El joven samurai: El camino de la espada (18 page)

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Con el final a la vista, Jack se abalanzó hacia delante, pero una chica que blandía un
bo
le cortó el paso. La chica hizo girar el palo como si fuera una bailarina y le impidió continuar. Por la forma en que se movía, Jack supo que era rápida como una cobra, y el alcance de su arma le proporcionaba una clara ventaja sobre el
bokken
de Jack, quien no pudo ni siquiera acercarse. Esquivó y evitó, pero fue incapaz de descargar un solo golpe.

Ella lanzó su
bo
con la velocidad del rayo y lo alcanzó directamente en el estómago. Jack sintió que su interior daba un vuelco. Ella alzó el palo, golpeándolo bajo la barbilla. Vio estrellas y casi perdió el sentido. Pero Jack instintivamente alzó su
bokken
, y consiguió de algún modo desviar lo que habría sido un golpe fatal contra su cuello.

Retrocedió tambaleándose, y continuó esquivando sus ataques, pero entonces el palo alcanzó su mano derecha, rompiendo su tenaza, y el
bokken
cayó deslizándose por el suelo del
dojo.

Indefenso, Jack sólo pudo saltar de un lado a otro mientras ella lo atacaba con el palo. Intentó adelantarla por un lado, pero uno de los estudiantes de la fila lo sujetó por detrás.

La muchacha del
bo
sonrió y se lanzó hacia delante para descargar su golpe final.

En el último segundo, Jack dio un pisotón al pie de su captor, retorciéndose hacia un lado de modo que el
bo
golpeó a cambio el estómago del otro muchacho. El chico gritó de sorpresa, y soltó a Jack.

Con un fluido movimiento, Jack agarró el
hokken
del muchacho y lo descargó con fuerza contra la mano de la chica. El palo de
bo
repiqueteó en el suelo.

Jack la apartó de un golpe con el hombro y cargó hacia el final del Pasillo.

¡Lo había conseguido!

Había recorrido el Pasillo.

Había conseguido completar una prueba.

Magullado y dolorido como estaba, se plantó orgullosamente ante el
sensei
Hosokawa, quien le devolvió la mirada con un gesto satisfecho con la cabeza. Jack sólo podía esperar haberlo hecho lo bastante bien para ser seleccionado para el Círculo de Tres. Se inclinó, mostrando sus respetos al
sensei
Hosokawa.

Extrañamente, no hubo ningún aplauso por parte de los estudiantes. El sentimiento
antigaijin
sin duda no había llegado tan lejos en la escuela para que no reconocieran este logro. Jack estaba a punto de alzar la cabeza cuando con el rabillo del ojo vio que el
sensei
se movía. Algo silbó en el aire.

—¿Cuántas veces te he dicho…?

Fue lo último que Jack oyó.

27
La selección

—… ¿que nunca bajes la guardia?

Las palabras resonaron en la
cabeza
de Jack tan dolorosamente como el
bokken
que lo golpeó en la nuca y lo derribó inconsciente al suelo.

El Pasillo no terminaba con el
sensei
Hosokawa.

El
sensei
Hosokawa era la última prueba.

Acariciándose el cuello dolorido, Jack se encontraba ahora con los aspirantes al Círculo de Tres en el centro del
Butokuden.
Parecía como si todos hubieran vuelto de la guerra, pues ninguno de ellos había escapado ileso.

Mientras el resto de la escuela esperaba pacientemente en posición de
seiza
alrededor del
dojo
, Masamoto y los
senseis
Hosokawa, Yosa, Kyuzo y Yamada estaban sentados en círculo dentro de la alcoba ceremonial, discutiendo tranquilamente sobre el destino de los estudiantes.

El
sensei
Kano estaba arrodillado a un lado, con su blanco
bo
apoyado contra una columna cercana. Como maestro visitante de la
Niten Ichi Ryu
, no estaba implicado en el proceso de selección, pero Jack advirtió que el hombre escuchaba con atención el debate en curso.

El proceso de selección pareció progresar sin fisuras, hasta que de repente la discusión se volvió acalorada y se alzaron las voces.

—¡Me opongo! —protestó el
sensei
Kyuzo, golpeando con un puño como una roca el suelo de madera—. ¡No completó la prueba!

Todos los ojos y oídos del
dojo
se concentraron en el
sensei
que protestaba y, a pesar de los intentos de Masamoto por poner fin a la disputa, todavía eran claramente audibles fragmentos de la conversación.

—Tu opinión es algo parcial —acusó a Masamoto el
sensei
Kyuzo, perdida la discreción por su malestar.

—¿Puedes decir sinceramente que la tuya no lo es? —intervino la
sensei
Yosa.

—Eso no tiene nada que ver. El muchacho fracasó en la prueba. ¡No puedes cambiar las reglas por un individuo!

Masamoto levantó una mano, exigiendo calma.

