caer en el pozo al no hacer esfuerzo alguno sobre sí.

Citaré ahora unos pocos pasajes de las Sagradas Escrituras que se refieren a este particular:

"Dios me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre roca." (Dios es la enseñanza esotérica.)

También, "Bajé a lo hondo de las montañas, las barras de la tierra estaban sobre mí, sin embargo me llevaste a la vida desde el pozo." (El Trabajo puede sacarnos del pozo.) También, "Oh Dios, tú has sacado mi alma del infierno, tú me has mantenido en vida de entre los que cayeron en el pozo y en el fango." (Si uno siente que puede sostenerse en algo, entonces podrá mantenerse vivo.)

Y también, cuando el Salmista desespera de sí, dice: "Soy contado entre los que descienden al sepulcro; soy como hombre sin fuerza. Me han puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en lugares profundos." (Siente que cayó en el sueño.)

Otro ejemplo más:

"Regocíjate mucho... mira a tu rey que viene a ti. Él es justo, desdichado y está montado en un asno... te librará del pozo donde no hay agua."

Esta última frase tiene un profundo significado, pero es preciso entender que "el pozo donde no hay agua" significa "un estado donde no hay ni verdad ni comprensión".

Regresemos a los Evangelios. Cristo dijo de los fariseos —es decir, la gente que está segura de ser justa y que ella misma se atribuye todo:

"Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y sí el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo."

Es posible citar, supongo, centenares de otros ejemplos de las Sagradas Escrituras sobre la significación del pozo, del lodo, de la suciedad, cuyo significado cada uno de nosotros debe ver en sí y comprender. Verán que éste es en verdad el tema del sueño que hemos discutido. Es, por así decirlo, un sueño esotérico —es decir, un sueño que proviene de los centros superiores. Si se tiene un sueño de esta clase, no se debe atribuirlo a uno mismo, a la propia inteligencia. Es un postulado que se refiere al Trabajo y, como lo han oído decir muchas veces, el Trabajo trata de lo que nos enseñarían los centros superiores si pudiéramos oírlos. El Trabajo no fue inventado. No es un sistema psicológico inventado por un hombre común. Proviene de un Hombre superior, de las influencias conscientes, de aquellos que están en contacto con los centros superiores. Sin embargo, debido a que no podemos oír los centros superiores, su continua enseñanza interior, a la cual somos sordos, a causa de nuestro profundo sueño, ha sido convertido en un sistema exterior de Trabajo formulado por quienes ya están en contacto con esos centros. En otras palabras, es preciso aprender externamente, desde fuera, desde nuestros sentidos, lo que ya conoceríamos si pudiéramos prestar oído a nosotros mismos y aquietar el tumulto de las ruedas cotidianas de la personalidad.

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