The Unknown University (15 page)

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Authors: Roberto Bolaño

Tags: #Poetry, #General, #Caribbean & Latin American

BOOK: The Unknown University
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TU LEJANO CORAZÓN

No me siento seguro

En ninguna parte.

La aventura no termina.

Tus ojos brillan en todos los rincones.

No me siento seguro

En las palabras

Ni en el dinero

Ni en los espejos.

La aventura no termina jamás

Y tus ojos me buscan.

 

YOUR DISTANT HEART

I don’t feel safe

Anywhere.

Th
e adventure doesn’t end.

Your eyes shine in every corner.

I don’t feel safe

In words

Or in money

Or in mirrors.

Th
e adventure never ends

And your eyes are searching for me.

 

El que pierda una vez a su amada, siempre volverá a perderla.
Aquel en
cuyas proximidades ocurrió alguna vez un asesinato, siempre debería estar preparado
para un nuevo asesinato.

HANS HENNY JAHNN

Dije que jamás te
olvidaría.

Ahora estoy en La Fronda nuevamente

y el viento y los álamos y el

pasto que crece y

las flores entre la hierba

sólo recuerdan a un muchacho

que hablaba con Nadie.

 

He who loses his love once, will always lose her again.
He in whose
proximity a murder took place, should always be prepared for another murder.

HANS HENNY JAHNN

I said I’d never forget you.

Now I’m in
Th
e Fronde again

and the wind and the poplars and the

lawn growing and

the flowers in the grass

only recall a boy

who spoke to No One.

 

Ahora paseas solitario por los muelles

de Barcelona.

Fumas un cigarrillo negro y por

un momento crees que sería bueno

que lloviese.

Dinero no te conceden los dioses

mas sí caprichos extraños

Mira hacia arriba:

está lloviendo.

 

Now you walk alone along the piers

of Barcelona.

You smoke a black cigarette and for

a moment think it would be nice

if it rained.

The gods haven’t granted you money

but they’ve granted you strange whims

Look up:

it’s raining.

 

Entre Friedrich von Hausen

el minnesinger

y don Juanito el supermacho

de Nazario.

En una Barcelona llena de sudacas

con pelas sin pelas legales

e ilegales intentando

escribir.

(Querido Alfred Bester, por lo
menos

he encontrado uno de los pabellones

de la Universidad Desconocida!)

 

Between Friedrich von Hausen

the minnesinger

and strongman

don Juanito Nazario.

In a Barcelona full of Latin Americans

with and without cash, legal

and illegal trying

to write.

(Dear Alfred Bester, at least

I’ve found one of the wings

of the Unknown University!)

 

TARDES DE BARCELONA

En el centro del texto

está la lepra.

Estoy bien.
Escribo

mucho.
Te

quiero mucho.

 

BARCELONA AFTERNOONS

Leprosy is

at the heart of the text.

I’m fine.
I write

lots.
I

love you lots.

Segunda parte

TRES TEXTOS

 

Part Two

THREE TEXTS

 

NEL, MAJO

Le dije que podíamos quedarnos allí, al menos mientras recobrábamos el
aliento .
.
.
No había sonidos a nuestras espaldas calma chicha para cubrirnos las
cabezas con sombreros y recostarnos contra una pared .
.
.
Delante se extendía el
bosque y de cuando en cuando escuchábamos voces adolescentes .
.
.
Pistas de tenis,
restaurantes de amplias terrazas, hoteles familiares .
.
.
Le dije que nadie nos
perseguía .
.
.
Era un tipo pequeño, mucho más bajo que yo, y a veces se quedaba
horas sin hablar .
.
.
No sé cómo lo conocieron ustedes, para mí aún es un misterio
.
.
.
Las palabras tomaban el curso normal hasta la mitad del trayecto .
.
.
Y ahí
se paraban, en un punto equidistante entre la cabeza del interlocutor y el oyente .
.
.
Le dije quedémonos aquí .
.
.
Al menos durante un tiempo .
.
.
Creo que él
siempre asentía pero uno no podía tomárselo al pie de la letra .
.
.
Voces
adolescentes detrás y adelante del bosque .
.
.
Un muchacho de 15 años con un rifle
de balines .
.
.
El vigilante iba de vez en cuando a hablar con él .
.
.
Imágenes de
gente adolorida hombres vestidos de blanco recostados contra una pared las rodillas
levantadas roncando bajo el sombrero .
.
.
Nel, majo .
.
.
La escena se llena de
sonrisas: cogía sonrisas del aire y palabras como «llenar» «airear» «quemar» .
.
.
Aún no me explico cómo conocí a ese individuo .
.
.
Un pobre jorobado sucio con aire
ligeramente acuático .
.
.

