En Egipto, en el año 2000 antes de Cristo, un acaudalado terrateniente llamado Imhotep asombra a su familia al llegar a casa con una nueva esposa, Nofret, que entabla una abierta enemistad con toda la familia. Pronto se producirá el asesinato, aunque el mal que anida en el seno de la familia no se aplaca con una sola muerte, y el asesino vuelve a asesinar, y vuelve y vuelve.
Mucho antes de la actual moda de las novelas de misterio situadas en el pasado histórico, Agatha Christie fue una de las pioneras del género.
La venganza de Nofret
, escrita en 1943, fue un experimento creado por instigación de Stephen Glanville, catedrático de egiptología y amigo de Max Mallowan. Fue él quien le proporcionó gran parte de la información básica y quien le dio una serie de libros para que se documentase y dispusiera de los detalles exactos.
Si se considera exclusivamente como una clásica novela de detectives, este relato no pasa con holgura la prueba clave. No existen pistas diseminadas en la novela que el lector pueda detectar e interpretar para alcanzar una solución lógica. En cambio, si se examina como simple novela policíaca, cargada de tensión y sumamente legible, aprueba con creces. Y en tanto que retrato de familia, tratándose de una familia cuyos miembros no saben del todo en qué otros integrantes del clan familiar pueden confiar, resulta totalmente creíble. Fue preciso renunciar a la mayoría de los ingredientes al uso en sus demás novelas: los recursos policiales, las autopsias y los análisis, los teléfonos y los telegramas, las huellas dactilares o las simples huellas del calzado, las indagaciones policiales. Así las cosas, sin llegar a ser una de sus obras de primerísima fila, sigue siendo un triunfo de consideración.
Parte de la dificultad que comporta la interpretación de los cuadernos en el caso de este título radica en el hecho de que los nombres de los personajes cambian a lo largo de las ochenta páginas, poco más o menos, que se le dedican en cinco cuadernos distintos. En diversas ocasiones el personaje llamado Nofret en la novela también es llamado Ibunept, Nebet, Ibneb y Tut. Por supuesto, nunca es del todo seguro que los nombres hagan referencia a personajes masculinos o femeninos.
Christie escribe en su
Autobiografía
que «fue más difícil documentarse en lo referente a las casas particulares que en lo tocante a los palacios y los templos». Y en el Cuaderno 9 encontramos 16 páginas de notas sobre «vida y costumbres en el antiguo Egipto», llenas de detalles sobre la vida cotidiana (los números de página hacen referencia a algunos de los volúmenes que le prestó Stephen Glanville):
Brazaletes de cuentas o anillos de oro con escarabajos de cristal verde, p.110. También en p. 46
Embalsamamiento 21° D., pp.111 y 55
La fabricación del papiro, p.114
Descripción del arco y la flecha, p.127
Descripción del traje del escriba, p.14
Descripción de la dinastía fundacional, p. 51
Descripción de la momificación, etc., p. 55 y p. 57
El Cuaderno 46 contiene el esbozo inicial de la familia. Aunque algunos de los nombres no se corresponden con los de la novela, los personajes siguen siendo reconocibles:
Personajes en el ambiente del Imperio Medio Ipi (la madre de edad avanzada) ¿Tirana? ¿Malvada?
¿Sabia?
[Esa]
El padre, un viejo liante, amable, molesto
[Imhotep]
Meru (el primogénito) El chico bueno de la familia, un poco zoquete, ¿tal vez en su fuero interno resentido?
[Yahmose]
¿S…? El chico malo de la familia, nunca en casa, el camorrista
[Sobek]
H… El joven hijo mimado… precoz
[Ipy]
Concubina… ¿Víctima? La bella frente al Mal… Poderosa
[Nofret]
La esposa de M… taimada
[Satipy]
La esposa de S… amable, ¿o tal vez una Emilia?