—Basta. Si mi voto es contencioso, lo retiro…

Sin embargo, la discusión continuó, pero con tensos susurros que los estudiantes ya no pudieron oír más. Jack se deprimió. El
sensei
Kyuzo había prometido hacer todo lo que estuviera en su mano para impedir que entrara en el Círculo.

—¿Cuál es tu opinión,
sensei
Kano? —preguntó Masamoto al maestro de
bo
un momento más tarde—. Nos encontramos ante un empate y requerimos tu voto.

El gran hombre se inclinó hacia delante para dar su opinión. Unos momentos más tarde, el asunto quedó aparentemente zanjado y los maestros volvieron a una discusión más amistosa, aunque el
sensei
Kyuzo seguía pareciendo agrio como el vinagre.

Como un cañonazo, una única palmada resonó en el
Butokuden
y Masamoto anunció:

—¡Ha llegado el momento!

Toda la escuela se envaró atenta cuando los seleccionadores, con sus expresiones de piedra, se volvieron hacia los estudiantes. Tras ellos, el
kamon
del fénix dorado flotaba orgullosamente sobre las cabezas de los
senseis.

—¡Jóvenes samuráis! A todos los que habéis participado en las pruebas, os saludamos.

Masamoto contempló las filas de estudiantes, y el poder de su mirada fue como si sus ojos se hubieran posado en todos ellos uno por uno.

—Hemos considerado minuciosamente vuestras actuaciones de hoy. Los cinco estudiantes seleccionados para entrar en el Círculo de Tres son aquellos que completaron al menos una prueba y actuaron como samuráis al mostrar el auténtico espíritu
bushido
—explicó Masamoto—. Cuando os llamemos por vuestro nombre, avanzad para recibir vuestra valoración.

Jack se despidió de toda esperanza, tragándose la amarga decepción que ahora sentía. Al no haber completado ninguna prueba, comprendió que el Círculo de Tres seguiría siendo un sueño lejano, y la técnica de los Dos Cielos continuaría siendo un misterio para él durante muchos años por venir.

—Emi-chan —convocó Masamoto.

Emi salió cojeando de la fila para ocupar su lugar delante de los jueces, acusando claramente el precio que el Pasillo se había cobrado en ella.

—Has actuado bien. Eres una buena
kyudoka
y aunque te asustaste en el Pasillo nos impresionó la forma en que recuperaste la compostura a la vista del peligro. Eso requería valor. Sin embargo, el resultado general no fue lo suficientemente bueno para garantizarte la entrada en el Círculo. Estoy seguro de que tu padre estaría de acuerdo en este caso. Tres contra dos.

Emi-chan se inclinó ante los jueces. Mientras Jack la veía regresar a los lados cojeando, se le ocurrió pensar lo exigente que debía ser el Círculo de Tres, si incluso la hija del benefactor de la escuela era rechazada.

Una sensación de desesperación se posó sobre la escuela cuando los seis siguientes participantes tampoco consiguieron ser seleccionados. Jack, sin embargo, se sintió un poco mejor sabiendo que habían colocado tan alto el listón.

—Tadashi-kun —convocó Masamoto.

Un muchacho fuerte de anchos hombros y oscuras cejas en forma de media luna dio un paso adelante. Jack lo reconoció como el chico que había inscrito primero su nombre para el Círculo.

Masamoto asintió una vez.

—Formidable espíritu, sobre todo en el
tamashiwari.
Fue una lástima que fueras derribado hacia el final del Pasillo, pero no importa. Cuatro a uno a favor. Pasas al Círculo.

La escuela dio un gran vítor. Al menos uno de los participantes era considerado lo bastante bueno. Tadashi, con una amplia sonrisa en la cara, se inclinó para mostrar sus respetos antes de ocupar su puesto en mitad del
dojo.
No obstante, la celebración fue breve, pues los siete siguientes aspirantes fueron rechazados en rápida sucesión.

Entonces Masamoto convocó a Akiko.

Ella se acercó al grupo y Jack cruzó los dedos a la espalda, deseándole suerte en silencio.

—¿Qué puedo decir? La única que apagó la vela con la primera flecha —dijo Masamoto. Jack pudo ver que la
sensei
Yosa le sonreía a su protegida—. Pero sólo llegaste a la mitad del Pasillo. Parecías algo distraída durante el combate. En realidad, esperábamos más de ti.

Akiko se mordió el labio inferior, y Jack sintió que su propia boca se quedaba seca. ¿Habría desviado su atención el comentario casual que había hecho sobre la visita al castillo con Emi?

—De todas formas, has demostrado tal espíritu
bushido
y tal fuerza interior en todas las otras pruebas —continuó Masamoto—, que sería injusto por nuestra parte negarte esta oportunidad. Tres a dos a favor. Por favor, reúnete con Tadashi.

