Intrépido (43 page)

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Authors: Jack Campbell

Tags: #Ciencia-Ficción

BOOK: Intrépido
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—Es usted una capitana de navío, Tanya. Soy consciente de que eso significa que tiene que estar aquí incluso cuando se supone que no debería estar aquí. —Geary se sentó y se obligó a sí mismo a recostarse y estudiar nuevamente el visualizador. Las dos flotas enemigas estaban ya mucho más cerca una de otra, pero seguían quedando horas para que establecieran contacto entre sí—. Vamos a luchar en posición Zorro Cinco —adelantó Geary.

—¿Zorro Cinco? —Desjani sonrió abiertamente ante aquella perspectiva—. No se puede imaginar las ganas que tengo de ver cómo realiza la flota tal despliegue.

Y yo, y yo. Espero que sean capaces de llevarlo a cabo.
Geary hizo cálculos utilizando las últimas estimaciones de la velocidad a la que se viajaban los síndicos y del punto en el que se encontrarían ambas formaciones si nada cambiaba hasta entonces.
Dos horas más. Mucho tiempo. Todavía no puedo ordenar a la flota que se ponga en posición Zorro Cinco.
A Geary le asqueaba la idea de pasarse la siguiente hora mirando el visualizador, así que activó el programa de simulación y empezó a hacerlo funcionar con su flota y la fuerza síndica real contra la que se tendrían que enfrentar.
Esto debería de mantenerme ocupado y, además, tal vez así repare en algo que me pueda hacer falta saber.

Con todo, la hora siguiente transcurrió con tanta lentitud a sus ojos que parecía que no se iba a acabar nunca.

—Muy bien, Tanya. Preparémonos para patear culos síndicos. —Desjani desnudó los dientes al esbozar una sonrisa de avidez mientras Geary llamaba a la flota—. Aviso a todas las unidades, aquí el capitán Geary desde el
Intrépido
. Ejecuten formación Zorro Cinco a las cuatro punto cero. El
Intrépido
sigue siendo el punto de referencia de la formación.

Zorro Cinco era una formación antigua, si bien hasta donde Geary sabía llevaba mucho tiempo sin usarse. Parecía ajustarse perfectamente a los movimientos de los síndicos y a lo que Geary quería hacer en el momento de entrar en combate con ellos, además de que se trataba de una de las formaciones que había incluido en las simulaciones, así que sus comandantes de navío estaban al menos un poco familiarizados con ella.

—¿Zorro Cinco? —preguntó una voz. La copresidenta Rione, en el otro extremo, no estaba tan familiarizada con ella—. ¿Qué quiere decir eso?

Geary se dio la vuelta y le dedicó una sonrisa, pese a que no era consciente de en qué momento a lo largo de la última hora había llegado la copresidenta al puente de mando.

—Se trata de una manera de disponer mis unidades. Una opción bastante elaborada en comparación con las maneras en las que se han estado librando las batallas en los últimos tiempos, pero debería ser muy efectiva —informó.

—¿Y eso? —indagó Rione.

—Tengo superioridad numérica —le aseguró Geary a Rione—. El truco para aprovecharla es que esa fuerza superior en número golpee al unísono contra el enemigo de tal manera que sus defensas se vean desbordadas.

Rione parecía escéptica.

—Si estoy interpretando bien lo que veo en los visualizadores, sus naves están adoptando diferentes trayectorias —repuso Rione.

—Esa es la idea. Que haya muchas naves en una formación significa que no se pueden emplear todas a la vez. Si se ataca a una fuerza enemiga por un flanco de la formación, hay otro flanco de la formación por el que las naves no la pueden atacar —indicó Geary.

Rione meneó la cabeza.

—Veo que está separando a sus propias unidades. ¿Cómo va a ayudar eso a que trabajen en equipo? —criticó Rione.

—Me temo que tendrá que verlo sobre el terreno. —Geary sentía demasiados nervios y emoción como para intentar dar más explicaciones sobre las tácticas de una flota a una civil. Llevaba practicando movimientos de flota mucho tiempo, se había estado preparando para ello bajo la dirección de algunos capitanes y almirantes que en su día lo intimidaron por su enorme talento, y había estado practicando esas simulaciones durante el último par de semanas. Pero esta era la primera vez que lo hacía en serio, la primera vez que un gran número de naves se iban a mover y actuar contra el enemigo de acuerdo a sus órdenes, la primera vez que sus decisiones iban a determinar el sino de muchas naves y, tal vez, de la flota entera.

Geary se concentró en el visualizador para calmarse. A medida que las naves se movían siguiendo sus órdenes, el grueso de la flota se fue dividiendo en tres secciones. La que estaba centrada alrededor del
Intrépido
era significativamente más grande que las otras dos, un óvalo achatado que esperaba la llegada inminente de la flota síndica. A millones de kilómetros, o a una distancia ligeramente superior a los treinta segundos luz, por encima y delante del
Intrépido
había una serie de naves que conformaban la segunda y tercera sección del cuerpo principal, que recreaba la forma de un círculo aplanado. Al mismo tiempo, otro círculo aplanado en cuyo interior se alojaba el resto de las naves del grueso de la flota se encontraba a treinta segundos luz, si bien en este caso hacia abajo y adelante. Juntas, las tres formaciones parecían un cascanueces enorme que seguía a la espera de la llegada de los síndicos, con la base centrada en torno al
Intrépido y
los dos mangos situados en las partes superior e inferior de la trayectoria de los síndicos.