[Kait]
Una hija… La energía… Resolución
[Renisenb]
N… amigo de la familia… Astuto… Un abogado, a lo mejor en primera persona
[Hori, aunque la idea de la «primera persona» no se conservó]
Hepshut, el que trae complicaciones
[Henet]
La situación básica se describe en el Cuaderno 13:
Llega Nofret…Todos se muestran crueles con ella… Ella, feroz con todos… Sus cuentos sobre ciudades extranjeras… El modo en que siembra discordia y cosecha enfrentamientos…. Escribe por medio del escriba a Imhotep… Éste responde enfurecido a la familia… Regresa… Asentamiento en la tierra de ella. Ella muere, una picadura de escorpión… Todos lo sabían… Renisenb está trastornado… Y recuerda una escena entre Nebet y Seneb
Las notas tomadas para esta novela incluyen otro ejemplo del sistema que empleaba Christie para disponer las escenas adjudicándoles una letra a cada una. Resulta interesante observar la página siguiente, tomada de los cuadernos, y compararla con la novela. Aunque el encabezamiento indica el capítulo 15, las escenas en realidad se distribuyen entre los capítulos 15, 16 y 17. Pero la decisión definitiva («A.C.D y luego B.B») se sigue a rajatabla. He añadido los encabezamientos relevantes a cada capítulo en cada una de las escenas:
Capítulo XV
A Esa y Henet
[15 iii]
B Henet e Imhotep
[16 i]
C Renisenb y «El miedo lo es todo»… Conoce a Aapene… ¿Por qué me miras de un modo tan raro? Ve entonces a Yahmose… Riñe con él… ¿Quién podrá ser?
[15 iv]
D
Renisenb
Yahmose y su padre… Y con más autoridad
[15 v]
E Kait y Renisenb
[15 vii]
F Renisenb. Teti y Kameni… le ha echado el ojo… Es fuerte, tiene hijos fuertes
[15 vii]
G Renisenb y su padre… Matrimonio
[17 i]
H Ren. y Kameni… palabras de amor… el amuleto… roto… ella se marcha a casa… mira en la caja… Henet la encuentra con la caja… H y sus insinuaciones
[17 ii y iii]
¿Quién muere a continuación?
A. A. Esa… por un ungüento… o aceite perfumado
B. B. Aahene
[Ipy]
Sí, B. B. después de engañar a Henet
[15 vi]
, quien se queja a Imhotep
Así pues: A. C. D. y luego B. B.
Y éste es el orden tal como se suceden los acontecimientos en la novela publicada:
A Esa y Henet
[15 iii]
C Renisenb y «el miedo lo es todo»… conoce a Aapene… ¿Por qué me miras de un modo tan raro? Entonces ve a Yahmose… riñe con él… ¿Quién podrá ser?
[15 iv]
D
Renisenb
Yahmose y su padre… Y con más autoridad
[15 v]
B. B. Aahene
[Ipy]
. Sí, B. B. después de engañar a Henet
[15 vi]
Los cuadernos contienen la solución al menos de uno de los rompecabezas más tentadores de esta novela. En su
Autobiografía
Christie escribe lo siguiente:
Stephen
[Glanville]
estuvo conversando mucho rato conmigo sobre uno de los detalles de mi desenlace y lamento decir que al final cedí a lo que tanto insistía en decir… Si creo que tengo en determinado libro una cosa que es acertada, que es como tiene que ser, no es nada fácil disuadirme de que la emplee como está. En este caso, y en contra de mi criterio, sí que desistí. Era una cuestión discutible, pero sigo pensando ahora, cuando releo el libro, que me gustaría reescribir el final… aunque me lastraba la deuda de gratitud que tenía contraída con Stephen por todas las molestias que se había tomado y por el hecho de que la idea, de entrada, había sido suya.
