El asalto a la iglesia llevado a cabo por los daneses está bien documentado. Los invasores no eran cristianos y no veían ninguna razón para salvar las iglesias, los monasterios y los convenios de los ataques, especialmente si tenemos en cuenta que dichos lugares contenían a menudo considerables tesoros. Es discutible que tuviera lugar un ataque coordinado a las casas monásticas del norte. La fuente es extremadamente tardía, una crónica del siglo XIII escrita por Roger de Wendover, pero lo que sí es seguro es que muchas diócesis y monasterios desaparecieron durante el asalto danés, y ese asalto no fue un gran ataque, sino un intento deliberado de erradicar la sociedad inglesa y sustituirla por las costumbres danesas.
Ivar Saco de Huesos, Ubba, Halfdan, Guthrum, los distintos reyes, el sobrino de Alfredo, Etelwoldo, el
ealdorman
Odda, y todos los nobles cuyos nombres empiezan por Æ (una letra desaparecida, llamada aesc) existieron. Alfredo tendría que escribirse realmente Ælfred, pero he preferido la forma por la que se le conoce hoy. No está claro cómo falleció el rey Edmundo de Anglia Oriental, aunque sin duda murió a manos danesas, y en una antigua versión el futuro santo cayó bajo las Hechas como san Sebastián. Ragnar y Uhtred son personajes ficticios, aunque una familia con el nombre de Uhtred vivió en Bebbanburg (hoy Bamburgh Castle) un poco más tarde —aunque durante el periodo anglosajón—, y como dicha familia fueron mis ancestros, decidí otorgarles el mágico lugar un poco antes de lo que sugieren los documentos. La mayoría de los principales acontecimientos tuvo lugar; el asalto a York, el sitio de Nottingham, los ataques a los cuatro reinos, están todos recogidos en la crónica anglosajona o en la biografía del rey Alfredo de Asser, que juntas son las fuentes más importantes de la época.
He empleado ambas, además de consultar un sinfín de obras secundarias. La vida de Alfredo está muy bien documentada para la época; parte de esa documentación está escrita por el mismo Alfredo, pero aun así, como el profesor James Campbell escribió en un ensayo sobre el rey, «las flechas de la perspicacia deben ser guiadas por las plumas de la especulación». Naturalmente, he sido generoso con dicha premisa, tal y como un novelista histórico debe hacer; aun así, en la medida de lo posible la novela está basada en hechos reales. La ocupación de Werham (Wareham) por Guthrum, el intercambio de rehenes y la ruptura de la tregua, el asesinato de los rehenes y la ocupación de Exanceaster (Exeter) tuvieron lugar, así como la pérdida de la mayor parte de su flota durante una gran tormenta en el cabo Durlston, cerca de Swanage. El único cambio importante que he introducido ha sido el de adelantar la muerte de Ubba un año, de modo que, en el próximo libro, Uhtred pueda estar en otra parte y, convencido por las argumentaciones del libro de John Peddie,
Alfred, Warrior King,
he situado la acción en Cantucton (Cannington, Somerset), en lugar del emplazamiento más tradicional de Countisbury Head, al norte de Devon.
Alfredo fue el rey que acarició y mantuvo la idea de Inglaterra, que su hijo, hija y nieto convirtieron en explícita. En una época de grandes peligros, cuando los reinos ingleses se hallaron al borde de la extinción, él constituyó un baluarte que permitió a la cultura anglosajona sobrevivir. Sus logros fueron mayores que ésos, pero esta historia está lejos de terminar, así que Uhtred luchará de nuevo.