Igualmente, y también a treinta segundos luz de distancia, empezaron a aparecer a cada lado dos discos más pequeños situados en un ángulo perfecto con respecto al grueso de la formación, mientras que unidades más ligeras, principalmente cruceros ligeros y destructores, con un refuerzo de cruceros pesados, se colocaban en posición para formar las fauces del cascanueces.

Más atrás, detrás de las líneas del frente, estaban las naves auxiliares y los buques de guerra que debían hacer las veces de sus escoltas.

Las seis partes de la flota de la Alianza se movían a un ritmo deliberado de tres centésimas de la velocidad de la luz, siguiendo la trayectoria y la velocidad impuesta por el
Intrépido
. Una vez que ya habían abandonado la órbita alrededor de Kaliban que habían estado ocupando las dos últimas semanas, las naves de la Alianza se dirigieron por el espacio hacia el punto en el que debían interceptar a las fuerzas síndicas.

Geary expelió un suspiro de silencioso alivio al ver que las naves respondían a sus órdenes. Nadie parecía estar metiéndose en la posición que no le tocaba, ni tampoco se veía a nadie empujar a nadie para ser el primero que pudiese enfrentarse a las fuerzas síndicas. No obstante, Geary hizo una mueca al revisar las formaciones. Debía dar una orden más, para confirmar los planes de mando estipulados para la batalla inminente, y tenía que tomar una decisión en ese sentido que temía poder tener que lamentar.

—Aviso a todas las unidades, aquí el capitán Geary, a bordo del
Intrépido
. para dar confirmación a la estructura de mando prevista para el próximo enfrentamiento. Además de ejercer el mando pleno, ejerceré las labores directas de mando sobre el cuerpo principal de la flota —advirtió Geary.

El capitán miró al visualizador mientras seguía hablando y se fijó en la potente formación que empezaba a disponerse en la parte superior y posterior del cuerpo principal de la flota.

—La formación Zorro Cinco Uno será comandada por el capitán Duellos, de la
Osada.
—La vista de Geary descendió hasta el brazo inferior de la flota—. La formación Zorro Cinco Dos quedará bajo el mando del capitán Numos de la
Orión.

Desjani le dirigió una mirada compasiva.

—El capitán Numos es veterano —explicitó Desjani.

—Ajá. No me quedó más remedio que ponerlo al mando de esa formación. —
No me quedó más remedio porque no tenía motivos para desprestigiarlo eludiéndolo a la hora de conceder esa responsabilidad. Pero como le dé por cagarla esta vez, ya tendré motivos y vaya que si habrá consecuencias.

Geary activó su intercomunicador de nuevo.

—La formación Zorro Cinco Tres queda bajo el mando de la comandante Crésida, de la
Furiosa.
La formación Zorro Cinco Cuatro queda bajo el mando del comandante Landis, de la
Valiente.
—Aquello dejaba repartidas las responsabilidades de las fuerzas ligeras en las fauces de la formación—. El capitán Tulev de la
Leviatán
está al mando de la formación Zorro Cinco Cinco. —Las naves auxiliares necesitaban que quien se quedase al mando de sus escoltas fuera un hombre con el que Geary pudiera contar y estaba seguro de que Tulev era ese hombre. Un comandante temerario, incluso alguno tan de confianza como Duellos, podría verse tentado en algún momento a abandonar a las naves auxiliares y dejarlas desprotegidas con tal de arrojar a las escoltas al fragor la batalla. Tulev, firme y tranquilo, debería en cambio permanecer junto a las naves auxiliares, que disponían de menos armamento, hasta la muerte.

Geary volvió a mirar satisfecho al visualizador, contento al ver que los distintos elementos de la flota iban exactamente a donde tenían que ir. Entonces atisbo un gesto de preocupación en el rostro de Desjani.

—¿Qué ocurre? —preguntó Geary sin alterarse. Desjani titubeó—. Necesito saber qué le pasa por la cabeza, capitana Desjani. Vaya al grano.

—Muy bien, señor. —El tono de Desjani era medio de disculpa—. Sé que hemos hecho simulaciones empleando esta formación, pero sigo preocupada por las distancias existentes entre nuestras fuerzas. Parece que estamos lo suficientemente desperdigados como para invitar a nuestro enemigo a que nos derrote sin paliativos.

Geary asintió con la cabeza.