No está del todo claro a qué se refiere cuando dice «el final»: ¿se trata de la identidad del asesino o del modo en que se nos revela? Si se refiere a una escena final de mayor carga dramática, es evidente que nunca lo sabremos, aunque esto parece cuando menos improbable, ya que la ambientación del desenlace es un evidente eco de los asesinatos que antes han cometido tanto Nofret como Satipy. Pero si tenía en mente a un asesino distinto sí que había pensado ya en algunos candidatos:
Henet… la esposa aborrecida… y todos los hijos… apremia a Ibneb… entonces la mata
Henet… ama al mayor… mató a su primera esposa… y segunda «hermana»… resuelto a destruir a Ibneb… finge seguirle la corriente
Hori… ¿coaligado con Ib? Ella ha de tener mayor ascendiente sobre la mujer mayor… Hori ha especulado…
Hay que culpar a Meru
Hori e Ibneb son camaradas… Él dispone que ella conozca al mayor de los hermanos… Le encarga a él el asentamiento cuando finge poner objeciones… Ella se amedrenta, o se va a espantar… Él la mata… luego finge… que ella se ha vengado sobre la familia… escena final… con Renisenb… el
jo
… Hori… El joven primo la rescata
Hijo (el malo)… Llega… habla con la concubina… Ella le gusta… La idea es que los dos están juntos en ello
Y aún hubo otra idea fascinante que nunca llegó a plasmarse en la página impresa. En el Cuaderno 13, Christie acaricia la idea de crear un paralelismo moderno a lo largo de la acción histórica. En efecto, no es difícil ver, incluso en estas sucintas notas, que existen similitudes entre los personajes antiguos y los modernos. El anciano profesor y su joven esposa son Yahmose y Nofret, Julie es obviamente Henet, Regina es una Renisenb de la actualidad y Edward y Silas podrían ser Sobek e Ipy:
Arranque moderno… El anciano profesor e incluso el rector… su joven esposa… Se lleva al hijo y al hijo de la esposa… Hija que ha enviudado y su hijo
Julie (señorita chapada a la antigua que ha seguido con ellos)… El joven arqueólogo que ha seguido con ellos
Descubrimiento de las cartas en la tumba… Incluida una de a la esposa muerta, acusada de asesinar a Tut
La segunda esposa del autor de la carta murió de repente… tomó una droga por error
La joven esposa muere… Trifulca entre padre, hijo y esposa… El P
[adre]
dice que testamento nuevo… todo para Ida
Julie y el retrato de Eleanor (primera esposa) que iba a regresar
Elaborado
El doctor
Elinor Solomon
Oppenheim
Ida… su joven esposa
Julie, la fiel criada, dama de compañía y ex institutriz
Edward Mervyn Oppenheim… depende de su padre, es arqueólogo
Charlotte… escultora… o música (pianista)… o escritora de historia o de política
El hermano de Charlotte… Richard… el arqueólogo
Regina Oppenheim, una viuda con hijos… Oscar Walsh
Jeremy Walsh… un escritor joven… poderes psíquicos… deductivo… sabe demasiado de todo el mundo
El otro hijo, Silas
A partir de la frase «la esposa joven muere», paralelismo con la muerte de Nofret, la joven esposa de Imhotep, da la impresión de que los paralelismos se extienden más allá de las meras relaciones de parentesco. Sin embargo, la idea no se llevó adelante, y se quedó en estas breves notas; es obvio que de haberse desarrollado habría comportado que las historias de uno y otro periodo fuesen más cortas.
Estos dos aspectos, el final alternativo y la narración en paralelo, dan a esta novela un aire de fascinación aún mayor de lo que hasta ahora era posible suponer, incluso sin que entre en la discusión el rasgo pionero de la ambientación histórica. En su apariencia de artefacto completo, cerrado, que encaja a la perfección, tal como es, diríase que Christie estaba dispuesta a entretejer aún nuevos hilos en su narración. Es muy probable que de haber buscado al máximo el paralelismo con la actualidad hubiera revelado otra solución distinta; a fin de cuentas, si ambas ramas del relato hubiesen llegado a un mismo punto de destino se habría apreciado una clara percepción de anticlímax. Un trasfondo tan inigualable dio paso a una solución, la que tenemos, pero también generó otra solución deseada y posiblemente una tercera.