 

FAT CHANCE, HON

I told him we could stay here, at least until we caught our breath .
.
.
There were no sounds behind us calm dead enough to cover our heads with sombreros
and recline against a wall .
.
.
The forest stretched before us and from time to
time we heard teenage voices .
.
.
Tennis courts, restaurants with wide decks,
family hotels .
.
.
I told him no one was following us .
.
.
He was a little guy,
much shorter than I, and sometimes he’d go hours without talking .
.
.
I don’t know
how you all met him, it’s still a mystery to me .
.
.
The words would follow a
normal course until midway through their trajectory .
.
.
And there they stopped, at
a point halfway between the heads of the speaker and listener .
.
.
I told him let’s
stay here .
.
.
At least for a while .
.
.
I think he always agreed but you couldn’t
take him at his word .
.
.
Teenage voices behind and in front of the forest .
.
.
A
15-year-old boy with a BB gun .
.
.
The watchman went over now and again to talk to
him .
.
.
Images of people aching men dressed in white reclined against a wall knees
bent snoring under their hats .
.
.
Fat chance, hon .
.
.
The scene fills with
smiles: plucked smiles from the air and words like “fill” “aerate” “burn” .
.
.
I’m
still not sure how I met that individual .
.
.
A poor dirty hunchback with a
slightly aquatic air .
.
.

 

EL INSPECTOR

El inspector apareció en la oscuridad .
.
.
Rostro levemente sonrosado
en la oficina cubierta de humo .
.
.
Miré hacia el techo, había como estrellitas
pintadas de color plateado .
.
.
«¿Quién es la muchacha?» .
.
.
Las palabras
salieron de sus labios silenciosos .
.
.
Una boca oscura donde brillaban dientes
amarillos .
.
.
«Me gustaría entender», dijo, «el rollo de la muchacha, qué coño
pinta en todo este asunto» .
.
.
Recuerdo que la habitación estaba silenciosa y que
me costaba parpadear .
.
.
Un dolor gratificante en los ojos .
.
.
Y las palabras,
blancas, salían de la boca del inspector como la cinta de un teletipo .
.
.
Hojas
blancas en donde uno podía soñar informes, informes de cavernas y sombras que
encendían fuegos .
.
.
El hombre rió .
.
.
«Supongo que existe» .
.
.
La vi en un
cine, dije; trabajó en un picadero .
.
.
No hay pistas que nos lleven a ella .
.
.
Creo que no tiene nada que ver con el asunto del camping .
.
.
La sombra apagó el
fuego y se deslizó por la caverna .
.
.
Sigilosa como un tigre .
.
.
«No hay
fotografías de ella ni gente que la haya conocido» .
.
.
Policía inmóvil de cara al
mar .
.
.
Atardece lentamente y el viento mediterráneo mece el bosque de pinos .
.
.
Contiguo al bosque un automóvil aparcado, cubierto de arena y pinaza .
.
.
El poli
arroja su cigarrillo al suelo .
.
.
Imágenes perdidas, como poemas, donde la ciudad
está vacía y el viento destroza suavemente los ventanales .
.
.
Vuelan los
pasaportes como hojas de periódico .
.
.
Hojas viejas y amarillas .
.
.
Fotos
carentes de sentido .
.
.
Cuestionarios y fichas de control de extranjeros .
.
.
De
repente la imagen encontró nuestros rostros .
.
.
El poli recupera su cigarrillo del
aire .
.
.
Un coche cubierto de arena y cagadas de pájaros .
.
.
Es extraño, la
muchacha contempló su cuerpo como si supiera que jamás iba a encontrarla .
.
.
Policía y poeta, en la hora en que las comisarías están vacías para siempre y los
archivos se pudren en las calles cubiertas de arena .
.
.
«Desvíese de la muchacha»
.
.
.
«Encuentre su camino» .
.
.
El experto extendió un mapa sobre la mesa .
.
.
Palabras fijas en el centro de la habitación .
.
.
«Las frases se detienen a mitad
de camino, entre la boca del inspector y tu boca» .
.
.
«Parpadean rostros pistas
bosques de un otoño de hace tres años» .
.
.
«Observe esta línea: aquí está usted,
en un lugar de Barcelona que designaremos con la letra A, y aquí está el jorobadito
–maldito hijo de perra– en ese dichoso bosque de Castelldefels.» «Ignoro cuántos
años hay entre A y B» .
.
.
«Si usted lo averigua le estaremos agradecidos» .
.
.
«Espero que de esa manera todo se aclare y sepamos detrás de qué diablos andamos» .
.
.
«Hay una ruta a seguir» .
.
.
«Un bulto que huele a mierda, un bulto
verdaderamente doloroso» .
.
.
«Las palabras se concentran en un tumor de color
tiza, como una gaita volante, equidistante entre el inspector y su poli preferido» .
.
.
Miradas desoladas que me siguen mientras atravieso la ciudad dormida .
.
.
Un
tipo de mollera dura, pensé .
.
.
Aunque no fuera mala persona .
.
.
Las luces
barren cientos de cuerpos en la noche .
.
.
En la lista figuraban demasiadas
personas, sólo faltaba yo .
.
.
«Ábrame», le dije al número .
.
.
Un muchacho joven
y bien parecido .
.
.
Caminé por un largo pasillo sin cruzarme con ningún ser
viviente .
.
.
«Ábrame», dije mirando el suelo .
.
.
El pasillo se prolongaba en una
especie de infinito azul metálico .
.
.
«Ábrame» .
.
.
Cuarto con polis soñolientos
.
.
.
Me senté y alguien me ofreció un cigarrillo .
.
.
No había informes .
.
.
«Tome usted la única ruta, desde el punto A hasta el punto B, y evite perderse en el
vacío» .
.
.

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