—Esa es una preocupación coherente. Dividir la flota y quedarse de brazos cruzados permitiría al enemigo golpear en cada punto hasta hacer valer su superioridad local. Si no nos moviésemos, eso sería exactamente lo que ocurriría. Pero no vamos a quedarnos sentados esperando a que los síndicos nos ataquen. O, mejor dicho —se corrigió Geary—, las otras formaciones no van a quedarse quietas. El cuerpo principal va a ofrecerse a sí mismo como un objetivo apetecible para el asalto síndico.

Por extraño que pareciese, el hecho de que Geary le asegurase a Desjani que su nave iba a entrar en contacto directo con el enemigo sirvió para borrar sus dudas.

—¿El
Intrépido
va a mantener esta trayectoria hasta que entremos en contacto con el enemigo? —preguntó Desjani.

—Eso es. —Geary sonrió de nuevo—. Vamos a ir ajustando nuestra trayectoria como sea necesario si los síndicos no van directamente a por nosotros, y modificaremos nuestra velocidad en los momentos adecuados. Pero para cuando los síndicos nos alcancen, tendrán muchas más cosas de las que preocuparse, aparte de nosotros. Créame.

Desjani le devolvió la sonrisa.

—Eso hacemos todos, capitán Geary.

Por alguna razón, escuchar aquello casi dejó a Geary temblando otra vez. La fe que parte de esa gente tenía en él era tan absoluta que resultaba enervante. Con todo, Geary volvió a centrarse en las maniobras de sus naves, comprobando como los discos individuales ejecutaban impecablemente la formación. El capitán podía hacer rotar a voluntad el visualizador que tenía enfrente de él, de tal modo que podía ver de refilón las filas de naves que se situaban debajo del óvalo del cuerpo principal dispuestas en torno al
Intrépido
. En condiciones normales, tal formación habría tenido destructores en la parte frontal, cruceros detrás, y por último la sombría masa pesada de acorazados y cruceros de batalla. Pero como Geary había mandado a las unidades más ligeras junto al resto de elementos de la formación Zorro Cinco, el cuerpo principal estaba compuesto simplemente por cañoneros torpederos, acorazados y cruceros de batalla dispuestos en una formación abierta con campos de tiro entrelazados por delante y a los lados.
¿Ya habrán visto los síndicos lo que estoy haciendo? ¿Lo comprenderán?

Geary comprobó el estado de la formación síndica. Seguía estando a unos seis minutos luz de distancia y las imágenes con retardo mostraban que la fuerza síndica no había respondido con ningún movimiento de su formación a las maniobras de la flota de la Alianza. Las naves síndicas se encontraban extendidas en una barra plana que se estrechaba y extendía hacia adelante en sus extremos. En cierto modo, parecía una cabeza de martillo que se cernía sobre la flota de la Alianza. Geary fue capaz de reconocer qué concepto general subyacía bajo aquella forma. Sencillo y eficaz contra un enemigo que no emprendiese las medidas adecuadas para repelerlo, el martillo concentraba la fuerza de asalto del ataque sobre una zona relativamente pequeña pero de importancia crítica, lo cual daba pie a un barrido posterior ejecutado en oleadas sucesivas por los buques de guerra situados justo a continuación de tal manera que así se lograba penetrar hasta el centro mismo de la fuerza defensiva, que era finalmente golpeado una y otra vez sin que los defensores tuvieran la más mínima opción de recomponerse entre oleada y oleada. Todo muy sencillo, la verdad. El comandante síndico no tendría que ordenar ninguna maniobra a su flota hasta que esta hubiese barrido por completo a las fuerzas de la Alianza y, una vez conseguido ese objetivo, bastaría con que ordenase a toda la formación dar media vuelta y repetir el martilleo si era necesario. O también liberar a la formación para que las naves fueran una a una rematando a los supervivientes desperdigados tras el primer ataque.

Por desgracia para vosotros, no tengo intención de permitir que llevéis tal ataque a buen puerto.

Geary siguió esperando hasta que todas sus naves llegaron a las posiciones estipuladas para ellos.

—Se ordena a todas las unidades que estén totalmente preparadas para entrar en combate. A las cero punto siete todas las unidades acelerarán hasta una vigésima parte de la velocidad de la luz y avanzarán a lo largo del eje de la formación definido por el
Intrépido
. —Dos minutos después, toda la flota de la Alianza aceleró al unísono, incrementando su velocidad tal y como se le había indicado—. Joder, esto tiene buena pinta.

—La verdad es que sí. —Desjani sonrió abiertamente y se dio cuenta de que Geary parecía sorprendido por aquella intervención—. ¿No se había dado cuenta de que estaba hablando en voz alta?

—No. —Aun así, Geary volvió a sonreír al observar el visualizador, que mostraba cómo la ingente formación de la flota de la Alianza seguía avanzando a toda prisa con un perfecto orden y concierto, mientras que la fuerza síndica seguía en posición de carga con el objetivo de impactar contra el centro justo del cuerpo principal, lo que no hacía sino meterlos cada vez un poco más dentro de las fauces del cascanueces.
Nunca viene mal tener un oponente arrogante o algo estúpido, ¿verdad?

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