El
Butokuden
se volvió a llenar de aplausos. Akiko se quedó donde estaba, asombrada por la decisión, y tardó unos instantes en recuperar la compostura, inclinar la cabeza y reunirse con Tadashi.

Los siguientes diez participantes, incluyendo, para satisfacción de Jack, a Goro, se unieron al grupo de los estudiantes fracasados que se reunían a los lados. Sólo uno de ellos pasó: Harumi, la pequeña muchacha de la cara de muñeca que sorprendentemente había triunfado en el Juicio de la Madera. Ahora quedaban dos puestos.

Llamaron a Kazuki.

Jack vio cómo su rival avanzaba, el golpe en su mejilla estaba ahora todavía más hinchado y el ojo completamente cerrado.

—Una actuación sobresaliente en todos los aspectos. Todos a favor. Pasas al Círculo.

Kazuki era el primer participante que conseguía una decisión unánime. Había triunfado a los ojos de todos los
senseis
y, por los aplausos que estallaron por toda la sala, era evidente que la escuela lo veía como favorito para conquistar el Círculo. A pesar de la hostilidad entre ellos, Jack se vio obligado a admitir que Kazuki había hecho una actuación brillante y se merecía el puesto.

Esto sólo dejaba una plaza y tres aspirantes: Yamato, Hiroto y él mismo. Jack, seguro de su fracaso, rezó en silencio para que Yamato triunfara sobre Hiroto.

—Yamato-kun —llamó Masamoto.

Yamato dio un paso adelante, con una mano en el costado y respirando entre dientes con cortos jadeos doloridos. Miró aprensivo a su padre.

—Estoy orgulloso de decir que luchaste como un auténtico Masamoto en el Pasillo, así que ha sido una decisión difícil. Sin embargo, sin una victoria clara en ninguna de las pruebas, el comité votó tres a dos en contra. Lo siento, pero no eres uno de los cinco.

Los ojos de Yamato se llenaron de desazón. Pareció como si quisiera que el suelo del
dojo
lo engullese. Jack no pudo creerlo. Los
senseis
tendrían que haber estado discutiendo por Yamato, no por Jack. Por eso Masamoto había delegado su voto en el
sensei
Kano. La decisión debió causarle una gran decepción al samurái.

Yamato agachó la cabeza y cruzó el
dojo
para dirigirse a los lados, su frustración por el resultado era visible en cada uno de sus cansinos pasos.

Masamoto pronunció entonces el nombre de Jack.

El muchacho se preparó para lo inevitable.

—Jack-kun, tu decisión ha sido muy controvertida. Mi opinión era que has mostrado auténtico espíritu
bushido
durante las pruebas y por tanto has demostrado tu valía para entrar en el Círculo de Tres. Con todo, tuve que ser imparcial en todas las decisiones, sobre todo puesto que eres mi hijo adoptivo, y no llegaste a completar ninguna prueba.

Jack supo ahora con certeza que Hiroto lo había derrotado. Sólo quiso acabar con las formalidades para poder reunirse con Yamato en un lado, pero su tutor continuó:

—No terminaste el Pasillo. Pero, por otra parte, nadie llegó al final del Pasillo como hiciste tú. El
sensei
Hosokawa se sintió muy impresionado con tu actuación. Te aprobó, a pesar de tu error en el último paso. Pero hubo opiniones en contra. Por tanto, acordamos dejar la decisión final al
sensei
Kano.

Así que los
senseis
no discutían por Yamato. Había sido por él todo el tiempo. Jack sintió sobre él los grandes ojos grises del maestro de
bo
, y aunque sabía que el anciano no podía ver, supo que el
sensei
lo observaba con todos sus otros sentidos.

—No necesito recordarte que el Círculo de Tres no es sólo difícil, sino peligroso. Puede incluso ser fatal. Por tanto, no tomamos estas decisiones a la ligera. Por contra, aunque el
sensei
Kano considera que eres digno, esto es sólo a condición de que tomes lecciones extras con él, además de la preparación que requiera el Círculo.

Durante un momento Jack no estuvo seguro de haber oído correctamente. ¿Significaba que había ganado el acceso al Círculo o no?

Entonces los estudiantes empezaron a aplaudir, aunque no con el entusiasmo mostrado con Kazuki y los otros estudiantes triunfadores. Pero a Jack no le importó. ¡Estaba en el Círculo e Hiroto no! Karma por la patada en las costillas, pensó Jack mientras Hiroto se dirigía a los lados del
dojo
, mirándolo con mala cara.

—Ahora quiero recordar a todos los aspirantes que no tuvieron éxito que sólo por participar habéis demostrado que tenéis valor para convertiros en guerreros samuráis —reafirmó Masamoto, y lo reconoció personalmente al grupo de los lados inclinando la cabeza para indicar la sinceridad de su respeto.

Entonces se volvió hacia los cinco estudiantes seleccionados, que estaban de pie en el centro de la sala: Tadashi, Akiko, Harumi, Kazuki y Jack.

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